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martes, 3 de enero de 2017

La mala conciencia

El presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) intentó vincular a Bergoglio con los genocidas del proceso militar de 1976, en una nota de Página 12.
La mala conciencia de Horacio Verbitsky lo lleva a pensar como el ladrón que "son todos de su misma condición". 

Desde el diario Página/12 (propiedad de Víctor Santamaría, presidente del Partido Justicialista de la ciudad de Buenos Aires), Horacio Verbitsky volvió a sus andadas para difamar al Papa Francisco.

En su primera edición del año, Pagina/12 arremete contra el Papa argentino. Desde un artículo que titula "La mala conciencia del pontífice", Horacio Verbitsky, intenta vincular al Papa Francisco con los genocidas del proceso militar de 1976. Eran tiempos tempestuosos, en los que el propio Verbitsky se desempeñaba como jefe de la inteligencia del grupo terrorista Montoneros. Es público y notorio que estos negociaban con la dictadura y en especial con el almirante Emilio Massera.

Con los diversos ataques terroristas contra el gobierno democrático, los Montoneros sabían que contribuían a generar las condiciones del golpe de estado. Así lo pusieron de manifiesto los documentos de la jerarquía montonera en ese momento. De la misma manera que desde el Partido Comunista pensaban que el general Jorge Rafael Videla era mejor que el peronismo en el gobierno, o en  todo caso se contribuiría a "agudizar las contradicciones del sistema".

Hace pocos días salieron a la luz nuevos documentos aterradores donde se evidencia que la cúpula directiva de Montoneros mandó -a sabiendas- a decenas de militantes en la llamada "contraofensiva" a la muerte segura. El papel de Verbitsky ha sido puesto en duda por diversos testimonios en lo que no queda claro para que lado "militaba".  

No se trata de acusar a Horacio Verbitsky para defender al Papa, no hace falta. Pero no deja de llamar la atención que justamente este agente de inteligencia, con apoyo económico de la Embajada Británica, la Fundación Ford,  y la John Merk de EEUU entre otras tantas asociaciones internacionales vinculadas con la CIA financian sus actividades. Así lo indica su página web de la CELS que tan dignamente preside. Como Rodolfo Galimberti, Horacio Verbitsky termina vinculado a la CIA y a los intereses norteamericanos.

Cuando el Cardenal Jorge Bergoglio fue designado Sumo Pontífice, una ola de alegría recorrió el mundo. Los gritos de júbilo salieron de las barriadas de la argentina y su eco abarcó todo el planeta.

Solo dos voces salieron en repudio al nuevo Papa Francisco: el premier británico, David Cameron y Horacio Verbitsky. El primero dijo que no estaba de acuerdo con el nuevo Papa por su conocida posición de reivindicación de la soberanía argentina en las Islas Malvinas, y el segundo porque "durante la dictadura había entregado a dos curas jesuitas a la dictadura."

Nada más falso de toda falsedad. El accionar del Cardenal Jorge Bergolio durante esos años terribles fue de constante protección a los perseguidos políticos.

Los testimonios son innumerables y citaremos al del sacerdote español José Caravias, radicado actualmente en Paraguay quien dijo: "A mí ya me habían expulsado de Paraguay en 1972. Conocía la ferocidad de la dictadura. En cambio, Jalics se hizo el valiente y se quedó en Buenos Aires, y casi le cuesta la vida. No quiso irse y lo pasó muy mal. Lo torturaron mucho. Bergoglio lo salvó. Se empeñó en averiguar donde estaba. Si no lo reclamaba lo mataban. También salvó al argentino Orlando Yorio" dijo.

"Gracias a Bergoglio estoy con vida y hoy estoy aquí hablando con usted", le dijo el Padre Caravias al periodista Hugo Ruiz de la Agencia France Press. El sacerdote jesuita, autor de unos 40 libros y ensayos vinculados al área social atribuyó las calumnias contra el Papa al sistema capitalista salvaje que enfrenta. "Lo quieren ensuciar. Es muy peligroso para ellos que un Papa denuncie la pobreza mundial".

