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viernes, 27 de enero de 2023

Un viaje a Argentina / Tzvetan Todorov **

Una sociedad necesita conocer la Historia, no solo tener memoria. En el caso argentino, un terrorismo revolucionario precedió al terrorismo de Estado de los militares, y no se puede comprender el uno sin el otro

En noviembre de 2010, fui por primera vez a Buenos Aires, donde permanecí una semana. Mis impresiones del país son forzosamente superficiales. Aun así, voy a arriesgarme a transcribirlas aquí, pues sé que, a veces, al contemplar un paisaje desde lejos, divisamos cosas que a los habitantes del lugar se les escapan: es el privilegio efímero del visitante extranjero.

He escrito en varias ocasiones sobre las cuestiones que suscita la memoria de acontecimientos públicos traumatizantes: II Guerra Mundial, regímenes totalitarios, campos de concentración... Esta es sin duda la razón por la que me invitaron a visitar varios lugares vinculados a la historia reciente de Argentina. Así pues, estuve en la ESMA (Escuela Mecánica de la Armada), un cuartel que, durante los años de la última dictadura militar (1976-1983), fue transformado en centro de detención y tortura. Alrededor de 5.000 personas pasaron por este lugar, el más importante en su género, pero no el único: el número total de víctimas no se conoce con precisión, pero se estima en unas 30.000. También fui al Parque de la Memoria, a orillas del Río de la Plata, donde se ha erigido una larga estela destinada a portar los nombres de todas las víctimas de la represión (unas 10.000, por ahora). La estela representa una enorme herida que nunca se cierra.

El genocidio camboyano mató al 25% de la población. La represión argentina, el 0,01%El término "terrorismo de Estado", empleado para designar el proceso que conmemoran estos lugares, es muy apropiado. Las personas detenidas eran maltratadas en ausencia de todo marco legal. Primero, las sometían a unas torturas destinadas a arrancarles informaciones que permitieran otros arrestos. A los detenidos, les colocaban un capuchón en la cabeza para impedirles ver y oír; o, por el contrario, los mantenían en una sala con una luz cegadora y una música ensordecedora. Luego, eran ejecutados sin juicio: a menudo narcotizados y arrojados al río desde un helicóptero; así es como se convertían en "desaparecidos". Un crimen específico de la dictadura argentina fue el robo de niños: las mujeres embarazadas detenidas eran custodiadas hasta que nacían sus hijos; luego, sufrían la misma suerte que el resto de los presos. En cuanto a los niños, eran entregados en adopción a las familias de los militares o a las de sus amigos. El drama de estos niños, hoy adultos, cuyos padres adoptivos son indirectamente responsables de la muerte de sus padres biológicos, es particularmente conmovedor.

En el Catálogo institucional del parque de la Memoria, publicado hace algunos meses, se puede leer: "Indudablemente, hoy la Argentina es un país ejemplar en relación con la búsqueda de la Memoria, Verdad y Justicia". Pese a la emoción experimentada ante las huellas de la violencia pasada, no consigo suscribir esta afirmación.

En ninguno de los dos lugares que visité vi el menor signo que remitiese al contexto en el cual, en 1976, se instauró la dictadura, ni a lo que la precedió y la siguió. Ahora bien, como todos sabemos, el periodo 1973-1976 fue el de las tensiones extremas que condujeron al país al borde de la guerra civil. Los Montoneros y otros grupos de extrema izquierda organizaban asesinatos de personalidades políticas y militares, que a veces incluían a toda su familia, tomaban rehenes con el fin de obtener un rescate, volaban edificios públicos y atracaban bancos. Tras la instauración de la dictadura, obedeciendo a sus dirigentes, a menudo refugiados en el extranjero, esos mismos grupúsculos pasaron a la clandestinidad y continuaron la lucha armada. Tampoco se puede silenciar la ideología que inspiraba a esta guerrilla de extrema izquierda y al régimen que tanto anhelaba.

Como fue vencida y eliminada, no se pueden calibrar las consecuencias que hubiera tenido su victoria. Pero, a título de comparación, podemos recordar que, más o menos en el mismo momento (entre 1975 y 1979), una guerrilla de extrema izquierda se hizo con el poder en Camboya. El genocidio que desencadenó causó la muerte de alrededor de un millón y medio de personas, el 25% de la población del país. Las víctimas de la represión del terrorismo de Estado en Argentina, demasiado numerosas, representan el 0,01% de la población.

Claro está que no se puede asimilar a las víctimas reales con las víctimas potenciales. Tampoco estoy sugiriendo que la violencia de la guerrilla sea equiparable a la de la dictadura. No solo las cifras son, una vez más, desproporcionadas, sino que además los crímenes de la dictadura son particularmente graves por el hecho de ser promovidos por el aparato del Estado, garante teórico de la legalidad. No solo destruyen las vidas de los individuos, sino las mismas bases de la vida común. Sin embargo, no deja de ser cierto que un terrorismo revolucionario precedió y convivió al principio con el terrorismo de Estado, y que no se puede comprender el uno sin el otro.

En su introducción, el Catálogo del parque de la Memoria define así la ambición de este lugar: "Solo de esta manera se puede realmente entender la tragedia de hombres y mujeres y el papel que cada uno tuvo en la historia". Pero no se puede comprender el destino de esas personas sin saber por qué ideal combatían ni de qué medios se servían. El visitante ignora todo lo relativo a su vida anterior a la detención: han sido reducidas al papel de víctimas meramente pasivas que nunca tuvieron voluntad propia ni llevaron a cabo ningún acto. Se nos ofrece la oportunidad de compararlas, no de comprenderlas. Sin embargo, su tragedia va más allá de la derrota y la muerte: luchaban en nombre de una ideología que, si hubiera salido victoriosa, probablemente habría provocado tantas víctimas, si no más, como sus enemigos. En todo caso, en su mayoría, eran combatientes que sabían que asumían ciertos riesgos.

La manera de presentar el pasado en estos lugares seguramente ilustra la memoria de uno de los actores del drama, el grupo de los reprimidos; pero no se puede decir que defienda eficazmente la Verdad, ya que omite parcelas enteras de la Historia. En cuanto a la Justicia, si entendemos por tal un juicio que no se limita a los tribunales, sino que atañe a nuestras vidas, sigue siendo imperfecta: el juicio equitativo es aquel que tiene en cuenta el contexto en el que se produce un acontecimiento, sus antecedentes y sus consecuencias. En este caso, la represión ejercida por la dictadura se nos presenta aislada del resto.

