Mostrando entradas con la etiqueta internet. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta internet. Mostrar todas las entradas

sábado, 7 de mayo de 2022

60 países firman la «Declaración para el Futuro de Internet»

Estados Unidos junto con 60 socios de todo el mundo han firmado la Declaración para el Futuro de Internet.

El resto de países que respaldan la Declaración son: Albania, Andorra, Argentina, Australia, Austria, Bélgica, Bulgaria, Cabo Verde, Canadá, Colombia, Costa Rica, Croacia, Chipre, República Checa, Dinamarca, República Dominicana, Estonia, la Comisión Europea, Finlandia, Francia, Georgia, Alemania, Grecia, Hungría, Islandia, Irlanda, Israel, Italia, Jamaica, Japón, Kenia, Kosovo, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Maldivas, Malta, Islas Marshall, Micronesia, Moldavia, Montenegro, Países Bajos, Nueva Zelanda, Níger, Macedonia del Norte, Palaos, Perú, Polonia, Portugal, Rumania, Senegal, Serbia, Eslovaquia, Eslovenia, España, Suecia, Taiwán, Trinidad y Tobago, Reino Unido, Ucrania y Uruguay.

Se trata de un acuerdo no vinculante liderado por Estados Unidos que busca establecer las metas y los límites para una Internet libre que sea verdaderamente abierta y fomente la competencia, la privacidad y el respeto por los derechos humanos.


Los principios de la Declaración hacen que los países firmantes se comprometa a:


Proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales de todas las personas;


 Promover una Internet global que promueva el libre flujo de información;


Fomentar la conectividad inclusiva y asequible para que todas las personas puedan beneficiarse de la economía digital;


Promover la confianza en el ecosistema digital global, incluso a través de la protección de la privacidad; y


Proteger y fortalecer el enfoque de gobernanza de múltiples partes interesadas que mantiene el funcionamiento de Internet en beneficio de todos.

 https://derechodelared.com/wp-content/uploads/2022/04/Declaracion-para-el-Futuro-de-Internet.pdf

sábado, 2 de octubre de 2021

Los casos más dramáticos de la VIGILANCIA MUNDIAL SOBRE INTERNET: arrestos, violencia, muerte

El número de detenciones y torturas a usuarios de redes sociales por sus publicaciones crecieron en el mundo durante la pandemia, según la ONG Freedom House. Se trata de la cifra más alta desde el inicio de este estudio.

El número de países donde los usuarios de internet y redes sociales fueron objeto de detenciones y violencia por el contenido sus publicaciones alcanzó un récord entre junio de 2020 y mayo de 2021, según reveló el último informe de la ONG estadounidense Freedom House, que asegura que los derechos digitales retrocedieron a nivel mundial por undécimo año consecutivo.

"Este año, los internautas enfrentaron ataques físicos como represalias a sus actividades en línea en 41 países", indicó el informe, que observó 70 naciones, calificadas en 21 diferentes indicadores tales como barreras para acceder a la red, límites en contenido que puede ser publicado, la vulneración de derechos de usuarios.

"Con pocas excepciones positivas, el impulso de regular la industria tecnológica, resultante en algunos casos de problemas reales como el acoso y las prácticas manipuladoras del mercado, se utiliza para sofocar la libertad de expresión y obtener un mayor acceso a los datos privado", escribió Freedom House. "Las víctimas son los usuarios", remarca la organización.

golpe Myanmar Birmania

El informe señala en caso de Birmania, donde la junta militar que tomó el poder en febrero de 2021 cortó el acceso a internet, bloquear las redes sociales y forzar a las empresas tecnológicas a darle datos privados.

Los autores añaden que en 56 de los 70 países estudiados se produjeron detenciones o condenas de ciudadanos por sus actividades en la red, lo que supone un porcentaje récord. Además, un total de 20 países bloquearon el acceso a internet de sus ciudadanos y destaca los cortes de internet en Birmania y Bielorrusia como los puntos más impactantes del periodo estudiado.

El informe también denuncia la creciente regulación de las empresas tecnológicas por parte de distintos gobiernos para amparar medidas represivas: en 48 de los 70 países, lo que equivale al 88% de los usuarios globales, se elaboraron nuevas reglas para las empresas tecnologías relacionadas con el contenido, los datos y la competencia.

