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domingo, 12 de enero de 2014

BiblioTech: la primera Biblioteca completamente Digital


San Antonio en Texas ha visto el futuro de la biblioteca pública, y se parece mucho a una tienda de Apple: Filas de iMacs brillantes que hacen señas, decenas de iPads montados sobre una barra de color mandarina que invitan a los lectores a ser usados, y cientos de otras tabletas disponibles para su uso por parte cualquier persona que tenga una tarjeta de préstamo.
Incluso los bibliotecarios imitan el código de vestimenta de los empleados de Apple, vistiendo sudadera con capucha y camisas a juego. Pero fundamentalmente esta biblioteca es conocida por lo que no tiene: libros reales; una distinción que ha atraído a decenas de “ratones de biblioteca digital”, además de a emisarios de lugares tan lejanos como Hong Kong que quieran aprender acerca de la idea y posiblemente llevarla  a sus ciudades.
Bibliotech es la primera biblioteca digital pública de este tipo. El acceso a la colección digital de Bibliotech incluye libros electrónicos, audiolibros y bases de datos. La membresía es gratuita para todos los residentes del Condado de Bexar.
Otros servicios adicionales con los que cuenta la biblioteca son: acceso a Internet inalámbrico, clases de informática, accesos para ordenadores portátiles, de escritorio y Tablet PC, lectores electrónicos (disponibles para la circulación), programas para niños y adultos, y espacios de estudio y reunión, también permite la adaptación de sistemas de lectura electrónica adicional para discapacitados visuales.
A través Bibliotech, los residentes del Condado de Bexar pueden acceder a través de los e-readers -que pueden llevar a casa o leer en las instalaciones- a más de 10.000 títulos actuales. Los residentes también pueden utilizar sus propios e-readers o tabletas  para acceder a la colección.
La biblioteca sin libros cuenta con 700 lectores de libros electrónicos, 200 lectores precargados para los niños, 48 puestos con ordenadores de escritorio iMac, nueve ordenadores portátiles Mac y 40 iPads. La mitad de estos dispositivos se pueden pedir en préstamos, y la biblioteca está en camino de superar a 100.000 visitantes en su primer año.
Tradicionalmente las bibliotecas digitales han estado situadas en los campus universitarios. Pero el condado de San Antonio, hizo historia cuando decidió abrir Bibliotech. El primer sistema de bibliotecas públicas sin libros del mundo, de acuerdo a la información recopilada por la Asociación Americana de Bibliotecas. Casi una década antes en Arizona, el sistema de bibliotecas Tucson-Pima abrió una biblioteca totalmente digital, pero los residentes dijeron que querían libros, y finalmente se salieron con la suya. En Charleston se está pensando abrir una biblioteca similar para este año, bajo un concepto similar, hasta con la misma estética que recuerda a las tiendas de la cadena Apple.
El Condado de Bexar, Texas (incluye la ciudad de San Antonio) se encuentra en el sur de Texas. Con base en el censo estimado de 2012, la población total es de 1.714.773 personas. La ciudad de San Antonio es la séptima ciudad más grande en los Estados Unidos. El Condado de Bexar es actualmente el cuarto condado más poblado en Texas y el décimo noveno más poblado del país. Bibliotech se encuentra en una zona de apartamentos de bajos ingresos y de tiendas de segunda mano, la mayoría de las familias de la zona todavía no tienen wi-fi, y no hace muchos años los vecinos clamaban por no tener siquiera una librería cercana.
A pesar de la tecnología, el diseño de este espacio fue más económico que si se hubiera construido una biblioteca tradicional: Bibliotech compró su colección digital de unos 10000 títulos al mismo precio que las copias físicas, pero además el condado se ahorró millones de dólares en el edificio, porque en el diseño del mismo no fue necesario dar cabida a miles de libros impresos, lo cual dispara el presupuesto. Los bibliotecarios sabemos que si se tienen estanterías, hay que estructurar el edificio para que pueda aguantar todo ese peso. Incluso una biblioteca pública tradicional más pequeña que recientemente abrió sus puertas en la cercana Kyle, costó a esa ciudad cerca de 1 millón dólares más que Bibliotech.

