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domingo, 7 de abril de 2013

'El Principito' cumple 70 años…

L
a historia del príncipe dueño de una rosa y tres volcanes fue traducida a más de 110 idiomas y hay hasta quien colecciona sus diferentes ediciones


Se trata de uno de los libros más vendidos y su pequeño protagonista es conocido en el mundo entero. En 6 de abril de 1943, se publicó por primera vez El Principito, en Nueva York, donde vivía entonces su autor, el escritor y piloto de guerra francés Antoine Saint-Exupéry (1900-1944). Saint-Ex, como lo llamaban sus amigos, murió un año después de la publicación, a los 44 años. Siete décadas después, el libro de apenas 100 páginas es una de las obras no religiosas más vendidas de todos los tiempos. 


Su aniversario se celebrará con ediciones especiales en Estados Unidos, donde vio la luz por primera vez en la editorial Reynal & Hitchcock de Nueva York, en la Francia natal del autor –nacido en Lyon en 1900– o en Montréal, donde Saint-Exupéry solía reunirse con su editor, Bernard Valiquette.  Convertido en libro de cultoEl Principito es capaz de entusiasmar a todo tipo de lectores. Pensado como un texto infantil, grandes y pequeños de distitas culturas, entornos y religiones lo leen desde hace décadas. 


El éxito de la historia radica en su universalidad. Con una lengua atemporal, enseña a los adultos a ver el mundo con los ojos de un niño y a los pequeños a entender en mundo de los mayores. Además, es crítico con la falta de valores de la sociedad moderna y dibuja un entorno ideal en el que los hombres ven y actúan con el corazón. 

En su viaje, el rubio príncipe se encuentra con un comerciante que vende pastillas contra la sed con el reclamo de ahorrar 53 minutos a la semana al renunciar a beber. Y las preguntas que le plantea siguen siendo actuales a día de hoy. 


El Principito es un alegato en favor de una mayor humanidad y sensibilidad. Su autor, que había visto en varias ocasiones el rostro de la muerte, era un humanista. Y la idea para el famoso libro la habría tenido precisamente en una de esas experiencias extremas.  Saint-Exupéry tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en el desierto del Sahara en 1935, y tuvo que esperar varios días hasta que fue rescatado por un beduino. Se sintió "más alejado que un náufrago dentro de una balsa en medio del océano", como relata en el libro, hasta que de repente escuchó una vocecilla que le pedía: "¡Por favor... dibújame un cordero!".


En los años 20 y 30, Saint-Exupéry ya se había dado a conocer por libros como Correo del SurVuelo nocturno o Tierra de hombres. De hecho, a principios de los 40, en lugar del famoso cuento muchos esperaban una declaración de principios del escritor respecto a la guerra. 

A muchos les decepcionó la obra de Saint-Exupéry, pero lo cierto es que cuando relató el viaje del Principito, el autor sufría desde Nueva York por la situación política de Europa... y soñaba con un mundo mejor. 