La cuestión que me preocupa no tiene que ver con la evaluación de las dos ideologías que se enfrentaron y siguen teniendo sus partidarios; es la de la comprensión histórica. Pues una sociedad necesita conocer la Historia, no solamente tener memoria. La memoria colectiva es subjetiva: refleja las vivencias de uno de los grupos constitutivos de la sociedad; por eso puede ser utilizada por ese grupo como un medio para adquirir o reforzar una posición política. Por su parte, la Historia no se hace con un objetivo político (o si no, es una mala Historia), sino con la verdad y la justicia como únicos imperativos. Aspira a la objetividad y establece los hechos con precisión; para los juicios que formula, se basa en la intersubjetividad, en otras palabras, intenta tener en cuenta la pluralidad de puntos de vista que se expresan en el seno de una sociedad.

La Historia nos ayuda a salir de la ilusión maniquea en la que a menudo nos encierra la memoria: la división de la humanidad en dos compartimentos estancos, buenos y malos, víctimas y verdugos, inocentes y culpables. Si no conseguimos acceder a la Historia, ¿cómo podría verse coronado por el éxito el llamamiento al "¡Nunca más!"? Cuando uno atribuye todos los errores a los otros y se cree irreprochable, está preparando el retorno de la violencia, revestida de un vocabulario nuevo, adaptada a unas circunstancias inéditas. Comprender al enemigo quiere decir también descubrir en qué nos parecemos a él. No hay que olvidar que la inmensa mayoría de los crímenes colectivos fueron cometidos en nombre del bien, la justicia y la felicidad para todos. Las causas nobles no disculpan los actos innobles.

En Argentina, varios libros debaten sobre estas cuestiones; varios encuentros han tenido lugar también entre hijos o padres de las víctimas de uno u otro terrorismo. Su impacto global sobre la sociedad es a menudo limitado, pues, por el momento, el debate está sometido a las estrategias de los partidos. Sería más conveniente que quedara en manos de la sociedad civil y que aquellos cuya palabra tiene algún prestigio, hombres y mujeres de la política, antiguos militantes de una u otra causa, sabios y escritores reconocidos, contribuyan al advenimiento de una visión más exacta y más compleja del pasado común.

**Tzvetan Todorov es semiólogo, filósofo e historiador de origen búlgaro y nacionalidad francesa. Traducción de José Luis Sánchez-Silva.

domingo, 8 de enero de 2023

El Origen del “Evitismo”: El vandorismo proge




"En aquella semana en el Tigre en compañía de Walsh, una noche nos entusiasmamos elogiando a Eva Perón. Desproporcionadamente, por ahí, pero era la única manera que teníamos de disminuirlo a Perón y de conjurar su peso histórico que entonces nos abrumaba."…. Walsh me dijo que sí y se rió con acidez; y se largó a imaginar una pareja de Eva y el Che Aunque al final sugirió que ese presunto casal hubiera resultado un asunto incestuoso"

 

Fuente: David Viñas, Literatura Argentina y Realidad Política, Tomo II 


Publicado en : https://www.facebook.com/SoyTelefonico/photos/gm.6214352991932916/5882473815149124/



viernes, 5 de noviembre de 2021

Tucumán: largas filas para cobrar un subsidio de $5000 a días de las elecciones

El gobernador Osvaldo Jaldo instrumentó el pago de un bono para personas en situación de vulnerabilidad. Es una práctica que ya se había utilizado en otros comicios

Las imágenes de las largas filas de personas en las afueras del hipódromo de #Tucumán llamaron la atención. Los interesados estaban allí para inscribirse para cobrar una ayuda de $5.000. A diez días de las elecciones, la medida desató la polémica en la provincia y acusaciones contra el oficialismo del #FrentedeTodos.

Desde ayer comenzó el empadronamiento de personas en situación de vulnerabilidad social como parte del operativo del reparto del subsidio. El principal apuntado por esa decisión es el gobernador tucumano Osvaldo Jaldo, el reemplazante de Juan #Manzur, quien después de las derrota de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) asumió como jefe de Gabinete de la Nación.

La entrega de estos estipendios es una práctica recurrente en Tucumán y está naturalizada. Entre agosto y septiembre, antes de las PASO de 12 de septiembre, Manzur decretó un aumento de 130% en las partidas de esta asistencia, al subirla desde los 130 a 300 milones de pesos. El tope de la asistencia es de hasta 10 mil pesos por persona

miércoles, 9 de junio de 2021

1956 - 9 de junio - 2021

 


El 9 de junio de 1956 se produjo un levantamiento cívico-militar liderado por el general Juan José Valle contra la dictadura militar de Aramburu y Rojas que derrocara al gobierno constitucional del Presidente J. D. Peron nueve meses atrás. El levantamiento fue rápidamente abortado debido a que el movimiento había sido infiltrado y el usurpador gobierno militar estaba esperando a los insurrectos. La dictadura decidió efectuar un cobarde castigo completamente inusual en la historia argentina contemporánea.

Esta apretada síntesis es un incipiente umbral de la asonada de junio de 1956…Los invito a la lectura del libro escrito por Daniel Brion, hijo de uno de los  Ajusticiados por la banda fusiladora conducida por  Rojas-Aramburu: EL PRESIDENTE DUERME .Fusilados de 1956, la generación de una causa. Un conmovedor relato que ilustra un momento cruel de nuestra historia, generador de ulterioridades de resistencia y lucha por la democracia.

Libro DISPONIBLE

https://drive.google.com/file/d/0B9MUX80k_Q05aHNUalh3SjlRMU0/view?pref=2&pli=1


jueves, 4 de marzo de 2021

Florencio RANDAZZO quiere volver por una "tercera vía" y critica al kirchnerismo por ser un "proyecto familiar”


Estuvo en una reunión por Zoom con dirigentes del interior y confirmó que buscará conformar un "frente nacional" para seducir a los desencantados del macrismo y del actual gobierno.
El peronismo venía especulando desde hacía varias semanas con la posibilidad de que Florencio Randazzo retornara a la arena política para conformar una tercera vía.

 Finalmente, el ex ministro de Transporte dio este miércoles un paso concreto y confirmó que buscará reunir un espacio justicialista amplio para disputarle poder al kirchnerismo.
Lo hizo a través de una reunión por Zoom con dirigentes bonaerenses de la que participaron unas 100 personas. El ex funcionario no escatimó en críticas para el Gobierno: dijo que la gestión de Alberto Fernández "no cumplió las expectativas" que había generado y definió al KIRCHNERISMO COMO UN "PROYECTO FAMILIAR". También cuestionó que el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, "no tenga ninguna historia en la provincia de Buenos Aires".

En su introducción a la charla, antes de responder preguntas de los asistentes, Randazzo consideró que el Presidente no tiene "poder político" y que, además, tiene su palabra devaluada porque "no se puede cambiar" de postura "todos los días". "El loteo no permite tener una gestión exitosa, y no hay mayor responsabilidad para un dirigente que gestionar", advirtió.