Fuente: http://www.universoabierto.com/

sábado, 23 de junio de 2012

Guía sobre los Libros Electrónicos para las Bibliotecas


¿Por qué ofrecer libros electrónicos?
Hay una variedad de razones para la compra de libros electrónicos, y el primero es el acceso. Ofrecer libros electrónicos es ampliar el contenido más allá de los límites físicos de la biblioteca. En un mundo digital, los clientes no se limitan a las horas de apertura. Se puede optar por descargar un nuevo libro los fines de semana, por la noche, ya que el contenido está disponible 24/7. Además, hay un interés creciente de los usuarios por los en eBooks y eReaders como ponen de manifiesto casi todos los estudios. Según el informe Pew el 19% de los estadounidenses leen en un libro electrónico, en España esta cifra es del 6,8%
La encuesta desarrollada por Library Journal de 2011 sobre la penetración de libro electrónico en las bibliotecas públicas de Estados Unidos encontró que el 66 por ciento de los encuestados había percibido un importante incremento en las solicitudes de libros electrónicos en bibliotecas en el último año.
Además, no es necesario habilitar espacios físicos para los ebooks. Las estanterías virtuales no requieren previsiones ni de cambios. El miedo a la pérdida o el daño a los contenidos también disminuyen.
Dicho esto, los ebooks tienen por igual muchas razones para no ser ofertados en bibliotecas ya que aún existen muchas cuestiones que no se han resuelto satisfactoriamente. En primer lugar son más caros que los impresos, y su uso está restringido con sistemas gestores de derechos digitales (DRM). El contenido suele arrendarse en vez de tenerlo en propiedad, debido a los acuerdos de licencia con los proveedores. Por otra parte, para mantener la colección se requiere pagar unas tasas anuales para garantizar el acceso permanente al contenido. Los modelos de negocio son muy diferentes de los modelos utilizados para libros impresos. A menudo, son insostenibles para los presupuestos de las bibliotecas públicas. Algunos de los contenidos pueden no estar disponibles para la biblioteca como muchos de los títulos publicados por las "cinco grandes" editoriales -Macmillan, Simon & Schuster, Hachette, y Penguin Group (la última de las cuales puso fin a su contrato de OverDrive el 9 de febrero) que no venden libros electrónicos a las bibliotecas. Además, Random House elevó sus precios el 1 de marzo, en algunos casos hasta triplicar el costo de un libro electrónico destinado al préstamo en bibliotecas. Ebooks también requieren de tecnología para que el usuario los pueda leer. Si los lectores en una comunidad no tienen acceso a esa tecnología de eReaders, dispositivos tablet, teléfonos inteligentes, o computadores personales serán excluidos del contexto de la lectura.
Participación de la comunidad
Antes de decidirse a comprar libros electrónicos para la biblioteca, hay que tener en cuenta el estudio de las necesidades de la comunidad. ¿Están sus usuarios pidiendo libros electrónicos? Si es así, ¿Qué tipo de contenido?: best-seller de ficción, libros infantiles, materiales de referencia, o quizá la literatura clásica? ¿Qué tipo de dispositivos de lectura están utilizando Kindle de Amazon-, Nook de Barnes & Noble, o iPads de Apple, teléfonos inteligentes u ordenadores personales? Esta información va a guiar las decisiones sobre el contenido y formato, así como mantener a la comunidad involucrada en la formación de una colección digital.
Libros electrónicos gratis
Para las bibliotecas con presupuestos limitados, la localización de contenidos ebook libre es esencial. La buena noticia es que existen miles de opciones. La mala noticia es que no son los títulos que aparecen en las listas de los más vendidos (Best Sellers). Sin embargo, hay miles de fuentes de ebooks gratuitos disponibles en línea. Es importante asegurarse de no proporcionar contenidos desde sitios alegales.
Dos colecciones merecen una mención especial, ya que ofrecen grandes colecciones en el dominio público (cuyos derechos de autor ha expirado). El primero es el Proyecto Gutenberg . creado por Michael Hart en 1971. Más de 40 años más tarde, su colección ha crecido a más de 38.000 títulos de dominio público. Otra excelente opción es Internet Archive (IA). Esta web ofrece libros, películas, música, software y sitios web. Su colección digital incluye más de tres millones de documentos, tanto en el dominio público o bajo la licencia Creative Commons.
Las bibliotecas se pueden cargar la información de estos títulos en su catálogo local con un hiperenlace de acceso a estas colecciones. Esta opción aumenta la visibilidad de los libros electrónicos en el ámbito local.
DOAB: Directorio de libros en Acceso Abierto. Al igual que existe un Directorio para las Revistas de Acceso Abierto (DOAJ ), tiene sentido tener algo similar para el floreciente mundo de las monografías de OA.
Plataformas de libros electrónicos para bibliotecas
Cuando llegue el momento para comprar contenidos electrónicos, las bibliotecas públicas tienen una gran variedad de opciones. Es importante evaluar todos los vendedores, determinar el gasto y la concesión de licencias de cada uno, y calcular los costes en curso para determinar si el modelo seleccionado es sostenible.