Fuente: http://america.infobae.com/notas/69322-El-Principito-

domingo, 16 de diciembre de 2012

La épica y el romancero medievales

Bajo el nombre de épica y romancero se conocen los dos géneros, mayoritariamente de autoría anónima, que presidieron la narrativa europea occidental durante la Alta y Mediana Edad Media. Casi todas las obras más significativas de ambos géneros fueron poemas de diversa longitud que giraban en torno a héroes más o menos legendarios, que se habían convertido en arquetipos de sus respectivos pueblos. La epopeya y el romance fueron también los primeros vehículos en los que se expresaron las lenguas nacionales que habían sustituído al latín, la antigua lengua literaria universal. La vitalidad de estas vigorosas expresiones narrativas se ha mantenido vigente en el transcurso de los siglos, derramando su influencia sobre las más diversas artes. La mejor prueba del interés que estas obras han despertado y despiertan entre los europeos en general, es que las mayores de ellas se pueden conseguir traducciones en las distintas lenguas del continente.
Pese a las alteraciones producidas por su mitificación , detrás de los grandes héroes hay personajes históricos, la magnitud de cuyas hazañas los hizo convertirse en ideales nacionales. pers_elcid1Estas epopeyas solían dramatizase y eran cantadas, con acompañamiento de arpa, en las cortes o ante grupos de viajeros de especial cualificación, lo que las transformaba en ejemplo de más alto nivel poético, dirigido también a los públicos más distinguidos. Los héroes del romancero aunque se presentaran como personajes históricos lo eran en su mayoría ficticios y sus hechos bélicos estaban siempre acompañados por aventuras amorosas y sobrenaturales, con presencia de mujeres y abundancia de elementos mágicos. Así como la epopeya tiene sus raíces en un mito fundacional o en un proceso de identificación o unidad nacional, el romance expresa más bien una forma de vida superior imaginaria. Por contra, ambos géneros tenían en común diversos materiales del folklore primitivo y el fuerte sello del feudalismo y de los valores cristianos.
LA EPOPEYA TEUTÓNICA
El ciclo místico de los misteriosos teutónicos precristianos está contenido en losEdda, dos colecciones poéticas irlandesas de los siglo IX-XIII. La más antigua es la Edda Mayor, atribuida a Semund el Sabio y consta de 35 poemas heroicos y mitológicos; la segunda Edda menor o prosaica, para por ser obara de Snorri Sturlson y contiene un arte poética dividida en tres partes y el Háttatal, poema de 102 estrofas en diversos metros y técnicas.220px-Edda
Entre otras historias que harían larga fortuna en el arte europeo allí aparece la primera mención al guerrero Sigfrido y a la raza de los nibelungos.
Las sagas (literalmente, "historias") conforman por su parte una tradición de Islandia y Noruega, a las que posteriormente se agruparon diversos libros de viajes realizados a Dinamarca, Groenlandia o Islas Feroe. Su asombrosa precisión enumerativa ha permitido la conservación de miles de antropónimos y topónimos escandinavos, amén de las incontables historias de venganzas, pasiones y asesinatos que asimismo las pueblan.
LA EPOPEYA FRANCESA
No menos de ochenta epopeyas configuran el ciclo carolingio de la primitiva literatura francesa, pero de todas ellas sin duda sobresale La Chanson de Rolandque nos narra la muerte del héroe en la retaguardia del ejército, durante la desastrosa retirada pirenaica de Roncesvalles en 778. Conocidas como chansons de geste estas epopeyas son un verdadero manual de exaltación de las virtudes del caballero cristiano y de la hidalguía.
EL MUNDO DEL ROMANCERO
La palabra roman, que en el francés moderno significa "novela", se empleaba en la Edad Media para describir las narraciones en verso o en prosa de un género que abarcaba tres tipos principales de temática: artúrica (ciclo del rey Arturo, el Santo Grial y los caballeros de la Tabla Redonda), carolingia y clásica.
Los romances, originados en la propuesta estética de los poetas lírico provenzales, llamados trovadores, nacieron en el siglo XI y no 21335532tardaron en extenderse al resto de Francia. Alemania, y en menor medida, Inglaterra. En la primera etapa expresaban el espíritu del amor cortés, una filosofía a mitad de camino entre la religión y el erotismo, que exaltaban la adoración de la mujer y los trabajos y pesares del hombre en homenaje a su dama. Un alto ejemplo de este ejercicio fueron los minnesingers ("cantores del amor") alemanes, que aunque en algunas ocasiones ejercieron de poetas épicos, enriquecieron sobre todo la poesía amorosa europea. Posteriormente, la influencia trovadoresca llegó a Italiam donde por vía petraarquista produciría la gran revolución lírica española, que tuvo por abanderado a Garcilaso y por escudero a Boscán. Uno de los más altos logros de la trova sería La Vita Nuova, una treintena de sublimes poemas de amor en los que Dante confía a su amada Beatriz la salvación de su alma.
Por otra parte, el celebérrimo Roman de la Rose, originario del siglo XIII, es una alegoría de un sueño de amor cortés dividido en dos partes. Los primeros 4.058 versos fueron escritos por Guillaume de Lorris y describen los intentos del Amante por hacer reaccionar a la Amada. Los 17.222 versos restantes son medio siglo posterior y corresponden a Jean de Meung, acaso el primer satírico que cuestionó los postulados del amor cortés y llevó el poema a conclusiones mucho más realistas. Ambas partes tuvieron una profunda influencia en la poesía europea de los dos siglos posteriores, de la que una buena muestra podría ser el Troilo and Criseyde, ya abocado a una sensibilidad mucho más cercana al espíritu renacentista.
EL CICLO ARTÚRICO
La crítica contemporánea cree que el referente histórico del rey Arturo fue en realidad un caudillo romano-britano que debió vivir aproximadamente en el siglo V. Mencionado tempranamente en historias latinas sobre Gran Bretaña, escritas por monjes galeses, su primera versión literaria se atribuye a Geoffrey of Monmouthde quien la habría tomado y ampliado Wace, un poeta franco-normando que dedicó su obra a la esposa de Enrique II, Leonor de Aquitania, devota y protectora del amor cortés. Pero el mito no alcanzaría su definitiva estatura hasta la versión del francés Chrétien de Troyes de quien derivarían todas las restantes variaciones del ciclo artúrico, incluyendo las británicas y alemanas de los siglos XII al XV.
ITALIA Y EL DANTE
El espíritu trovadoresco alcanzó una de sus formas más altas en la Italia de los siglos finales del medievo. La idealización de la amada inaccesible llega a su cumbre en los sonetos que Petrarca (1304-1374) escribe para Laura. petarrrrcaEse espíritu y esa revolución formal ejercerán profunda influencia en los poetas franceses e ingleses de los dos siglos siguientes, y serán uno de los elementos centrales del momento cumbre de la poesía española, enriquecida por el descubrimiento de la versificación al "itálico modo". En la propia Italia no hay que olvidar el aporte de otros poetas como Giovani Boccaccio. Pero la figura máxima de la Italia medieval es Dante Alighieri (1265-1321) cuya Divina Comedia, elaborada entre 1306 y 1321, es una de las obras fundamentales de la literatura occidental. Escrita en terza rima(tercetos de endecasílabos rimados), consta de tres partes (Infierno, Purgatorio, Paradiso) que son otras tantas la-divina-comedia resumen de la ciencia y los códigos espirituales del medievo, un compendio de su historia, y una galería de retratos y costumbres jamás compiladas antes en un sólo poema. Dante se hace acompañar en su descenso por el poeta latino Virgilio y llega a la culminación paradisíaca de la mano de Beatriz, la amada ideal cuyas virtudes había ya cantado en La Vita Nuova. Las exégesis e interpretaciones que desde su aparición ha despertado la Comedia, la convierten en uno de los libros más comentados de todos los tiempos.
CANTAR DE MIO CID
Escrito presumiblemente a comienzos del siglo XII y ampliado medio siglo más tarde hasta los 3.730 versos que tiene la copia única firmada por Per Abbat en 1307, el Mio Cid es la mayor y más antigua muestra de la épica castellana que haya llegado hasta nosotros, y por su tono mesurado y en ocasiones hasta irónico, puede considerársele también un ejemplo único del género cantar(1)dentro de la épica europea. El poema está dividido en tres cantos de creciente extensión: Cantar del destierro, que el protagonista debe cumplir por orden del rey Alfonso VI de Castilla; Cantar de las bodas, en el que se narran las hazañas del Cid y los preparativos de las bodas de sus hijas con los infantes de Carrión; Cantar de Corpes, donde se explica la famosa afrenta de que son víctimas las infantas doña Elvira y doña Sol, y el juicio reparador en el que el Cid obtiene satisfacciones.
La existencia histórica de Rodrigo Díaz de Vivar, llamado el Cid Campeador, está suficientemente probada; nacido en la localidad burgalesa de Vivar h. 1043, murió en Valencia en 1099. Típico representante de la aristocracia rural y de la azarosa vida de los nobles feudales, el Cid lo es también de un carácter que adquirirá solera con el paso de los siglos y la progresiva unificación de España: el del hidalgo castellano, fiel a su rey y a su palabra, parco de ánimo y manifestaciones, sufrido en la adversidad y sobrio en la ejecución de la venganza. Desde el punto de vista de la creación de mitos y de la inspiración que ellos representan para artistas de diversos tiempos y culturas, su importancia no es menor que la del Roldán carolingio o la del Beowulf anglosajón.
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=luJ42ikTcgQ

tags: Épica, Cantar del Mío Cid, Dante, Epopeya, Italia, Literatura, Romancero

Fuente: 
http://bibliotecas1978.wordpress.com/2012/12/15/la-epica-y-el-romancero-medievales/

martes, 17 de enero de 2012

Librerías y libreros digitales






Aunque el porcentaje de ventas de ebooks frente al de libros en papel se mantiene todavía muy distante en el mercado español, no pasa de la misma forma en el estadounidense, donde este año las ediciones electrónicas han pasado por encima de las tradicionales. Está claro que el dominio de Amazon es apabullante gracias a su sistema automatizado de recomendaciones, todavía en pañales en España debido a la falta de usuarios necesarios para alcanzar una masa crítica.

Lo cierto es que ese sistema de recomendaciones funciona bastante bien, lo he comprobado en varias ocasiones al comprar en las tiendas americana e inglesa, pero, de todas formas, no deja de ser una recomendación generada por un algoritmo en base a las compras y opiniones de otros usuarios. El otro día comentábamos si la crítica debía ser necesaria, ya que el nacimiento de estos sistemas podía ser suficiente para nuestras necesidades de prescripción. Esto me lleva a plantearme una cuestión sobre el futuro de las librerías y, sobre todo, de aquellas que acepten -o puedan sobrellevar- la dualidad del libro que se nos presenta en un futuro relativamente cercano.

Entiendo que es una costumbre que se va perdiendo, la del librero que aconseja por motu propio, o bien la del que conoce perfectamente el mercado editorial y puede dar respuesta a las preguntas de cualquier cliente. Es cierto que hay gente que no quiere consejo alguno y ya sabe perfectamente qué le gusta, pero nunca está de más saber qué es lo que se lleva y lo que puede interesar a cierto grupo de clientes. Tras un rápido vistazo a la mayoría de tiendas virtuales de ebooks es fácil comprobar que no hay detrás una fuerte voluntad prescriptora, más allá de recomendar lo último deReverte, Rothfuss o la novedad Davinciana de turno. De vez en cuando aparece algo más sutil, más definido, pero lo que no encontramos es la razón o el motivo de esa selección.

Dentro de nada las tiendas virtuales se van a tener que enfrentar a Amazon y su sistema de recomendaciones, que te bombardea cada semana con productos que podrían gustarte… y con los que normalmente acierta. Pienso que las librerías virtuales deberían volverse más sociales y prescriptoras, más literarias y menos supermercado, con mayor cuidado por los libros que destacan y con la capacidad de argumentar una recomendación, aunque sea genérica. A casi todos nos gusta que nos enseñen libros curiosos, diferentes o interesantes. Si los editores digitales no se prestan a ejercer de filtro -casi no lo hacían cuando eran editores sólo de papel-, puede que el papel de los libreros se recupere a partir de compartir su pasión por los libros, por la literatura y el placer de que la gente disfrute leyendo un buen libro.

