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viernes, 28 de agosto de 2015

Diccionarios modelo siglo XXI: ¿Internet ya le ganó la batalla al papel?

 Definir significa precisar. Ésta es la idea clave de las acepciones que recubren un verbo al que el hombre acude en busca de certezas y acuerdos. Está en su naturaleza la necesidad de esclarecer conceptos en el universo del lenguaje. El diccionario desempeña entonces un rol crucial para que la comunicación y la convivencia sean posibles.

A partir de hoy la nacion presenta la última edición del Diccionario de la Real Academia Española(DRAE), la máxima autoridad de una lengua de más de 500 millones de hablantes. Estos tesoros de voces y signos -su verdadera materia- se convirtieron hace varios siglos en tangibles y ganaron un lugar en las bibliotecas. Para los expertos en este arte -los lexicógrafos, maestros en especificar-, el devenir de los diccionarios es incierto y está sujeto a varios interrogantes en torno a la forma que adopten en la galaxia digital.

Estos compendios del saber, en sus múltiples formas, gozan de buena salud. El diagnóstico parte de las consultas que se registran en las versiones online (el DRAE recibe 50 millones de visitas mensuales). Uno de los 93.000 artículos de la última edición, la 23», es sobre la palabra "digital", definida -y enmendada recientemente- como "perteneciente o relativo a los dedos". Con ellos se palpan el papel y también el teclado. Las búsquedas léxicas continuarán, eso es indudable, pero la pregunta clave es si en las próximas generaciones se seguirán imprimiendo diccionarios o si los formatos electrónicos se impondrán ante los primeros, quienes siguen dando pelea ante el avance de la tecnología.

El director de la última edición del DRAE, Pedro Álvarez de Miranda, además bibliotecario y miembro de esta prestigiosa institución, sostiene que nadie puede asegurar que ésta sea la última edición en papel: "Está claro que la vía principal de acceso al diccionario será la electrónica (ya lo es), pero siempre cabe la posibilidad de que en un futuro se hagan ediciones de tirada no muy amplia, para nostálgicos del papel y coleccionistas".




En el presente existe una convivencia en armonía. Pedro Luis Barcia, hoy presidente de la Academia Nacional de Educación, presidió durante doce años la Academia Argentina de Letras y durante su gestión se publicó el Diccionario del habla de los argentinos. "Ambas formas, papel y pantalla, cumplen funciones diferentes: la digital permite picar y regresar al texto que estamos redactando, o soltar la duda, pero no ofrece apertura ni perspectiva. Es como asomarse por el agujero de la llave a una habitación, que recorta la mirada; la versión en papel, como una ventana, nos habilita a espaciar la vista por toda la página, y visitar las vecinas, dejando fluir los folios, apreciando los parentescos y afinidades de las voces, y tropezar con otras que nos deslumbran y nos abren caminos impensados en verdaderas serendipias léxicas."

EL EJÉRCITO DE ZAPADORES

Otra experta en la materia es Concepción Maldonado González, responsable desde la creación, en 1989, del Departamento de Diccionarios y Obras de Referencia Lingüística de la editorial SM, y quien ha conducido los equipos de más de 100 publicaciones. Dado que el foco de su editorial es la educación, Maldonado sostiene que el futuro será el que los profesores y alumnos necesiten. "Parece que lo que se nos pide sigue siendo papel en los años de iniciación y de formación en el procedimiento de consulta (aulas de primaria, de 8 y 9 años), aunque luego, en cursos posteriores (y cada vez más en los cursos iniciales), se nos pide que estemos «presentes pero invisibles» en los textos digitales."

"Ejército de zapadores." Así suele referirse Maldonado a los expertos y responsables de la redacción de estas obras, quienes buscan allanar el camino de la lengua. Uno de estos soldados es Juan Pedro Gabino, filólogo y lexicógrafo de la RAE, quien, como sus colegas, considera que el soporte digital debe aún explotar su potencial: "El futuro de los diccionarios resulta ineludiblemente digital, pero entendiendo que un diccionario electrónico se proyecta así desde su génesis y no es un mero diccionario de papel ofrecido en formato electrónico. No se trata de modificar presentaciones superficiales, sino de transformar conceptos básicos. Esto no supone que el diccionario en volumen no disponga aún de recorrido y no vaya a seguir resultando útil. El diccionario como libro no es un producto anticuado, aunque sí ya casi comience a percibirse como obsolescente".

