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martes, 16 de agosto de 2016

Curso la Web 2.0 en los servicios de las bibliotecas universitarias



Curso la Web 2.0 en los servicios de las bibliotecas universitarias

Inscripciones AQUÍ

 Profesora: Ruth Valiente

Fecha: 22 y 23 de septiembre de 2016

Carga horaria: 16 horas
Horario: 9 a 17 hs.
La web 2.0 ha irrumpido en las bibliotecas universitarias y muchos de los recursos web ya están siendo utilizados por este tipo de unidades de información, pero, ¿qué otras herramientas 2.0 pueden implementarse para potenciar los servicios de información? Este curso busca analizar la importancia del uso y aplicaciones de las herramientas 2.0 para fortalecer sus servicios y brindar una mayor visibilidad a la institución.

OBJETIVOS:
Que los cursantes:
   * Apropien el conocimiento crítico y creativo de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC) en el rol del bibliotecario como infomediador.
    *Construyan espacios de encuentro entre la biblioteca y la comunidad, mediados por prácticas emergentes de comunicación y cultura digital.
    *Innoven en el uso de las TIC para la integración de la biblioteca universitaria a la sociedad digital.
  * Tengan experiencias vinculadas a las TIC para la inclusión de las mismas en la unidad de información.


CONTENIDOS:
El creciente avance tecnológico ha revolucionado la circulación de la información y las bibliotecas deben adaptarse a estas vertiginosas transformaciones, con el objetivo de brindar recursos y servicios que sus usuarios requieren y de fortalecer su visibilidad e identidad digital.
Se presentará una recopilación de las herramientas que ofrece la web 2.0 haciendo especial hincapié y desarrollando aquellas que puedan potenciar aún más los servicios de información en bibliotecas universitarias.


Herramientas para la recopilación de información:
*    RSS.
  *  Marcadores sociales.
  *  Gestores de referencias bibliográficas (sociales).


I. Herramientas para organizar y generar nueva información:
    *Páginas de inicio o escritorios virtuales.
  *  Wikis.
   * Almacenamiento de documentos y archivos para guardar y publicar documentos; alojar archivos y compartir paquetes office; y almacenar presentaciones.


II. Herramientas para difundir información y canales para generar la comunicación:
   * Redes sociales.
   *Blogs.
    *Editores de presentaciones.
    *Editores de publicaciones.
    *Editores de boletines/folletos.
    *Creador de flyers.
    *Curación de contenidos.
    *Creador de calendarios y organizador de eventos.


Para la apropiación de estas competencias digitales se presentarán aspectos teóricos y prácticos de las herramientas. Luego del desarrollo de los contenidos se compartirán con los cursantes todos los materiales desarrollados en el transcurso del curso incluyendo videos tutoriales. 

Acuerdo de Bibliotecas Universitarias de Córdoba

E.mail: abuc@abuc.org.ar




martes, 10 de mayo de 2011

Las diez tendencias principales en las bibliotecas universitarias


Estas tendencias fueron compiladas por el Comité de Investigación,
Planificación y Revisión de la Asociación de Bibliotecas
Universitarias y de Investigación de Estados Unidos (ACRL) a partir de
una revisión de la literatura y una encuesta a sus miembros realizada
en febrero de 2010.

1) Los pedidos de los usuarios influyen en el crecimiento de la
colección: los recortes presupuestarios, las demandas para el acceso
remoto, el espacio físico limitado y los costos para sostener las
grandes colecciones llevaron a muchas bibliotecas a cambiar su
política del "por si acaso" (just-in-case) hacia el "justo a tiempo"
(just-in-time). Aumentó el protagonismo de las colecciones locales
digitalizadas y accesibles en línea. Para los investigadores es más
importante acceder al texto completo de las fuentes más que descubrir
nuevas fuentes.