Fuente: http://www.lecturalia.com/blog/2012/01/17/librerias-y-libreros-digitales/


sábado, 11 de diciembre de 2010

Héroes y antihéroes del realismo sucio (La inagotable tinta de los años 70)

Este año, desde perspectivas muy diversas, una serie de libros retomó el relato sobre el accionar guerrillero y su conflictiva relación con el último Perón. Aquí, la diferencia con textos anteriores, una lista de títulos y las opiniones del historiador Luis Alberto Romero y de dos periodistas, autores de investigaciones recientes.
En tiempos menos comprometidos, Horacio González, hoy director de la Biblioteca Nacional, dedicó un libro ejemplar al análisis del fenómeno Página/12.
La realidad satírica se publicó en 1992, cuando el diario que dirigía Jorge Lanata estaba en pleno apogeo y generaba una adhesión casi masiva del progresismo argentino. Cada capítulo de los doce que componen el texto es una hipótesis y la séptima lleva por título El narrador omnisciente. Allí se analiza la posición en que se piensa el periodista al relatar la realidad y se dice, entre otras cosas, respecto de las aspiraciones del periodismo crítico, lo siguiente: "Expresa el más viejo reclamo democrático: saber qué se habla en las tinieblas donde se decide el destino de las personas comunes." Los ejemplos a los que recurre González y a los que postula como contrapuestos son los de Horacio Verbitsky (acababa de publicarse su exitosísimo Robo para la corona ) y Joaquín Morales Solá. El tiempo del fulgor de Página/12 coincide con el de mayor esplendor y repercusión del libro periodístico, un género que con caídas y ascensos se viene manteniendo desde comienzos del período democrático con la aparición de Malvinas, la trama secreta, escrito por Oscar Raúl Cardoso, Ricardo Kirschbaum y Eduardo Van der Kooy, y publicado por primera vez en septiembre de 1983. En ese caso, las tinieblas a develar serían –y el título elegido es más que revelador en este sentido– los oscuros años de la dictadura y los entretelones de la guerra.
Siempre hay algo por revelar en un libro periodístico, que es casi por definición una suma de oscuridades sobre las que echar luz. Esa es su promesa, la que reflejan las contratapas que garantizan: "El autor renueva su decisión de contar la verdad acerca de los hechos más dramáticos de nuestra historia" (Operación Primicia); "Valiosísimo aporte para la comprensión de una época conflictiva" (Firmenich).
Las utopías del mercado siempre tienen algo qué decir. Al fin y al cabo, son la expresión de un deseo legítimo, promover la reunión del producto con su demanda. Pero, en definitiva, más allá de las revelaciones que se ofrecen, el modelo que se repite es el de la investigación, los pasos que llevan de la oscuridad a la puesta bajo el foco de la opinión pública, lo que no se sabe que se transforma en dato compartido por todos. Si este es el objetivo, puede pensarse que el estilo de escritura elegido por cada uno de los autores para revelar las escenas ocultas, marca su forma de ver las cosas.
Horacio González habla de folletín y de grotesco en el caso de Verbitsky, algo que tiene que ver con el estilo del periodista que abunda en la concatenación de episodios y personajes, muchas veces hasta lo farragoso y una mirada entre burlona y descalificadora de la escena que se relata. Se podría decir que en este estilo descalifica a aquellos de quienes se ocupa a través del escarnio del sarcasmo y la demolición surgida de la suma incontrastable de pruebas, episodios y conexiones entre los hechos narrados. La mirada, de todos modos, es siempre exterior a los hechos.
En ese sentido, la comparación con el gran modelo de la investigación periodística que sigue siendo Operación Masacre de Rodolfo Walsh, puede aportar algunas pautas e incluso algunas preguntas. La diferencia, que tiene que ver con los tiempos, a la vez que con los estilos, es que Walsh se involucra directamente en la historia que cuenta, ya desde el inicio en primera persona. Es como el detective de la serie negra, corre riesgos, es parte de la narración, comparte el destino de las víctimas, es narrador, personaje y testigo. Ese lugar de la primera persona se ha reservado hoy a los prólogos; el mandato periodístico exige separar sujetos de objetos. Lo dicen claramente los autores de la biografía de Firmenich: "Este libro no toma la agenda de los enemigos de Firmenich ni tampoco la de sus admiradores." El uso de la primera persona en la narración pone en entredicho el género –"otras cosas que hago para ganarme la vida y que llamo periodismo, pero que no es periodismo", escribe Walsh en el prólogo de Operación Masacre. En Walsh, la ficción es la vía regia de acceso a los hechos prohibidos y lo que construye el relato. Hoy es un recurso cuando falta la documentación. La reconstrucción de la escena del crimen, una hipótesis.
Lo clásico
Durante 2010, ha aparecido una serie de libros que relata lo ocurrido en las vísperas del golpe y que hace especial hincapié en el accionar guerrillero y en su conflictiva y muchas veces sangrienta relación con el último Perón. Desde muy diferentes perspectivas, con mayor o menor distancia de lo narrado, proyectando casi siempre ese pasado a los conflictos del presente, la lista es amplia e incluye algunas reediciones, como la voluminosa biografía de Rodolfo Galimberti, de Roberto Caballero y Marcelo Larraquy, quienes escriben este texto que reproduce la contratapa: "Sin más intenciones que la de escribir nuestro primer libro, engendramos un clásico de la investigación periodística, quizás el primero del siglo XXI, que tomó por sorpresa a muchos, incluso a nosotros mismos". También es una sorpresa esa autoadjudicación de texto inaugural a la biografía de quien fue la cara más visible de la JP en los 70.
Es difícil adscribir a esta afirmación, en general los clásicos se sedimentan en tiempos más prolongados. Pero en el texto agregado que incorporan los autores a esta edición, publicada a diez años de la primera, aparecen algunos elementos que permiten ver la evolución de la mirada periodística sobre ese conglomerado de política y violencia que es el retrato consolidado hoy de lo que se llama los 70 y que en realidad de extiende desde 1968 hasta las vísperas del golpe de 1976. Allí se propone, y en ese mismo sentido van también los dos libros que dedicó Ceferino Reato a las dos mayores operaciones de Montoneros en democracia: el asesinato de Rucci y poco más de un año después el copamiento del Regimiento 29 ubicado en la provincia de Formosa, romper con dos visiones del período a las que se considera hegemónicas: el de los victimarios, el relato militar, por un lado y la defensa del accionar guerrillero, por el otro. Sostenida con más énfasis en Caballero y Larraquy, la hipótesis es que este nuevo modo de contar los setenta obedece a un recambio generacional dentro del oficio. Los nuevos relatores de la época no estarían contaminados por las diversas épicas que acarrean inevitablemente las historias que los antecedieron.
Pero el género, la forma escrituraria que eligen sigue siendo deudora de textos como los de Verbitsky. La escena rescatada de la oscuridad no es ya la del poder contemporáneo a la escritura sino la de la guerrilla, sus concepciones y operativos. La propia dinámica del gesto de la revelación marca el estilo de estos libros y a muchos otros, como la biografía de Firmenich, escrita a dos manos por Felipe Celesia y Pablo Waisberg. Algo que podríamos catalogar como realismo sucio, una forma de narrar que se corresponde con el seguimiento de los antihéroes de los 70. No hay concesiones, las miserias no se esconden sino que se exhiben, una fuerte apuesta a la narratividad y la consistente mezcla del dato menor con el relevante. La biografía del jefe montonero se abre con un diploma recibido en el club de Leones de Ramos Mejía por una composición titulada "La paz es posible". Se rompe incluso aquí lo que parecía una marca de estilo de las biografías periodísticas, la elección de un momento que se supone concentra y explica al personaje y que lanza líneas hacia el pasado y el futuro.
Operación Primicia, de Ceferino Reato, se atiene al orden cronológico, tal vez impulsado por la consigna que establece su autor en el prólogo: "Un libro periodístico debe concentrarse en los hechos, tal como fueron, y explicar sus causas y consecuencias." Para los héroes, se reserva otro estilo, la elegía. Es a esta forma a la que apelan Hugo Montero e Ignacio Portela en Rodolfo Walsh. Los años montoneros, editado por Sudestada. El tiempo verbal elegido para el relato es casi siempre el presente, un presente histórico. "Raimundo no se banca los rodeos, Rodolfo lo sabe. Con Raimundo, la cosa es blanco y negro, nada de largos argumentos para justificar indecisiones, nada de vueltas." Así se cuenta la reunión del escritor con el sindicalista Raimundo Ongaro. Como si la escena ocurriera una y otra vez. La dimensión del heroísmo tiene algo que ver con la posibilidad de reiterarse en lo simbólico. No es una elección casual, porque introduce un tono especial, entre épico y analítico, en el relato que tiene que ver con el lugar de héroe, en este caso adjudicado por partida doble a Walsh, como militante y como intelectual.