En sus críticas al kirchnerismo -con el que nunca se puso de acuerdo después de la imposibilidad de disputar las PASO en 2015 y 2017-, el dirigente de Chivilcoy dijo que "hay un sistema político armado en función de los intereses de una familia, lo que impide que haya un proyecto de legitimación". En esa línea, calificó de "afrenta" la intención del peronismo de que Máximo Kirchner sea el presidente del PJ Bonaerense.

Del encuentro, organizado por el abogado Facundo Fernández Araujo de la agrupación SUMAR, participaron mayormente dirigentes del interior provincial. Entre los presentes se anotaron el intendente de Villa Gesell, Gustavo Barrera, y los dirigentes Walter Elías, José Luis Bichara e Isidoro Lazo, entre otros.

miércoles, 17 de febrero de 2021

Una familia necesitó casi $56.500 para no ser pobre en enero...

Una familia necesitó casi $56.500 para no ser pobre en enero...

Esa fue la variación de la Canasta Básica Total que mide el Indec. En el mismo período, la inflación registró un salto del 4,2% impulsada por los precios.

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó este jueves que la Canasta Básica Total (CBT) registró en enero un avance de 4,2%, por lo que una familia de dos adultos y dos menores necesitó ingresos de por lo menos $56.459 para mantenerse por encima de la línea de la pobreza.

"Las canastas básicas alimentaria y total aumentaron 4,6% y 4,2% en enero de 2021 en relación al mes previo, respectivamente, y 44% y 39,8% interanual", indicó el Indec

 

Para determinar la CBT se amplía la CBA con bienes y servicios no alimentarios, mediante la aplicación del coeficiente de Engel (CdE), definido como la relación entre los gastos alimentarios y los gastos totales observados en la población de referencia.

Con ese esquema metodológico, la CBA registró en diciembre un aumento del 5,1%, lo que determina que un grupo familiar compuesto por dos adultos y dos menores necesitó percibir ingresos por $ 22.680,97 para no caer en situación de indigencia, con lo que a lo largo de 2020 marcó una suba acumulada de 45,5%.

https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/canasta_02_216F3510C93C.pdf

miércoles, 30 de septiembre de 2020

Per Saltum

 


#PERSALTUM: la Corte Suprema  suspendió la decisión del Senado El Máximo Tribunal aceptó el recurso planteado por los camaristas que quieren evitar la decisión del Consejo de la Magistratura de revisar los traslados a sus cargos actuales.

 La Corte Suprema de Justicia aceptó hoy por unanimidad del recurso de per saltum de los trasladados camaristas Pablo Bertuzzi, Leopoldo Bruglia y Germán Castelli en un acuerdo virtual extraordinario con lo que analizará si deben retornar a los lugares que ocupaban en 2017 y 2018 o no. De esta manera, se frena el intento del oficialismo para desplazar a los jueces que investigaron  causas por corrupción

 https://docs.google.com/viewerng/viewer?url=https://www.pagina12.com.ar/ipad/@@@pdfs/persaltum.pdf