2) Aumenta la presión a nivel presupuestario: muchas bibliotecas
sufrieron la reducción de presupuesto para la compra de materiales en
el período fiscal 2009-2010 y en el futuro habrá más recortes. Hay
preocupación sobre los efectos de esos recortes para atraer y retener
personal, construir colecciones, proveer acceso a los recursos y
servicios y para desarrollar servicios innovadores.

3) Los cambios en la educación superior requerirán que los
bibliotecarios posean nuevos tipos de aptitudes: a medida que los
cambios tecnológicos siguen impactando en las bibliotecas y en el
comportamiento de las colecciones, los bibliotecarios deben ampliar
sus aptitudes para brindar servicios y necesitarán capacitarse en
forma permanente para continuar en la profesión.

4) Aumentarán los pedidos de informes e inventario: las bibliotecas
universitarias deben informar y fundamentar el valor que proveen a los
usuarios y a la institución. Es importante demostrar el impacto de la
biblioteca en los trabajos de los estudiantes, en la matrícula, en las
becas y en la investigación de las facultades. Las bibliotecas deben
documentar con datos cuantitativos y cualitativos el valor de sus
servicios y de sus colecciones.

5) Aumentará la digitalización de las colecciones especiales: los
proyectos de digitalización logran que las colecciones especiales
ocultas y poco usadas sean accesibles a los investigadores a nivel
mundial. La digitalización implica reasignar fondos del presupuesto
debido a los altos costos de personal, equipos y almacenamiento. Como
las demás colecciones y servicios, la digitalización también puede
verse afectada por la reducción presupuestaria.

6) El crecimiento explosivo de los dispositivos móviles y sus
aplicaciones provocará la creación de nuevos servicios: los nuevos
celulares, los e-readers, los iPads, y otros aparatos portátiles
generan pedidos y expectativas de los usuarios. Las bibliotecas
ofrecerán servicio de referencia por mensajes de texto y también
interfaces de servicios para celulares.

7) La colaboración expandirá el rol de la biblioteca dentro y fuera de
la institución. Hay que colaborar con la universidad integrando los
recursos en la currícula; trabajar con los investigadores para ofrecer
acceso a los recursos digitales; colaborar con los informáticos para
desarrollar tutoriales en línea y mejorar las interfaces; ofrecer a
los estudiantes servicios de apoyo integrados y cooperar con los
bibliotecarios de otras instituciones para mejorar el software de
código abierto, el uso de los recursos compartidos, la compra de
materiales y la preservación de las colecciones.

8) Las bibliotecas continuarán esforzándose por mejorar la
comunicación académica y los servicios de propiedad intelectual.
Durante décadas, las bibliotecas universitarias reconocieron la
importancia de la comunicación científica y la propiedad intelectual.
Hay una tendencia proactiva para educar a los profesores y estudiantes
sobre derechos de autor y las opciones de publicación en acceso
abierto y a recopilar contenido para los repositorios institucionales.

9) La tecnología seguirá cambiando los tipos de servicios. La
computación en la nube, la realidad virtual y aumentada, las
herramientas de descubrimiento, el acceso abierto, el software de
código abierto y las nuevas herramientas de las redes sociales son
algunos de los cambios más influyentes. Mientras que las redes
sociales pueden ayudar a las bibliotecas a estar presentes donde los
usuarios vayan, también presentan desafíos al obligar a decidir qué
herramientas usar y cómo orientar al usuario con efectividad.

10) La definición de biblioteca cambiará a medida que se redefine el
espacio físico y se expande el espacio virtual. Si bien las
bibliotecas ofrecen más recursos que antes, disminuye la cantidad de
libros "físicos" y las suscripciones a revistas académicas. Los
materiales menos usados son trasladados a depósitos externos liberando
áreas que son redefinidas para ofrecer espacio a los estudiantes y al
trabajo colaborativo. Muchas bibliotecas han agregado centros de
escritura, tutoría y multimedios para ofrecer servicios de apoyo
múltiples en un mismo lugar físico.