La manera de contar que elige Juan B. Yofre al abordar la relación de Perón con la guerrilla es la picaresca y la búsqueda de permanente complicidad con el lector. En las páginas de El escarmiento. La ofensiva de Perón contra Cámpora y los Montoneros. 1973-1974, abundan expresiones del estilo de "usted va a ser partícipe de algunos de los documentos que Perón leía y que le sirvieron para diseñar sus discursos. También sabrá de sus confesiones íntimas y sus padecimientos." A la hora de las apuestas, Yofre no repara en gastos. Ofrece a sus lectores un poderosísimo zoom que los acerca a las escenas más inaccesibles, a la cocina política nada menos que de Perón.
Y su intento ha sido recompensado, su libro es el más exitoso de esta camada 2010 de revisiones de los 70, vendiendo 70.000 ejemplares desde su edición en julio de este año, exactamente el doble del texto de Reato.
¿Será eso lo que se espera no sólo de un libro periodístico sino del ejercicio del periodismo en general? ¿La ilusión de la falta total de distancia entre las escenas públicas y las escenas privadas del poder? El suceso de El escarmiento habla de un estado del periodismo actual, o al menos de las expectativas que genera. Sus anteriores libros no habían tenido tanta repercusión de ventas.
Otros textos eligen el camino de la reparación y del homenaje. En la introducción a su La guerrilla invisible, dedicado a la historia de las FAL, Ariel Hendler escribe: "Hechos desconocidos u olvidados, que jamás alcanzaron el honor de ser incluidos en el relato de aquello que suele llamarse, con dudosa precisión, 'los años setenta' ". Sus trescientas cincuenta páginas demuestran, con la contundencia de los datos, que no fue todo Montoneros y ERP en la guerrilla argentina.
El tren de la victoria, escrito por Cristina Zuker trabaja en registros diferentes a la media. Tal vez no sea casual que haya sido editado por un sello de los pequeños, Del Nuevo Extremo, pese a llevar un prólogo de Horacio Verbitsky. Involucrada de manera personal en este desentrañamiento doloroso de la llamada Contraofensiva lanzada por los Montoneros en plena dictadura, siguiendo el hilo de las historias de su propia familia, la autora trata de entrar en un territorio que hoy todavía parece inexplorado: el de las motivaciones de quienes creyeron que era posible dar una lucha por el poder estando los militares sólidamente instalados en el gobierno.
Cuando todo es presente
Hermanados o levemente distanciados por el estilo, lo que puede decirse que son estos libros de historia, al menos si aceptamos que es la historia el saber que se ocupa de los hechos del pasado. Sin embargo, en su abrumadora mayoría están escritos por periodistas (con la única excepción en las ediciones de este año de 73/76. El gobierno peronista contra las "provincias montoneras" de Alicia Servetto, profesora en la Universidad Nacional de Córdoba, sobre el que se volverá más adelante). O sea, quienes se ocupan, por profesión, de los hechos del presente. ¿Forma parte del presente ese pasado contado por periodistas? Podría decirse que hay una voluntad por parte de estos textos de situarse en este horizonte. Claramente, Operación Primicia, de Ceferino Reato.
En su epílogo, titulado "Angeles y Demonios", se dice respecto del estilo de los Montoneros –"arrogancia y militarismo"– que "esta imagen no es la que prefieren muchos ex militantes y ex guerrilleros ni la que enarbolan los Kirchner, a quienes les gusta mostrarse como los herederos de aquella 'juventud maravillosa'". A partir de allí empiezan a cuestionarse aspectos de la política de derechos humanos del gobierno. No se trata de discutir o no estos planteos sino de preguntarse por la pertinencia de su inclusión en un libro que relata un episodio ocurrido hace bastante más de tres décadas. No se trata de uno de esos libros que suele reseñarse, con lo cual se hace interesante atender a lo que escribió Miguel Russo en el periódico El Argentino bajo un título que no da lugar a dudas: "Operando se conoce gente" que adjudica a este libro y al de Yofre la única intención de desacreditar al gobierno nacional.
De alguna manera, el relato del pasado queda tramado en lo que parece ser el principal, sino el único debate cultural de la Argentina de estos tiempos: la relación entre los medios y la política. Por ahora, esa discusión se resuelve sólo en una especie de blanqueo cuya consigna parece ser que cada periodista debe explicitar una toma de posición y que el viejo anhelo de objetividad se ha revelado de una vez y para siempre como una impostura.
Por ahora, periodismo y academia están incomunicados. La amplia bibliografía del libro de Servetto no incluye ningún libro periodístico sobre el período, ni siquiera como fuente primaria. Como si hubiera que empezar de cero. La cuestión no es tan secundaria como parece. Aunque los hechos sean los mismos, la mirada e incluso la ética de periodista e historiador difieren. El estudioso del pasado está sometido a una tensión entre los valores del ayer y aquellos que rigen el hoy. Esa distancia insalvable lo pone ante ese lugar en el cual, como escribió el italiano Carlo Guinzburg, "nuestro conocimiento del pasado es inevitablemente incierto, discontinuo, lagunoso, basado sobre una masa de ruinas y fragmentos". La cita pertenece a El hilo y las huellas , un libro que no sólo debieran leer los historiadores. Si esto efectivamente es así, no sólo sirve para justificar esta ola continua de obras sobre los setenta dado que no hay más chances que sumar ruinas y fragmentos de un pasado que no termina de dibujarse, sino también para problematizar la manera en que debe contárselos.
El horizonte del periodismo, es, por el contrario, el del presente y sus valores. No hay una comprensión-aceptación de la insalvable diferencia entre aquello que se relata y el universo ético-cognoscitivo del narrador. De allí que los setenta siguen siendo un espacio habitado por héroes y antihéroes que no son juzgados como tales en función de su tiempo sino de los valores del presente. En esa ambivalencia, los muertos llevan las de ganar. Los antihéroes del realismo sucio –Firmenich, Galimberti, los sobrevivientes del ataque al cuartel de Formosa que, de acuerdo con Reato, cobran injustamente sus indemnizaciones como víctimas del Terrorismo de Estado– pagan con la condena moral el haber sobrevivido. La demonización de Firmenich, el jefe que no ha muerto, que aún deambula por un mundo que no lo acepta, es una prueba en este sentido. El indulto de Menem lo ha privado incluso del lugar de condenado. Los caídos ya tienen un panteón asegurado lo cual, sin ser tan insidioso, es también una forma de la injusticia. Algo de eso cuestiona el libro de Cristina Zuker.
Como una nota al margen de este sistema de valoraciones, se puede señalar el trato diferencial a dos figuras de idéntico peso intelectual y similar trayectoria política como son Rodolfo Walsh y Juan Gelman. El primero está entronizado como paradigma del intelectual comprometido; el autor de Gotán es alguien respetado, pero ante todo en su trabajo como poeta. Como si escindiera su costado militante –bastante intenso por cierto–, o se lo acotara a la lucha que ha emprendido por recuperar a su nieta secuestrada por militares uruguayos.
Estos libros, queriéndolo o no, terminan, como efecto de escritura o de lectura, instalados en esos tiempos que constituyen todavía el núcleo contaminante de la Argentina: la dictadura, que es lo que pareciera no permitir miradas menos atadas a las posiciones e intereses del presente, como las que podría ofrecer un estudio histórico. Es que fue el momento en que se robaron identidades, se esfumaron personas para que no dejaran rastros, se exhibieron infamias, se concretaron negocios que nunca hubieran sido posibles en otras circunstancias, se transfiguraron palabras dignas y se traficó con valores que hoy resultan sagrados. Aquella época que en una de sus conferencias, en el Sur, Jon Lee Anderson, calificó sin muchos eufemismos: "La política se definía por la forma de organización de la violencia".
Los libros periodísticos se limitan a documentar, a sumar papeles o en algunos casos a traspapelarlos, pero no se preguntan por la forma de transmitir la distancia y la cercanía de la violencia y del horror. Todavía pareciera que estamos en una etapa testimonial, como si los setenta fueran un pozo cuyo fondo aparece lejano. Las historias que nos vienen contando aún esperan ser escritas.
Por MARCOS MAYER