miércoles, 4 de marzo de 2020

Altos cargos y una gran caja: así es el Estado que controla La Cámpora

Los militantes del grupo que lidera Máximo Kirchner ocupan puestos clave en la estructura gubernamental. Influencia y poder en mano de los jóvenes camporistas. Además del manejo de un presupuesto millonario.
Con la llegada de Alberto Fernández a la presidencia de la Nación, muchos dirigentes de La Cámpora, la agrupación kirchnerista que lidera Máximo Kirchner, se ubicaron en puestos importantes de la estructura estatal, ya sea por las funciones que deben desempeñar a diario o, en el mejor caso, por las millonarias partidas presupuestarias que se manejan: la tan preciada "caja". Dado que Fernández decidió prolongar el presupuesto 2019 aprobado durante la administración de Mauricio Macri, hasta tanto se sancione uno nuevo cuando finalice el periodo de Emergencia Económica, los montos que figuran en el sitio oficial del Ministerio de Economía (ver aquí), permiten aproximarse a la realidad presupuestaria de cada entidad. En base a esa documentación oficial, el Equipo de Investigación de Perfil Educación presenta en este informe cuáles son los puestos y los presupuestos que ahora controlan los jóvenes camporistas
En el gabinete nacional La Cámpora ocupa un sillón muy atractivo: el Ministerio del Interior, conducido por Eduardo "Wado" de Pedro. De acuerdo con el presupuesto 2019, los fondos de la cartera que antes estaba bajo el ala de Rogelio Frigerio superaron los 52.000 millones de pesos. Cabe recordar que a este monto hay que sumarle unos 95.000 millones de pesos que el Ministerio de Hacienda, entonces a cargo de Nicolás Dujovne, le otorgó a Interior para atender distintos gastos cuando el Gobierno anterior amplió el presupuesto debido a la crisis que se profundizó el año pasado.
Además de obras y beneficios para las provincias, el Ministerio del Interior es famoso en la política nacional porque es el encargado de administrar los Aportes del Tesoro Nacional (ATN). Estos fondos, que representan el 1% del total de impuestos participables, siempre fueron manejados de forma discrecional y se distribuyen entre provincias y municipios para atender desequilibrios financieros y situaciones de emergencia. Si bien hasta el momento la nueva administración no giró ATN a ningún gobierno local o provincial, de acuerdo a datos oficiales a los que pudo acceder el Equipo de Investigación, entre 2015 y 2019 este mismo Ministerio entregó a municipios y provincias un total de 13.602 millones de pesos, lo que fija la pauta de hasta dónde puede llegar la puja de poder en torno al pedido de dinero
Pero si se trata de presupuestos camporistas, una de las cajas más importantes –siempre de acuerdo con el presupuesto 2019, que es el que aplica actualmente–, es la del Programa de Atención Médica Integral (PAMI), cuya titular es la nueva directora ejecutiva Luana Volnovich, quien estuvo en el centro de la polémica a pocos días de asumir porque nombró al frente de la Gerencia de Comunicación y Relaciones Institucionales a su hermano, Guido. De acuerdo con el boletín del PAMI fechado el tres de enero del año pasado, la obra social de los jubilados tiene asignado un presupuesto que supera los 199.688 millones de pesos. De ese total, según aseguró la titular del organismo a principios de febrero, se utilizarán 30 mil millones de pesos para cubrir 170 medicamentos esenciales que componen el vademécum al que podrán acceder todos los afiliados.
La Agencia de Bienes del Estado (AABE), también es un organismo que cuenta con un representante de La Cámpora en un puesto de poder. Si bien su presidente es Martín Cosentino, hombre del sciolismo y titular del PJ de Vicente López, su segundo es Juan Agustín Debandi, un representante camporista que en las últimas elecciones perdió la intendencia de Tres de Febrero en manos de Diego Valenzuela. La importancia de tener un sillón con peso dentro de este organismo no se observa en la partida presupuestaria, sino en que es el encargado de la venta de bienes recuperados de la corrupción. Muchos de esos bienes que fueron confiscados por la Justicia en varias oportunidades, pertenecen a asesores, testaferros y ex funcionarios del kirchnerismo. Para tener un panorama de los números que se manejan en esta agencia, durante la gestión de Cambiemos la AABE se caracterizó por la puesta en valor y la subasta de predios estatales con poco uso, lo que permitió generar una millonaria caja. Entre 2017 y 2019 se acumularon más de 1.000 millones de dólares, solamente en concepto de licitaciones de terrenos. Por el lado de las empresas estatales más importantes, La Cámpora también desembarcó en Aerolíneas Argentinas. Aunque desde hace años la línea aérea de bandera viene arrojando déficits enormes –el de 2019 superó los 1.600 millones de pesos–, es una compañía que mueve montos interesantes. Su nuevo titular, Pablo Ceriani, hombre cercano a Axel Kicillof que ya había trabajado en Aerolíneas Argentinas en el área de Finanzas durante la gestión de Mariano Recalde, administra un presupuesto de 70.000 millones de pesos, aproximadamente, según consta en el Plan de Acción y Presupuesto para el año 2019.
Aunque ocupa un papel menor, en la línea aérea estatal, también está el camporista Carlos Figueroa, director de Asuntos Corporativos, que tuvo su paso por los medios como notero de Duro de Domar y gerente de noticias de Canal 7, durante el final de la gestión kirchnerista. La otra empresa estatal que cuenta con camporistas en lugares importantes es Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF). En la petrolera a cargo de Guillermo Nielsen, los referentes de La Cámpora son Santiago "Patucho" Álvarez, encargado del área de Marketing y Comunicación; y Desiré Cano, en el área de Prensa.  Aunque aún no se presentó el presupuesto 2020, el año pasado la empresa realizó inversiones por 3.200 millones de dólares. Para este año, según trascendió semanas atrás, la petrolera estatal planea un desembolso de capital de 2.200 millones en moneda estadounidense aproximadamente, que estarán destinados a la exploración, producción, equipos de perforación, nuevos pozos y desarrollos. Además, entre enero y septiembre de 2019, YPF tuvo ingresos por 471.685 millones de pesos.
La Cámpora también está presente en la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses). En el organismo encargado de pagar las jubilaciones, pensiones, asignaciones universales y familiares a más de 14 millones de personas. Secundando al titular Alejandro Vanoli aparece como secretario general el camporista Santiago Fraschina. Siempre de acuerdo con los datos de 2019, el presupuesto de esta entidad que se financia con los aportes y las contribuciones, supera los dos billones de pesos.
Otro lugar importante es el que ocupa la especialista en derecho tributario, Virginia García. La nueva titular de la Dirección General Impositiva (DGI), además de ser la tía de los nietos de Cristina Kirchner y ex cuñada de Máximo, fue senadora nacional con silla en el Consejo de la Magistratura y, antes de llegar al Congreso, tuvo un paso por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), cuando fue directora del organismo en Río Gallegos. Como ocurre con el caso de la AABE, la importancia de este organismo está en sus funciones: además de ser el área encargada de fiscalizar y recaudar el pago de los principales impuestos nacionales, esa dirección siempre fue utilizada como una herramienta de relacionamiento con los gobernadores. De García también depende la Subdirección General de Operaciones Impositivas de Grandes Contribuyentes Nacionales, encargada de monitorear las empresas más importantes del país, es decir, fortunas de familias como pueden ser Rocca, Bulgheroni, Eurnekian, Macri y Caputo. La última caja de La Cámpora es la del Correo Argentino. La nueva presidenta de la principal empresa postal del país, Vanesa Piesciorovsky, que durante la gestión kirchnerista había sido vicepresidenta de la entidad y ahora administra un presupuesto que ronda los 9.000 millones de pesos.
Otro figura de La Cámpora en el gobierno de Alberto Fernández es el secretario de Justicia, Juan Martín Mena. De profesión abogado, Mena formó parte del gobierno de Cristina Kirchner cuando se desempeñó como subsecretario de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), cuando el titular de dicha área era Oscar Parrilli.  Por último, de todos los cargos electivos que los referentes de La Cámpora disputaron en la provincia de Buenos Aires, la única ganadora fue Mayra Mendoza. La nueva jefa comunal del municipio de Quilmes, aprobó en diciembre último un presupuesto que supera los 12 mil millones de pesos y le genera a la agrupación kirchnerista un gran aparato territorial en el segundo cordón del Conurbano. Todos los funcionarios mencionados en este informe fueron contactados por el Equipo de Investigación, pero no respondieron los llamados o no quisieron realizar declaraciones.  
El Equipo de Investigación es dirigido por Rodrigo Lloret y está integrado por los mejores egresados del Posgrado en Periodismo de Investigacion y la Escuela de Comunicación de Perfil Educación. Mail: equipo@perfil.com / Twitter: @EquipoPerfil