[Fuente: College & Research Libraries News, vol. 71, n. 6 (june 2010),
p. 286-292. Resumen de Eduardo Giordanino]

Publicado en http://www.sai.com.ar/bibliotecologia/boletin/y/bie078.htm

domingo, 16 de enero de 2011

Ciencia 2.0: la aportación de las bibliotecas universitarias / Por José-Antonio Merlo-Vega

El II PLAN ESTRATÉGICO de Rebién, iniciado en 2007 y aún en vigencia, incluye una línea de trabajo para realizar estudios y proyectos relacionados con los servicios que las bibliotecas universitarias prestan a la investigación.
 
El Grupo de trabajo Rebiun en el ámbito de la investigación aprobó como objetivo operacional en 2010 la elaboración de un estudio sobre la utilidad de las tecnologías de la web social en los procesos de investigación científica.
 
El resultado ha sido el informe "Ciencia 2.0: aplicación de la web social a la investigación"1, que fue redactado por Antonia Angosto (UMU), Tránsito Ferreras (USAL), José Pablo Gallo (UMH), José Ángel Maestro (UPV), Inmaculada Ribes (UPV) y José-Antonio Merlo-Vega (USAL), quien actuó de coordinador del estudio.
 
El documento elaborado por Rebiun parte de la necesidad de identificar las distintas manifestaciones y utilidades de lo que se puede considerar Ciencia 2.0 o investigación participativa. Para ello, se organizan y describen los variados servicios en los que los investigadores pueden emplear las tecnologías de la web social, incorporando en todos los casos ejemplos significativos de aquellos recursos, productos y servicios dignos de destacar por su valor, utilidad y reconocimiento internacional.
 
Además, el estudio de Rebiun añade las posibles aportaciones de las bibliotecas académicas, informando en la exposición de los recursos seleccionados sobre cómo pueden aplicarse los diferentes servicios 2.0 al trabajo bibliotecario, qué pueden hacer las bibliotecas para facilitar el uso de la Ciencia 2.0 en cada caso y cómo la biblioteca universitaria puede convertirse en agente promotor de los diferentes recursos 2.0 de interés para la investigación.
Este texto parte de los contenidos desarrollados en el estudio de Rebiun sobre Ciencia 2.0 y se realiza con la intención de difundir dicho trabajo, destacando su contribución a la aplicación de la web social desde las bibliotecas y la promoción de las metodologías de investigación participativas.
 
No obstante, aunque se basa en el informe de Rebiun, no es un extracto del mismo, por lo que se recomienda la consulta de dicho documento, ya que en el mismo se ofrece una completa sistematización de las aplicaciones de la web social a la investigación, junto a un centenar de ejemplos comentados de servicios 2.0 y una bibliografía selectiva, en la que es conveniente destacar el artículo sobre herramientas 2.0 para la investigación que fue publicado en El profesional de la información en 20092, así como el reciente informe de Research Information Network3 sobre cómo usan los investigadores la web social.
La web social se caracteriza por la posibilidad de compartir datos e informaciones. Los servicios 2.0 se aplican a los distintos ámbitos de las relaciones sociales del ser humano, ofreciendo múltiples posibilidades para las diferentes metodologías de la investigación científica, ya sea para el fomento de relaciones directas y abiertas entre equipos de investigadores, para la ejecución de proyectos de forma compartida o para la difusión de resultados de manera abierta y participativa. Se puede afirmar que la aplicación de la web social a la investigación se ejecuta en tres grandes áreas: compartir la investigación, compartir los recursos y compartir los resultados. En cada uno de estos tres grupos hay aplicaciones concretas y servicios de indudable calidad y utilidad, que son expuestos en los siguientes párrafos.
Compartir la investigación significa emplear técnicas que posibiliten la integración de las personas interesadas en el proceso de un proyecto científico concreto, así como la relación activa entre colegios de investigadores que trabajan los mismos temas.
 