sábado, 20 de noviembre de 2010

Tolstoi, el autor que pintó el cosmos del siglo XIX

La semana próxima se realizan jornadas en homenaje al escritor en la Biblioteca Nacional. El 20 de noviembre se cumplen cien años de la muerte del autor de Anna Karenina y Guerra y paz. Nació aristócrata, se hizo cristiano crítico y pacifista. Retrató el universo de su época.
Todas las familias felices se parecen entre sí; pero cada familia desgraciada tiene un motivo especial para sentirse así". Con esta oración se abre Anna Karenina, esa novela enorme que León Tolstoi terminó de escribir en 1877. Entonces tenía 49 años, una gran familia y era considerado uno de los más grandes escritores rusos. Hacía no tanto, en 1869, había escrito su otra obra maestra, Guerra y Paz. Faltaba poco para que fuera considerado no sólo un gran escritor sino un gran hombre. Y un poco más para el día del que se están cumpliendo 100 años: el 20 de noviembre de 1910, cuando Tolstoi murió, a los 82, en la casa del jefe de la estación de Astapovo, adonde llegó después de 10 días de viaje. Huía de su familia.
Pero empecemos por el principio: Lev Nikoláyevich Tolstoi nació en Yasnaya Poliana, Rusia, en 1828. Hijo de una antigua familia noble y fue criado con todo el lujo y los privilegios. Eso fue su infancia. Después, fue un joven aristócrata tan preocupado por la cacería, la moda y los bailes como sus pares. Fue parte del ejército durante la Guerra de Crimea. Fue un borracho que se jugó a las cartas su propia casa. Y la perdió.
Hasta acá, nada demasiado sorprendente. Pero cambió Tolstoi. Cuando ya era el autor de esas dos obras maestras, Guerra y Paz y de Anna Karenina , y no podía pedir más prestigio ni fama, cambió. Tuvo una crisis espiritual. Volvió a su pueblo, a sus campesinos. Creó escuelas y una pedagogía para que los chicos aprendieran a escribir. Vivió en una casa sencilla. Ejerció el oficio de zapatero. Renegó de sus libros: de Guerra y Paz dijo que fue una "orgía a la que me entregué de cuerpo y alma" y que sentía "arrepentimiento y vergüenza" cuando lo leía.
La muerte de Iván Illich fue una obra bisagra en la vida de Tolstoi: cuenta la historia de un hombre que sabe que va a morir. Y busca una verdad, un sentido para la vida que está perdiendo y que le parece vacía. Termina encontrando un sentido, pero uno que niega toda su vida: tal vez a su autor temió que le pasara algo parecido. Es que todavía no estaban en boga las teorías que separan al escritor de su obra y muchísimo menos las que hablan de la muerte del autor o de la autonomía de la literatura. Tolstoi afirmó: "Ustedes creen que yo soy una cosa y mi escritura otra. Pero mi escritura soy yo". Creía, además, que la literatura servía para algo mucho más grande, inimaginable para un autor del Siglo XXI: para difundir el bien. Ni más ni menos. Como le hace decir a Levin, uno de los personajes más importantes de Anna Karenina: "Mi vida no será ya irrazonable, no carecerá de sentido como hasta ahora, sino que en todos y en cada uno de
sus momentos poseerá el sentido indudable del bien, que yo soy dueño de infundir en ella".
El pensamiento de Tolstoi tuvo enormes consecuencias. Su prédica pacifista fue bien leida por uno de sus amigos por correspondencia: Mahatma Gandhi. También influyó a Martin Luther King.
Claro que además le trajo problemas: quiso ser coherente y renunciar a sus riquezas. Su familia, especialmente su esposa y madre de sus 13 hijos, se opuso. Murió huyendo de conflictos como este.
Es que las convicciones fuertes a veces generan conflictos. Su crisis espiritual lo llevó a hacerse cristiano. Y su cristianismo, a ser excomulgado de la Iglesia Ortodoxa rusa, que no soportó sus críticas y uno de cuyos voceros declaró ayer mismo que no podían revocar la excomunión de Tolstoi ni aun cien años después de su muerte. Lo consideran "co-responsable de la revolución de octubre de 1917, que condujo a la caída del imperio de los zares y, tras la toma de poder de los comunistas, a una represión de la Iglesia sin precedentes". Tolstoi había escrito una carta al zar pidiendo la abolición de la propiedad privada. Lenin reconoció que había descripto las condiciones que llevaron a la revolución. Pero murió siete años antes, predicando la no-violencia.
Fuente: http://www.revistaenie.clarin.com/literatura/