domingo, 11 de agosto de 2019

Pugna de dos líderes en crisis / Eduardo van der Kooy



Entre tantas, las PASO marcan una paradoja: Mauricio Macri y Cristina Kirchner logran la polarización electoral desde el rechazo
Las elecciones primarias de este domingo expresan uno de los tantos contrasentidos que caracterizan la vida argentina. No vale la pena insistir con la mirada más elemental: fue otra venta de gato por liebre que, en este caso, corrió por cuenta de Néstor y Cristina Kirchner. Se predicó la democratización de los partidos. El fortalecimiento del sistema. Nada de eso sucedió. A punto tal, que todos los candidatos presidenciales compiten sólo consigo mismo. Aquellos partidos van derivando, además, en coaliciones imprecisas.
Existe un rasgo, por otra parte, que profundiza la inclinación nacional por los contrasentidos y significan señal de debilidad. La mayor competencia que se prevé a priori involucra a dos líderes en crisis. Que, sin embargo, parecen estar produciendo un grado de polarización quizá sin precedentes en comicios de nuestro país. Difícil de entender. O reflejo de una sociedad y una clase dirigente que tantea, sin mucha idea, algún rumbo.
La crisis de Mauricio Macri y Cristina posee una evidencia indesmentible que los mancomuna. Dieciocho gobernadores decidieron anticipar sus elecciones para despegarse de la suerte de aquellos dirigentes que pugnan por la supervivencia política. Aseguraron primero su poder y parte de sus cajas. Santiago del Estero y Corrientes tienen otros cronogramas. Apenas Buenos Aires, la Ciudad, Santa Cruz y La Rioja acompañarán al ingeniero y a la doctora. La interpretación resulta transparente: María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta son socios y pilares de Macri. Simbolizan un imaginario de equipo en campaña que al kirchnerismo le cuesta exhibir. Santa Cruz es el feudo de la familia Kirchner. La ex presidenta se refugiará allí en esta jornada.
Es difícil hallar una disgregación política semejante desde la recuperación de la democracia en 1983. También, encontrar a los dos principales contendientes tan corroídos por la realidad. Raúl Alfonsín construyó una gigantesca esperanza popular. Italo Lúder sufrió eso y el estado de desquicio que, por entonces, tenía el peronismo. Carlos Menem edificó un liderazgo de una década con un partido renovado. Fernando de la Rúa encabezó la primera y frustrada experiencia de aliancismo en el poder. Nació con la misión de superar al menemismo.
En el 2003 hubo una marcada horizontalidad de candidatos. Sin grandes preferidos. La sociedad atemorizada deseaba huir de la crisis del 2001. Luego llegó la hegemonía de los Kirchner, apuntalada por la complacencia popular, que el autoritarismo y la mala praxis de Cristina terminó por convertir en pesadilla. En todos los casos, al menos al comienzo, prevaleció la luz por encima de la oscuridad.
Aquel derrotero fue profundizando el desconcierto y la apatía política. Tampoco consiguió superar las limitaciones económicas de nuestro país. En ese contexto se produce la batalla entre Macri y Cristina. La competitividad actual de ambos podría explicarse antes por las defecciones del rival que por sus virtudes. La mala gestión económica del Presidente –al menos en los dos últimos años—representó el único estímulo para la oposición. La corrupción genética del kirchnerismo y su sesgo autoritario explican la puerta que todavía tiene abierta el ingeniero en la búsqueda de su reelección.
 Macri tiene también otras cuentas pendientes. No hizo lo suficiente para mejorar el sistema político. Porque la coalición original que conformó (Cambiemos) jamás alcanzó una cohesión de base. Sus picos fueron en los procesos electorales. Pero demostró grietas recurrentes durante la gestión. El Presidente no encontró (¿quiso?) la dosis adecuada para entroncar el sentido de una alianza con el presidencialismo tradicional de la Argentina.
El desacople tuvo manifestaciones públicas, sobre todo, con los radicales. Elisa Carrió resultó también muchas veces francotiradora. Aunque siempre terminó laudando sus enojos y conflictos a favor de Macri. Ni siquiera podría asegurarse que el Presidente haya comprendido el dilema sobre el final. Cuando arrancó el año electoral y su Gobierno permanecía en retaguardia. La convocatoria de Miguel Angel Pichetto como candidato a vicepresidente tuvo la impronta de la necesidad. Más que de una precisa calibración. Lo forzó primero la jugada de Cristina al colocar delante suyo en la fórmula a Alberto Fernández. El arribo del senador peronista regeneró las expectativas políticas en una coalición que asomaba estática.
Quizá Macri no hubiera podido salir de su encierro sin la ayuda opositora. En el kirchnerismo pocas cosas se vislumbran normales. Entre ellas, la dramática incapacidad para regenerar liderazgos. Sin ellos pierde la brújula. La obstinación de Cristina terminó por arrastrar también al peronismo que la había repudiado. Pero el gambito realizado, más allá de la imaginación, sería otra demostración de anomalía. Que detona incertidumbres a futuro. La delegación formal del poder en Alberto altera el orden y la jerarquía que demanda cualquier construcción política. Es cierto que el peronismo posee historia en ese aspecto. Nunca de esas probetas salió un saldo favorable para el país.
El candidato pareciera consciente de la irregularidad. Por tal razón, se ocupó de repetir en la campaña que "nunca más" lo harán pelear con Cristina. Nadie lo hizo pelear en el segundo mandato. Renunció por diferencias hondas que se transformaron en un distanciamiento con agravios. Pero están hechos de una madera similar. La ex presidenta entendió que Alberto era la máscara adecuada para ofertar moderación y pelear los comicios. También y, sobre todo, de reagrupar al peronismo. El candidato descubrió la ocasión de ubicarse en un lugar que en su vida había supuesto. Así alumbró la reconciliación.
La campaña sirvió para desnudar otras rarezas. Cristina, la dueña de los votos, estuvo en un segundo plano. Fue, sin embargo, la oradora principal en varios de los actos que compartió con Alberto. Entró y salió de la escena según oscilaban los números de las encuestas. Su ocultamiento respondió a varios motivos. La ex presidenta posee una composición de pensamiento que muchas veces no concuerda con su delegado. Afloró en superficie varias veces. En especial, cuando la crisis de Venezuela se metió en el debate. O con la obsesión de Cristina respecto del papel del periodismo. La prescindencia de la doctora, de paso, pretendió aflojar la polarización que buscó el Gobierno. Un dato: Alberto criticó duramente a Macri; el Presidente no le respondió una sola vez.
El interrogante natural es saber si aquellas diferencias no aumentarían en el ejercicio del poder. Cuando Alberto deba, en hipótesis, hacer frente a la crisis económico-social apartándose, a lo mejor, de recetas progresistas. También en el momento que deba abordarse la situación judicial de Cristina en las causas por corrupción. La ex presidente tiene 13 procesamientos y 7 pedidos de prisión preventiva. No será sencillo el desmonte con una porción muy importante de la sociedad que enjuiciará cada movimiento.
La crisis económico-social y la corrupción (resumida también en la lucha contra el narcotráfico y las mafias) ocupó, alternativamente, la primera línea de la campaña. Aunque resultaron, de uno y otro lado, casi monólogos. Macri, Vidal y Rodríguez Larreta jamás aceptaron el desafío kirchnerista. Ni siquiera atinaron a defenderse con la herencia recibida. Una excusa ahora tardía. Ni un solo dirigente opositor, kirchnerista o peronista, por su parte, se animó a refutar el libreto oficial.
Quizás el golpe más certero fue lanzado por la gobernadora. En su afán por defender la difícil reelección lanzó una interpelación impactante al hablar sobre mafias y narcos en su territorio. "El peronismo gobernó allí 28 años. ¿Nunca en ese tiempo vio nada de eso?", repitió. Sólo Axel Kicillof, el candidato de Cristina para destronar a Vidal, explotó de fastidio. Tal vez, por la impotencia ante la pregunta contundente.
El kirchnerismo, en el epílogo, rastreó un escape al encierro que le plantea el problema de la corrupción. Sembró dudas por la transparencia del escrutinio de las PASO. Sobre una de las formas de transmisión de datos que hará la empresa venezolana Smartmatic, que desplazó por licitación a la española INDRA. Desde 1997 realizaba esa tarea. Forzó la intervención de la Cámara Nacional Electoral y de la jueza en la materia, María Servini de Cubría. Ambos garantizaron veedores especiales. La concesión fue desestimada por el kirchnerismo. Hará su propio recuento. Nadie puede asegurar qué sucederá si llegan a darse resultados con escaso margen de diferencia.
El Gobierno debió haber previsto con tiempo que el cambio despertaría suspicacias. El kirchnerismo, si de verdad teme trampas, tuvo que haber planteado las objeciones con mayor antelación. Puede que se trate, al fin, de una maniobra de campaña. Aún así, quedaría en evidencia otra fragilidad institucional. Resulta inconcebible que a 39 años de recuperada la democracia se utilice como bandera la posibilidad de un fraude informático.
La palabra no solo la pronunció Alberto. Aunque no debe extrañar. Aquella célebre noche de la victoria de Alfonsín en 1983, el mitológico Lorenzo Miguel, el sindicalista Norberto Imbelloni y Herminio Iglesias denunciaron un fraude informativo. Porque no llegaban los votos favorables para coronar el triunfo. Nunca llegaron. La historia siempre es circular en la Argentina.
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jueves, 6 de junio de 2019