La web social ofrece variados servicios para compartir la experimentación, como son las redes sociales, las bases de datos de científicos y, sobre todo, las plataformas científicas. También hay que incluir en este grupo de aplicaciones los diferentes servicios instrumentales participativos. Las redes sociales a través de la Web son una fiel correspondencia de las relaciones sociales tradicionales, ya que en estos servicios 2.0 se establece una comunicación ágil y un intercambio de recursos e informaciones con actualización constante. Por tanto, no ha sido extraño que se hayan creado redes específicas para las relaciones profesionales entre investigadores.
 
De igual forma, están siendo útiles las bases de datos de científicos, en las que se pueden crear perfiles, aportar publicaciones y seguir a personas que trabajan en un campo de interés. Pero la Ciencia 2.0 está encontrando un espacio privilegiado en las plataformas científicas, entendidas como portales que integran sistemas de relación, con medios para compartir recursos, participar en hipótesis y para difundir resultados parciales o finales de experimentos. Además, la web social ofrece diferentes servicios instrumentales participativos, que se aplican en determinadas fases de la investigación y que sirven para compartir archivos, para la realización de encuestas o de investigaciones sociales o bien para la creación y administración de mapas conceptuales.
 
Algunos ejemplos de Ciencia 2.0 para compartir la investigación son los siguientes:
 
Redes sociales científicas:
 
Bases de datos de científicos:
 
Plataformas científicas:
 
Servicios instrumentales participativos:
 
Compartir los recursos en la investigación supone tanto ofrecer a la comunidad interesada los enlaces o referencias más válidas para un científico, como permitir que las aportaciones propias se enriquezcan con nuevos recursos, recomendaciones y valoraciones de los datos que se han compartido.
 
La Ciencia 2.0 como sistema para compartir recursos se identifica con tres servicios participativos: la gestión de referencias bibliográficas, el mantenimiento de favoritos sociales y los índices de citas.
 
Los gestores bibliográficos son esenciales como bases de datos de referencias de documentos. La investigación necesita partir de estudios previos para avalar sus resultados y, a menudo, (sobre todo en trabajos de investigación exhaustivos, como las tesis doctorales), la abundancia de bibliografía obliga al empleo de sistemas de gestión bibliográfica ágiles. Los gestores bibliográficos están incorporando servicios participativos, ya sea permitiendo la publicación abierta de las referencias -para que se complementen e integren con otras referencias-, o bien sistemas para incluir recomendaciones, valoraciones y comentarios.
 
De igual forma, los servicios de favoritos sociales de recursos y referencias bibliográficas ofrecen entornos para compartir enlaces a páginas o documentos en la Web , con opciones para que un colectivo mantenga de forma conjunta un grupo de enlaces, para que los recursos recomendados de un investigador puedan ser seguidos por personas interesadas en el tema o para se establezcan jerarquías en la calidad de los recursos compartidos a partir de las valoraciones del colectivo o del número de personas que recomiendan un recurso.
 
Por último, los índices de citas 2.0 se basan tanto en los gestores bibliográficos como en los servicios de favoritos sociales, permitiendo obtener información sobre cuántas citas recibe un documento en línea y cuál es la procedencia de la citación. Algunos ejemplos de Ciencia 2.0 para compartir los recursos son los siguientes:
 
Gestores de referencias bibliográficas:
 
Favoritos sociales:
 
Índices de citas:
 
Compartir los resultados de la investigación es también un actividad 2.0, ya que se emplean técnicas y servicios de redifusión de datos, publicación participativa o archivo en acceso abierto. La Ciencia 2.0 para compartir resultados se identifica con tres servicios: blogs y wikis científicos, servicios de noticias científicas y servidores de producción científica en acceso abierto.
La publicación de contenidos en blogs y wikis es la forma tradicional de la edición participativa. Las posibilidades de la publicación 2.0 son empleadas también por la investigación para promocionar resultados, informar de proyectos en marcha y recoger comentarios del colectivo interesado.
 