jueves, 7 de octubre de 2010

Mario Vargas Llosa Premio Nobel de Literatura 2010

 Mario Vargas Llosa superó finalmente esa lugar que integraba como eterno candidato y desde hoy integra el relativamente reducido olimpo de escritores latinoamericanos reconocido con el Nobel de Literatura. A los 74 años, la Academia sueca lo premio "por su cartografía de las estructuras de poder y sus imágenes mordaces de la resistencia, la rebelión y la derrota del individuo".
El peruano, nacido en 1936 en Arequipa y que también tiene la nacionalidad española, estaba desde hace años en las quinielas de los favoritos de los Nobel. Es el primer escritor latinoamericano que lo gana desde el mexicano Octavio Paz, en 1990.
En una primera declaración, transmitida por el presidente del jurado del Nobel de Literatura, Peter Englund, Vargas Llosa dijo sentirse "muy conmovido y entusiasmado" por el galardón. El escritor está en Nueva York, donde da clases en la Universidad de Princeton. "Se había levantado a las cinco de la mañana para presentar una clase, cuando recibió nuestra llamada a las siete menos cuarto, mientras trabajaba intensamente", dijo Englund.
La decisión de la Academia Sueca de celebrar su "cartografía de las estructuras de poder" refleja certeramente el núcleo de varias de sus novelas, desde las jerarquías y los vínculos de complicidad pero también de humillación del liceo militar Leoncio Prado (La ciudad y los perros, 1962, su primera novela publicada) hasta el singularísimo autoritarismo del dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo (La fiesta del Chivo, 2000), descrito desde diferentes puntos de vista y que desató no pocas críticas en la alta sociedad de la república insular.
También muestra las estructuras de poder, en este caso las de la política de su Perú natal, Conversación en la Catedral (1969), considerada una de las más grades obras de Vargas Llosa y centrada en el encuentro casual que mantiene Santiago Zabala con Ambrosio, un ex chofer del padre de "Zabalita", en tiempos de la dictadura del general Manuel Odría.
Y no muy lejos de esas estructuras, Pantaleón y las visitadoras (1973), en un tono más risueño que el de las anteriores, describe el fanatismo con el que el militar Pantaleón Pantoja cumple a rajatabla la orden que recibió de sus superiores y termina instalando un prostíbulo para militares en plena amazonia peruana.
Entre sus libros más conocidos hay varios más de su obra de ficción, como Los Jefes (una serie de relatos de 1959), La casa verde (1966, por el que recibió el Premio Rómulo Gallegos), Los cachorros (1967), La tía Julia y el escribidor (1977), ¿Quién mató a Palomino Molero? (1986), Lituma en los Andes (1993, Premio Planeta), Los cuadernos de don Rigoberto (1997 y que resultó en una interesante experiencia del escritor en la literatura erótica) y su más reciente Travesuras de la niña mala (2006).
La prosa de José Mario Pedro Vargas Llosa (tal su nombre completo) tiene entre sus varios puntos fuertes un desarrollo paulatino y profundo de los personajes, inmersos en tramas cautivantes que, además, logran describir con precisión, amplitud y un fuerte efecto de vivencia personal (para el lector) las sociedades en las que esos actores están inmersos.
El nuevo premio Nobel latinoamericano tiene publicada además su autobiografía (Como pez en el agua, 1993), numerosos ensayos (principalmente sobre literatura) y varias obras de dramaturgia. Acaba de publicar además su nueva novela, El sueño del celta.
El Nobel de Literatura está dotado con diez millones de coronas (cerca de 1,5 millones de dólares) y será entregado el próximo 10 de diciembre, en el aniversario de la muerte de Alfred Nobel.
Vargas Llosa acudirá a la ceremonia de entrega del galardón el 10 de diciembre, en Estocolmo, y de acuerdo a la tradición de los galardones será el encargado de pronunciar el discurso en nombre de todos los premiados, a excepción del de la Paz, que se celebra en un acto paralelo, en Oslo.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Para qué leer

Si lo piensas, leer un libro es, en cierta forma, como hacer la cama. ¿Qué sentido tiene hacerla si al cabo de unas horas vas a deshacerla otra vez? ¿Qué sentido tiene leer un libro si de aquí a un mes es posible que no recuerdes ni su título?
Algunos tienen mejor memoria que otros pero, para la mayoría del público lector, los detalles contenidos en un libro desaparecen de su memoria casi en su totalidad. Por supuesto recordaremos bastante de un libro favorito (que además habremos leído varias veces), pero probablemente hayamos olvidado el nombre de la protagonista de una obra que leímos hace treinta días. Recientemente, el escritor estadounidense James Collins trató el asunto en un artículo del New York Times, donde admitía su fracaso a la hora de intentar recuperar datos de su memoria acerca de un libro en concreto que recordaba haber leído con gran interés. Collins admite que el acto de lectura es válido por sí mismo, por el goce estético y por el puro entretenimiento que suele acompañarlo, y otros autores suelen argumentar que su interés por lo literario y por la lectura en particular se inició de pequeños, marcados por algún libro en concreto. Francis Spufford, un conocido crítico y periodista británico, aseguró que su obsesión por la lectura le llegó de la mano de El Hobbit de J.R.R. Tolkien, y El señor de los anillos también ha sido culpable de numerosas largas historias de amor bibliófilo.
Sin embargo, ¿hay algo más? ¿Alguna razón más, más allá del propio disfrute, que nos justifique la lectura? Por lo visto sí la hay. Desde el punto de vista científico, el impacto de la lectura en el campo de la neurolingüística es tremendo. Leer crea nuevos caminos y redes en nuestro cerebro, originando conexiones que no tendríamos de otra forma. En otras palabras, lo que leemos interviene de manera directa en la formación de nuestra personalidad y nuestro conocimiento. Al igual que miles de factores crean lo que nos rodea, la cultura en la que estamos inmersos, lo que leemos crea una textualidad propia que nos define. Aunque no recordemos nada sobre un libro, la lectura sigue ahí, almacenada en nuestra memoria y actuando como un pequeño factor más en nuestra estructura de pensamiento. Así, de la misma manera que hacer la cama todos los días establece una disciplina y fomenta el orden, leer con frecuencia tiene su propia y potente utilidad, ya que está sometiendo a nuestro cerebro a un bombardeo de información, mejorando y fortaleciendo sensiblemente varios de sus procesos. Otras actividades tienen efectos similares (ver una película, contemplar una obra de arte), pero pocas tienen el impacto sobre la imaginación y la creatividad que tiene un libro. Y el contenido del libro influye en lo que eres, en tu conjunto. En conclusión, cada libro te está haciendo un poco más tú.
Así que la próxima vez que te asombres ante todo lo que has olvidado de un libro, no te preocupes, las horas invertidas no han sido en balde. Incluso en el caso del libro más aburrido, al que hayamos prestado poca atención, hemos tenido ocupado a nuestro cerebro y hemos aportado un granito de arena más al desarrollo de nuestra inteligencia.
Gabriella Campbell el 26 de Septiembre de 2010 en Literatura, Tecnologí­a

domingo, 1 de agosto de 2010

Scouts : Los espías secretos del mundo de la literatura

Discretos y sigilosos, buscan bestsellers y talentos. Y ahora apuntan a nuestro país.

Cazadores de tesoros, espías y busca talentos: los scouts en literatura constituyen una amalgama misteriosa para quienes no pertenecen al universo editorial. Pese a su bajo perfil, estos personajes son valorados en la industria del libro porque poseen algo que cuesta conseguir: información a pedir de boca. Con Argentina como invitada en la Feria de Frankfurt de 2010, el scouting literario ahora apunta hacia aquí en busca de títulos exportables.

