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domingo, 15 de mayo de 2016

El doloroso rol que el Papa Francisco cumple en Argentina / Por Alfredo Leuco





Al Papa Francisco, muchos de estos cuestionamientos ya se los hice a través de una carta abierta que me costó que los kirchneristas me atacaran en forma salvaje, pero que, me dio la máxima satisfacción profesional de mi vida: el Papa me llamó por teléfono y me escribió un correo valorando mi trabajo y agradeciendo mis críticas serenas y constructivas. Por vías distintas el Papa me hizo llegar dos bendiciones y su último libro dedicado especialmente. Todo eso lo agradezco. Pero para ser absolutamente honesto intelectualmente y para cumplir con el pedido del Papa de hacer lío, debo decir una vez más que me cuesta entender, me duele y me desilusiona profundamente el rol que Bergoglio está cumpliendo en la Argentina. En su momento, ya expresé que les había concedido demasiados privilegios políticos a Cristina y su séquito. Que les dio un trato preferencial y les permitió que lo utilizaran electoralmente cuando llevaron a un candidato para una foto que luego convirtieron en afiche y que exhibieran una camiseta de La Cámpora.

También manifesté varias veces la señal contradictoria que envía el Papa a los argentinos cuando predica contra los corruptos y simultáneamente recibe a algunos mafiosos enriquecidos ilegalmente en la función pública. Y no hablo solamente de Cristina y parte de su gabinete. Hablo de varios dirigentes gremiales malandras pero, especialmente de Omar “El Caballo” Suárez, el preferido de Cristina que tiene su despacho tapizado de fotos de las muchas entrevistas que tuvo con el Papa mientras la justicia investiga extorsiones y estafas que hizo aprovechando su cargo. Tal vez la nostalgia de su juventud compartida en la agrupación peronista Guardia de Hierro haya empujado a Francisco a darle un trato de rey a Guillermo Moreno. Un patotero semejante que tiene una de las imágenes más negativas en todas las encuestas. Sin embargo Moreno tiene ingreso libre a la intimidad papal. Tanto que fue Moreno el que gestionó la entrevista que dentro de dos semanas Hebe de Bonafini va a tener con el Papa y que anticipó Clarín. Cuesta creer que el Papa tenga tanta misericordia jesuítica como para poner tantas veces la mejilla. La jefa de las Madres de Plaza de Mayo es quien más insultó groseramente al Papa y a sus fieles: lo trató de basura fascista. Hebe es la que encabezó aquella repugnante herejía de haber convertido al altar de la Catedral en un baño. Es la que se mostró más autoritaria con todos los que expresaron una mirada distinta y, como si esto fuera poco, manchó su pañuelo blanco con dos casos de corrupción: el vaciamiento de la Universidad de las Madres con una deuda monumental de la que nos tuvimos que hacer cargo todos y el tema de las pesadillas compartidas con fortunas que les dio Julio de Vido para que hicieran viviendas populares y que junto con Sergio Schoklender hicieron desaparecer en el aire como por arte de magia.

 Algo parecido pasó con la bendición que le envió a Milagro Sala, que está detenida por haberle robado el dinero a los pobres de Jujuy.

Los sucesos preocupantes se van acumulando. Margarita Barrientos una santa de la solidaridad popular contó con mucha tristeza que Francisco no la recibió y que en ese mismo momento estaba saludando a Estela Carlotto, la Abuela de Plaza de Mayo. Tal vez hubo un error de protocolo. Eso también sería grave. Pero ameritaría una disculpa formal del Vaticano que hasta ahora no llegó. Solamente hubo un trascendido anónimo y poco creíble.

El trato frío y distante que Francisco le dio al flamante presidente Mauricio Macri fue otro dato clave. En aquel momento titulé mi columna de radio Mitre: “Una sonrisa por el amor de Dios”. Macri fue despachado en 23 minutos, con caras estudiadamente serias pese a que se trataba de un jefe de Estado elegido democráticamente. Bergoglio como Arzobispo de Buenos Aires tuvo un trato respetuoso y cordial con Macri que fue durante 8 años fue jefe de Gobierno de la Ciudad. El contraste era muy fuerte con un gobierno nacional que persiguió a Bergoglio. Lo hicieron espiar por Antonio Stiuso, sacaron los festejos patrios de la Capital y lo definieron, como lo hizo Néstor Kirchner, como el jefe de la oposición que muchas veces se convierte en un diablo vestido con sotana.

El titular de la Pastoral Social, monseñor Jorge Lozano, recibió institucionalmente a Fernando Esteche, comandante de Quebracho, y a Luis D'Elía. Se trata de dos personajes que fomentan la violencia. Esteche lidera los escuadrones que desfilan con las caras tapadas y palos y bombas molotov y de hecho estuvo preso por incendiar la casa de Neuquén en Buenos Aires. D’ Elía tomó una comisaría, trompeó a un productor agropecuario y encima no se le cae la palabra fusilar de la boca. Ambos son los dirigentes que más defendieron a Hugo Chávez y su régimen autoritario y con presos políticos por los que el Papa nunca reclamó y a Ajmadinejad, el líder iraní que niega el holocausto.

Hace unas horas, el sacerdote católico Eduardo de la Serna propuso que el presidente Macri tenga la dignidad de renunciar pese a que asumió hace 150 días. La cúpula de la iglesia se entrevistó con Macri por otros temas y le dijo que De la Serna era un cura marginal, que no reflejaba el pensamiento oficial eclesiástico. Puede ser. Pero a expresiones públicas se les responde con expresiones públicas y no con secretos en reunión, que es mala educación.