Es habitual que las entidades y empresas dedicadas a la investigación dispongan de plataformas para crear blogs informativos o wikis colaborativas. En muchos casos, la tecnología blog es también la usada por proveedores de noticias científicas, que pueden incluirse dentro de los servicios 2.0, ya que facilitan herramientas para la redifusión de contenidos, para la aportación de comentarios, la recomendación de noticias o para la valoración de las informaciones publicadas.
Además, es esencial incluir a los repositorios científicos como aportaciones a la ciencia compartida, ya que se trata de los espacios en los que se depositan los artículos, informes, monografías, comunicaciones o cualquier otra forma de transmisión de los resultados de una investigación. De igual forma que los servicios anteriores, los repositorios científicos están empleando mecanismos de sindicación, valoración y comentarios, así como herramientas de valor añadido para compartir datos en plataformas de favoritos sociales, redes científicas y sistemas de gestión bibliográfica.
 
Algunos ejemplos de Ciencia 2.0 para compartir los resultados son los siguientes:
 
Blogs y wikis:
 
Servicios de noticias científicas:
 
Acceso abierto:
 
La biblioteca universitaria tiene como una de sus principales funciones el servir de centro de recursos y servicios para la investigación. La biblioteca universitaria está, por consiguiente, al servicio de la investigación, lo cual se expresa tanto ofreciendo recursos de información como ayudando en las distintas fases del proceso de la investigación científica.
Las bibliotecas universitarias y las científicas, gracias al desarrollo de la sociedad tecnológica, han superado su limitación de ser meras transmisoras de información bibliográfica y de recursos documentales. Sin abandonar su misión de gestoras y provisoras de documentos, las bibliotecas en general y las académicas en particular son agentes promotores de recursos, función que desempeñan diseñando objetos de aprendizaje, produciendo contenidos informativos y realizando acciones formativas.
La biblioteca universitaria en la sociedad de la información es productora y promotora de recursos de información.
 
La biblioteca universitaria es productora de recursos de información participativos para la investigación, ya que se convierte en facilitadora de las aplicaciones, servicios, productos y recursos de utilidad para la ciencia cuando realiza tutoriales sobre los mismos, cuando organiza sesiones formativas o cuando difunde dichos contenidos en redes sociales, blogs o listas de información administradas por la biblioteca.
 
La biblioteca selecciona recursos, los recomienda y los difunde, pero además, realiza objetos de aprendizaje que sirvan para conocer su manejo u organiza sesiones formativas específicas para enseñar a emplearlos. Los investigadores se suscriben a los blogs y a las listas de las bibliotecas para conocer los recursos que se describen en dichas fuentes, que a menudo van más allá de las colecciones propias; pero también se inscriben en sus cursos de formación y son los principales usuarios de tutoriales sobre técnicas de documentación, ya no sólo orientados a la búsqueda en recursos, sino ampliados a temas como la gestión bibliográfica, la obtención de índices de citas e indicios de calidad de publicaciones o el manejo de herramientas participativas para compartir proyectos de investigación. La biblioteca universitaria es, por un parte, facilitadora de servicios 2.0, en los cuales participa o colabora y, por otra parte, también es formadora en dichos servicios.
La biblioteca universitaria debe ser promotora de la investigación participativa, como administradora de contenidos informativos, productora de recursos de aprendizaje y capacitadora en servicios colaborativos. La Ciencia 2.0 presenta a las bibliotecas la oportunidad de cumplir con su compromiso de servicio a la investigación.
 
Rebiun ha sido consciente de la necesidad de fomentar el uso de las herramientas colaborativas en la investigación y, mediante su estudio sobre Ciencia 2.0, ha querido contribuir con una guía práctica para facilitar y fomentar los servicios científicos basados en tecnologías participativas. Se trata de otro buen ejemplo de cómo las bibliotecas están sabiendo aplicar las tecnologías para cumplir y ampliar sus objetivos.
 
