Bajo la premisa de que el libro no está en prisión, la UNC, el Ministerio de Justicia, de Educación y el Instituto Goethe capacitarán a 300 docentes de toda la provincia para fomentar la lectura en las 16 cárceles de Córdoba. El curso tiene puntaje docente y busca incluir la promoción del hábito en contextos de encierro como parte de la currícula oficial.
Para las personas privadas de su libertad, la lectura es un bien tan preciado como la posibilidad misma de alcanzar esta condición. Porque además de "ser un compañero de viaje" -como dicen los internos- "es la posibilidad de transportarse más allá de los muros de la prisión, de concebir nuevas formas de vida, reflexionar, incrementar los conocimientos pero además soñar, imaginar y descubrir".
Es bajo esta premisa que se pondrá en marcha un programa de capacitación a más de 300 docentes de toda la provincia para fomentar la lectura al interior de los pabellones de las cárceles de Córdoba.
Se trata de una iniciativa conjunta entre la Universidad Nacional de Córdoba (por intermedio del Programa Universidad en la Cárcel y la Escuela de Bibliotecología), el Ministerio de Educación de la Provincia (a través de la Biblioteca Provincial del Maestro y la Dirección General de Educación para Jóvenes y Adultos), el Ministerio de Justicia (mediante el Departamento de Educación del Servicio Penitenciario de Córdoba) y el Instituto Goethe, que beneficiará a las 16 unidades penitenciarias que hay en Capital y el interior.
"El propósito es revalorizar la promoción a la lectura como herramienta fundamental tanto para el proceso educativo como para el proceso de despenalización y formular proyectos de promoción para fomentar el hábito diariamente dentro de las cárceles", explicó a LA MAÑANA, Juan María Bouvier, director del Servicio Penitenciario de Córdoba, y agregó que la impronta de la iniciativa radica en que "si antes los internos se trasladaban a las bibliotecas, ahora éstas irán a los internos". De allí que los especialistas prefieren hablar de 'valija ambulante' en lugar de 'biblioteca escolar'.
La lectura en la currícula
El proyecto forma parte de un objetivo mayor. El de incluir la "Promoción a la lectura en contextos de encierro" como parte de la currícula de los docentes. "La idea es que se formalice la inclusión de la lectura dentro de los programas educativos", dijo Miriam Mancho, responsable del Departamento de Educación del Servicio Penitenciario de Córdoba, para quien "todo lo que tenga que ver con la educación, ya se formal o informal repercute en beneficio del proceso de resocialización de quienes están privados de su libertad como así también en el proceso de despenalización".
La capacitación llegará a docentes del Servicio Penitenciario, del Ministerio de Educación, profesores de nivel terciario y universitario, además de distintas ONGs. El curso comenzará el 19 próximo en la cárcel de Bouwer, y se extenderá al penal de San Martín, la cárcel de mujeres, la Penitenciaría de Cruz del Eje, Villa María, Río Cuarto, San Francisco y Villa Dolores.
Modalidades y contenidos
La formación se divide en tres módulos de cuatro horas cada uno, que se dictarán una vez por semana. Habrá un cuarto encuentro evaluativo. La carga horaria será de 20 horas presénciales y otras 20 semipresenciales.
Los especialistas que dicten el curso serán los encargados no solo de evaluar los trabajos presentados sino de asesorar a los participantes a lo largo del curso.
Un dato no menor es que la capacitación tiene puntaje docente. Se entregará a los participantes certificación oficial de 40 horas de la Red Federal de Educación.
Los libros y el acceso a la palabra, ¿para qué sirve leer?, la lectura en contextos de encierro, el docente como mediador, los criterios de selección del material, la biblioteca como espacios de búsqueda, la promoción a la lectura y la estrategias implementadas, como así también la puesta en común de proyectos de promoción a la lectura específicos por docentes y establecimiento son algunos de los contenidos propuestos.
Durante los encuentros, los docentes deberán reflexionar junto a los reclusos sobre ciertos contenidos teóricos, la práctica misma de la lectura, al tiempo que deberán realizar trabajos prácticos que acrediten la intervención en el terreno.
Es bajo esta premisa que se pondrá en marcha un programa de capacitación a más de 300 docentes de toda la provincia para fomentar la lectura al interior de los pabellones de las cárceles de Córdoba.
Se trata de una iniciativa conjunta entre la Universidad Nacional de Córdoba (por intermedio del Programa Universidad en la Cárcel y la Escuela de Bibliotecología), el Ministerio de Educación de la Provincia (a través de la Biblioteca Provincial del Maestro y la Dirección General de Educación para Jóvenes y Adultos), el Ministerio de Justicia (mediante el Departamento de Educación del Servicio Penitenciario de Córdoba) y el Instituto Goethe, que beneficiará a las 16 unidades penitenciarias que hay en Capital y el interior.
"El propósito es revalorizar la promoción a la lectura como herramienta fundamental tanto para el proceso educativo como para el proceso de despenalización y formular proyectos de promoción para fomentar el hábito diariamente dentro de las cárceles", explicó a LA MAÑANA, Juan María Bouvier, director del Servicio Penitenciario de Córdoba, y agregó que la impronta de la iniciativa radica en que "si antes los internos se trasladaban a las bibliotecas, ahora éstas irán a los internos". De allí que los especialistas prefieren hablar de 'valija ambulante' en lugar de 'biblioteca escolar'.
La lectura en la currícula
El proyecto forma parte de un objetivo mayor. El de incluir la "Promoción a la lectura en contextos de encierro" como parte de la currícula de los docentes. "La idea es que se formalice la inclusión de la lectura dentro de los programas educativos", dijo Miriam Mancho, responsable del Departamento de Educación del Servicio Penitenciario de Córdoba, para quien "todo lo que tenga que ver con la educación, ya se formal o informal repercute en beneficio del proceso de resocialización de quienes están privados de su libertad como así también en el proceso de despenalización".
La capacitación llegará a docentes del Servicio Penitenciario, del Ministerio de Educación, profesores de nivel terciario y universitario, además de distintas ONGs. El curso comenzará el 19 próximo en la cárcel de Bouwer, y se extenderá al penal de San Martín, la cárcel de mujeres, la Penitenciaría de Cruz del Eje, Villa María, Río Cuarto, San Francisco y Villa Dolores.
Modalidades y contenidos
La formación se divide en tres módulos de cuatro horas cada uno, que se dictarán una vez por semana. Habrá un cuarto encuentro evaluativo. La carga horaria será de 20 horas presénciales y otras 20 semipresenciales.
Los especialistas que dicten el curso serán los encargados no solo de evaluar los trabajos presentados sino de asesorar a los participantes a lo largo del curso.
Un dato no menor es que la capacitación tiene puntaje docente. Se entregará a los participantes certificación oficial de 40 horas de la Red Federal de Educación.
Los libros y el acceso a la palabra, ¿para qué sirve leer?, la lectura en contextos de encierro, el docente como mediador, los criterios de selección del material, la biblioteca como espacios de búsqueda, la promoción a la lectura y la estrategias implementadas, como así también la puesta en común de proyectos de promoción a la lectura específicos por docentes y establecimiento son algunos de los contenidos propuestos.
Durante los encuentros, los docentes deberán reflexionar junto a los reclusos sobre ciertos contenidos teóricos, la práctica misma de la lectura, al tiempo que deberán realizar trabajos prácticos que acrediten la intervención en el terreno.
Por Natalia Guantay