Baker & Taylor Baker y Taylor (B & T), a través de su nuevo Axis 360 ofrece libros electrónicos. Las bibliotecas pueden disponer de más de 105.000 títulos de libros electrónicos. La circulación de los libros electrónicos se lleva a cabo utilizando Axis 360 basado en la nube. Por último, el lector Blio se utiliza para consumir e interactuar con el contenido. El lector Blio permite leer en color, contenido, interactividad, y características de accesibilidad. Los programas de libros electrónicos van desde los $500 por año. Este bajo costo de entrada permite que una biblioteca pequeña pueda tener una colección personalizada para su comunidad. En la primavera de 2012, ofrecerá archivos EPUB y PDF disponible para descarga a los dispositivos.
Freading es un modelo de pago por el uso de las bibliotecas. Ofrece más de 20.000 títulos de docenas de editores. Después de una pequeña pago inicial, se paga por el contenido utilizado por las bibliotecas, seleccionado y utilizado por los clientes. Los precios van desde 50 centavos a 2 dólares por el uso, dependiendo de la fecha de derechos de autor del libro. El contenido no es en propiedad y el plazo del préstamo es de dos semanas. Cada libro puede ser renovado por un período de dos semanas de forma gratuita o por una tarifa nominal, dependiendo de la fecha de publicación del libro. Después de que el período de cuatro semanas de préstamo haya caducado, el libro no se puede acceder, sin costo adicional a una nueva descarga. Por otro lado, este modelo permite a varios usuarios leer el mismo título en el mismo tiempo sin espera. Asimismo, no hay tarifas de acceso en curso para las bibliotecas. Los clientes de las bibliotecas participantes descargan el contenido a través del sitio Freading a través de "fichas" prepago de la biblioteca. Las bibliotecas pueden elegir el número de fichas semanal disponible para los clientes.
OverDrive, el mayor proveedor de libros electrónicos en bibliotecas, ofrece más de 700.000 títulos de 1.000 editoriales. Ebooks, audiolibros y vídeos están disponibles en una variedad de géneros de ficción y no ficción. OverDrive es el proveedor en este momento que ofrece descarga directa a los dispositivos Kindle. Los títulos se ponen a en préstamo a disposición de los clientes e incluyen el mantenimiento anual y los honorarios de alojamiento. Para bibliotecas con presupuestos limitados se recomienda la creación de grandes consorcios de compra. Otra opción es unirse a un consorcio ya existente. Las bibliotecas en el consorcio pagará los honorarios anuales de participación. Las tarifas actuales de participación cubre el contenido, así como alojamiento y mantenimiento.
3M lanzó su biblioteca en la nube en junio de 2011. Actualmente cuenta con una reserva de 100.000 títulos de libros electrónicos (otros formatos en breve) de 40 editores. Pequeñas bibliotecas públicas de un grupo de consorcios pueden ser fácilmente acomodados por el servicio de 3M. También tiene un precio especial para pequeñas bibliotecas que deseen seguir siendo independientes. 3M permite a las bibliotecas transferir el contenido a otra plataforma, una vez que el contrato ha expirado, si desean hacerlo. La compañía está en conversaciones con Amazon y espera poder ofrecer descargas a los dispositivos Kindle en un futuro.
En España las plataformas que ofrecen libros electrónicos para bibliotecas son Xercode, Odilo, y Libranda
Si la biblioteca está mirando para comprar libros electrónicos de referencia o de contenido científico, hay varias posibilidades. Puede comprar a un agregador (un vendedor que vende los títulos de las editoriales múltiples en una sola plataforma), o hacerlo a través de la editorial en la plataforma de la misma, o por medio de un distribuidor (un vendedor que vende prensa y libros electrónicos de varios editores).
Los principales agregadores de libros electrónicos de Estados Unidos y distribuidores son EBL, EBSCOhost, ebrary ProQuest Follett, MyiLibrary Ingram, Knovel, Sarafi. Los títulos y los precios varían según el proveedor, el tamaño de la biblioteca, y el número de usuarios simultáneos. El contenido de estos vendedores está diseñado principalmente para la lectura online. Desde las interfaces permiten descargar los artículos de referencia, capítulos de libros o títulos completos para la lectura en línea de la mayoría de estos vendedores. Las políticas y procedimientos pueden variar de unos a otros.
Evaluación de proveedores
Al comprar libros electrónicos, es crucial evaluar cada proveedor. Muchas bibliotecas han creado hojas de cálculo o matrices para comparar las características rápidamente. Algunas cosas que deben ser comparados incluyen contenido / títulos disponibles, formato de los archivos, modelos de negocio y los costos, plazos de concesión de licencias (propiedad o de acceso), honorarios, disponibilidad de registros MARC, costo, opciones de descarga, impresión, características de la interfaz, soporte al cliente formación, y la posibilidad de utilizar los datos estadísticos.