Otras estadísticas del informe revelan que en el 80% de las naciones analizadas hubo gente arrestada por sus comentarios o discursos online; en el 41% de las naciones se ha llegado a detener Internet o las redes móviles por motivos políticos. Mientras tanto, el 46% de las naciones bloqueó o restringió el acceso a plataformas sociales, una elección realizada principalmente en concomitancia de protestas o elecciones.

Espionaje y bloqueo de las redes de Internet

Por el lado de la vigilancia, finalmente, el informe indica que las autoridades de al menos 45 de 70 países están sospechadas de utilizar software espías o tecnologías para la extracción de datos proporcionadas por empresas especializadas como Nso Group, que terminó en la tormenta del Software Pegasus, utilizado por algunos gobiernos contra periodistas, activistas y políticos.

"Un mercado comercial en auge para la tecnología de vigilancia ha dado a los gobiernos más capacidad que nunca para burlar el estado de derecho y monitorear las comunicaciones privadas a su dscreción", dice el informe.

China considerado por el informe como el país menos respetuoso con las libertades digitales y el más represivo contra internautas disidentes. "La pandemia de Covid-19, que sigue siendo uno de los más discutidos ítems censurados", se indica en el informe.

El informe señala en caso de Birmania, donde la junta militar que tomó el poder en febrero de 2021 cortó el acceso a internet, bloquear las redes sociales y forzar a las empresas tecnológicas a darle datos privados. La caída en la puntuación de 14 puntos del país asiático (ahora en 17 puntos) es la más grande registrada desde el comienzo del proyecto Freedom on the Net.

Por otro lado, el informe habla de los cortes en internet durante una elección en Uganda en enero y tras las discutidas presidenciales de Bielorrusia de agosto de 2020, que originaron una protesta masiva luego reprimida.

"Al menos los gobiernos de 20 países cerraron Internet este año, y 21 estados bloquearon las redes sociales y las plataformas de comunicación, con mayor frecuencia durante tiempos de agitación política como protestas y elecciones", dice el informe.

La ONG menciona que en India el acceso a Internet se cortó repetidamente durante enero y febrero de 2021 cuando los agricultores salieron a las calles para expresar su oposición a los proyectos de ley de reforma agrícola. En Nueva Delhi afectó a más de 50 millones de usuarios.

Los países mejor y peor puntuados

La ONG menciona que en India el acceso a Internet se cortó repetidamente durante enero y febrero de 2021 cuando los agricultores salieron a las calles para expresar su oposición a los proyectos de ley de reforma agrícola. En Nueva Delhi afectó a más de 50 millones de usuarios.

Islandia (96 puntos) se sitúa en cabeza de la libertad en las redes sociales según esta clasificación, seguida de Estonia (94) y Costa Rica (87), el primer país que estableció el acceso a internet como derecho fundamental.

La puntuación de Estados Unidos (75) disminuyó por quinto calendario consecutivo con "información falsa y manipulada que influyó en la aceptación pública de los resultados de las elecciones presidenciales de 2020", señaló Freedom House.

En el otro extremo se sitúa China, con 10 puntos y considerado por el informe como el país menos respetuoso con las libertades digitales y el más represivo contra internautas disidentes. "La pandemia de Covid-19, que sigue siendo uno de los más discutidos ítems censurados", se indica en el informe.

"Las autoridades chinas impusieron penas de prisión draconianas para los disidentes en línea, los informes independientes y las comunicaciones cotidianas mundanas", dice el informe, que agrega que el régimen "tomó medidas enérgicas contra los gigantes tecnológicos del país, citando sus abusos relacionados con la competencia y la protección de datos, aunque la campaña concentró aún más el poder en manos del estado autoritario".

Seis casos emblemáticos de la vigilancia gubernamental en Internet

La organización relata el caso del periodista mexicano Pablo Morrugares Parraguirre, fundador y editor del sitio de noticias PM Noticias, que fue asesinado por haber publicado en Facebook acusaciones de asesinato a una organización criminal.

Un estudiante de Bangladesh fue "agredido violentamente" y hospitalizado por una golpiza recibida por sus "actividades antigubernamentales" en la red.

En diciembre de 2020, las autoridades iraníes ejecutaron a Ruhollah Zam, quien administraba el popular canal Amad News en Telegram, luego de que fuera acusado de incitar protestas y estar afiliado a servicios de inteligencia extranjeros.

En Azerbaiyán la policía golpeó y detuvo a un hombre y posteriormente lo obligó a disculparse por las publicaciones de Facebook en las que criticaba a los funcionarios del gobierno local.