A veces, medio en broma y medio en serio, pienso cuanto falta para que el Papa Francisco reciba a Lázaro Báez. O se estreche en un abrazo con Aníbal Fernández, al que bajo cuerdas acusaba de favorecer el narcotráfico o con Horacio Verbitsky, que fue el que denunció a Bergoglio por entregar curas a las catacumbas de una dictadura que los hizo desaparecer. ¿Qué dirá el Santo Padre que vive en Roma?, decía la vieja canción combativa de Quilapayún. Por lo pronto una antigua amiga del Papa como la diputada Elisa Carrió dijo que como cristiana siente vergüenza ajena de que el Papa no haya recibido a Margarita Barrientos y que gracias a Dios, siempre se negó a ir al Vaticano.
Yo me pregunto lo mismo. ¿Qué dirá el Santo Padre de todo esto? Por lo pronto, con todo respeto, me dedico a no callar estos temas inquietantes y a poner el grito en el cielo. Dios proveerá.

Fuente: http://www.clarin.com/politica/doloroso-Papa-Francisco-cumple-Argentina_0_1576642476.html

viernes, 2 de agosto de 2013

Off Tópic: El Papa NO se mancha / por Alfredo Leuco



 
Fue bastante claro lo que pasó ayer en Río de Janeiro. Quedaron en evidencia dos actitudes frente a la vida. La inmensa generosidad del Papa Francisco y el oportunismo especulativo de Cristina Fernández. Le aseguro que a mucha gente le dio vergüenza ajena, la utilización electoralista que hizo la presidenta del sumo pontífice. Agazapada, como preparando una emboscada, tuvo todo el tiempo a su lado a Martín Insaurralde, pegado como un hermano siamés con el único objetivo de arrancarle una foto.
¿Se da cuenta de lo que estamos hablando? ¿Hasta que límites es capaz de llegar la presidenta con su fría máquina de calcular votos? ¿Qué justificaba la presencia de Insaurralde en ese lugar? ¿Es el canciller? No. ¿Es el secretario de culto? No. ¿Es un genio de la ciencia argentina que acaba de descubrir el remedio contra todos los males? No. ¿Es un viejo amigo y compañero de reflexiones del Jorge Bergoglio? No. Solo es el candidato elegido por Cristina para que defienda su camiseta en las elecciones. Tiene varios problemas Martín Insaurralde. El mas grave es que no es demasiado conocido. Pero la presidenta se lo resuelve en dos segundos. Primero lo hace participar de actos de gobierno en los que esta prohibido hacer campaña electoral. Pero la ley no suele ser una regla que la presidenta respete demasiado.
Y segundo se lo lleva a ver al Papa y, al límite del ridículo, fuerza una situación para lograr la foto tan ansiada y que Martín pueda decir: "le pedí que rece por todos los bonaerenses". Fue triste la manera artera con la que malversaron una situación ecuménica, festiva, religiosa para convertirla en un acto de campaña de vuelo bajo. El Papa Francisco que fue castigado por Néstor, Cristina y sus seguidores a mas no poder, se coloca por encima de esas agresiones, pone la otra mejilla, exhibe su grandeza y su capacidad de diálogo y perdón y le regala a la "abuela joven", como la llamó hasta con galantería, un par de zapatitos y medias blancas para su nieto Néstor Ivan. Un gesto luminoso que lo muestra vacío de rencores y sin ánimo de revancha.
Porque quiero recordar que el abuelo de ese bebe, hostigó a Bergoglio al límite de acusarlo de ser jefe de la oposición, o al borde de la herejía cuando dijo que el diablo también podía usar sotana o cuando se llevaron el Tedeum de la Catedral solo porque el cura decía las mismas cosas que dice ahora contra los ladrones y contra la pobreza. Hubo fanáticos kirchneristas que lo acusaron poco menos que de ser un genocida y un entregador de militantes cuando quedó probado que ayudó en todo lo que puso a los perseguidos por la dictadura. Pese a todo eso, el Papa Francisco abre su corazón y sus manos y se entrega casi en forma inocente. ¿Y que recibe? Una zancadilla, una foto buscada como un ejercicio de marketing. Pasaron cosas trascendentes para la iglesia y para la humanidad estos días en Brasil. Estamos asistiendo a una revolución encabezada por un argentino. Y nuestra presidenta solo piensa en el chiquitaje de una urna y su ambición de mantenerse en el poder cueste lo que cueste.
Se nota que no escucha el mensaje profundo del Papa. La justificación para llevar pegado a Insaurralde fue que había padecido cáncer y se curó gracias a Dios y la Virgen. Y este también es un golpe bajo. Igual que el aprovechamiento proselitista del luto. Son situaciones personales que no deberían colocarse en la balanza de los comicios. En una elección se eligen ideas y hombres para ejecutarlas. No es bueno apelar a los golpes bajos para conseguir votos.
O en todo caso, el que apela a esos artilugios, demuestra esa impronta especuladora que no lo abandona nunca en la vida. Todo es dinero y todo es poder parece decir Cristina con sus gestos. Nada es dinero y nada es poder, responde el Papa con su despojo, su humildad y su alma tan limpia como sus manos. La presidenta exhibió con alegría el regalo del Papa para su nieto, pero su candidato protagonizó un triste papel garroneando una foto que hoy está publicada en todos los medios adictos al gobierno.
Para decirlo en el lenguaje coloquial y de barrio de Bergoglio, fue indignante ver a un colado en la foto de los presidentes y el Papa. Son dos formas de luchar por el futuro. El Papa es una bendición para la humanidad que quiere un mundo más justo, solidario y fraterno. Las actitudes oportunistas ensucian todo lo que tocan. Pero el Papa no se mancha.

Daniel Diaz / Bibliotecario Argentino


"La biblioteca es el lugar del ejercicio público de la razón" Gabriel Naudé