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viernes, 6 de agosto de 2010

Los editores independientes recomiendan sus mejores libros

En nueve librerías porteñas se exhibirán 20 títulos destacados de distintos géneros

Lo mejor de veinte editoriales independientes del país se concentra de manera destacada en una lista de veinte títulos disponibles en librerías porteñas. Se trata de la "hotLIST", que el público encontrará hasta el 15 de este mes en nueve locales y que incluye títulos de poesía, ciencia, novelas, cuentos, arte, literatura infantil, historia y ensayos.
La propuesta, impulsada por la Alianza de Editores Independientes de la Argentina (Edinar), consigue dar una especial visibilidad a la producción editorial independiente.
Los títulos seleccionados se encuentran en los locales de Antígona (Av. Corrientes 1555 y Las Heras 2597); la Boutique del Libro (Chacabuco 459, San Isidro); Eterna Cadencia (Honduras 5574): Fedro (Carlos Calvo 528); Hernández (Av. Corrientes 1436); Libros del Pasaje (Thames 1762) y Prometeo (Av. Corrientes 1916 y Honduras 4912).
Cada una de las editoriales eligió especialmente un título editado entre el año pasado y éste, y expresó las razones que definieron su elección. De esta forma, los organizadores de la iniciativa se proponen ofrecer una mirada diferente sobre lo que se escribe, piensa y edita en el país.
Edinar nació en 2005 para apoyar y defender la "bibliodiversidad", a través de "una edición cuidada, independiente y respetuosa del contenido intelectual y de la forma gráfica", como sostiene entre sus objetivos. Está integrada por treinta editoriales cuyas dimensiones oscilan entre un catálogo con una docena de títulos hasta otros que suman centenares. Pero los reúne una misma mirada sobre su rol de gestores culturales.
Los seleccionados
Del Naranjo optó por Los cuentos del abuelo Florián , de Norma Huidobro, porque amalgama lo tradicional con un elemento de transgresión al cambiar el final de cada fábula. En tanto, Biedel seleccionó Alem, el hombre de la multitud , de Alvaro Yunque, debido a la prosa cuidada de esta biografía y porque la obra de Yunque fue incinerada durante la dictadura militar.
Ediciones Winograd seleccionó las Rimas , de Dante Alighieri, porque permiten apreciar "una faz de Dante tan profunda como la de la Comedia, pero más inmediatamente accesible". Y Corregidor optó por Poemas , de Macedonio Fernández, debido a que "su escritura testimonia una práctica intelectual, ética y política capaz de imaginar las estrategias más originales y desafiantes de nuestras letras", como señalan en la página web de Edinar ( www.edinar.com.ar ).
La "hotLIST" también incluye los títulos El detective Intríngulis y el robo de la "Mona Luisa" , de Amaicha Depino y Carla Baredes (Iamiqué); Cuba libre. Vivir y escribir en La Habana , de Yoani Sánchez (Marea); Teoría del complot , de Ricardo Piglia (Mate); Argentina en el siglo veinte, de David Rock (comp.) (Lenguaje Claro); La Virgen Cabeza , de Gabriela Cabezón Cámara (Eterna Cadencia); Con la cabeza en las nubes , de Diego Bianki (Pequeño Editor); Todas las palabras para decir roca , Gary Snyder (Gog y Magog).
Y se completa con 200. Cuatrocientas imágenes dicen más que cuatrocientas mil palabras , de Guido Indij (ed.) (La Marca); ¿Quién mató a Molly Blum? , de Ana María Sandoval (El 8vo Loco); Café de los maestros , de Irene Amuchástegui con fotografías de Nora Lezano y Sebastián Arpesella (Retina); Los colores y yo , de Mariana Ruiz Johnson (Remolino); Los que esperan la lluvia , de Gabriela Margall (Vestales); Esto no es para vos , de Sandra Comino (La Bohemia); La imagen justa. Cine argentino y política 1980-2007 , de Ana Amado (Colihue); El Estado burocrático autoritario , de Guillermo O´Donnell (Prometeo), y La invención de la filosofía , de Néstor Luis Cordero (Biblos).
La idea de Edinar es que el proyecto de la "hotLIST", que se inspiró en una acción de un grupo de libreros independientes alemanes, continúe. "Queremos presentar la propuesta en distintos lugares, por ejemplo para la Feria de Fráncfort, y también en Madrid, si se concreta la semana del libro argentino en dicha ciudad", contó a LA NACION Juan Pampín, de Ediciones Corregidor.
En tanto, Gabriela Tenner, de Lenguaje Claro, comentó que han tenido pedidos de librerías de distintas provincias argentinas que quieren participar.
-LA NACION
por Laura Casanovas