En enero de 2021, un tribunal de Tailandia condenó a una ex funcionaria civil a 43 años de prisión después de que fuera declarada culpable de violar la ley de lesa majestad -que criminaliza la crítica hacia el rey- a través de sus publicaciones en las que criticaba a la monarquía.

En Egipto, un tribunal condenó a los influencers Haneen Hossam y Mawada al-Adham a 6 y 10 años de prisión, respectivamente, acusados violar una ley de trata de personas al compartir videos de TikTok que alentaban a las mujeres a seguir carreras en las plataformas de redes sociales.

ds

miércoles, 28 de julio de 2021

Cuba, INTERNET y la historia de siempre / Raúl Martínez Fazzalari

El deseo de libertad es la riqueza del hombre, y la lucha por su conquista ha tenido lugar desde los albores de la civilización. El respeto a la libre opinión, a la creación, al desplazamiento y a la no intromisión en las cuestiones personalísimas ha sido el arduo y sinuoso recorrido que el Derecho ha tenido que transitar para plasmar su reconocimiento, de forma tardía o temprana en sus cuerpos normativos.

La consagración de valores de respeto e igualdad sexual, de oportunidades o de acceso a la educación son solo algunos derechos que hoy nos parecen algo común. Derechos que para su consagración han debido sortear las negativas de intolerantes, de gobiernos autoritarios o grupos de interés a cambiar el statu quo.

La libertad como bien adquirido, que engloba a todos los derechos mencionados, no existe aún en algunos países. El gobierno de Cuba lo está demostrando. Antes de la caída del Muro de Berlín los mensajes que circulaban entre una y otra Alemania lo había derrumbado cientos de veces antes de su desaparición física. Internet y su imposibilidad de control está repitiendo la historia en la isla del Caribe.

A los gobiernos les sigue costando entender que las normas dictadas para un mundo físico son difíciles, cuando no imposibles de aplicar en ámbitos virtuales. Las dictaduras parecen comprenderlo menos aún.

El gobierno de Cuba ha podido controlar los medios de información tradicionales durante décadas; en cambio, una protesta surgida en una ciudad a solo 30 kilómetros de la capital se escapó de las manos. Así lo demuestran, los mensajes trasmitidos por Internet que sortean los intentos de censurar aquellos que cuentan, relatan o transmiten noticias en ese país.

Los rebeldes, para utilizar el mismo término de aquellos que tomaron el poder hace más de 50 años, parecen valerse de las herramientas de la comunicación para saltar la censura.

Ante el intento de cortar Internet por parte del gobierno cubano, han surgido medios alternativos, aplicaciones y conexión gratis a wifi que lo han permitido. Programas de software que por fuera de las tiendas de descargas posibilitan pasar por alto a la empresa estatal de comunicaciones y enviar videos, fotos o comentarios al mundo entero. Los mensajes saltan el muro y la distancia física para darse a conocer. La historia se repite.

En su libro The Game, Alessandro Baricco plantea el concepto de la insurrección digital donde explica que desde la tecnología se arrebata el poder que estaba en manos de las elites. Ese poder es golpeado desde el siglo XX, no logrando destruirlo ni hacerlo desaparecer, tampoco lo simplifica ni lo banaliza, simplemente lo deja expuesto sobre la superficie del mundo.

Lo que está sucediendo en Cuba demuestra que los gobiernos dictatoriales pretenden inútilmente cambiar la naturaleza de las personas lo que constituye una sin razón, y estamos asistiendo a la clara demostración que son los instrumentos de la gente, celulares, cámaras y redes sociales las que están cambiando a aquellos que los quieren modificar o controlar.

La batalla en donde los valores de libertad, determinación y elección están en juego las armas que han tomado son servidores, redes sociales, satélites o teléfonos inteligentes. En la Unión Soviética a los libros que circulaban de forma clandestina se los conocían como samizdat, hoy podríamosllamarlos Internet.

Raúl Martínez Fazzalari es Profesor Titular de Derecho de nuevas tecnologías. UCES

lunes, 28 de mayo de 2018

¿Es el fin de Internet? Trump elimina la neutralidad de la red por decreto



Internet es por lejos, la obra de ingeniería más compleja jamás construida por la civilización. Pero una decisión de Donald Trump , que entrará en vigor el 11 de junio, pone en jaque, al menos en Estados Unidos , uno de sus principios básicos: la neutralidad de la Red .