Son los ojos de los editores que los contratan. En zonas de trabajo delimitadas por país, a las que llaman "territorio", hablan con editores y agentes y descubren qué es lo nuevo. Una vez por semana, los scouts envían informes a las editoriales que los contratan con datos sobre lo que puede interesarles. En Argentina, hay algunos scouts que ya hacen "rastrillaje" de títulos para el exterior, pero bajo un férreo voto de silencio por la confidencialidad de su trabajo. En el exterior la profesión está afianzada y la actitud es más abierta: las ferias internacionales los legitiman y en Frankfurt tienen stand propio.
Cristina De Stefano trabaja en Francia para Italia, Brasil, Alemania, EE.UU. y España. A la hora de definir a un buen scout, no lo duda: "Tiene que ser rápido en la lectura: no se lee por placer sino para aconsejar a otros. Ser profesional a la hora de evaluar un libro: no se le dice al cliente que un libro te gusta, sino por qué puede gustar. Y hay que ser un poco cínico también: a menudo sugiero traducir un libro que no me gusta pero sé que mi gusto no representa a todo el público. También hay que ser muy competitivo".
Ida Rosiello es italiana y su área geográfica comprende Italia, España y Sudamérica. Para ella el scout debe tener: "Sensibilidad lingüística e interpretativa. Seguridad al descartar o considerar válido un texto. Cualquier error es crucial; te hace perder la credibilidad. Para conseguir todo esto, un sentido comercial ayuda".
Un scout sólo puede tener un cliente por país: la información que maneja es fresca y el editor confía en que tendrá la exclusiva. Esa avidez de primicia genera competencia. Quien hace la primera jugada, tiene el gancho que asegura la compra de derechos. Buenas relaciones con los editores, para que cuenten en qué trabajan, y ojo alerta ante un buen material son imprescindibles. "Conozco a todos los scouts que trabajan en París y en general me caen bien, pero no hablo de libros con ellos. Sólo intercambio opiniones con los que trabajan territorios diferentes a los míos", dice De Stefano, que define a su trabajo como "muy secreto, parecido al del espía".
Es que un scout no puede alertar a su competencia de que hay algo que vale la pena publicar. Esa competitividad, para Rosiello, reside en la cantidad y no en la calidad: "Al sector editorial se acerca mucha más gente de la que puede ser absorbida. Eso, sin duda, genera mucha confusión. Hay mucha competitividad en cuanto a número, pero en cuanto a preparación las cosas son diferentes".

A la hora de hacer la pesca diaria, los terrenos a explorar son muchos. Más allá de las visitas a los editores para obtener información de primera mano. "Se trata básicamente de atar cabos. La información está en revistas, suplementos culturares, premios literarios, catálogos de agencias, concursos, foros, blogs de los escritores -detalla Rosiello-. Hay que prestar mucha atención a libros de cuentos de escritores inéditos, focalizarse sobre un autor y buscar a su alrededor".    Holandés con base en México, Lex Spaans recorre las ferias más importantes, habla con editores y envía informes de libros latinoamericanos para sus veintidós clientes en todo el mundo. En la Feria del Libro de Guadalajara, la de Spaans fue en 2007 la única agencia mexicana de scouting y en agosto se instalará en Buenos Aires. "Mis clientes miran muy interesados lo que pasa allí –explica-. Muchos editores latinoamericanos envían información sobre nuevos libros, pero no saben qué es importante en el mercado internacional". Rosiello también mira con atención lo que sucede en Argentina y, mientras trata de vender a Oliverio Coelho en Italia, abre la puerta para nuevas historias.

Con mayoría de mujeres en sus filas, en el scouting conviven los independientes con las agencias. Éstas últimas son dirigidas por scouts de mucha experiencia con equipos de colaboradores para lecturas e informes. Ante fechas límite inalterables, el trabajo es estresante y dicen quienes lo viven de cerca que pocos resisten la presión. Las dueñas de las agencias, en cambio, poseen un caudal de información tal que se vuelven irremplazables.

De Stefano se maneja sola y reconoce que su profesión es demandante. "Trabajo todo el día. Almuerzo con editores, con periodistas, con gente del mundo editorial de París. Recibo una docena de libros a diario y no me gusta ver cómo van formando montañas en mi oficina", cuenta.
Descubrir un potencial best seller es el objetivo principal de todo scout. De Stefano cuenta varios, pero destaca su hallazgo de El diario de Hélène Berr, para EE.UU. "Es poco común tener una traducción del francés al inglés norteamericano", dice. Los scouts son filtros ¿se les escapa a veces algún best seller? De Stefano confiesa: "La elegancia del Hérisson, el francés mejor vendido de los últimos años, fue mi gran lamento: le dije a todo el mundo que era bastante raro, pero no ví que era un best seller mundial. Si lo hubiera visto, habría insistido más. Esta es la magia en este trabajo, nunca se sabe cuando un éxito va a crecer". Spaans agrega: "En México he encontrado best sellers que en Europa no funcionan. Un éxito universal es raro y no podemos predecirlo".

A las editoriales independientes argentinas hoy se les dificulta la compra de derechos en el exterior, pero hasta los años 90 era común que tuvieran scouts en el extranjero. La concentración editorial y la devaluación pusieron fin a eso. Hoy, son los grupos españoles los que pueden pagarlos.

Ahora, como invitada en la Feria de Frankfurt 2010, Argentina se vuelve centro de atención para el mundo editorial y si bien la compra de derechos extranjeros sigue siendo difícil, la producción nacional se vuelve territorio frondoso para que perdigueros de buenos scouts lo recorran.

Fuente:

http://www.clarin.com/sociedad/libros/Scouts-espias-secretos-mundo-literatura_0_308969270.html

viernes, 11 de junio de 2010

Efemérides: 11 de junio de 1900 Nace Leopoldo Marechal

Leopoldo Marechal (11-06-1900—26-06-1970) fue un poeta, dramaturgo, novelista y ensayista argentino. Nació en Buenos Aires el 11 de junio de 1900. Fue maestro, profesor de enseñanza secundaria y en la década del 20 formó parte de la generación que se nucleó alrededor de la revista Martín Fierro. En la primera etapa de su vida literaria prevaleció la poesía. Publicó Los aguiluchos (1922) y Días como flechas (1926), inclinándose hacia el vanguardismo, pero en sus Odas para el hombre y la mujer (1929), con el que obtuvo el Primer Premio Municipal de Poesía, encuentra una voz propia y el equilibrio entre la novedad y lo clásico. En 1926 viajó por primera vez a Europa, donde trabó amistad con importantes intelectuales y pintores como Picasso, Basaldúa y Antonio Berni. En 1929, nuevamente en París, se establece en Montparnasse y frecuenta a Aquiles Badi, Alfredo Bigatti, Horacio Butler, Juan del Prete, Raquel Forner, Victor Pissarro y al escultor José Fioravanti, quien luego esculpiría el busto del poeta en bronce. Fue durante esta experiencia en París que Marechal escribió los capítulos iniciales de Adán Buenosayres, que publicaría recién en 1948 luego de muchos años de elaboración. A diferencia de otros grandes contemporáneos, como Jorge Luis Borges, Manuel Mujica Láinez o Julio Cortázar, la fama de Marechal no ha brillado como debiera en el exterior, con la excepción de Cuba, donde el poeta viajó en 1967 invitado por el gobierno cubano para ser jurado del premio anual de literatura que otorga la Casa de las Américas. En la Argentina misma, su obra fue relegada al olvido durante décadas, debido a ciertas enemistades gestadas por algunos compañeros de su generación, por haberse destacado en cargos oficiales -a los que llegó antes del peronismo- y donde permaneció hasta 1955. Su Adán Buenosayres (1948) está considerada por muchos como la novela fundamental de la literatura argentina. http://goo.gl/m5MP





Marechal, Leopoldo - Megafon o la guerra.zip
http://www.4shared.com/file/VMAvaVRR/Marechal_Leopoldo_-_Megafon_o_.html


 Fuente: Vilma (7mares) -- http://libros_ a_mares.my- php.net/index.php

sábado, 22 de mayo de 2010

Efemérides: 1885 Muere VICTOR HUGO, poeta, narrador y dramaturgo francés.