 
Referencias bibliográficas
 
1. REBIUN. Ciencia 2.0: aplicación de la web social a la investigación [en línea]. Madrid: REBIUN, 2010.
 
2. Cabezas Clavijo, Á.; Torres Salinas, D.; Delgado López Cózar, E. "Ciencia 2.0: catálogo de herramientas e implicaciones para la actividad investigadora". El profesional de la información, 2009, v. 18, n. 1, pp. 72-79.
 
3. Research Information Network. If you build it, will they come? How researchers perceive and use web 2.0. London: RIN, july, 2010.
 
 
Disponible:
 
La descarga del informe completo se puede hacer desde
 
 


Daniel Diaz /Bibliotecario Argentino

jueves, 5 de agosto de 2010

Las bibliotecas universitarias [España]

La primera universidad en España fue fundada en Palencia en 1212 y ya disponía de una estancia reservada a la conservación y la catalogación de libros. A los tres años, dicha institución fue vendida a Salamanca, que supo dar un gran impulso a estos estudios superiores, ofreciendo a sus alumnos una de las bibliotecas más importantes desde su nacimiento y hasta el día de hoy. Su finalidad se centra en el apoyo al estudio, la docencia y la investigación. En ella se integra la totalidad de los fondos bibliográficos y documentales de la Universidad. Supone pues una combinación orgánica de personal, colecciones e instalaciones, cuyo propósito es ayudar a los profesores y los estudiantes en el proceso de transformar la información en conocimiento.
Alfonso X establece el cargo de estacionario, cuyo trabajo consistía en tener los libros de una biblioteca universitaria en buen estado para alquilárselos a los estudiantes. Durante el Siglo de Oro los fondos fueron aumentando considerablemente, ya que en muchas universidades como la de Salamanca el estudiante, tras graduarse, tenía que donar un libro a la biblioteca de dicha institución. En este periodo áureo surgieron muchas bibliotecas a la sombra de las nuevas universidades, como la Complutense de Cisneros, cuyo fundador, el Cardenal Cisneros, fue uno de los mecenas más importantes de la cultura española.
En los siglos xvi y xvii universidades como la de Salamanca o la Complutense adquirieron un gran prestigio internacional, en buena medida debido a sus ricas bibliotecas cuyos fondos estaban especializados en Teología, Derecho, Medicina y el mundo clásico fundamentalmente. Durante la segunda mitad del siglo xvii la decadencia política y social trajo consigo un deterioro de estas instituciones y con ello una desatención de sus bibliotecas. Y fue Quevedo, una vez más, quien realizó una crítica corrosiva y certera a esta situación:
Alma de cuerpos muchos es severo
vuestro estudio, a quien hoy su honor confía
la patria, ¡oh, Don Joseph!, que en librería
cuerpos sin alma tal, más es carnero.
No es erudito, que es sepulturero,
quien sólo entierra cuerpos noche y día;
bien se puede llamar libropesía
sed insaciable de pulmón librero.
Hombres doctos de estantes y habitantes,
en nota de procesos y escribanos
los podéis gradüar por estudiantes.
Libros cultos de fuera cortesanos,
dentro estraza, dotoran ignorantes
y hacen con tablas griegos los troyanos.
El Siglo de las Luces quiso imponer un espíritu renovador en todos los órdenes. El Estado pasó a hacerse cargo de las universidades, que perdieron su autonomía. Sus bibliotecas crecieron lentamente, nutriéndose de donaciones, legados o rentas de mecenas. En el siglo xix incorporaron los fondos de aquellas compañías religiosas que fueron suprimidas. Y tendrán que esperar hasta el siglo xx y especialmente hasta nuestros días para que sus colecciones dispongan de libros de casi todas las ramas del saber y ofrezcan sus joyas más preciadas digitalizadas y de libre acceso a cualquier persona que desee consultarlas a través de Internet.
Para Ortega y Gasset, «la misión de la Universidad es la misión de la Biblioteca Universitaria», es decir, formar personas altamente especializadas que contribuyan al logro de los objetivos económicos y sociales de un país.
Por María Jesús Zamora Calvo