El Papa Francisco, les dijo a los presidentes latinoamericanos que lo visitaron: "No se olviden del sueño de San Martín, de Bolívar, de Artigas, de la Patria Grande!"

Luego del derrumbe comunista en 1989 y terminadas las ilusiones del poder proletario; la bandera de los humildes, de los desposeídos, de los inmigrantes, de los villeros, de los pobres, de las minorías, de los descalzos del mundo, las sostiene el Papa Francisco. ¿Qué duda cabe?


(*) Presidente de SOS Discriminación Internacional, fundador del INADI


sábado, 22 de noviembre de 2014

Borro para la Corona


“Quinientos sesenta y tres años antes que Néstor Kirchner, Itzcoatl –el primer rey de México, cuarto tlatoani de los mexicas– mandó destruir todos los anales y códices para que, desde su reinado, empezara a contarse la historia de su pueblo. Itzcoatl también llevó adelante la reforma religiosa mexica, y obligó a los suyos a adoptar una nueva teogonía, acorde con sus conquistas militares: así nació la toltequidad (…) La de Itzcoatl es la primera historia registrada en la que un rey decide reinventarse un pasado a su medida, y aparece mencionada en “Los abusos de la memoria”, un breve pero brillante trabajo sobre el tema de Tzvetan Todorov, lingüista, filósofo e historiador búlgaro de nacionalidad francesa, ganador del premio Príncipe de Asturias 2008” (tomado del capítulo “Edificando el pasado”, del libro “10 K, la década robada”, del autor de esta nota)

La reinvención del pasado está inscripta en el ADN del kirchnerismo: la juventud maravillosa del setenta, la lucha inmobiliaria contra la dictadura, la democracia degradada por el populismo. Esa historia de la no historia tuvo hitos significativos: la reescritura del prólogo del libro “Nunca Más”, el pasado de lucha universitaria y política de Néstor y Cristina, la sacralización de Néstor desde la Bic hasta el mausoleo en Río Gallegos, la celebración del vigésimo quinto aniversario de la creación de Página 12 en la que yo mismo fui desaparecido.
–Ustedes estaban construyendo Página 12 en mayo del 87, y nosotros estábamos construyendo la campaña para la intendencia de Río Gallegos -dijo entonces la presidenta, que allí explicó lo que es el periodismo, según ella: “Voy a hablar de periodismo –dijo–, que es, en definitiva, tener información teórica para poder interpretar a través del pensamiento abstracto la realidad. Y que no te la cuente nadie, y darle esa versión, esa interpretación, al conjunto de la sociedad”. La interpretación abstracta y teórica dada entonces por el gobierno fue que yo, simplemente, nunca había existido, aunque desde el 28 de mayo de 1987 hasta 1996 todos los ejemplares del diario llevaran mi nombre en la contratapa: 3.285 ejemplares borrados de un plumazo oficial. En estos días, en Moscú, el Museo del Gulag expone, en la muestra “El comisario desaparece”, 150 imágenes manipuladas por el estalinismo; las imágenes fueron recogidas por el artista británico David King, quien decidió crear la colección cuando, en 1970, en un viaje a la Unión Soviética, intentó encontrar fotos de León Trotski. La orden de borrar mi nombre de las páginas del diario no comenzó con el kirchnerismo, se hizo una costumbre desde 1996 en adelante, hasta que desaparecí por completo. 

