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viernes, 27 de diciembre de 2013

La PRIVATIZACIÓN de las BIBLIOTECAS PÚBLICAS



La primera impresión puede que sea un oxímoron, algo que por su propia naturaleza es incompatible con el término que le acompaña, sin embargo la corriente de la privatización de bibliotecas públicas está produciéndose con un paso decidido dentro del mundo anglosajón. Tanto es así que la ALA (American Library Association) posee una sección dentro de su web para tratar de explicar el fenómeno de las privatizaciones de las bibliotecas públicas. En ella, se discrimina lo que sería el outsourcing (Externalización de actividades de soporte como la limpieza y el mantenimiento que no son propiamente actividades bibliotecarias) y la privatización propiamente dicha (Abarcando ya tanto la gestión técnica como administrativa de los centros).

 La privatización de las bibliotecas públicas comienza durante la década de los años 90 en Estados Unidos y se afianza durante la siguiente década. Su salto a Europa se produce gracias a las políticas de austeridad y de recortes en las administraciones públicas en las que tras la restricción presupuestaria en servicios y en colecciones comienza a apuntar ya al personal de la biblioteca. El debate sobre las privatizaciones y el prestigio de las empresas que se hacen con las licitaciones es muy vivo en Reino Unido. En este país, las privatizaciones comienzan en 2008 en el municipio de Hounslow con cierta polémica. La resistencia de los trabajadores y de los usuarios ha sido intensa en todos los municipios que han abordado esta nueva política de gestión, sin embargo lentamente nuevos municipios se han ido uniendo a esta corriente.

La empresa John Laing Integrated Services es una de las principales adjudicatarias de estas externalizaciones con contratas con una duración de hasta quince años, pero la adquisición de esta empresa por la empresa de servicios Carillion indica que nos encontramos con una tendencia que se está consolidando y que provoca encendidos debates. Así, el conservador Daniel Hannah se preguntaba: “¿Por qué las bibliotecas deben estar gestionadas por el Estado? ¿No reside nuestra civilización en las estanterías de nuestras casas?” Lo que es evidente es que el cambio de gestión de pública a privada cambia la relación de estas bibliotecas dentro de la sociedad.

En Estados Unidos, se ha tratado de comprobar los cambios que han producido en estas nuevas políticas hasta ahora desconocidas. Sin embargo, los efectos reales no son tan evidentes y todavía se encuentran en discusión lo que excede las pretensiones de esta nota. Sin embargo, si bien algunos usuarios se extrañan de que el personal rote de forma intensa y a pesar de la oposición inicial y los temores incluso de descenso de la calidad del servicio, ésta aparentemente se mantiene y las conclusiones son que las bibliotecas privatizadas funcionan un poco peor que la media, pero simplemente es porque se encuentran en distritos más deprimidos.