¿Qué es la neutralidad? Que todos los paquetes de datos deben ser tratados igual. Que ni los proveedores de conexión Internet ni los operadores de banda ancha pueden discriminar arbitrariamente ningún paquete.
Para entender este enunciado (y, luego, algunas de sus sutilezas) es necesario mirar dentro del mecanismo sobre el que funciona Internet. Toda la información que circula por la Red lo hace encapsulada en paquetes de datos. No importa si es un mensaje deWhatsApp , una publicación en Facebook , una foto de Instagram o un mail, toda la información circula como paquetes discretos que se mueven de forma autónoma, independiente y adaptable. En el camino, una infraestructura que opera automáticamente les va indicando la mejor ruta para llegar a destino. Al final, en un pestañeo, los paquetes se reensamblan y vemos el mensaje de WhatsApp, el post en Facebook, la foto en Instagram .

Al deconstruir la información en piezas simples, los creadores de esta tecnología -los estadounidenses Bob Kahn y Vinton Cerf- consiguieron lo impensable: conectar redes muy diversas entre sí. Crearon, con la tecnología Internet (también conocida como TCP/IP), el lenguaje universal de las redes.
Al revés de lo que se cree, Internet no conecta computadoras; conecta redes, y este fue precisamente su aporte disruptivo, cuando se la puso en marcha, el 1° de enero de 1983. Si desde la Redacción de LA NACION se puede visitar las páginas de un sitio en Japón, eso es porque la red del diario y la del sitio japonés están conectadas a Internet, saben hablar ese idioma común.
Con el correo postal, las cartas (los paquetes de datos) llegan sin importar cuál sea el idioma que se habla en el país del destinatario o del remitente, si las calles tienen números o nombres, o si son de asfalto, tierra o adoquines.
Vinton Cerf, uno de los creadores de Internet, y Tim Berners-Lee , el inventor de la Web, son férreos defensores de la neutralidad. Pero Bob Kahn, el coautor de los protocolos de Internet, se opone a la neutralidad. ¿Cómo puede ser? ¿No es lógico evitar la discriminación arbitraria? ¿Acaso la neutralidad no nivela la cancha para que cualquier nuevo emprendedor pueda prosperar e innovar sin pedir permiso ni pagar peajes? Por supuesto que sí. El problema es que no existe una única definición de neutralidad. Kahn habla de discriminar paquetes para mejorar la calidad del servicio, algo que Internet hace por diseño. Cerf habla de discriminación arbitraria (por ejemplo, para que el proveedor de conexión gane más dinero o privilegie sus propios servicios). Ambos tienen razón, porque cada uno habla de una neutralidad diferente.

 

Polarización

Aparte de que es un asunto extremadamente técnico, también está fuertemente polarizado. En Estados Unidos, el demócrata está a favor de la neutralidad, mientras que el republicano, no. El problema de esta polarización es que, como se vio arriba, la neutralidad no tiene una sola definición. Tiene al menos dos. De hecho, la escala de Internet es tan fabulosa que conduce a paradojas desconcertantes. Una de ellas podría resumirse así: Internet no podría funcionar si fuera 100% neutral, pero tampoco podría hacerlo sin un alto grado de neutralidad.
El retruécano se esconde en cuestiones de ingeniería, donde la política no hace pie. Hagai Bar-El, un ingeniero en seguridad informática israelí, definió así la neutralidad: "Es la adhesión al paradigma de que la operación en una cierta capa de un componente de la Red (o un proveedor) que ha sido constituido para operar en esa capa no sufre la influencia de la interpretación de los datos procesados en las capas superiores".
Clarísimo, ¿no? En este abismo entre el debate político, el eslogan para la tribuna, los intereses económicos y las sutilezas técnicas de la Internet real se ancla la polémica que viene subiendo de volumen desde hace tres años en Estados Unidos. Es decir, la polémica sobre si Internet debe ser neutral por decreto o debe dejar de serlo por decreto.

