(Mendoza-Argentina) Violaciones. Abusos espantosos con acceso carnal. Sodomía en
los baños y las habitaciones. Sexo oral con niños muy probablemente durante
años, en la soledad y la oscuridad de los fines de semana -especialmente- o
cuando menos gente había en la casa. Las historias de chicos abusados en
el Instituto Antonio Próvolo para
Niños Sordos de Mendoza pueden ser decenas, y
apenas si se conoce la punta del iceberg. Casos evitables, además: Uno de los curas detenidos arrastra denuncias de abuso sexual a
niños sordos desde 1984, en Verona. Y su caso fue
presentado por una red de víctimas en Washington, el año pasado. Sin embargo,
el cura estaba trabajando en Mendoza, con decenas de niños y niñas indefensos y
a su disposición.
La historia, espantosa, fue
develada por el POST el sábado por la noche, y
trata de abusos sexuales a niños y niñas sordo mudos, internos del Instituto
Próvolo, un colegio católico con internado ubicado en Luján de Cuyo. Los
imputados por ahora son tres. Un cura italiano de 82 años de edad radicado en
la Argentina, llamado Nicola
Corradi (“El
padre Nicolás”), otro sacerdote de 56 años llamado Horacio Corbacho, y un tercer individuo del que aún no está claro si es
interno o empleado del Instituto, pero que también es una persona hipoacúsica.
Los tres hombres están detenidos preventivamente en una comisaría de
Carrodilla, donde el fiscal Fabricio Sidoti -el mismo del caso Ayelén Arroyo-
está tomando las declaraciones. Podría haber un cuarto detenido, empleado
también del Instituto, aunque este dato no fue confirmado.
Las vejaciones sexuales intensas y
repetidas en el tiempo a niños sordo mudos internados en el Instituto Próvolo
encierran en el medio algunas historias de valentía. De quienes vencieron el
miedo para denunciar el horror que ocurría tras las paredes del colegio
religioso.
Una ex alumna mayor de edad -su
nombre de fantasía será “Ayelén” a los efectos de esta nota- fue la que
rompió el cerco la semana pasada, en el ámbito menos pensado de todos, la
Legislatura de Mendoza. “Había
una actividad pública en la Legislatura, y participaban miembros de una
asociación de personas hipoacúsicas. Una de ellas se acercó y nos pidió ayuda.
Afortunadamente contamos con la intérprete oficial de la Legislatura, que con
el lenguaje de señas nos facilitó la comunicación con estas personas” contó la senadora Daniela García, UCR Cambia
Mendoza. Con la ayuda de la intérprete, pudieron dar con Ayelén, la
testigo de identidad reservada que dio los primeros pasos a esta investigación.
La senadora García y la
vicegobernadora Laura Montero fueron quienes dieron a Ayelén contención,
protección y un “puente” para declarar, armando el contacto con el Procurador
General Alejandro Gullé. Y por jurisdicción, la causa cayó en la fiscalía
de Fabricio Sidoti, el fiscal “en la picota” por la muerte de
Ayelén Arroyo. Sidoti no durmió el viernes a la noche después de tomar las
primeras declaraciones y de haber detenido a los dos curas del Instituto y al
tercer sospechoso. Y el sábado durmió sólo dos horas. Está a tiempo
completo con el caso para evitar dispersión de posibles testigos. Según
pudo saber este diario, varias personas se comunicaron para ofrecer
testimonios. Algunos serían padres de niños víctimas de los sacerdotes acusados
de pedofilia que vivían en el Instituto Antonio Próvolo.
UN TESTIMONIO…
“AYELÉN” es una ex alumna del colegio católico en el que violaron a niños y niñas hipoacúsicos durante años. Egresó de la casa seis años atrás, a los 18 años, y ahora es
mayor de edad. Ella no fue víctima directa de los abusos, pero fue
testigo de violaciones. Con su testimonio se pudo llegar a una de las
víctimas, un joven que sí fue sujeto sexual de los sacerdotes y del tercer
detenido. “Había de todo… violaciones… sexo oral… el testimonio es terrible”
dijo una fuente.
El testimonio de “Ayelén” es
reservado, sobre todo porque hay secreto de sumario. Y porque ella lo pidió
así. Hija de una familia de “buen pasar”, ni siquiera sus padres saben
que ha decidido testificar en este caso. Lo que contó el viernes al
mediodía con la ayuda de las intérpretes, junto al testimonio del joven
víctima, fue suficiente para encerrar a los dos curas y a la tercera
persona, sobre la que hay muchas dudas respecto de su rol. Aunque un
informe dice que es imputable, se cree que uno o los dos sacerdotes presos le
daban indicaciones sobre qué hacerles a los niños. Los tres quedaron acusados y
ninguno de ellos ha declarado aún.
Los curas acusados de
pedofilia seleccionaron bien a sus víctimas. El Instituto
Antonio Próvolo, que tiene sedes en La Plata y depende de “La Compañía de las
Hermanas de María”, una orden religiosa dedicada a los niños sordomudos,
funciona como un colegio con internado. Los internos en general son chicos de
otras provincias -especialmente del norte argentino- o de zonas alejadas del
Gran Mendoza. “Violaron a niños y niñas que no se podían defender por
sí mismos, y que además tenían lejos a sus padres” dijo una fuente.
La causa recién empieza. El
Instituto está a cargo de una directora, y ya se sabe que un abogado se
presentó a pedir prisión domiciliaria para el sacerdote Nicola Corradi, de 82 años. Muy
probablemente el fiscal Sidoti se la otorgue, pero no podrá ser en el Instituto
donde probablemente hay víctimas aún. Hoy lunes, a pesar del feriado habrá
rondas de testigos. Ya declararon empleados del Instituto y luego lo harán
docentes, no docentes, y otras personas relacionadas a la casa. También
declararán personas que conocieron la noticia a través de nuestra publicación
en el POST, y que ofrecerán su testimonio.