Descarga de contenido
La mayoría de los clientes va a querer descargar libros electrónicos de la biblioteca a un dispositivo de lectura personal. Por lo tanto, es imperativo que las bibliotecas conozcan los formatos de archivos, dispositivos y procedimientos de descarga. Esto puede ser muy complicado dado los muchos formatos de archivo y dispositivos de lectura electrónica existentes en el mercado. En general, los libros electrónicos serán vendidos a las bibliotecas en formato de archivo PDF o EPUB. Estos formatos son compatibles con muchos dispositivos de lectura como el Nook, Sony Reader, Kobo, iPad, y muchas otras aplicaciones de lectura para los dispositivos de tableta y teléfonos inteligentes. Kindle, el dispositivo de Amazon por el contrario, utiliza un formato propietario conocido como AZW. Como se mencionó anteriormente, OverDrive es el único proveedor que ofrecer descargas directas a Kindle. El proceso de Kindle es relativamente simple y fácil, utilizando la cuenta de Amazon como fuente de entrega de contenido una vez que se ha extraído de la biblioteca..
Para la mayoría de las descargas de libros electrónicos, sin embargo, el proceso implica pasos adicionales. En primer lugar, los usuarios deben encontrar el título que desee buscando en el OPAC de la biblioteca, o en la plataforma de la biblioteca digital proporcionada por el vendedor. Una vez que un título está seleccionada, el usuario debe identificarse mediante la tarjeta de la propia biblioteca (hay un creciente movimiento de la integración de los OPACs y plataformas de proveedores). Títulos adquiridos con el uso ilimitado simultáneo, o aquellos de dominio público, permiten que varios usuarios pueden acceder a ellos, al mismo tiempo.
Después de proceder al préstamo los usuarios descargan el archivo en un ordenador o un dispositivo. El software predominante para esta descarga es Adobe Digital Editions (ADE). ADE es gratuito pero requiere que el usuario se registre y descargue el software en un ordenador personal. ADE se puede utilizar para almacenar, organizar y leer el contenido. También se puede utilizar para transferir los títulos descargados a un dispositivo de lectura electrónica a través del puerto USB. Para completar la transferencia tendremos que conectar alguno de los dispositivos de lectura electrónica que estar registrado en la cuenta de ADE para poder leer los contenidos en el mismo .
La primera vez que un cliente descarga un ebook es complicado, ya que el software debe ser descargado y registrado. Una vez completados estos pasos, volver a repetir el proceso es menos complicado. Las dificultades técnicas pueden ocurrir en cualquier momento, ya menudo lo hacen. De acuerdo con la edición de enero de 2012 de Library Hournal, el 23 por ciento de los clientes no tuvieron éxito en la descarga de libros electrónicos, debido a cuestiones tecnológicas.
Una mano amiga
Si la biblioteca va a ofrecer libros electrónicos descargables, es necesario ofrecer capacitación y apoyo para el personal. A su vez, el personal tendrá que proporcionar formación y apoyo a sus usuarios.
Las bibliotecas están apoyando estas acciones con sesiones de capacitación, video tutoriales, demostraciones, o documentación. Mucho de este material están disponible en línea, ya sea de los sitios web de las bibliotecas públicas, YouTube, o sitios de los proveedores. Muchos de los vendedores de la biblioteca tienen una amplia formación y programas de apoyo para las bibliotecas de sus miembros.
La mejor formación, sin embargo, es la experimentación. Alentar al personal a practicar la descarga de libros electrónicos de la biblioteca. Si la biblioteca se lo puede permitir, puede comprar varios dispositivos de lectura electrónica diferentes para el personal. Estos pueden ser utilizados para la capacitación práctica tanto del personal o de los usuarios. Así pueden compartir consejos y técnicas con otros y experimentar con los diferentes dispositivos.
Presupuestos
La determinación de la cantidad de un presupuesto para gastar en libros electrónicos pueden variar en cada biblioteca. En la encuesta de 2011 sobre la penetración de libro electrónico, Library Journal calculó que las bibliotecas públicas están gastando alrededor de cuatro por ciento de sus presupuestos materiales de libros electrónicos. Este número creció a partir del estudio de 2010 por encima de dos puntos porcentuales. Cuando se le preguntó acerca de los presupuestos materiales de libros electrónicos en el año 2016, las bibliotecas prevén que el ocho por ciento del presupuesto se destinarán a los ebooks.
Como se mencionó anteriormente, siempre se debe tener en cuenta las necesidades de la comunidad para la adquisición de contenidos electrónicos, y tomar las decisiones presupuestarias sobre la base de esas necesidades. Siempre se puede empezar poco a poco con un programa piloto y ampliarlo si la demanda crece.
La demanda de libros electrónicos en las bibliotecas públicas está presente, cada vez con más fuerza, y no es previsible que esta dinámica no siga el camino recientemente iniciado.