Obama versus Trump

Durante la mayor parte de su historia, Internet fue lo bastante neutral como para garantizar la innovación y la competencia equitativa. Pero, como suele ocurrir en esta industria, a principios de siglo se inició un fuerte proceso de concentración. Google y Facebook se quedaron con el negocio de la publicidad online. Netflix , con el cine y las series por streaming. Amazon y Alibaba, con el comercio electrónico. Y también se concentró el negocio de las telecomunicaciones, esto es, los proveedores de conexión y de infraestructura.
A los primeros les convenía la neutralidad. A los otros, desde luego, no. La tensión se puso al rojo vivo cuando Comcast (un proveedor de conexión) estranguló el tráfico de datos de Netflix para forzar un acuerdo comercial, violando la neutralidad.
Para evitar tales abusos, en 2015, la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC, por sus siglas en inglés) estableció que los operadores de banda ancha quedaran clasificados bajo el Título II de la ley de telecomunicaciones de ese país. Pasaron así a ser common carriers y quedaron sujetos a reglas de interconexión y de no discriminación. Barack Obama había decretado la neutralidad de la Red.
Donald Trump , previsiblemente, hizo lo opuesto. Puso al frente de la FCC a Ajit Pai -exabogado de Verizon, uno de los principales operadores de banda ancha-, y la neutralidad quedó otra vez en entredicho. En diciembre de 2017, por tres votos contra dos, la FCC de Trump revirtió el decreto de Obama y cuando la nueva regulación entre en vigor, el 11 de junio, dará carta blanca a los proveedores de conexión para discriminar arbitrariamente el tráfico de datos.
"El efecto de esta medida será un acceso a Internet más barato, rápido y de mejor calidad, así como la Internet libre y abierta que hemos tenido durante muchos, muchos años", les dijo Pai a los periodistas.
Su colega en la FCC, la demócrata Jessica Rosenworcel, fue categórica al criticar el decreto. "La agencia no escuchó al pueblo estadounidense y le dio poca importancia a su profunda convicción de que una Internet abierta debe convertirse en una ley nacional -declaró-. La FCC está del lado equivocado de la historia, del lado equivocado de la ley y del lado equivocado respecto del ciudadano estadounidense".
Nótese, sin embargo, que ambos enfatizan el concepto de una Internet abierta. Otra paradoja. Pero más fácil de entender. Internet nació como un experimento académico, entre pares (ver aparte). Esta apertura dio origen a la neutralidad. No al revés. La neutralidad fue un resultado de aquel estado de cosas.
Luego, la descomunal concentración de la industria de Internet creó silos cada vez más estancos y opacos, pero de los que dependía cada vez más la economía global. Antes de liquidar la neutralidad, la industria misma había terminado con la Internet abierta de los primeros años.

Resistencia

Tal vez el único aspecto positivo de la medida antineutralidad de la FCC es que los operadores están obligados (en Estados Unidos) a hacer públicos sus acuerdos comerciales; es decir, la forma en que administran el tráfico. El problema es que estas tecnologías son cajas negras y, por lo tanto, detectar y fiscalizar abusos es extremadamente difícil.
"El fin de la neutralidad afectará el tráfico igualitario de contenidos en Internet, ya que en la práctica podrá derivar en una mayor velocidad para la circulación de ciertos paquetes de datos en detrimento de otros -observa Fernando Tomeo, abogado especialista en nuevas tecnologías-. Si bien los proveedores de conexión tendrán la llave para discriminar paquetes, también es cierto que conductas de este tipo los exponen a demandas y sanciones".
Por su parte, Martín Elizalde, de Foresenics Argentina, sostiene que: "En Estados Unidos la resistencia al cambio ya se manifiesta en el ámbito estatal; varios estados federales se oponen a la derogación de la norma con leyes que restaurarán -en su ámbito territorial- la antigua neutralidad. En la Argentina la ley 27.078 establece en su artículo 57 que los prestadores de servicios no podrán bloquear, interferir, discriminar, entorpecer, degradar o restringir la utilización, envío, recepción, ofrecimiento o acceso a cualquier contenido, aplicación, servicio o protocolo salvo orden judicial o expresa solicitud del usuario. Y tampoco fijar el precio de acceso a Internet en virtud de los contenidos, servicios, protocolos o aplicaciones que vayan a ser utilizados u ofrecidos a través de los respectivos contratos".
Sin embargo, para Enrique Chaparro, matemático, especialista en redes y secretario del Consejo de Administración de la Fundación Vía Libre, "la ley se incumple abiertamente ante la inacción del ente encargado de regular las comunicaciones."