CFK suma 13 procesamientos y 7 pedidos de prisión preventiva



La ex presidente y actual senadora nacional Cristina Fernández de Kirchner suma trece procesamientos, de los cuales siete son con prisión preventiva y le fueron dictados por el juez federal Claudio Bonadio.
Este jueves, Cristina Kirchner, un grupo de sus ex funcionarios encabezados por Julio De Vido y más de un centenar de los principales empresarios de la Argentina que están involucrados en la causa de los cuadernos, quedaron procesados en el marco de otra de las aristas de la investigación principal.
Bonadio dictó los procesamientos por la causa de la cartelización de la obra pública, un caso que busca determinar si las empresas que fueron adjudicatarias de contratos entre 2003 y 2015 integraron una asociación ilícita.En otro fallo similar, también procesó a la ex presidente y otro grupo de empresarios por las coimas que se habrían pagado para obtener las concesiones de peajes.

En marzo, Bonadio también había dictado otros dos procesamientos con prisión preventiva en dos expedientes desprendidos de la causa de los cuadernos en los que se investigan supuestas irregularidades en el otorgamiento de subsidios al transporte público.
Un día antes, el mismo magistrado la había procesado, también con prisión preventiva, por defraudación contra la administración pública por el supuesto pago de sobreprecios en la importación de Gas Natural Licuado (GNL).
Y poco antes, Bonadio también había procesado a la senadora por el supuesto "ocultamiento, destrucción o exportación ilegal de documentos históricos", a raíz del hallazgo en su casa de la localidad santacruceña de El Calafate de documentos históricos, en una causa desprendida del expediente de los cuadernos.
Bonadio también procesó con prisión preventiva a la ex mandataria en la causa de los cuadernos en la que fue acusada de liderar una asociación ilícita destinada a cobrar coimas a empresarios relacionados con la obra pública, por medio de un esquema vinculado al ex Ministerio de Planificación Federal.
Bonadio fue el juez que citó por primera vez a CFK a indagatoria en abril de 2016, cinco meses después de que dejara la presidencia, por el caso de las supuestas irregularidades en las operaciones con dólar futuro, y poco tiempo después le dispuso su primer procesamiento. En abril de 2017, Bonadio procesó a la ex mandataria en la causa conocida Los Sauces donde la acusó de utilizar esa firma para canalizar a través de negocios inmobiliarios los supuestos retornos de la concesión de contratos de obra pública durante su gobierno.
A fin de ese año, el mismo juez procesó a la ex presidente por el delito de traición a la patria bajo la acusación de haber promovido la impunidad de los iraníes acusados por el atentado a la AMIA a través de la firma del memorando de entendimiento entre Argentina e Irán y por primera vez pidió su desafuero y detención.
Si bien la Cámara Federal porteña modificó la calificación del delito atribuido a la ex presidente por la causa del memorando, la prisión preventiva fue confirmada pero nunca se ejecutó porque Fernández de Kirchner goza de fueros parlamentarios.
Los otros dos procesamientos, sin prisiones preventivas, a la ex presidente se dieron en el marco de dos causas instruidas por el juez federal Julián Ercolini: uno es la causa Hotesur donde la acusación es similar a la del caso Los Sauces y en el expediente en el que se la investigó por el supuesto direccionamiento de la obra pública vial en Santa Cruz.
De los trece casos en los que fue procesada la ex presidente, cinco ya fueron elevadas a juicio oral (dólar futuro, memorando, Los Sauces, Hotesur y obra pública) y ya comenzó el juicio por el supuesto direccionamiento de la obra pública.


 