domingo, 20 de mayo de 2012

Derechos de los lectores en la era del libro electrónico


Shiyali Ramamrita Ranganathan (1892-1972) fue un matemático que se ganó el título del Padre de la Biblioteconomía en la India, su país natal, por su contribución a los sistemas de clasificación al desarrollar el sistema de clasificación facetada; sin embargo, lo que le valió el reconocimiento a nivel internacional fue la elaboración en 1931 de sus famosas Cinco Leyes de la Bibliotecología:

1. Los libros son para usarse
2. A cada lector su libro
3. A cada libro su lector
4. Hay que ahorrar tiempo al lector
5. La biblioteca es un organismo en crecimiento

Quizá Ranganathan nunca imaginó la repercusión de estas 5 máximas para el mundo de la bibliotecología que a más de ocho décadas de distancia siguen teniendo un gran valor. Lo que definitivamente nunca pudo predecir fue la “revolución” y evolución que estaría viviendo el mundo del libro con el auge del libro electrónico y donde estas leyes siguen tan vigentes aunque el formato cambie.
A pesar de la vigencia de las 5 Leyes de la Bibliotecología, la naturaleza del libro electrónico y los retos que debe de enfrentar hacen necesaria una reformulación y adaptación a los nuevos tiempos, al nuevo formato y a las amenazas que se ciernen sobre él, por ejemplo, los DRMs, la baja calidad en el diseño editorial y en la corrección de estilo, a quién pertenece el libro realmente, entre otras.
Ante estos tiempos que corren y los retos tanto de lectores como del libro electrónicos, muchos expertos en la materia se han aventurado a formular nuevas leyes y máximas que se adapten y satisfagan las necesidades actuales tanto de los lectores como de los contenidos, veamos algunas de ellas:

Los derechos del lector de acuerdo con Mike Cane:

1. El derecho a una portada digna.
2. El derecho a un índice (con enlaces a cada capítulo).
3. El derecho a una maquetación correcta.
4. El derecho a la posibilidad de subrayar pasajes en el libro.
5. El derecho a marcar páginas.
6. El derecho a copiar.
7. El derecho a ilustraciones legibles.
8. El derecho a la corrección tipográfica.
9. El derecho a una pantalla libre de anuncios.

Del lado de nuestro idioma, encontramos a Javier Celaya y José Antonio Vázquez que en mayo de 2010 formularon un dodecálogo del lector digital en donde sobresalen temas como la privacidad del lector, la propiedad del libro y la posibilidad de leerlo en la plataforma que mejor convenga al lector (e-reader, computadora, teléfono inteligente, en la nube, etc.), la portabilidad de los datos y otros que también se mencionan en los derechos de Cane.
La bibliotecaria Alicia Sellie, de la mano de Matthew Goins, ambos preocupados por las barreras que representan los DRM elaboró también su Declaración de Derechos de los Libros Digitales, mismos que han quedado asentados en la web 
ReadersBillofRights.Info:

1. Capacidad para retener, almacenar y transferir los libros adquiridos
2. Capacidad de crear una copia en papel del libro electrónico.
3. Los libros electrónicos deben estar en un formato abierto (para que pueda leerse por ejemplo en una computadora y no en un solo dispositivo)
4. Capacidad para elección del hardware para acceder a los libros (por ejemplo, en 3 años, cuando el dispositivo ya no sirva, que todavía se pueda leer en otro hardware)
5. La información del lector debe ser privada (los datos sobre cómo, cuándo y qué leemos no serán almacenados, vendidos o comercializados).