QUE DICE LA
IGLESIA ( dan asco
estos pervetidos hdp)
El caso es realmente un horror. La
Iglesia Católica ha perdido cientos de millones de dólares en indemnizar a las
víctimas de los curas durante años, y es un problema recurrente de cada papa de
turno. Habrá que ver qué hace ahora el papa Francisco, argentino, con este
Instituto y los curas presos acusados de pedofilia, es decir, violación de
menores en el más crudo sentido posible.
Por lo pronto, el Arzobispado de
Mendoza envió ayer a los medios un comunicado, en el que tratan de ser cercanos
a las víctimas, pero no reconocen culpabilidad alguna. Sí, la existencia de los
hechos. “Nos entristecen e indignan dichos sucesos. Manifestamos nuestra
solidaridad y cercanía con las víctimas de los hechos objeto de la denuncia”
dice. “Apenas conocida la noticia de estos sucesos fueron informadas las
legítimas autoridades del Instituto (que es de Derecho Pontificio), quienes
deberán iniciar el debido proceso canónico establecido por la Iglesia para
estos delitos denunciados” aseguran. “En cuanto esté al alcance de este
Arzobispado, se brindará toda la cooperación que corresponda a las autoridades
judiciales para el pronto esclarecimiento de los hechos denunciados” dijeron.
Un detalle, que no es menor. Al primer llamado de una autoridad judicial, en el
arzobispado de Mendoza habrían dicho que no tenían jurisdicción sobre el
Instituto Antonio Próvolo. Ahora las autoridades eclesiales de Mendoza deberán
explicar por qué vivía en un internado con niños, un cura que arrastraba
denuncias de pedofilia desde 1984. Menuda tarea para el obispo Franzini.
EL “PADRE
NICOLÁS”
Nicola Bruno Corradi tiene 82 años. Ya había sido acusado de abusar de niños
sordos entre 1955 y 1984, en el Instituto Próvolo de Verona (Italia). Una
sobreviviente de víctimas de abusos de curas pederastas, Julieta Añazco,
presentó su caso junto a los de otros diez curas argentinos acusados de
pedofilia, en la Conferencia Internacional de la Red de Sobrevivientes de Abuso
Eclesiástico realizada en julio del año pasado en Washington. Ese informe tiene
datos sobre el “Padre Nicolás”, que fueron presentados de la siguiente manera:
“Nicolás Bruno Corradi.
Acusado de abusar, entre 1955 y 1984, en el Instituto Próvolo, de Verona
(Italia), para niños y jóvenes sordomudos. Ante las autoridades eclesiásticas
fueron presentadas denuncias de violaciones, masturbaciones obligadas por curas
y relaciones de sodomía cometidas en los dormitorios. Los curas involucrados
fueron aproximadamente 130. Algunos de ellos fueron trasladados a la Argentina,
particularmente a La Plata y Mendoza. En esta última ciudad recaló el cura
Corradi, actualmente octogenario, quien cometió abuso de poder contra docentes
y alumnos. Extraoficialmente se sabe que hubo abuso sexual contra algunos
alumnos. Cuando reclamaron los padres se les “compró” el silencio con
indemnizaciones” dice el informe.
Es realmente
lapidario. Ahora, el “Padre Nicolás” está preso en Carrodilla. Las principales
acusaciones apuntarían a él. En la web además hay varias publicaciones fechadas
en 1984, en Verona, donde ex alumnos de la sede original del Instituto -unos
60- denunciaron los abusos.
EL “PADRE
HORACIO”
Horacio Hugo Corbacho, el otro
sacerdote detenido, es profesor de Teología y oriundo de Castelar, Buenos
Aires, donde nació el 8 de abril de 1960. Está en Mendoza desde 2001. La
comunidad del colegio le conoce como “El Padre Horacio”. En una antigua
publicación, la agencia católica de noticias AICA dijo de Corbacho “es el primer
sacerdote argentino de la Compañía de María para la Educación de los
Sordomudos”, anunciando la primera misa del cura en La Plata. Una
curiosidad: Corbacho fue ordenado sacerdote por José María Arancibia,
cuando era arzobispo de Mendoza. La ceremonia se hizo en el Instituto
Antonio Próvolo de Luján de Cuyo. El mismo en el que violaron a decenas de
niños.
En el Instituto no hay aún voces
oficiales. Se sabe que hay una directora a cargo, y que hay una verdadera
conmoción por la detención de los dos curas. También, que algunos familiares de
niños alumnos han pedido tomar contacto con el fiscal.
Esta historia de horror, de muchos
años, recién comienza a conocerse. Las redes sociales reproducen la información
a toda velocidad. De hecho, una lectora del POST contó que había hecho
una denuncia años atrás en la Fiscalía 11 de Luján. La mujer es madre de un
ex alumno del colegio. Ayer, a pedido de este diario, autoridades judiciales
rastrearon y encontraron el expediente, radicado en la fiscalía de Mercedes
Moya. La denuncia tiene años.
Estos días serán intensos en
declaraciones y movimiento judicial. El cura Corradi, el más anciano, será
trasladado a algún domicilio particular. Y el “Padre Horacio” podría ser
enviado a la cárcel, mientras se suman testimonios de lo que posiblemente sea
la historia más terrible conocida en la Mendoza de los últimos años.
Fuente; http://www.mendozapost.com/nota/50452-los-abusos-siguieron-hasta-hace-pocos-dias-en-el-provolo/