Por la "bibliodiversidad" / La iniciativa durará hasta el 15 de este mes

jueves, 24 de diciembre de 2009

Por un Libro universal


Los textos en soporte digital plantean a editores y libreros el problema de cómo impedir que, al igual que ocurre ya con la música y el cine, el público los consiga gratis. Lectores y autores pueden salir beneficiados
Asistimos estos días a la enésima versión de un enfrentamiento clásico: por un lado, la orientación democrática de la mayoría de innovaciones en el terreno de la comunicación digital. Por otro, el inevitable movimiento de actores empresariales y políticos para restringir el alcance de las nuevas tecnologías y ponerlas a rendir beneficios. Este antagonismo, que se ha instalado en el centro del debate de la cultura al convertirse Internet en uno de los principales medios de transmisión cultural, ya ha zarandeado violentamente el cine y la música y ahora alcanza al libro.
Todos los sistemas para evitar la copia que se han usado masivamente han sido derrotados
La autoedición digital, sea comercial o gratuita, es una de las opciones más interesantes
El presente artículo defiende que el actual sistema de implantación del libro electrónico no es solamente una transición del papel al soporte digital, sino básicamente una extensión del modelo tradicional de edición. Una extensión insostenible y en última instancia perjudicial para el autor y el lector. La meta para la nueva década, en mi opinión, debe ser la distribución gratuita del libro por Internet. Y por una vez, lo ideal es también lo que tiene más números de ir a suceder.
¿Cuál es el modelo actual de implantación del libro electrónico? En Estados Unidos, el primer país donde se han comercializado de forma masiva los libros electrónicos, las grandes editoriales dan la opción de comprar sus novedades y parte de su catálogo en formato digital a través de tiendas online (principalmente, Amazon y Barnes & Noble). Existen dos aparatos lectores (el Kindle de Amazon y el Reader de Sony) que se están vendiendo bien. Aunque todo el mundo se guarda bastante sus cifras, Amazon anunció que en 2009, de todos sus libros que se comercializaban simultáneamente en papel y en formato electrónico, el libro electrónico ya alcanzaba el 10% de las ventas y este porcentaje estaba subiendo muy deprisa. Para quienes ya usamos lectores de e-books, es evidente por qué. El libro electrónico es mucho más barato, gratuito en el caso de las obras libres de derechos (que abarcan todo el canon literario previo al siglo XX); permite la adquisición inmediata, elimina problemas de espacio y, pese a que alguno vaya a levantar la ceja, es más cómodo y manejable que un libro.
Ahora bien: como es obvio, todo este montaje, del que se benefician principalmente tiendas online y editoriales, depende de que la gente no pueda conseguir el libro gratis. El mismo dilema que afrontan la música y el cine. Para evitar que el usuario obtenga el libro sin pagar existe la llamada Gestión de Derechos Digitales (DRM, por las siglas inglesas) destinada a restringir la circulación de la obra en formato digital y a evitar que ésta pueda ser copiada, impresa o compartida. El mecanismo de DRM que se usa en la actualidad para el libro electrónico es el algoritmo anticopia, que permite que un libro comprado solamente pueda ser usado por un número restringido de usuarios (de uno a cinco, dependiendo del título).
Este mecanismo ya está desfasado, y han aparecido varios métodos para eludirlo, desde localizar el algoritmo de protección y anularlo hasta otros más pedestres como pasar el e-book por un escáner fotográfico y generar una copia digital-físico-digital. El próximo sistema de DRM que se investiga es la llamada huella digital, que consiste en insertar en los contenidos del libro un conjunto de bits (marca de agua digital) que contienen información del comprador, lo cual permite detectar al responsable de la copia ilegal. No hay duda de que el nuevo sistema se mostrará eficaz durante unos meses, pero en la práctica todos los sistemas de DRM que se han usado ampliamente han sido derrotados cuando se los ha desplegado a bastantes consumidores.
No hay duda de que esa insostenibilidad "estructural" del modelo editorial tradicional aplicado al e-book es una mala noticia para editoriales y grandes librerías, que ya deben de estar temblando al pensar en el dinero que perderán cuando la gente se descargue gratis el nuevo Dan Brown. Su gran preocupación no son los "derechos de autor", obviamente: la gratuidad favorece el consumo y eso interesa al autor. Son los beneficios de sus accionistas lo que peligra. Los empresarios tienen tanto miedo a que la gente acceda a los libros gratis que están generando situaciones grotescas: varios grupos editoriales americanos, por ejemplo, ya han declarado una guerra contra las bibliotecas públicas para que éstas limiten al máximo el préstamo de e-books, presionando, por ejemplo, para impedir las lecturas simultáneas. Una idiotez diametralmente opuesta a la idea de biblioteca pública.
A quien realmente beneficia la insostenibilidad del modelo editorial es a los lectores y a los autores: la extensión natural de la piratería tiene que favorecer un modelo alternativo al que ofrecen las editoriales actuales. Sin las cortapisas que imponen el DRM y su legislación asociada, autor y lector tienen la oportunidad de adentrarse en una nueva era delimitada por los horizontes ideales de la distribución universal y el acceso universal. (Algo que, como he mencionado, ya es una posibilidad efectiva en el caso de los "clásicos" libres de derechos). La auto-edición digital, ya sea comercial o gratuita, es una de las opciones más atractivas.
En su página web, el escritor José Antonio Millán calculaba recientemente que un autor que editara y comercializara él mismo sus libros electrónicos desde su sitio web obtendría algo más del 75% de lo que pagara el comprador, tras asumir los costes del alojamiento, el ancho de banda y la pasarela de pago y pagar al proveedor de formatos. (La autoedición, claro, implica renunciar al célebre anticipo). Por el contrario, una obra electrónica de las que se comercializan hoy bajo formato protegido reparte un 10% de beneficios para el editor, 10% para el agente, 10% para el proveedor del formato y 40% para la tienda online.
Por supuesto, construir un sitio web que permita descargar e-books no es sencillo: hacen falta una pasarela de pago seguro y una recomposición completa del dominio en https que asocien pasarela de pago y descargas, además del coste del alojamiento y del ancho de banda. En caso de considerarse la autoedición comercial, esto obligaría a los autores a asociarse para constituir pequeñas tiendas online. Dichas tiendas, en última instancia, estarían expuestas al mismo riesgo de copia por parte del usuario que las grandes librerías, lo cual, si se buscara la sostenibilidad económica, obligaría a ofrecer la descarga gratuita y obtener ingresos por otras vías: desde la publicidad en el sitio web o dentro del contenido del libro hasta el evento en directo.
Siguiendo el modelo del músico, el evento en directo (lectura o performance, a menudo en el marco de un festival) se presenta como alternativa viable al descenso de ingresos por ventas. Aun así, este nuevo modelo no se libra de otros dos problemas tradicionales de la auto-edición, que a los editores tradicionales les encanta señalar como infranqueables: la promoción y el marketing. El horizonte que propongo pasaría por combinar conceptos como la gira promocional, el uso de agencias de relaciones públicas especializadas y las distintas técnicas de marketing viral, obligando al escritor que quiera darse a conocer a asumir varias funciones del empresario.
Ya hay muchas organizaciones, algunas tan grandes como Electronic Fronter Foundation o Free Software Foundation, que combaten el DRM y abogan por el nuevo modelo de comunicación cultural libre. Pero tenemos que ser los creadores quienes empecemos a mover ficha. No vamos a cambiar el mundo de la noche a la mañana, pero no hay duda de que un panorama donde los lectores tengan acceso libre y gratuito a los libros es el modelo deseable, y vale la pena trabajar en esa dirección. La tecnología lo permite, en el marco de una serie de prácticas que devuelven cierto control al artista y que ya están teniendo precedentes apasionantes en experiencias de autogestión en el mundo audiovisual.
Javier Calvo es escritor. Su última novela publicada es Mundo maravilloso (Mondadori
Fuente:

