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miércoles, 14 de noviembre de 2012

Las lenguas del mundo

No se conoce a cierta ciencia la cantidad de lenguas vivas que existen en el mundo, aunque es probable que sean más de 5.000. Tampoco se ha podido explicar el hecho de que el número de lenguas supere al de razas en una proporción de mil a una por lo menos. Cada lengua es única en cuanto a que posee su propio sistema fonético, léxico y sintáctico, y sin embargo, todas están más o menos relacionadas con las otras lenguas que se encuentran en sus proximidades.  Por ejemplo, el inglés, el francés, el ibo y el yoruba son lenguas distintas, pero las dos primeras tienen numerosos elementos lingüísticos en común entre sí y con otras lenguas europeas, mientras que el ibo y el yoruba tienen más en común entre sí y con otras lenguas africanas.
Las lenguas del mundo son tan únicas como los individuos pero, al igual que éstos, se pueden clasificar en familias. Para describir las lenguas, a menudo se utilizan diagramas tipo árbol.
FAMILIAS DE LENGUAS
Los filólogos del siglo XIX utilizaron árboles lingüísticos. Todos derivan de la labor de estudiosos como el inglés sir William Jones que, en 1746, describió las relaciones existentes, sobre todo en el campo del vocabulario, entre latín y griego, las lenguas germánicas, hindi y persa.
En el siglo XIX ocurrieron otros dos avances: se pusieron en práctica pruebas fonológicas y sintácticas para reforzar relaciones ya evidentes a partir de similitudes de vocabulario entre lenguas, y se establecieron nuevas familias lingüísticas. El filólogo alemán Jacob Grimm famoso además por la recopilación de cuentos populares escrita en colaboración con su hermano Wilhelm Carl, formuló una ley que, con ciertas modificaciones propuestas por el lingüista danés Karl Verner explicaba de forma sistemática las diferencias fonéticas entre las lenguas indoeuropeas. La "p" inicial en proto-indoeuropeo se mantenía como "p" en latín y griego, cambiaba a "f" en lenguas germánicas y solía desaparecer en el gaélico irlandés.
El segundo adelanto en el estudio histórico de las lenguas fue el reconocimiento de grupos adicionales. En la actualidad, aparte de la familia indoeuropea, se admite la existencia de otras grandes familias, a saber:
Altaicas: p.ej. mongol y turco.
Amerindias: lenguas de los indígenas, como chinook y nootka/na-dené y algonquino/sioux.

Malayopolinesias o austronésicas: lenguas del Pacífico sudoeste, como fijiano o kuanua / malgache y tagalo.
Bantúes: lenguas del África subsahariana, como hebreo y zulú.
Dravídicas: lenguas del centro y sur de la India y Sri Lanka, como tamil y telugu.
Ugrofinesas: p.ej. finés, lapón y magiar
Chinotibetanas: p.ej. chino y tibetano
Japonesas: aparentemente, sin relación con ninguna otra lengua.
Papúas: lenguas de Papúa Nueva Guinea como chimbu y huli
Camitosemíticas: lenguas habladas en el norte de África y el sudoeste asiático, como árabe y hebreo.
Si estas familias están relacionadas entre sí o no, es algo que se desconoce por no disponer de la evidencia necesaria.
TIPOS DE LENGUAS
También se han seguido otros métodos para establecer relaciones entre las lenguas. El filólogo alemán Wilhelm von Humboldt y a continuación August Schleicher contribuyeron a establecer una rama del estudio lingüístico que en ocasiones se ha dado en llamar lingüística topológica y ha servido para clasificar las lenguas según su tipo de estructura. De acuerdo con este método, hay tres grupos principales de lenguas: aglutinantes, flexivas y aislantes. El método de Von Humboldt se refiere fundamentalmente a la morfología, es decir, la estructura y las formas de las palabras.
Las lenguas aglutinantes, como el turco se caracterizan por formar estructuras mediante una sucesión de morfemas cada uno de los cuales posee un significado o una función específicos. Así en turco, "amar" se dice sevmek ("amar" + infinitivo).
En las lenguas flexivas o amalgamantes, como el latín, las palabras no presentan una correspondencia estricta entre morfema y significado. Por ejemplo, la palabra latina equus, combina las características de caso nominativo + masculino + singular, aparte del significado ("caballo"). En estas lenguas, la palabra varía según el caso; por ejemplo, el nominativo equus se utiliza como sujeto de la oración, mientras que el acusativo equum se emplea como objeto.
En las lenguas aislantes, cada palabra esta formada por un solo morfema, y las palabras no cambian de forma en absoluto, de manera que la distinción entre palabra y morfema no resulta demasiado práctica. Existen muy pocas lenguas aislantes puras en el mundo, pero el mejor ejemplo es el vietnamita. Algunas lenguas francas son, en gran medida, aislantes.
En contraste con las lenguas aislantes, están las polisintéticas o incorporantes, en las cuales son muy pocas las palabras que no contienen más de un morfema. Estas lenguas, como gran parte de los indígenas americanos, se caracterizan por las palabras largas y complejas que expresan el significado de sintagmas enteros, e incluso proposiciones.
Todas estas formas de agrupar las lenguas revelan información útil acerca de sus características, aunque  no haya ninguna que pertenezca exclusivamente a un tipo. Por ejemplo, el inglés posee características de los cuatro tipos. Una palabra comoumworkmanlike es aglutinante por cuanto se distinguen cuatro morfemas, cada uno con su propio significado. En español, "hizo" es flexivo porque incorpora el significado del tiempo pasado + el significado de "hacer". Una palabra como "interconectabilidad" presenta toda la complejidad de una palabra procedente de una lengua polisintética.
Los lingüistas contemporáneos tienen en cuenta otros factores para identificar grupos lingüísticos, que incluyen patrones fonológicos, como el uso del tono para distinguir el significado. El chino, por ejemplo, es una lengua tonal. Un método importante para clasificar los tipos de lengua se basa en el orden de las palabras.
CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LAS LENGUAS
A partir de los datos que poseen en la actualidad los lingüistas, se pueden hacer las siguientes generalizaciones con respecto a las lenguas del mundo.
1. Todas las lenguas cambian con el tiempo, debido a presiones internas, que incluyen el deseo de regularizar, y a los cambios de significado. Las presiones externas suelen provocar la incorporación de voces de otras lenguas; en este sentido, por ejemplo, el español es una de las que más palabras ha adquirido, y al mismo tiempo, también ha perdido gran parte de las inflexiones que poseía.
2. Los cambios en las lenguas pueden ser lentos o muy rápidos. El islandés ha cambiado menos en los últimos 1.000 años que el inglés en 20.
3. Todas las lenguas responden a las necesidades de sus usuarios. No hay lenguas inferiores.
4. Todos los usuarios utilizan su lengua con estilos diferentes según el contexto; por ejemplo, en ocasiones formales y rituales, para narraciones y en literatura (ya sea escrita u oral), dentro de la familia en grupos de pares.
5. Cualquier idioma se puede traducir a cualquier otro, aunque es posible que, en el proceso, se pierdan matices y referencias culturales.
6. Todo niño normal aprenderá la lengua o lenguas de su entorno, independientemente de la familia a que esta pertenezca. En otras palabras un niño español expuesto al hindi o al swahili aprenderá estas lenguas con la misma facilidad y naturalidad que el castellano.