Lucha de titanes

Para Chaparro, aunque la idea núcleo de la neutralidad está bien, "la discusión está un tanto fuera de foco, es incluso un poco anacrónica. Internet se ha vuelto más chata y los grandes jugadores montan sus propias redes privadas por fuera de la Internet pública, para prescindir de los servicios de los operadores de banda ancha globales." A su juicio, esta batalla es más bien entre colosos. De un lado, los operadores de banda ancha. Del otro, compañías como Google o Netflix. "El problema parece ser menos de neutralidad que de concentración," observa.
De hecho, la concentración ha sido históricamente el talón de Aquiles de la revolución digital. AT&T, IBM, Microsoft, Google, Facebook, donde se mire, la innovación y el efecto democratizador de las computadoras e Internet se han visto bajo la amenaza del abuso de los monopolios. La neutralidad no es sino una nueva víctima. Pero todo indica que, dadas las paradojas antedichas, será un hueso duro de roer.

LA MAYOR OBRA DE INGENIERÍA DE LA HISTORIA

·                  3900 Millones
Son las personas conectadas a Internet. Ya son más de la mitad de todos los habitantes del planeta
·                  35 Billones (sí, doce ceros)
Son los mails enviados en lo que va del año
·                  10.400 Millones
Son las fotos subidas a Instagram en lo que va de 2018
·                  2200 Millones
Son los usuarios de Facebook
·                  50.000 Millones
Es el número de dispositivos de Internet de las Cosas que se estima que habrá en 2020. Hoy hay más de 5000 millones de smartphones
·                  100.000 Millones
Son los tuits enviados en lo que va de 2018
Por: Ariel Torres 7 La Nación

viernes, 25 de noviembre de 2016

BORRATE de internet con ayuda de esta APLICACIÓN WEB

Se trata de Deseat.me, un servicio desarrollado por dos programadores suecos con el objetivo de asistirnos al momento de eliminar nuestros perfiles virtuales.

Es difícil saber en cuántos sitios abrimos una cuenta. Porque lo mas probable es que nos acordemos solo de los que usamos a diario y de un puñado más, dos desarrolladores crearon Deseat.me para ver nuestra huella en Internet y borrarla.

Wille Dahlbo y Linus Unnebäck, ambos de Suecia, lanzaron la aplicación web para ayudarnos a limpiar las cuentas que ya no usamos pero que aun mantienen nuestros perfiles, datos personales y fotos viejas.

Para usarla tenemos que entrar con nuestra cuenta de Gmail, la que usamos para registrarnos en las distintas aplicaciones. Una vez dentro, Deseat.me nos dará una lista con todos los servicios vinculados y para cada uno podremos decidir si nos quedamos con la cuenta o si preferimos eliminarla. En caso de optar por lo segundo, la mueve al listado de las cuentas "para borrar".

Acá es cuando tenemos que ponernos a trabajar. Deseat.me, lamentablemente, no nos asiste en el proceso de borrado en si, solo nos ayuda a organizarnos. Nos brindará un link directo al apartado de "Eliminá tu cuenta" de los servicios más conocidos pero para muchos otros tendremos que buscarlo nosotros. Lo que sí nos permite es marcar en la lista cuales ya eliminamos para separarlos de los pendientes. El tiempo que tardemos dependerá de si decidimos limpiar un poco, mucho o tomar la decisión de borrarnos por completo de Internet.