No se trata sólo de acceder de modo gratuito a un contenido (otro interrogante es hasta cuándo algunos diccionarios tendrán abierto su contenido sin imponer el pago de una suscripción), sino también de autores que aportan su contenido. Anónimos, como los que aparecen en Wikipedia, pero también expertos en una rama del saber, el concepto de lo colaborativo llegó para quedarse, aunque deba aún afilar el pincel: "Se impondrá en la ampliación y el perfeccionamiento, tanto de los asientos de Wikipedia -trampolín que nos abre varias rutas para ir ampliando y calibrando-, como en los diccionarios, que podemos cruzar, asociar y contrastar con leves toques de tecla". Gabino confía en que los lexicógrafos seguirán cumpliendo un rol necesario, dado que se necesitan "personas que promuevan directrices claras y ejerzan un control competente y cualificado para dotar de calidad y sobre todo de coherencia al diccionario, que debe constituir una realidad extendida, pero autosuficiente".

Una de las pocas certezas que existen es que la edición, entendida hasta el momento como publicación, no volverá a ser igual. Los diccionarios debían esperar una nueva edición para incorporar un neologismo a su acervo. "Después de tres siglos y 23 ediciones [en referencia a la RAE y el DRAE], con la posibilidad de actualizar continuamente una edición online, el concepto mismo de edición se viene abajo. No tiene sentido hablar de ella si se pueden producir nuevas actualizaciones cada poco tiempo", opina Álvarez de Miranda.

En esta Torre de Babel posmoderna, el diccionario aporta un elemento crucial para acortar los abismos culturales, y la tecnología oficia como aliada. Por ejemplo, las equivalencias del diccionario bilingüe Oxford no están dadas en inglés-castellano, sino en el dialecto argentino ("el único diccionario pensado para vos"). El CD permite que el estudiante argentino escuche la pronunciación de las palabras, con su acento británico y también norteamericano.
Álvarez de Miranda señala una virtud y una solución que permite la tecnología: "Un problema que enfrentaban, el espacio físico limitado, desaparece con la edición electrónica. Un diccionario onlineno ocupa espacio y entonces podría crecer muchísimo". Se refiere a una evolución donde es posible acompañar cada definición con información lingüística que amplía la definición tradicional.

Los lexicógrafos no son apocalípticos con esta segunda revolución editorial, cuyo primer capítulo signó Gutenberg. Respetuosos con el papel, que seguirá siendo imprescindible, son también optimistas porque comprenden las bondades de una materia que es, mucho más que un soporte, una herramienta para comprender una realidad compleja a la que siempre le quedarán palabras por definir.

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lunes, 28 de abril de 2014

BIBLIOTECA CLÁSICA de la RAE



La Biblioteca Clásica de la RAE (BCRAE) reunirá en ciento once volúmenes el núcleo esencial de la tradición literaria española e hispanoamericana hasta finales del siglo xix. Los primeros libros de la colección aparecieron en 2011 y cada año se publican nuevos títulos.

La base de la Biblioteca Clásica de la RAE es la colección diseñada y dirigida por el académico Francisco Rico. Está editada por Galaxia Gutenberg y Círculo de Lectores, con el patrocinio de Obra Social "la Caixa".

En volúmenes esmeradamente impresos, la BCRAE presenta las obras fundamentales de la literatura española en ediciones críticas, con anotación completa y sistemática, y acompañadas de estudios, índices y otros materiales. La disposición de los contenidos hace que el lector pueda disfrutar del texto sin más, pero también tener a mano en el momento en que lo desee todos los elementos necesarios para profundizar en cualquier aspecto de la obra.

