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El alma de las bibliotecas y Centros de documentación es el bibliotecario/a. El ha sido y es, el nexo entre el saber aquilatado, conservado y organizado en las nobles arquitecturas y la comunidad. Tiene responsabilidades, objetivos y obligaciones…pero esa alma corpórea es merecedora de los derechos que como Trabajador de la Información le corresponden; Este es nuestro desafió profesional: Construír a partir de nuestra propia identidad una organización genuina para los Bibliotecarios
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domingo, 3 de abril de 2011
Derecho a la información...(sin medias tintas)
martes, 29 de marzo de 2011
El Derecho a la Información, es un derecho humano imprescriptible...
El deber de informar, garantía de derechos / Rodolfo Terragno *
Es cierto que la libertad de "publicar ideas por la prensa" (artículo 14 de la Constitución) está restringida, en la práctica, a los gobiernos, a los propietarios de los medios de comunicación y a quienes, sin ser dueños, tenemos acceso a ellos.
Claro que -dado el infinito número de opiniones existentes en la sociedad- la libertad de expresión permite que casi todas las ideas estén representadas. De todos modos, hay algo que está por encima de esa libertad. Es el derecho a la información.
Sus titulares no son quienes escriben. Son quienes leen. Los editores tienen el derecho de opinar y, también, la obligación de informar.
Impedir el cumplimiento de esa obligación es más grave que violar el artículo 14. El derecho a la información también está consagrado en la Carta Magna (artículo 75, inciso 22). Allí se establece que los internacionales son "complementarios de los derechos y garantías" que la propia Constitución consagra: "La Declaración Universal de los Derechos Humanos, que reconoce el derecho de "todo individuo" a "recibir informaciones".
"El Pacto Universal de Derechos Civiles y Políticos, por el cual "toda persona tiene derecho a (…) recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole". En el cumplimiento de la obligación de informar, ningún periódico puede ser intimado a revelar sus fuentes. Esto también lo dice la Constitución: "No podrá afectarse el secreto de las fuentes de información periodística" (artículo 43).
El titular de la cátedra de Derecho a la Información en la Facultad de Ciencias Sociales (Universidad de Buenos Aires), Damián Loreti, explica que "el derecho a la información pública es un medio para el ejercicio de otros derechos. Su culminación está en el derecho a la participación política, a la transparencia y a la vida en un estado democrático."
Hechos como los ocurridos el fin de semana, y que afectaron a este diario, van contra la letra y el espíritu de la Constitución.
Violar los derechos de los editores, así sea por un día, es grave. Pero más grave es la violación del derecho de ser informados, que tienen los lectores: una garantía democrática que no puede alterarse. En ningún momento. Por ninguna causa.
* El autor fue perseguido por la dictadura militar y debió exiliarse a mediados de 1976. Editor de la revista Cuestionario, no dejó en ningún momento de expresar sus ideas y cumplir con el deber de informar.
Fuente:
http://www.clarin.com/opinion/deber-informar-garantia-derechos_0_452954797.html
Publicado en http://richardebury.blogspot.com/
Daniel Díaz /Bibliotecario Argentino
http://www.facebook.com/danieldiaz.ar
miércoles, 18 de agosto de 2010
El derecho a la información
Cuando los periodistas obtienen de sus fuentes información clasificada siempre enfrentan un dilema que debe ser resuelto con responsabilidad. Hay un equilibrio que se debe respetar entre los riesgos y consecuencias de publicar documentos secretos y el interés público por conocerlos. Este difícil balance atraviesa la historia del periodismo moderno y ha provocado debates encendidos y críticas despiadadas, sobre todo de aquellos que han intentado mantener información oculta.
The New York Times, The Guardian y Der Spiegel , tres medios líderes en el mundo, han publicado 91 mil documentos secretos sobre la guerra de Afganistán. La difusión de esos documentos -obtenidos por WikiLeaks, un sitio de Internet que se especializa por develar secretos- ha causado una conmoción en la Casa Blanca, que ha criticado la publicación de la información clasificada.
Explicándoles a sus lectores las razones por las que se decidió la publicación, The New York Times dice que en el dilema, se han inclinado por hacerlo porque es significativa para el interés público. Advierte, sin embargo, que se han tomado recaudos para no exponer a riesgos a agentes encubiertos u operaciones en curso, así como métodos para interceptar y recoger información.
En la Argentina, hay altos funcionarios que han dicho públicamente que las cuestiones delicadas no se escriben, se hablan. Una forma de no dejar rastros de posibles errores e, inclusive, de presuntos delitos. El relato oral, al parecer, incrimina menos que un documento oficial.
Además, aquí no hay acceso a la información clasificada y, por lo que se sabe, tampoco hay indicios de que alguien considere que los actos de Gobierno son de interés de la sociedad.
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