En el blog de Kobo hace tiempo se publicó también un listado sobre derechos del lector(actualmente el link no está disponible):
1. Derecho a bajar los libros al dispositivo.
2. Derecho a subir libros en el dispositivo.
3. Derecho a conservar su biblioteca.
4. Derecho a la libertad de movimiento.
5. DRM solo cuando es necesario, pero no innecesarios DRM.

No deja de ser curioso que Kobo al ser un distribuidor de libros electrónicos y no un lector, no sea tan contundente en el tema del DRM, no se cuáles serían los casos específicos en los que un libro requiere de DRM y mucho menos queda claro a lo que ellos llamen DRM innecesarios. En fin, queda claro que son unos derechos de los lectores pensados por alguien que vende y no el que consume.
Como podemos notar, las principales preocupaciones se centran en la privacidad del lector y la comercialización de su comportamiento lector, otro tema no menos importante tiene que ver con el DRM y las barreras que éste representa y el reto que puede representar el constante cambio de formatos y dispositivos. Los derechos del lector es un tema que preocupa y debe seguir ocupando tanto a los lectores como a escritores, editores y distribuidores de contenido si se pretende que la lectura en pantalla satisfaga las necesidades de todos y se convierta en una verdadera opción al momento de leer.


Fuente: http://leerenpantalla.com/derechos-de-los-lectores-en-la-era-del-libro-electronico/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=derechos-de-los-lectores-en-la-era-del-libro-


jueves, 1 de diciembre de 2011

"Fahrenheit 451" finalmente es un e-libro







A los 91 años, Ray Bradbury se ha reconciliado con el futuro que ayudó a pronosticar.

El escritor de fantasía y ciencia ficción, por años enemigo de los libros electrónicos (e-libros), finalmente permitió que su clásico "Fahrenheit 451" se publique en formato digital, y Simon & Schuster la puso en venta el martes.

Publicado inicialmente en 1953, "Fahrenheit 451" ha vendido más de 10 millones de ejemplares y ha sido traducido a 33 idiomas. El libro presenta un mundo en el que el apetito por nuevos y más rápidos medios de comunicación lleva a un declive en la lectura, y los libros son prohibidos y quemados. El mismo Bradbury ha sido un defensor enfático de los textos tradicionales de papel, diciendo que los e-libros "huelen a combustible quemado" y calificando la Internet nada más que como "una gran distracción".

"No tiene sentido; no es real", dijo al New York Times en el 2009. "Está en algún lado en el aire".

En un comunicado emitido el martes, el editor de Simon & Schuster Jonathan Karp dijo que el nuevo e-libro era "una rara y maravillosa oportunidad de continuar nuestra relación con este querido y canónico autor y de llevarle su trabajo a una nueva generación de lectores y en nuevos formatos".

Simon & Schuster también anunció que una nueva edición en rústica de "Fahrenheit 451" saldrá a la venta en enero, además de otros dos favoritos de Bradbury, "Crónicas marcianas" y "El hombre ilustrado", en marzo.

 Mientras las ventas generales del mercado electrónico se han incrementado por lo menos en un 20%, una ola de autores que se negaban a publicar en este formato han cambiado de parecer, entre ellos la creadora de "Harry Potter", J.K. Rowling.

Fuente: http://feeds.univision.com/feeds/article/2011-11-29/fahrenheit-451-finalmente-es-un

jueves, 26 de agosto de 2010

Digitalizar la biblioteca personal, una nueva tendencia

En Japón, Fujitsu ha doblado las ventas de escáneres de doble hoja. Comunidades en Internet explican cómo fabricar un escáner que no obligue a cortar las páginas del libro.
 

En Japón, Fujitsu ha doblado las ventas de escáneres de doble hoja.- Comunidades en Internet explican cómo fabricar un escáner que no obligue a cortar las páginas del libro

La salida de los libros electrónicos no supone únicamente la aparición de un nuevo mercado editorial. En Japón se está imponiendo el hábito de digitalizar la biblioteca doméstica. Esta práctica ya tiene nombre: jisui (cocinar tu propia comida) y está empujando tanto la venta de humildes cutters como la de escáneres de última generación que permiten digitalizar en un único proceso las dos páginas de una misma hoja. En junio, la empresa Macromill hizo una encuesta en Japón entre 300 propietarios de un iPad y encontró que el 20% habían digitalizado alguno de los libros que tenían en casa y un 30% estaba pensando en hacerlo. Esta conversión digital acostumbra a hacerse sobre libros gruesos y que carecen de versión electrónica.