En 2014, con el propósito de enriquecer este ambicioso proyecto editorial, se pone en marcha una iniciativa que forma parte de las actividades del tricentenario de la Academia: el Club de Lectura de la BCRAE, cuyas sesiones se desarrollarán en la Casa del Lector de Madrid. En el programa, además del director de la colección, Francisco Rico, participan otros nueve miembros de número de la RAE.


jueves, 17 de enero de 2013

RAE plantea el adiós a su Diccionario Impreso

Este año la Real Academia Española cumplirá su tercer centenario de vida y prepara una celebración para ello en medio del debate sobre su permanencia en el papel.


La Real Academia Española (RAE) tiene motivos para estar de fiesta, pronto cumplirá su tercer centenario de existencia y ya se prepara para celebrarlo a lo grande; sin embargo también tiene razones para estar triste.

En el marco de sus preparativos para conmemorar sus 300 años, lo que ocurrirá entre octubre de 2013 y 2014, la posibilidad de que los diccionarios de papel pasen a la historia vuelve a tomar relevancia, sobre todo porque es la propia RAE la que dio a conocer que su próxima edición impresa "seguramente será la última en papel".
Así lo señaló el director de la RAE, José Manuel Blecua.

Con esto se reavivó el debate sobre las versiones digitales contra impresas -que ocurre en toda la industria editorial: periódicos, revistas, libros, etcétera-, y hasta el momento el fiel de la balanza se inclina a favor de la tecnología.

En los últimos años, incluso en el último par de décadas, las versiones digitales de diccionarios y enciclopedias han avanzado constantemente, al grado de que hoy un gran número de usuarios/internautas prefieren realizar la búsqueda del significado o traducción de palabras en su computadora y no en un diccionario tradicional.
La razón es que los usuarios no solo quieren información rápida, sino que también sea fácil de encontrar, actualizada y práctica, además de que buscan interactuar, profundizar, aportar y corregir, según el sitio alemán de idiomas Pons.com, que hace un par de años realizó un estudio sobre los hábitos de consumo de los europeos en este rubro.
Aunado a esto, Wikipedia e Internet son señalados como los culpables directos de la desaparición de la famoso Enciclopedia Británica y que pronto generarán más víctimas, como los Diccionarios Macmillan, que en 2013 se despiden del papel y solo tendrán una versión digital. 

Sin embargo, esta firma editorial considera que la web es un medio ideal para sus diccionarios, en primer lugar porque no se enfrenta con las restricciones que afectan los objetivos de claridad e investigación, y por otro lado permite mejorar (actualizar) el producto con mayor regularidad en beneficio del consumidor.
En este sentido, hasta el momento las versiones digitales siguen en aumento, mientras que los diccionarios de papel se preparan para jubilarse después de cientos de años de servicio en activo.

Prepara RAE su aniversario
La RAE conmemorará esa fecha tan relevante con una gran exposición sobre la historia de su labor y protagonistas, así como con el lanzamiento de una nueva edición de su diccionario.
La exposición se realizará en la Biblioteca Nacional de España (BNE) bajo el nombre "La lengua y la palabra: 300 años de Real Academia Española", con documentos desde la fundación en 1713 hasta los recientes diccionarios y publicaciones.
La académica y comisaria de la exposición, Carmen Iglesias, recalcó que "la historia de estos 300 años es tremendamente humana, ello por las implicaciones de los académicos con la sociedad por sus profesiones y como ciudadanos en los avatares de la política y asuntos sociales".

Indicó que una primera parte expondrá el trabajo en el siglo XVIII, de la ilustración, la aportación de la ciencia y la técnica en el siglo XIX, "que fue el siglo de América" y la forma en que allí se asentó el español con figuras como Andrés Bello.
Subrayó que el paso al siglo XX contará con los episodios de la historia en que los académicos protagonizaron resistencias ante las dictaduras, así como la forma en que se abordaba a la lengua como ciencia.

Expuso que la exposición contará con unas 250 piezas, desde los primeros diccionarios y documentos, hasta pinturas y otras "joyas bibliográficas, muchas de ellas inéditas, porque han estado en los archivos" y otras que prestarán las academias americanas.
El académico y comisario de la exposición, José Manuel Sánchez Ron, afirmó a su vez que "más que la historia de la RAE podría ser la historia de España de los últimos 300 años".
En este acto, la presidente de la entidad Acción Cultural Exterior, María Teresa Lizaranzu, apuntó que se trabajará para hacer que la conmemoración tenga una proyección más allá de España.