Victor-Marie Hugo (Besanzón, Francia, 26 de febrero de 1802 – París, 22 de mayo de 1885) fue un poeta, dramaturgo y novelista, considerado por muchos el más importante de los escritores románticos en francés. Su obra es muy variada: Novelas, poesías, obras de teatro en verso y en prosa, discursos políticos en la Asamblea Nacional, y una abundante correspondencia. El conjunto de lo que ha perdurado de sus escritos (algunas cartas personales fueron destruidas voluntariamente por sus ejecutores testamentarios Paul Meurice y Auguste Vacquerie) fue publicado en la editorial de Jean-Jacques Pauvert y cuenta con casi cuarenta millones de caracteres. Fue un escritor prolífico que se autoimponía escribir, llegándose a levantar a las 3 de la madrugada en verano para escribir y a las 5 en invierno, hasta el mediodía, a veces hasta de pie. En materia de novelas escribió más de 18.000 páginas. Hugo no se cansó de denunciar la segregación social y las desigualdades que se acrecentaban en su pueblo. Tras la última reunión pública que preside declara: «Queda la cuestión social. Es terrible, pero sencilla, ¡es la cuestión de los que tienen y la de los que no tienen!». Se trataba de hecho de recaudar fondos que permitieran a 126 delegados obreros acudir al primer Congreso socialista de Francia, en Marsella. Fue considerado como el padre de la novela social en Francia, como Charles Dickens lo era en Inglaterra. http://goo.gl/odHH





Hugo, Victor - Nuestra Señora de París.zip
http://www.4shared.com/file/LEp92rvz/Hugo_Victor_-_Nuestra_Senora_d.html

Fuente: Vilma (7mares) -- http://libros_a_mares.my-php.net/index.php

sábado, 15 de mayo de 2010

100 libros de literatura argentina…

 
Adolfo Bioy Casares-- El gran serafín
Adolfo Bioy Casares – En memoria de Paulina
Adolfo Bioy Casares – Noumeno
Alberdi, Juan Bautista – Peregrinación de Luz del Dia
Andrade, Olegario V. – Prometeo y otros poemas
Angel Villoldo – Tangos, milongas y contrapuntos
Anónimo – Don Juan Facundo Quiroga (romance tradicional)
Anónimo – El amor de la estanciera (sainete)
Arlt, Roberto – El amor brujo
Arlt, Roberto – El jorobadito
Arlt, Roberto – Los siete locos
Ascasubi, Hilario – Aniceto el gallo
Bibliografia de la literatura argentina
Borges – La biblioteca de Babel
Borges – Selección de Poesía
Borges, jorge luis – el libro de los seres imaginarios
Borges, Jorge Luis – Seis problemas para don Isidro Parodi
Can‚, Miguel - En viaje
Can‚, Miguel – Juvenilita
Carriego, Evaristo – Poesía completa
 Cortázar, Julio – 62 modelo para armar
Cortazar, Julio – Bestiario
Cortazar, Julio – Continuidad de los parques
Cortazar, Julio – Fantomas Contra Los Vampiros Multinacionales
Cortazar, Julio – Historia De Cronopios Y De Famas
Cortazar, Julio – Rayuela
Denevi, Marco – El jardín de las delicias
Dolina, Alejandro – Crónicas Del Angel Gris
Dolina, Alejandro – El libro del fantasma
Dolina, Alejandro – La musa (charla feria del libro 2000)
Echeverria, Esteban – El matadero
Echeverria, Esteban – La Cautiva
El pensamiento vivo de Jauretche
Falkner, Toms – Patagonia
Fray Mocho – Esmeraldas
Fray Mocho – Tierra de matreros
Galasso, Norberto - Peronismo y  liberacion nacional
 Gilardoni, Claudio A – Edipo Tirano
Gilardoni, Claudio A. – Antología poética personal
Gilardoni, Claudio A. – Poesía completa
Girondo, Oliverio – Poesía completa
Güiraldes, Ricardo – Don Segundo Sombra
Guiraldes, Ricardo – Rosaura
Guiraldes, Ricardo – Xaimaca
Gutierrez, Eduardo – El Chacho
Gutierrez, Eduardo – Juan Moreira
Hernandez, José – Martin Fierro I
Hernandez, José – Martin Fierro II
Homero Manzi – Cancionero completo ( tangos, milongas, etc.)
Joaquin V Gonzalez – La paz por la ciencia
Jorge Luis Borges – El aleph
Jorge Luis Borges – El disco
Jorge Luis Borges – El inmortal
Jorge Luis Borges – El libro de arena
Jorge Luis Borges – Ficciones
Jorge Luis Borges – La Biblioteca de Babel
Jorge Luis Borges – La Casa de Asterion
Jorge Luis Borges – La loteria de babilonia
Jorge Luis Borges – Las Ruinas Circulares
Jorge Luis Borges – Utopía de un hombre que esta cansado
Jose Betinoti – De mi cosecha
Jose Ingenieros – El hombre mediocre
Juan Domingo Peron – Carta al presidente Kennedy
Juan Domingo Peron – Doctrina nacional
Juan Domingo Peron – La comunidad organizada
Juan Domingo Peron – Modelo argentino
Juan Domingo Peron – Quieren Nuestros Recursos
Julio Cortazar – La Autopista Del Sur
La Lira Argentina
La Patria Fusilada -Juan Jose Valle – Historia Argentina
Lopez, Lucio – La gran aldea
Lugones, Leopoldo – Cuentos
Mansilla, Lucio – Entre-nos I
Mansilla, Lucio – Entre-nos II
Mansilla, Lucio – Entre-nos III
Mansilla, Lucio – Una excursión a los indios ranqueles
Marechal, Leopoldo – El poema de robot
Marechal, Leopoldo – La autopsia de Creso
Marmol, Jose – Amalia
Martel, Julian – La Bolsa
Martínez Estrada – Plan para la conquista del mundo
Mitre, Bartolomé – Paginas De Historia
Mitre, Bartolomé – Soledad
Mocho, Fray – Pascalino
Obligado – Santos Vega
Olivari, Nicolás – La musa de la mala pata
Onetti, Juan Carlos – Mascarada
Payro, Roberto – Charlas de un optimista
Payro, Roberto – Divertidas Aventuras Del Nieto De Juan Moreira
Payro, Roberto – El casamiento de Laucha
Payro, Roberto – El cuento que mata
Payro, Roberto – La Australia Argentina
Payro, Roberto – Mi compañero de viaje
Piglia, Ricardo – Literatura y psicoanálisis
Puig, Manuel – El beso de la mujer araña
Rosa, Jose Maria – Análisis de la dependencia argentina
Rosa, Jose Maria – Articulos
Rosa, Jose Maria – Defensa y pérdida de nuestra independencia economica
Rosa, Jose Maria – Del municipio indiano a la provincia argentina
Rosa, Jose Maria – El condor ciego
Rosa, Jose Maria – El fetiche de la constitucion
Rosa, Jose Maria – El pronunciamiento de Urquiza
Rosa, Jose Maria – El revisionismo responde
Rosa, Jose Maria – Historia del revisionismo
Rosa, Jose Maria – La mision Garcia ante Lord Strangford
Rosa, Jose Maria – Rivadavia y el imperialismo financiero
Rosa, Jose Maria – Rosas nuestro contemporaneo
Ruy Diaz de Guzman – La Argentina manuscrita
Sabato, Ernesto – Uno y el Universo
Sabato, Ernesto – Ensayos ineditos
Sabato, Ernesto – Hombres Y Engranajes
Sabato, Ernesto – Sobre héroes y tumbas
Sarmiento – Argir¢polis
Sarmiento – Frases y citas
Sarmiento, Domingo Faustino – Recuerdos De Provincia
Sarmiento – Facundo
Soriano, Osvaldo – Giorgio Bufallini y la muerte
Soriano, Osvaldo – La California Argentina
Soriano, Osvaldo – Mecánicos
Walsh, Rodolfo – Carta Abierta a la Junta Militar
Walsh, Rodolfo – Ese hombre
Walsh, Rodolfo – Los nutrieros
Walsh, Rodolfo – Los tahúres
Wilde, Eduardo – Prometeo & Cia
Wilde, Eduardo – Tres articulos   


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