Esta tendencia ha influido en la venta de productos relacionados con ella. Fujitsu ha admitido que la venta de sus escáneres dúplex, de doble página, se doblaron en junio con respecto al mes anterior. Fujitsu, por ejemplo, tiene en el mercado escáneres de doble hoja que trabajan a una velocidad de 18 páginas por minuto. Amazon ha detectado un incremento similar que también afecta a cortadoras de papel. La red de tiendas japonesa Yodobashi Camera ha instalado en una de ellas un espacio para adiestrar a sus clientes sobre cómo digitalizar los libros caseros.

Según Mainichi Daily News, la empresa Jissen especializada en cortar libros tiene una demanda de mil a 1.500 títulos diarios. En el pasado, las peticiones procedían de clientes masculinos y para obras especializadas, ahora se ha incrementado la clientela femenina y para obras literarias. Algunas empresas ya ofrecen el servicio completo de digitalización amparándose en el derecho a la copia privada de una obra adquirida legalmente, aunque las compañías editoras consideran que comercializar este servicio va más allá del derecho reconocido a la copia privada.

El problema es que algunas soluciones para digitalizar los libros destroza el original en papel. Sin embargo, ya hay fórmulas para salvaguardar la integridad del original. Bookliberator, un caso, propone una urna en la que se deposita el libro con las hojas abierta en un ángulo de 90 grados. Una cámara recoge la imagen de las dos páginas visibles. El único inconveniente es que el cliente debe abrir la urna cada vez que desea pasar hoja. El Bookreader de Plustek es otra de las alternativas existentes. Su escáner ha recurrido a una tapa regulable en altura que no impide colocar el libro abierto porque el lomo es un problema.

No es de extrañar que sea un profesor japonés, Masatoshi Ishikawa, de la Universidad de Tokio, quien haya diseñado un artilugio para escanear un libro en apenas un minuto. Según Gizmodo, "la lente es capaz de captar 500 imágenes por segundo a una resolución de 1280×1024 píxeles, un segundo sistema proporciona iluminación suficiente como para captar las letras y los dibujos presentes en la página, al mismo tiempo un láser proyecta unas líneas que sirven para establecer cuáles serían los renglones-patrón que seguirían los párrafos y finalmente un ordenador reconstruye tridimensionalmente la página". El problema, por ahora, es la gran dimensión de la máquina. En Internet ya ha nacido una comunidad de personas que han creado sus propias soluciones para escanear libros sin maltratarlos.

 
TOMÀS DELCLÓS - Barcelona - 26/08/2010
 
 
 
 
 
Daniel Diaz
Bibliotecario Argentino

 

domingo, 18 de julio de 2010

100 Bibliotecas Digitales y 'recolectores' de Libros Electrónicos

Resumen
Selección personal de 100 proyectos de digitalización internacionales y locales actualmente en funcionamiento. La selección se ha hecho siguiendo el interés que pueden tener las obras incluidas y en otras ocasiones por los servicios, las herramientas y las aplicaciones diferentes que se proponen. La mayor parte de los recursos tienen como objetivo ofrecer una copia digital de libros pero también se incluyen otras tipologías documentales: publicaciones periódicas, tesis, literatura gris, fotografías, grabados, grabaciones sonoras... Abundan los proyectos realizados por las bibliotecas nacionales y universitarias, los proyectos comerciales más representativos y las colecciones colaborativas. Una tipología a destacar es la de las plataformas que pretenden recuperar y difundir una cultura o una lengua. La lista incluye preferentemente proyectos de bibliotecas digitales con obras de dominio público, las obras de las que se pueden descargar e imprimir, también están incluidos pero materiales de pago. La ordenación de la selección está presentada alfabéticamente.
 