¿Hace cuánto tiempo que no utilizas un diccionario de papel? ¿Cuál es tu preferido, el diccionario digital o el tradicional? 
Para saber más:

domingo, 7 de agosto de 2011

El buzón de sugerencias de la R.A.E.

Parece que, por fin, algunas voces desde dentro de la Real Academia Española de la Lengua han hecho caso a la petición que muchísimos hispanohablantes llevábamos tiempo reclamando casi a gritos: que no sea una institución encerrada en sí misma, que recoja las opiniones de los ciudadanos para que su Diccionario, el más importante de nuestra lengua y sobre el que se basan todos los demás, se modifique de acuerdo a los tiempos que corren.
Exagero, ciertamente. Lo que la R.A.E. ha creado es un simple buzón de sugerencias electrónico, a través de una dirección de e-mail, en el que cualquiera puede aportar su opinión con respecto al diccionario. Estas opiniones pueden ser muy amplias, desde la petición de inclusión de nuevos vocablos a la eliminación de otros o la corrección de definiciones erróneas o incorrectas. En realidad ésta última utilidad es la que sospecho que en la práctica será más usada. Darío Villanueva, secretario de la R.A.E., lo ha ejemplificado a la perfección con sus últimas declaraciones, en las que comenta una anécdota al respecto: una hispanohablante totalmente anónima (en este caso una ciudadana colombiana residente en Australia) se puso en contacto con la Real Academia para avisarles de que la definición que el Diccionario daba de la palabra "champú" no era correcta. Dicha definición, que seguirá siendo la oficial hasta que en la próxima edición del Diccionario (la vigésimo tercera edición, por cierto) sea revisada, es la de "loción para el cabello". Según ella sería más adecuado que, en vez de "loción" se utilizara la palabra "jabón", y según Villanueva tenía toda la razón. Un poco extraño toda vez que la definición que la R.A.E. hace de "loción" sea, en su segunda acepción, la de "producto preparado para la limpieza del cabello o para el aseo corporal". No entiendo demasiado bien que fuera precisamente este el ejemplo elegido para mostrarnos las virtudes del nuevo servicio.
Villanueva, eso sí, ha advertido sobre que no se aceptarán propuestas sobre corrección política. Ya hablamos aquí en Lecturalia hace unos meses del debate surgido alrededor de la palabra "rural" y sus connotaciones negativas. Es justo a lo que se refiere el secretario de la Academia: "El Diccionario no puede ser políticamente correcto", manifestó, "porque la lengua sirve para amar pero también para insultar. No podemos suprimir las palabras que usamos cuando nos enfadamos o cuando somos injustos, arbitrarios o canallas". Villanueva, con respecto al buzón electrónico, fue muy claro al manifestar que "cualquier hablante es para nosotros una autoridad" a la que hay que prestar oídos.
La 23ª edición del Diccionario de la Real Academia ya está en marcha, después de que la publicación de la anterior, de 2001, no estuviera exenta de polémica. Pedro Álvarez de Miranda, filólogo nacido en Roma y uno de los académicos más recientes ("heredó" el sillón Q de Carlos Castilla del Pino en 2010) ha sido el elegido para ser el director de la nueva edición, en la que estarán involucradas las veintidós Academias de la Lengua Española. Como novedades aparecerán por primera vez palabras como "abducir", "cultureta", "jet lag", "libro electrónico" y "muslamen", así como también "antiespañol". Porque, como bien dice Villanueva, nuestro idioma no sirve sólo para amar, claro.