miércoles, 12 de noviembre de 2014

Los CHICOS dicen que sus PADRES NO SABEN lo que ellos hacen EN INTERNET



Los nuevos "refugios”. Lo afirman seis de cada diez adolescentes en un informe revelado ayer. Dejan Facebook y se vuelcan a Snapchat e Instagram. Y crean grupos en WhatsApp.
Los jóvenes de la llamada Generación Z, que hoy tienen entre 5 y 17 años, son los nativos digitales dominantes, la tecnología forma parte de sus vidas y están habituados a resolver la tarea con la ayuda de una computadora. Como una consigna de época, buscan por todos los medios escapar de los espacios virtuales que hoy ocupan los más grandes. Y tanta empeño pusieron en esta premisa que, la mayoría de los chicos, según un estudio, afirman que sus padres no saben lo que ellos hacen en Internet.
Y mientras el grueso de los adultos se estacionó en Facebook y nunca más soñó con moverse de aquel palacio de la fraternidad, los menores buscan en forma permanente nuevas redes de contención. Así, seis de cada diez adolescentes argentinos dicen que sus padres no están al tanto de lo que hacen en Internet, según un estudio que ayer reveló Microsoft.
Además, un 85% de los muchachitos argentinos dicen saber más de Internet que sus propios padres. “Ellos se perciben como los expertos de la casa y esto los lleva a tomar menos recaudos (ver Crecen los casos de ciberacoso, página 29), a ser más crédulos y vulnerables. Lo que en realidad ellos poseen es un valor instrumental, pero la experiencia de la vida la tienen los adultos” explica Roxana Morduchowicz, coordinadora de la encuesta y especialista en cultura juvenil.
“Los chicos no saben nada, sólo manejan un control remoto que es más complejo. Nuestro deber es cuidarlos en la vida y los consejos que uno les tiene que dar para Internet son los mismos de siempre, pero llevados al mundo tecnológico” dice Jorge Cella director de tecnología de Microsoft.Con el auge de la telefonía móvil, la navegación por Internet se volvió un hecho íntimo y solitario. Así, en otros de los puntos de la muestra –de la participaron 1200 chicos de 11 a 17 años de todo el país– se reveló que el 80% viaja por Internet sin compañía de adultos.
Y si antes el cuarto era el espacio que los delimitaba del mundo, hoy esa función la cumplen los teléfonos inteligentes. El gran dilema es que, a diferencia de la computadora, que es un elemento que comparte toda la familia, el teléfono, que en la actualidad el 50% de los pibes argentinos mantiene encendido las 24 horas del día, es un objeto personal, que escapa a todo control. “El celular debería ser la última pantalla en agregarse al uso cotidiano y su incorporación, recomendable a partir de los 12 años, debe coincidir con la autonomía que vayan ganando en la vida” manifiesta Morduchowicz.
Y si bien el medio principal que eligen los jóvenes para comunicarse siguen siendo las redes sociales, el acceso de los nuevos caminos está bloqueado para los padres, ya que son mundos subjetivos que habitan en la pantalla del celular. En la actualidad, el 95% de los jóvenes de 13 a 17 y el 60% de entre 11 y 12, pertenecen a una red social.
Los nuevos espacios a los que viaja la Generación Z, no dejan asiento libre para los mayores. Una de las estrategias es crear grupos cerrados en WhatsApp de los que participan sólo los invitados. Y si se trata de no dejar rastro, nada más silencioso que ingresar a Twitter para mandar mensajes directos a los amigos.
La nueva tendencia, que abre un nuevo desafío a la acalorada mente impúber es Snapchat, un servicio de mensajería instantánea para el teléfono que tiene la particularidad de borrar en 20 segundos las fotos y los videos que se reciben. Otro software que cotiza en alza es Instagram. Luego de entrevistar a 7500 adolescentes con una edad promedio de 16 años, la consulta de Piper Jaffray reveló que es precisamente Instagram la red social preferida, muy por encima de Facebook y Twitter.
La pregunta del millón es ¿Por qué se exponen? De acuerdo a las frases más repetidas, la popularidad es el valor supremo. “Quiero tener muchos amigos y no me importa contar más cosas sobre mí”, dijo uno de los adolescentes que participaron de la muestra. El segundo punto destacado es que su ingenuidad les impide medir los alcances de lo que postean “¿Por qué alguien que no me conoce va a leer lo que escribo? Y lo peor de todo, no creen en los riesgos y viven con una sensación de inmunidad. “A mí no me va a pasar ... Yo sé como manejarme” indicaba el chico.
Para que los datos obtenidos por esta investigación ayuden a los padres a tomar conciencia sobre los peligros que acechan en Internet, se filmó un comercial de 30 segundos, que durante un mes, será proyectado en 100 salas de cines, antes del comienzo del filme.
El consejo más importante es también el más sencillo “comportarse en Internet como en la vida real. Tener cuidado con las personas desconocidas, no brindar datos personales y recordar que, todo lo que subimos a Internet es de dominio público y también, muy difícil de borrar” indica Cella.

jueves, 31 de julio de 2014

Ahora, Con INTERNET, se necesitan MÁS BIBLIOTECAS…



Habla Luis González, creador de un sitio que promueve la lectura.