sábado, 21 de noviembre de 2009

Los libros que se leerán este verano

Con el encendido de los primeros árboles navideños en poco más de dos semanas, la industria editorial sacará a las vidrieras lo mejor y lo más vendible de sus novedades editoriales de fin de año.

Con tiradas que van de los 3000 a los 20.000 ejemplares habrá libros para entretener y entretenerse; otros que, con mayor o menos profundidad, apuntan a entender la política nacional; biografías sobre vidas notables de la cultura; autoayuda para sortear la mala onda, chick lit para adolescentes y no tanto, cocina gourmet y tradicional, mucho bestseller y buena literatura conforman la extensa oferta que llega, desde estos días, a las librerías vernáculas.

Para el director editorial de Random House Mondadori, Pablo Avelluto, "este es un año en que recuperaron espacios varios libros periodísticos" porque si bien "el clima político no influye en el campo de la ficción, sí lo hace en el de los libros de investigación". Para el editor la clave de las buenas ventas de fin de año se explica por "la diversificación de los intereses del público. Un lector de no ficción es a su vez un lector de ficción. Este año en la Argentina se han reproducido algunos fenómenos editoriales globales".

Para el director editorial de Grupo Planeta, Ignacio Iraola, el tirón del los éxitos europeos es bien aprovechado en el nivel local. "Stieg Larsson y Dan Brown son claros ejemplos. El símbolo perdido tuvo una tirada inicial de 100.000 ejemplares en nuestro mercado". Una cifra que sólo pueden permitirse probados best sellers locales, como Marcos Aguinis o Alejandro Dolina. Iraola dice que "históricamente, diciembre es un mes de muy buenas ventas porque la gente elige para regalar en las fiestas y leer en vacaciones".

Por Adriana Hidalgo, el jefe de prensa Alejandro Cánepa comenta que 2009 ha sido un buen año para el sello argentino. "Cumplimos 10 años, estrenamos una coleccion infantil con excelente acogida entre libreros y lectores y terminamos con 38 títulos editados y un catálogo de 220 obras". Para el año próximo se preparan títulos de escritores con mayúsculas, como Clarice Lispector, Le Clézio, Juana Bignozzi y Arnaldo Calveyra, entre otros.

Los editores consultados también coinciden en destacar que en el codiciado ranking de los más vendidos han aparecido autores locales, lo que constituye una novedad frente a las cifras demoledoras de los fenómenos editoriales globales.

Por Susana Reinoso

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1202356