Introducción
 
En una editorial de The New York Times1 del 24 de diciembre de 2004 repasaban en pocas líneas los que debían ser los riesgos de la nueva (?) Biblioteca de Babel, no muy alejada de las previsiones de Borges, pero tecnológicamente y legalmente llena de retos. La fecha de la editorial no es casual; coincide con el anuncio del proyecto Google Books Search con un presupuesto inicial de 270 millones de dólares y unas previsiones de crecimiento espectaculares en el ámbito de la edición "sin ánimo de lucro" (las comillas son nuestras). The New York Times decía: "The idea of making books available online is not new, but this plan represents an enormous shift in scale, so enormous that if it is carried out successfully, it may redefine the nature of the Internet and the university".2 Se sabe que no sólo ha redefinido la naturaleza de Internet (con muchos peros) sino que ha generado muchos campos de lucha –nada disimulada– y una carrera de obstáculos para estar cuando es necesario, o sea, ya. Estos últimos años Google Books es una realidad impresionante que ha cumplido con todo detalle la misión de "organizar la información mundial y hacerla universalmente accesible y útil". Pero, aparte de los cientos de titulares y juicios que ha abierto en todo el mundo (China, Francia, Italia, Estados Unidos, Alemania) muchos están de acuerdo en que la decisión de Google ha abierto una maratón en la red: estar o no estar disponible.
Se disponía ya de muchos proyectos, muchas apuestas por el libre acceso, pero nunca como en estos últimos años hemos tenido tantas publicaciones disponibles gratuitamente ni tantos proyectos (locales e internacionales) que "lucharan" por un espacio donde, primero, el patrimonio propio y, después, el académico 'luzcan apropiadamente'. La aparición del eReader, el iPad y otros dispositivos móviles han acelerado la carrera y han multiplicado las perspectivas futuras.
Los bibliotecarios en este contexto han hecho lo que había que hacer: ¡estar! Por un lado, aceptando el desafío tecnológico, asumiendo los gastos monstruosos de la digitalización y gestionando el conocimiento que generaban todas las bibliotecas digitales en crecimiento continúo. No es extraño en este contexto encontrar en blogs y revistas especializadas, en casi todos los webs de bibliotecas universitarias o públicas, en proyectos de digitalización, listas que seleccionan lo mejor de estos productos digitales (lo que no se hace casi nunca es explicar por qué sí unos y no otros, más allá de cuestiones muy elementales como el número total de ítems, los formatos de descarga o las facilidades de acceso). La excepción, vista las dimensiones reales de esta biblioteca de Babel digital, la marcan las selecciones de recursos por especialidades, es decir, los libros monográficos para ámbitos concretos del conocimiento donde lo que manda, obviamente, es la especialización misma.
Reseñar lo que está ya reseñado por todos (con o sin criterios visibles de selección) parece, como sucede a menudo en este oficio nuestro, otra vuelta de tuerca. De hecho sólo hay que hojear la bibliografía profesional para ver de cuántas maneras hemos sido capaces de mirar los diferentes proyectos digitales, hasta qué punto se han analizado y las conclusiones que se han sacado. Una última aclaración: la mayoría de los 100 proyectos que se mencionan son conscientes que serán más eficientes si tienen un buen posicionamiento en la red. Habría que saber cuántos usuarios llegan al documento digital final desde el buscador, por ejemplo, de Europeana, o directamente buscando desde Google o Yahoo. Nada que las bibliotecas de todo el mundo no sepan.
Sin embargo se ha creído que sería bueno incluir nuestra propia selección. O mejor aún, elegir el "mejor" según las listas (a veces temibles y enciclopédicas) de algunas de las 60 bibliotecas universitarias más importantes del país o del extranjero. Se han repasado algunas listas que sí incluyen argumentos de selección –casi todas de blogs bibliotecarios o revistas del sector– y finalmente qué proyectos mencionan las bibliotecas digitales que se han seleccionado. Como veréis el resultado era previsible en la mayoría de los casos. Lo que ya no es tan previsible es como sería esta lista, si se volviera a hacer este ranking, dentro de diez años. Lo probaremos.
Veréis que dado el momento de efervescencia que vivimos con todo lo relacionado con el libro electrónico se han incluido muchas selecciones de plataformas centradas en la distribución del libro electrónico en dominio público que a menudo funcionan como editores, como simples recolectores o como indexadores. El orden final es simplemente alfabético, para no perder viejas costumbres. A título de anécdota, entre las plataformas seleccionadas algunas están simplemente porque tienen que estar y de otros por la suma de servicios añadidos que ofrecen, herramientas y aplicaciones que, en plena lucha por fidelizar al usuario, las hacen diferentes.
Josep M. Turiel
CRAI de la Biblioteca de Lletres --Universitat de Barcelona
 
 
 
Disponibles en