Por eso esta semana, cuando la twittera @yotengolaverdad, más conocida como La Pajarita Peponista, viralizó una borrada masiva de notas de Horacio Verbitsky, la noticia no me sorprendió. La Pajarita..., en verdad, reproducía algo que había descubierto en marzo otro twittero, @javiersmaldone. Los periodistas de Página 12 confirmaron a Clarín que las notas se borraron por pedido del propio Verbitsky, pero nadie termina de creer en los motivos que esgrimió. El 18 de noviembre, bajo el título “Fui yo”, el ministro sin cartera del kirchnerismo dijo que lo hizo “porque no quería darle la información premasticada a la nube de periodistas europeos que cayeron sobre Buenos Aires para preparar instant books sobre el personaje, ya que sigo investigando el tema y no me gusta regalar mi trabajo”. Como durante casi diez años ordené que le pagaran el sueldo, me consta que Verbitsky no regala su trabajo, pero eso no es lo importante. Lo curioso es el motivo: borrarlas ahora, como si sólo pudieran acceder a ese material desde Buenos Aires, como si no existiera la memoria cache en los buscadores o si no pudieran (los periodistas ávidos de la nube) entrar a buscar los artículos en www.archive.org. Las notas que Verbitsky borró son “El almirante y el Cardenal”, “Operación Cónclave”, “Mentiras y calumnias”, “Una persona ávida de poder”, “No sabe no contesta”, “Baseotto no está solo” y “Papabilidades”. Si se ingresa en estos días a la web de Página 12 buscándolas, se toparán con dibujos de Daniel Paz.

La reacción del Gobierno apenas elegido el papa Francisco, y en los tres días posteriores, fue patética: tweets borrados y resguardo del derecho al olvido periodístico que pedía Verbitsky. Agustina Kampfer, Daniel Tognetti, Sergio Ranieri e Ivan Schargrodsky fueron algunos de los que borraron sus tweets, en los que linkeaban a las notas del ministro sin cartera. Otros twitteros K pasaron de la condena al elogio a Bergoglio: Luis D’Elia, Dante Palma, Cynthia García, Juan Cabandié, María José Lubertino, Florencia Saintout, Gerardo Ferreyra, Javier Romero y Alex Freyre.

El 12 de julio de 2010, Tognetti escribía en su Twitter “Abusar de menores, apoyar a la dictadura y a Cristian Von Wernich está en el Plan de Dios según Jorge Bergoglio”.
“Te vas a pudrir en la cárcel, Bergoglio”, twitteo Schargrodsky.


“¿Cuánto tiempo tardará la Iglesia Católica en pedir perdón por haber elegido a Bergoglio Papa?”, profetizó Cynthia García el 13 de marzo. Dos días después, el 15, García recapacitó: “Francisco es austero y táctico, cercano a la realidad y adherente a la doctrina social de la Iglesia, ojalá logre un buen papado”.
¿Se arrepintió? ¿Cree que puede manipular la memoria colectiva? ¿Pensará que lo que se borra no existió? Es difícil decirlo; lo cierto es que, para vivir una segunda adolescencia Verbitsky ya está grande: tiene 72 años.

Investigación: JL/María Eugenia Duffard / Marcela Pagano.
Por Jorge Lanata o Larata como más prefieras…

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Horacio Verbitsky / Robo para la corona (Ya tenemos para una enciclopedia…)

Sinopsis: En enero de 1991 Horacio Verbitsky conmovió al gobierno y a la opinión pública al revelar el reclamo del embajador Todman por el soborno solicitado al frigorífico norteamericano Swift. Once meses después, ofrece a los lectores su nuevo libro, Robo a la Corona, una Investigación exhaustiva acerca de la "nueva Argentina", que conforma un puntilloso mapa con nombres y apellidos de los corruptos y los corruptores, de los vencedores y vencidos.

El caso Swift ocurrió en medio de un vertiginoso y turbio proceso económico-social de reconversión y cambio. ....Verbitsky demuestra paso a paso que, en la Argentina de hoy, las instancias superiores de la pirámide burocrática no sólo tienen responsabilidad formal por los actos de sus subordinados, sino que, además, los propios delitos serían irrealizables sin su expresa protección y encubrimiento.
 

Disponible en


La política de privatizaciones, la concesión de las áreas petroleras y de las rutas nacionales, el copamiento de la Corte Suprema y los demás organismos de control de gestión, los "casos" Petroquímica Bahía Blanca y Swift, las oscuras luchas por el poder y el pantanoso clima moral de la corte menemista son así revisitados detalladamente y analizados con el estilo implacable del periodista más temido y respetado por el poder, en un libro que es una auténtica suma testimonial de nuestra época.