El II PLAN ESTRATÉGICO de Rebién, iniciado en 2007 y aún en vigencia, incluye una línea de trabajo para realizar estudios y proyectos relacionados con los servicios que las bibliotecas universitarias prestan a la investigación. El Grupo de trabajo Rebiun en el ámbito de la investigación aprobó como objetivo operacional en 2010 la elaboración de un estudio sobre la utilidad de las tecnologías de la web social en los procesos de investigación científica. El resultado ha sido el informe "Ciencia 2.0: aplicación de la web social a la investigación"1, que fue redactado por Antonia Angosto (UMU), Tránsito Ferreras (USAL), José Pablo Gallo (UMH), José Ángel Maestro (UPV), Inmaculada Ribes (UPV) y José-Antonio Merlo-Vega (USAL), quien actuó de coordinador del estudio. El documento elaborado por Rebiun parte de la necesidad de identificar las distintas manifestaciones y utilidades de lo que se puede considerar Ciencia 2.0 o investigación participativa. Para ello, se organizan y describen los variados servicios en los que los investigadores pueden emplear las tecnologías de la web social, incorporando en todos los casos ejemplos significativos de aquellos recursos, productos y servicios dignos de destacar por su valor, utilidad y reconocimiento internacional. Además, el estudio de Rebiun añade las posibles aportaciones de las bibliotecas académicas, informando en la exposición de los recursos seleccionados sobre cómo pueden aplicarse los diferentes servicios 2.0 al trabajo bibliotecario, qué pueden hacer las bibliotecas para facilitar el uso de la Ciencia 2.0 en cada caso y cómo la biblioteca universitaria puede convertirse en agente promotor de los diferentes recursos 2.0 de interés para la investigación. Este texto parte de los contenidos desarrollados en el estudio de Rebiun sobre Ciencia 2.0 y se realiza con la intención de difundir dicho trabajo, destacando su contribución a la aplicación de la web social desde las bibliotecas y la promoción de las metodologías de investigación participativas. No obstante, aunque se basa en el informe de Rebiun, no es un extracto del mismo, por lo que se recomienda la consulta de dicho documento, ya que en el mismo se ofrece una completa sistematización de las aplicaciones de la web social a la investigación, junto a un centenar de ejemplos comentados de servicios 2.0 y una bibliografía selectiva, en la que es conveniente destacar el artículo sobre herramientas 2.0 para la investigación que fue publicado en El profesional de la información en 20092, así como el reciente informe de Research Information Network3 sobre cómo usan los investigadores la web social. La web social se caracteriza por la posibilidad de compartir datos e informaciones. Los servicios 2.0 se aplican a los distintos ámbitos de las relaciones sociales del ser humano, ofreciendo múltiples posibilidades para las diferentes metodologías de la investigación científica, ya sea para el fomento de relaciones directas y abiertas entre equipos de investigadores, para la ejecución de proyectos de forma compartida o para la difusión de resultados de manera abierta y participativa. Se puede afirmar que la aplicación de la web social a la investigación se ejecuta en tres grandes áreas: compartir la investigación, compartir los recursos y compartir los resultados. En cada uno de estos tres grupos hay aplicaciones concretas y servicios de indudable calidad y utilidad, que son expuestos en los siguientes párrafos. Compartir la investigación significa emplear técnicas que posibiliten la integración de las personas interesadas en el proceso de un proyecto científico concreto, así como la relación activa entre colegios de investigadores que trabajan los mismos temas. La web social ofrece variados servicios para compartir la experimentación, como son las redes sociales, las bases de datos de científicos y, sobre todo, las plataformas científicas. También hay que incluir en este grupo de aplicaciones los diferentes servicios instrumentales participativos. Las redes sociales a través de la Web son una fiel correspondencia de las relaciones sociales tradicionales, ya que en estos servicios 2.0 se establece una comunicación ágil y un intercambio de recursos e informaciones con actualización constante. Por tanto, no ha sido extraño que se hayan creado redes específicas para las relaciones profesionales entre investigadores. De igual forma, están siendo útiles las bases de datos de científicos, en las que se pueden crear perfiles, aportar publicaciones y seguir a personas que trabajan en un campo de interés. Pero la Ciencia 2.0 está encontrando un espacio privilegiado en las plataformas científicas, entendidas como portales que integran sistemas de relación, con medios para compartir recursos, participar en hipótesis y para difundir resultados parciales o finales de experimentos. Además, la web social ofrece diferentes servicios instrumentales participativos, que se aplican en determinadas fases de la investigación y que sirven para compartir archivos, para la realización de encuestas o de investigaciones sociales o bien para la creación y administración de mapas conceptuales. Algunos ejemplos de Ciencia 2.0 para compartir la investigación son los siguientes: Redes sociales científicas: Bases de datos de científicos: Plataformas científicas: Servicios instrumentales participativos: Compartir los recursos en la investigación supone tanto ofrecer a la comunidad interesada los enlaces o referencias más válidas para un científico, como permitir que las aportaciones propias se enriquezcan con nuevos recursos, recomendaciones y valoraciones de los datos que se han compartido. La Ciencia 2.0 como sistema para compartir recursos se identifica con tres servicios participativos: la gestión de referencias bibliográficas, el mantenimiento de favoritos sociales y los índices de citas. Los gestores bibliográficos son esenciales como bases de datos de referencias de documentos. La investigación necesita partir de estudios previos para avalar sus resultados y, a menudo, (sobre todo en trabajos de investigación exhaustivos, como las tesis doctorales), la abundancia de bibliografía obliga al empleo de sistemas de gestión bibliográfica ágiles. Los gestores bibliográficos están incorporando servicios participativos, ya sea permitiendo la publicación abierta de las referencias -para que se complementen e integren con otras referencias-, o bien