lunes, 10 de diciembre de 2018

…Cómo fue el 10 de diciembre de 1983…

Hace 35 años, con la asunción de Raúl Alfonsín como presidente constitucional, la Argentina vivió un momento de fervor popular y de gran esperanza después de los oscuros años de la dictadura militar
Ese sábado todo empezó muy temprano. A las 7.45 ya había movimiento. Los cuatro canales de aire transmitían desde el Congreso. El presidente electo, Raúl Alfonsín ya había llegado. También lo iban haciendo legisladores, invitados y delegaciones extranjeras.
Lo de empezar temprano el día de su asunción no parece casual. No sólo porque iba a ser un día abigarrado, cargado de actividades. El libro Alfonsín, mitos y verdades del padre de la democracia, una excelente biografía escrita por Oscar Muiño, abre con una gran escena: "Era noctámbulo, trasnochaba, se levantaba tardísimo, fumaba mucho, llegaba tarde a las reuniones. Un radical típico. Un día, de repente, largó el cigarrillo, se inventó una rutina, comenzó a convocar gente temprano en las mañanas, dejó la noche. Cuando me enteré, supe que Raúl Alfonsín quería ser presidente". Ese madrugar, ese tener en actividad un sábado a todos desde muy temprano pretendía ser una nueva impronta.
Entre los invitados especiales los mayores honores se los llevaban los ex presidentes democráticos. Arturo Frondizi saludaba a cada legislador pero fue Isabel Perón quien tuvo que sacarse fotos con cada persona que se le acercaba simulando que los conocía. Desde su regreso al país había sido portada en todos los diarios. Se especulaba con que que encabezaría la oposición, que comandaría la reestructuración del peronismo derrotado. Los dos ex presidentes fueron los encargados de izar la bandera en la sala de sesiones.
Había una tensión alegre y ansiosa en el ambiente. Luego de siete años de silencio el Congreso se resignificaba. Su ausencia había hecho que los argentinos hubieran vuelto a valorar su actividad. Manteniendo un hábito legislativo de las décadas anteriores, las sesiones preparatorias, que tuvieron lugar desde 15 días antes, no habían sido del todo pacíficas.
Algunas provincias no habían terminado el recuento definitivo y no se podían aprobar los diplomas. Eso demoraba también la proclamación de la dupla presidencial a través del Colegio Electoral. Pero la gran disputa entre radicales y peronistas se daba por la conformación y manejo de las diferentes comisiones legislativas. Mientras el oficialismo reclamaba mayor poder por haber triunfado en las elecciones, el peronismo luchaba por mantenerse vivo y con influencia y no quería perder el manejo de comisiones clave.
Además la conformación de las Cámaras había quedaba bastante equilibrada con mayoría radical en Diputados pero con supremacía peronista en Senadores.
Luego del triunfo con el 52% de los votos del 30 de octubre, Alfonsín se dedicó a formar su gabinete y a reunirse con los distintos sectores políticos y sociales del país. Referentes peronistas, militares, Madres de Plaza de Mayo,intelectuales y otros fueron pasando por los encuentros, deseándole suerte y, por supuesto, dejándole pedidos y reclamos de antemano.
Los sindicatos se movían y empezaban con sus exigencias y procuraban imponer condiciones; no querían quedar relegados en la nueva repartija de poder. Antes de asumir empezaba una lucha que perseguiría y hostigaría al presidente radical a lo largo de todo su mandato. Alfonsín hablaba de sindicato único por actividad, elecciones claras y actividad sindical escindida de la políticaSaúl Ubaldini y el resto de la CGT marcaban la cancha desde temprano. Luego, vendrían las discusiones públicas, los enfrentamientos y un número que varios pueden repetir de memoria: los 13 paros generales en cinco años y medio.
El panorama tampoco era alentador desde el punto de vista económico. Recesión, inflación del 20 % mensual, deuda externa. El otro foco de tensión, naturalmente, estaba dado por los militares. Poco antes habían dictado la ley que se conoció como de Autoamnistía. Las tensiones estaban latentes y las heridas en carne viva. El 5 de diciembre se disolvía la Junta Militar. Luego de negociaciones encabezadas por Antonio Tróccoli, el futuro ministro del Interior, la asunción del mando se adelantó de principios de 1984 a diciembre de 1983.
Aquel 10 de diciembre, a las 8.30 en punto, comenzó la sesión. Alfonsín y Víctor Martínez juraron ante la Asamblea Legislativa. Años de dolor parecían quedar atrás, en esas voces fuertes, convencidas que juraban lealtad a la Constitución Nacional, auguraban un futuro mejor, abrían esperanzas. Fue el primer momento emotivo del día.
Luego Alfonsín se dirigió a la Asamblea. Abrió una carpeta, acomodó las hojas, se puso los anteojos y empezó su discurso. Sólo leyó 28 de las 74 páginas. El resto pidió que fuera incorporado al Diario de Sesiones. Eligió dar a conocer su ideario institucional y dejar para otro momento las medidas concretas. Es lo que necesitaba el país en ese momento. El discurso fue interrumpido por aplausos de todas las bancadas en varias ocasiones. Se puede resumir su alocución (medida y firme, acorde al lugar y al momento, dejando la espectacularidad para otra circunstancia) en la frase que provocó la primera ovación. Simple, contundente y necesaria: "Vamos a ser un gobierno decente".
Luego del Congreso llegó el primer momento épico del día. A contramano, bajó por Avenida de Mayo hacia la Casa de Gobierno. En el Cadillac descapotable, escoltado por decenas de granaderos a caballo, con su esposa María Lorenza Barreneche de pie al lado suyo, Alfonsín saludaba a las miles de personas que esperaban verlo pasar a los costados de la avenida. El sol de diciembre, el entusiasmo de la gente, los papelitos que caían sin cesar de los edificios y la esperanza convertirían a ese paseo en inolvidable.
En la Casa Rosada fue el momento de la entrega de atributos. En una ceremonia sobria, formal y breve, sin demasiadas sonrisas, Reynaldo Bignone, el último dictador, entregó el bastón y la faja presidencial. Luego, Alfonsín tomó juramento a sus primeros ocho ministros: Antonio Tróccoli (Interior), Bernardo Grinspun (Economía), Dante Caputo (Relaciones Exteriores), Roque Carranza (Obras y Servicios Públicos), Raúl Borrás (Defensa), Antonio Mucci (Trabajo), Aldo Neri (Salud y Acción Social) y Carlos Alconada Aramburú (Educación).
Grinspun tomaría notoriedad por su pelea por enderezar la economía; sus momentos de mayor fama los consiguió en verano: jugando al truco en las madrugadas marplatenses con Gerardo Sofovich y Susana Giménez, y en una célebre respuesta con mohín incluido ante un representante del FMI, cuando se bajó los pantalones y mostrándole la cola le dijo: "¿Querés que me baje los pantalones? Me los bajo".
Caputo tenía apenas 40 años, era el más joven del gabinete y el de mayor preparación intelectual. Borrás tenía la tarea más ímproba que era lidiar con los militares, con su repliegue, con la necesidad de depurar las tres armas, con sus exigencias por impunidad y con la urgencia por ajustar sus conductas a los nuevos tiempos democráticos. Luego de ellos ocho, un buen elenco, juraron todos los secretarios de Estado.
De allí, Alfonsín se dirigió al Cabildo. En los días previos, los radicales más influyentes sentaron su posición al respecto y alimentaron la discusión. ¿Desde dónde debía dirigir Alfonsín su primer mensaje como presidente al pueblo? Muchos sostenían que desde los balcones de la Casa Rosada. Otros insistían en evitar ese escenario. No querían asociar el nuevo gobierno a imágenes del pasado, deseaban obviar situaciones que los asimilaran al peronismo. Ese balcón tenía dueño. Simbólicamente, comenzar desde el Cabildo era unir los primeros pasos del nuevo gobierno a los albores de la Nación.
El balcón principal del Cabildo desbordaba de gente. Entre ellos se abrieron paso el flamante presidente y Víctor Martínez. La multitud bramó. La plaza y las calles aledañas estaban repletas. Había vinchas celestes y blancas, gorros y banderas argentinas, boinas blancas y banderas y estandartes del Partido Radical. También algunas enseñas de otros partidos. Pasaron un par de minutos hasta que Alfonsín pudiese hablar. La gente, abajo, coreaba su nombre, gritaba "Argentina, Argentina" y saltaba. Alfonsín, entonces, habló en primera persona del plural. Incluyó, se refirió a "todos". En su primera frase advirtió que vendría una etapa dura, difícil pero que el deber de todos era trabajar por asegurar la libertad y las condiciones de vida dignas en el país.
Mientras hablaba (y mientras la gente bramaba) fue adquiriendo cada vez más convicción y energía. El brazo se agitaba con firmeza y apuntalaba cada palabra, el exacto tono enfático. "No tengo dudas de que saldremos adelante, que tendremos el país que nos merecemos". Una nueva ovación.
El cierre de esos ocho minutos fue con lo que ya a esa altura era un clásico. El hit de Alfonsín, como lo llama Martín Zariello en su reciente libro 1988, el fin de la ilusión: el recitado del preámbulo de la Constitución Nacional. Fue, como lo bautizó el mismo Alfonsín en el cierre de campaña en la 9 de julio, un rezo laico. El brazo cayendo con el índice levantado, como golpeando cada frase, la voz grave, y la gente que se va sumando y repitiendo cada una de las consignas. Los que estaban en el balcón movían los labios acompañando, se entusiasmaban, afirmaban con cortos movimientos de cabeza.
Las últimas palabras las dijeron juntos, las gritaron decenas de miles de personas. Un momento estremecedor. El preámbulo de la Constitución Nacional con el que Alfonsín, cuando era candidato, cerraba todos sus discursos, se había convertido en una carta de fe de sus votantes.
Sin embargo, seis años después, al final de su mandato, las mismas palabras dichas con la misma cadencia expositiva no lograban similar efecto. Su resonancia, su sentido se había invertido. En el '83 representaban la esperanza, el futuro. En el '89 se habían convertido en un tango, eran pura nostalgia, eran la muestra cabal de todo lo que no pudo ser, de un fracaso.
Todavía quedaban más emociones en ese 10 de diciembre. En el Palacio San Martín, Alfonsín recibió a los representantes extranjeros que habían venido para su asunción. Felipe González, Bettino Craxi, George Bush (padre), el premier francés Pierre Mauroy, Belaúnde Terry, Siles Suazo y Daniel Ortega entre otros. Para la noche quedó la gala en el Teatro Colón. Programa previsible y emotivo: Alberto Ginastera, Astor Piazzolla y el Himno de la Alegría.
La actividad de los primeros días fue frenética. El programa de gobierno trató de cubrir todos los puntos de acción. En la economía hubo un rápido congelamiento de precios, búsqueda de créditos e intentos por estabilizar las distintas variables. La democratización de los sindicatos fracasó. A los cinco días de gobierno se ordenó el juzgamiento a las cúpulas militares y la creación de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep). En política exterior se comenzó con la reinserción del país en el mundo.
Todavía quedaban más emociones en ese 10 de diciembre. En el Palacio San Martín, Alfonsín recibió a los representantes extranjeros que habían venido para su asunción. Felipe González, Bettino Craxi, George Bush (padre), el premier francés Pierre Mauroy, Belaúnde Terry, Siles Suazo y Daniel Ortega entre otros. Para la noche quedó la gala en el Teatro Colón. Programa previsible y emotivo: Alberto Ginastera, Astor Piazzolla y el Himno de la Alegría.
La actividad de los primeros días fue frenética. El programa de gobierno trató de cubrir todos los puntos de acción. En la economía hubo un rápido congelamiento de precios, búsqueda de créditos e intentos por estabilizar las distintas variables. La democratización de los sindicatos fracasó. A los cinco días de gobierno se ordenó el juzgamiento a las cúpulas militares y la creación de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep). En política exterior se comenzó con la reinserción del país en el mundo.
La censura se había levantado, la gente volvía con entusiasmo al país, otras voces se escuchaban. Soplaban nuevos vientos. Había alegría y esperanzas en las calles. Comenzaba lo que se llamó la Primavera Alfonsinista que duraría hasta algún momento de 1987 (¿el primer levantamiento carapintada, la derrota en las segundas elecciones legislativas, el fracaso del Plan Austral?).
Pero ese 10 de diciembre un país tuvo expectativa, se llenó de fe y creyó en el futuro. Ese día el país salió de su época más atroz, de un tiempo de anomia, muerte y abyección. Ese 10 de diciembre fue un día largo. Pero también ese 10 de diciembre, quizá, haya sido el día más feliz en mucho tiempo.