jueves, 6 de enero de 2011

La RAE fija y da esplendor a los clásicos en español

 
La Biblioteca Clásica de la Real Academia Española (RAE) coordinada por el académico Francisco Rico, reunirá en 111 títulos lo mejor de la literatura española, desde sus orígenes hasta el siglo XX.
La colección, impulsada por la Fundación La Caixa, será publicada por Círculo de Lectores-Galaxia Gutemberg. Cada título ofrecerá un texto crítico depurado de cada obra, con anotaciones y estudios complementarios que enriquecerán su lectura. A ella se añadirán una versión digital de libre acceso que incluirá una selección de doce títulos en rotación, editados tan solo con un breve prólogo y notas, así como facsímiles de manuscritos y ediciones singulares accesibles a través del portal de la Academia. Según la propia RAE
El Cantar del Mío Cid; los Milagros de Nuestra señora, de Gonzalo de Berceo; la Gramática sobre la Lengua Castellana, de Antonio de Nebrija; la Historia verdadera de la conquista de Nueva España, de Bernal Díaz del Castillo, y La vida del Buscón, de Francisco de Quevedo, son los cinco primeros títulos que inaugurarán la compilación, que saldrá al mercado en este febrero de 2011. Está previsto publicar un máximo de ocho libros al año.
Francisco Rico en una entrevista con el diario ABC  declara: "Entre los primeros libros que publicamos, está la Historia verdadera de la conquista de Nueva España, de Bernal Díaz del Castillo, que claro está que no es un libro desconocido, pero lo que no se sabe seguramente es que es el mejor libro, la mejor prosa española, del siglo XVI."
 
Según informa el diario El País: "Más inusual es encontrar en colecciones similares algunos títulos de la etapa colonial española como Tradiciones peruanas, una obra en la que Ricardo Palma ya en el siglo XIX entretejía ficción y realidad en relatos publicados en periódicos y revistas, o María, la novela cumbre del colombiano Jorge Isaacs."                                                    
Con este proyecto, la RAE, que ya ha publicado algunos hitos de la literatura clásica española, da el disparo de salida y sienta la base para la publicación de otras cinco series: Biblioteca clásica del estudiante, Biblioteca clásica popular, Ediciones especiales, Biblioteca americana y Biblioteca clásica digital.
 
 
Daniel Diaz /Bibliotecario Argentino 

 

jueves, 18 de noviembre de 2010

RAE - Manual de la Nueva Gramática de la Lengua Española [pdf]


Después del clamoroso éxito de la Nueva gramática de la Lengua Española, la Real Academia Española presenta la versión compendiada de esta magna obra.
El Manual consta de los mismos capítulos que la versión extensa, pero tratados de forma más resumida y asequible para llegar al público general. Con este objetivo, los contenidos se han seleccionado y dispuesto atendiendo a criterios didácticos, primando la información relativa a aspectos normativos de la lengua -que interesan a todos los hablantes- sobre las cuestiones teóricas o doctrinales más especializadas.
Esta obra quiere contribuir a que todos los hispanohablantes reflexionen sobre su propia lengua, tomen conciencia de sus posibilidades expresivas, de las estructuras lingüísticas que la caracterizan y de la enorme riqueza patrimonial que suponen su unidad y variedad.
Disponible:

viernes, 1 de octubre de 2010

El Quijote Online en Youtube: ya está disponible..!

Hoy se estrena el canal youtube.com/elquijote, con el vídeo de presentación que aquí os dejo (abajo) y dando la posibilidad de que cualquiera pueda colaborar en esta lectura de El Quijote.

Cualquier usuario de YouTube puede subir su video al canal y participar en este proyecto mediante la lectura de uno de los 2149 fragmentos en los que ha sido dividida la gran obra de Cervantes. Si el video enviado no tuviera locución ante la cámara porque el participante hubiera elegido una forma de expresión distinta, será necesario incluir subtítulos en español, fieles a la edición de la obra mencionada anteriormente y a través de la herramienta existente en YouTube.

El propósito de esta idea de YouTube, que cuenta con el apoyo y la colaboración de la Real Academia Española (RAE) y de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), es lograr una lectura completa y global del Quijote en Internet, a cargo de lectores de todos los rincones del planeta.

Los usuarios que deseen tomar parte en la iniciativa deberán entrar en la página www.youtube.com/elquijote
 y hacer clic en el botón «participar». En ese momento se les asignará automáticamente un fragmento y dispondrán de 6 horas para preparar un video con su lectura y subirlo a YouTube. Si transcurrido este tiempo no hubiesen colgado la grabación, el texto se adjudicará a otro usuario. La supervisión de los videos seleccionados estará a cargo de un equipo del Centro de Estudios Cervantinos, con sede en Alcalá de Henares (Madrid).