sistemas para incluir recomendaciones, valoraciones y comentarios. De igual forma, los servicios de favoritos sociales de recursos y referencias bibliográficas ofrecen entornos para compartir enlaces a páginas o documentos en la Web , con opciones para que un colectivo mantenga de forma conjunta un grupo de enlaces, para que los recursos recomendados de un investigador puedan ser seguidos por personas interesadas en el tema o para se establezcan jerarquías en la calidad de los recursos compartidos a partir de las valoraciones del colectivo o del número de personas que recomiendan un recurso. Por último, los índices de citas 2.0 se basan tanto en los gestores bibliográficos como en los servicios de favoritos sociales, permitiendo obtener información sobre cuántas citas recibe un documento en línea y cuál es la procedencia de la citación. Algunos ejemplos de Ciencia 2.0 para compartir los recursos son los siguientes: Gestores de referencias bibliográficas: Favoritos sociales: Índices de citas: Compartir los resultados de la investigación es también un actividad 2.0, ya que se emplean técnicas y servicios de redifusión de datos, publicación participativa o archivo en acceso abierto. La Ciencia 2.0 para compartir resultados se identifica con tres servicios: blogs y wikis científicos, servicios de noticias científicas y servidores de producción científica en acceso abierto. La publicación de contenidos en blogs y wikis es la forma tradicional de la edición participativa. Las posibilidades de la publicación 2.0 son empleadas también por la investigación para promocionar resultados, informar de proyectos en marcha y recoger comentarios del colectivo interesado. Es habitual que las entidades y empresas dedicadas a la investigación dispongan de plataformas para crear blogs informativos o wikis colaborativas. En muchos casos, la tecnología blog es también la usada por proveedores de noticias científicas, que pueden incluirse dentro de los servicios 2.0, ya que facilitan herramientas para la redifusión de contenidos, para la aportación de comentarios, la recomendación de noticias o para la valoración de las informaciones publicadas. Además, es esencial incluir a los repositorios científicos como aportaciones a la ciencia compartida, ya que se trata de los espacios en los que se depositan los artículos, informes, monografías, comunicaciones o cualquier otra forma de transmisión de los resultados de una investigación. De igual forma que los servicios anteriores, los repositorios científicos están empleando mecanismos de sindicación, valoración y comentarios, así como herramientas de valor añadido para compartir datos en plataformas de favoritos sociales, redes científicas y sistemas de gestión bibliográfica. Algunos ejemplos de Ciencia 2.0 para compartir los resultados son los siguientes: Blogs y wikis: Servicios de noticias científicas: Acceso abierto: La biblioteca universitaria tiene como una de sus principales funciones el servir de centro de recursos y servicios para la investigación. La biblioteca universitaria está, por consiguiente, al servicio de la investigación, lo cual se expresa tanto ofreciendo recursos de información como ayudando en las distintas fases del proceso de la investigación científica. Las bibliotecas universitarias y las científicas, gracias al desarrollo de la sociedad tecnológica, han superado su limitación de ser meras transmisoras de información bibliográfica y de recursos documentales. Sin abandonar su misión de gestoras y provisoras de documentos, las bibliotecas en general y las académicas en particular son agentes promotores de recursos, función que desempeñan diseñando objetos de aprendizaje, produciendo contenidos informativos y realizando acciones formativas. La biblioteca universitaria en la sociedad de la información es productora y promotora de recursos de información. La biblioteca universitaria es productora de recursos de información participativos para la investigación, ya que se convierte en facilitadora de las aplicaciones, servicios, productos y recursos de utilidad para la ciencia cuando realiza tutoriales sobre los mismos, cuando organiza sesiones formativas o cuando difunde dichos contenidos en redes sociales, blogs o listas de información administradas por la biblioteca. La biblioteca selecciona recursos, los recomienda y los difunde, pero además, realiza objetos de aprendizaje que sirvan para conocer su manejo u organiza sesiones formativas específicas para enseñar a emplearlos. Los investigadores se suscriben a los blogs y a las listas de las bibliotecas para conocer los recursos que se describen en dichas fuentes, que a menudo van más allá de las colecciones propias; pero también se inscriben en sus cursos de formación y son los principales usuarios de tutoriales sobre técnicas de documentación, ya no sólo orientados a la búsqueda en recursos, sino ampliados a temas como la gestión bibliográfica, la obtención de índices de citas e indicios de calidad de publicaciones o el manejo de herramientas participativas para compartir proyectos de investigación. La biblioteca universitaria es, por un parte, facilitadora de servicios 2.0, en los cuales participa o colabora y, por otra parte, también es formadora en dichos servicios. La biblioteca universitaria debe ser promotora de la investigación participativa, como administradora de contenidos informativos, productora de recursos de aprendizaje y capacitadora en servicios colaborativos. La Ciencia 2.0 presenta a las bibliotecas la oportunidad de cumplir con su compromiso de servicio a la investigación. Rebiun ha sido consciente de la necesidad de fomentar el uso de las herramientas colaborativas en la investigación y, mediante su estudio sobre Ciencia 2.0, ha querido contribuir con una guía práctica para facilitar y fomentar los servicios científicos basados en tecnologías participativas. Se trata de otro buen ejemplo de cómo las bibliotecas están sabiendo aplicar las tecnologías para cumplir y ampliar sus objetivos. Referencias bibliográficas 2. Cabezas Clavijo, Á.; Torres Salinas, D.; Delgado López Cózar, E. "Ciencia 2.0: catálogo de herramientas e implicaciones para la actividad investigadora". El profesional de la información, 2009, v. 18, n. 1, pp. 72-79. Disponible: La descarga del informe completo se puede hacer desde
Daniel Diaz /Bibliotecario Argentino |
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