Quienes compran libros en Amazon, o en algún otro sitio web similar, suelen sorprenderse cuando el portal ofrece otros títulos que les “gustaría comprar” y las opciones coinciden casi en cien por ciento con sus gustos personales. Obviamente, no es magia. Detrás hay un sistema que recolecta información sobre los patrones de consumo de millones de lectores y devuelve una recomendación bastante bien rumbeada.
Ahora, ¿qué pasaría si en lugar de un software con sentido comercial detrás del portal de libros hubiese un grupo de bibliotecarios y docentes seleccionando el material con el objetivo de promover la lectura de nuevos autores y temáticas? Esto fue lo que se le ocurrió al español Luis Gonzalez Martin, especialista en educación, quien creó Canal Lector (www.canallector.com), un proyecto que busca que padres, docentes y bibliotecarios accedan a información de calidad sobre libros infantiles y juveniles de toda América Latina y España.
“La idea es que un maestro que esté en Tucumán o Misiones pueda buscar un libro para un niño de su aula, solo poniendo una serie de criterios. La respuesta será mejor y más pertinente que la que puede dar Amazon, porque fue hecha por seres humanos con criterios del mundo del libro, dice a Clarín Gonzalez Martin, que además es director adjunto de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, dedicada a la investigación y promoción de la lectura.
– Muchos dicen que por los libros electrónicos ya no se van a necesitar más las bibliotecas en las escuelas. ¿Qué opina al respecto?
– Es exactamente todo lo contrario. Ahora, con Internet, en contextos digitales, hay una enorme cantidad de contenidos difícilmente editables, seleccionables. Lo que necesitamos es más maestros con una presencia mayor en la vida de los lectores, y bibliotecas que sirvan precisamente para controlar, seleccionar, poner en valor el contenido de los libros.
– ¿Cambiará el rol de los bibliotecarios entonces?
– Sí, la biblioteca hasta ahora tenía como misión poner en contacto al lector con libros que no tenían en sus casas. Pero ahora cada vez más personas pueden acceder a libros digitales de manera casi ilimitada. Desde esta perspectiva, si la función de la biblioteca queda reducida a ser un lugar para encontrar libros perdería gran parte de su sentido de promoción de la lectura. Hace unas semanas, Carmen, una mujer de más de 65 años apareció en la biblioteca a la que siempre iba en un pequeño municipio de España, para despedirse de la bibliotecaria, porque le habían regalado un libro electrónico en el que puede bajar un montón de títulos. Es un grave error: ahora Carmen está más sola que nunca. Necesita que alguien la esté ayudando a encontrar un sentido a la lectura, a comprender el libro y a encontrar las referencias literarias mas adecuadas.
– ¿Qué debe hacer la escuela ante los cambios en las formas de leer?
– La escuela tiene que convertirse en el lugar en el que se enseñe a convertir la información en enseñanza, en algo que les sirva a los niños. En nuestras investigaciones detectamos que los chicos ahora tienen mas carencias que antes. No saben quien ha escrito algo en Internet y lo usan igual, lo toman como relevante. No saben validar las fuentes. La escuela debe convertir a los niños en lectores capaces de organizar la información, sacarle partido y construir algo relevante.


viernes, 16 de mayo de 2014

Biblioteca Británica publica en Internet más de mil manuscritos originales de clásicos literarios


Entre los documentos expuestos a la audiencia se hay textos originales de Charles Dickens, Oscar Wilde y Jane Eyre.

 Más de mil manuscritos, ilustraciones y cartas de numerosos autores, están disponibles desde hoy en un nuevo sitio online de la Biblioteca Británica. Entre ellos se encuentran textos de Charles Dickens y Oscar Wilde.

Los archivos del nuevo portal, llamado 
Discovering literature ("Descubriendo la literatura"), pretende inspirar a los más jóvenes con curiosidades de la literatura británica, ya que disponen ahora de materiales originales, añadió la biblioteca.

"Queremos alumnos que descubran el amor por la literatura y que lo mantengan el resto de sus vidas", afirmó hoy la secretaria de Estado británica de Educación, Elisabeth Truss.

En la nueva web de la biblioteca se puede encontrar, por ejemplo, la versión original de manuscritos de Jane Eyre, de Charlotte Brontë; el prólogo de la obra "Oliver Twist", de Dickens, y una primera versión de "La importancia de llamarse Ernesto", de Wilde.

Se espera que esta web ayude a los profesores a conseguir que sus alumnos se puedan interesar más en la literatura clásica. Bethan Marshal, presidente de la Asociación Nacional de Profesores de Lengua (NATE), cree que "es un reto que los jóvenes se entusiasmen con la literatura".


El nuevo portal reúne obras que abarcan desde poemas antiguos hasta otros del siglo XX.

El proyecto incluye también una de las libretas en las que William Blake (1757-1827) hacía sus bocetos así como pequeños cuadernos en los que Charlotte Brontë (1816-1855) escribía sus cuentos.