domingo, 28 de octubre de 2018

“CRISTINA tiene que VOLVER pero sin los CORRUPTOS”.


"CRISTINA tiene que VOLVER pero sin los  CORRUPTOS".
Juan Grabois Junto al MTE y figuras del campo progresista, lanzó un espacio para frenar la "ofensiva neoliberal" que "precariza la vida

Juan Grabois lanzó ayer en Mar del Plata el Frente Patria Grande, la confluencia de agrupaciones sociales y políticas que se presentó en sociedad. "Este frente tiene un objetivo: recuperar el gobierno para el campo popular en las elecciones de 2019", puntualizó el referente de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular durante la presentación del espacio. Además de Grabois, participan el Movimiento de los Trabajadores Excluidos (MTE) y espacios referenciados en algunas figuras como la abogada especializada en derechos Humanos Elízabeth Gómez Alcorta, el referente de Patria Grande Itaí Hagman, la diputada del Parlasur Cecilia "Checha" Merchán y la joven militante feminista Ofelia Fernández.

"Estamos sufriendo una ofensiva neoliberal muy fuerte" de la que el Gobierno de Mauricio Macri es producto y que está configurada en un presupuesto "que precariza la vida" porque representa "mucha menos salud, educación y trabajo", diagnosticó Grabois durante su discurso en el que sostuvo que, no obstante, que "el ciclo popular en América latina no está cerrado. Está resistiendo desde la retaguardia estratégica de nuestros pueblos, que SON LOS QUE PELEAN EN LA CALLE".

En ese sentido, anunció que el flamante frente trabajará en la candidatura presidencial de Cristina Fernández de Kirchner. "Ella es un signo de esperanza para nuestro pueblo, fundamentalmente para los pobres y los trabajadores", remarcó, aunque advirtió que "CRISTINA TIENE QUE VOLVER, PERO SIN LOS CORRUPTOS". En un mensaje grabado, la ex presidenta felicitó a la "nueva alternativa que busca agrandar cada vez más el espacio nacional, popular, feminista y latinoamericanista".

También hubo videos con mensajes del ex presidente de Ecuador Rafael Correa y un extracto del discurso que el ex mandatario de Venezuela Hugo Chávez ofreció durante el rechazo al acuerdo comercial con Estados Unidos, ALCA, que tuvo lugar en la misma ciudad balnearia.  

El referente de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) hizo referencia mensaje de Fernández de Kirchner y  un grupo de organizaciones sociales que tendrán como principal referente al dirigente Juan Grabois, y que, pese a no haber formado parte del kirchnerismo, rechazan lo que consideran una persecución judicial contra la ex presidenta.

Fte.Pagina 12