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sábado, 14 de marzo de 2020

Juan Sasturain: Un hincha de Boca suelto en la Biblioteca Nacional



Es el director más futbolero de la historia del lugar. Conserva una camiseta azul y oro que le regaló la Fundación Evita. Y recuerdos de Fontanarrosa y Soriano.
Juan Sasturain ve la pelota de cuero marrón y se transforma. La besa, la amasa, la acaricia, la suelta como una lágrima y empieza a correr detrás. Es un chico en un cuerpo de 74 años. Y le va a pegar. Tiene la melena blanca de Carlos Bianchi y la panza de Osvaldo Soriano cuando se puso a hacer jueguitos para una foto inolvidable. Y Sasturain va. Está solo en un salón vacío de la Biblioteca Nacional, pero en su imaginación aparecen defensores rabiosos, hachas bravas que esquiva en zig zag. Ahora sí, ve el hueco, abre los brazos como si fueran alas, afirma el pie izquierdo para sostener el envión del derecho, que está listo para el impacto. Para Sasturain, el fútbol es un relato, un cuento que puede caber en un libro o en una narración oral.
Es el director de la Biblioteca Nacional más futbolero de la historia. Presentó un libro jugando al metegol, puso a un arquero inquebrantable de protagonista de su novela La lucha continúa, refutó el desdén académico hacia Soriano y tituló con perfume borgeano el ensayo sobre un gol: Lionel Messi, autor del Quijote.
Hace 13 años, convocado por el diario Olé, jugó un "pan y queso" con Alejandro Dolina para definir dos equipos históricos de poetas y escritores. Formaron a la Selección Argentina con Macedonio Fernández al arco, Domingo Sarmiento, José Hernández, Leopoldo Lugones y Almafuerte abajo; Adolfo Bioy Casares, Roberto Arlt y Jorge Luis Borges como volantes creativos y Oliverio Girondo, Julio Cortázar y Raúl González Tuñón en la delantera. Enfrente, para el Resto del Mundo, pusieron a Albert Camus al arco, porque era arquero; los aguerridos Ernest Hemingway, el Dante, Homero y Faulkner en la defensa; Proust, Miguel de Cervantes y Shakespeare de volantes y un ataque con el ruso Vladimir Maiacovsky, James Joyce y Pablo Neruda de wing izquierdo, porque era capaz de cruzar a caballo una cordillera para salvar de la censura su Canto general.
Eso sí, cuando el cronista de Viva le acerca el micrófono a la línea de cal, Sasturain, agitado, aclara que el fútbol "es apenas un tema literario más: con él se puede hacer una obra maestra o una gansada, porque la literatura no está hecha de temas, sino de escritura".
"Tanto el manejo de la pelota como el del lenguaje –puestos en buenos pies y manos– son un desafío a la creatividad y de ahí, de esa tensión por encontrar una forma original, cada vez única, para resolver dificultades expresivas, puede saltar la belleza", concibe Sasturain, que ahora agarra la pelota de cuero con las palmas de sus manos, la mira como si fuese un libro y empieza a recordar:
¿Se anima a trazar su autorretrato futbolero?
Claro. Fui delantero por izquierda en Independiente de Dorrego de los 16 a los 18 años, en una época en que empezaba a aparecer la línea de cuatro, porque hasta ahí se defendía con tres. Los wines jugaban bien abiertos y yo en general me paraba de 10, aunque después empecé a ir más de punta, a media agua. Cuando vine a estudiar a Buenos Aires, en 1964, me probé en el Viejo Gasómetro. El técnico de la Tercera de San Lorenzo era Imbelloni, aquel que acompañó a Farro, Pontoni y Martino en la delantera fanstástica de 1946. Ni me registraron. A lo sumo sí porque tenía una rodillera, lo cual no era nada auspicioso. Me habían roto parcialmente el ligamento interno de la rodilla derecha hacía un año y medio y recién me operé en los '70, cuando la pata se me terminó de romper. Luego fui a Lanús y si hubiera tenido un poco más de vocación me quedaba, porque estaba bien y esa Tercera era muy buena. De ahí salió Ramón Cabrero, el Galleguito, que era más chico pero tenía todo el fútbol en la cabeza. También me probé en Independiente, de Avellaneda. Me marcaba el Tano Mírcoli (autor de una memorable patada a Johan Cruyff) y recuerdo a un wing izquierdo que se llamaba Esclavo. Sin éxito en los clubes, desde 1965 jugué en la facultad, en un equipo que con los años se llamó Infamia, bastante miserable, porque jugaba al pelotazo, aunque con una defensa sólida y buenos volantes. Fuimos campeones universitarios en el '79. Ahí hice muchos goles y la pasamos muy bien.
¿Puede recrear ese momento en que, al morir su mamá, encuentra la camiseta que lo hizo de Boca a los 4 años?
Bueno, son esas cosas que las viejas guardan, ¿no? Tuve dos, la que me regaló mi papá y otra que me dio la Fundación Evita, con un pantaloncito azul y botines Taponazo. Esa camiseta me quedaba grande y tenía el escote en v que usaba Boca en esa época. Aún conserva manchas de aceite –probablemente Ricoltore–, porque no me la sacaba ni para comer ni para ir a dormir. Me acuerdo que llegué a casa y pregunté: "¿De qué cuadro soy" y mi papá dijo: "Acá somos todos de Boca". Entonces decidí que yo también iba a ser de Boca. Vivíamos en Médanos, al sur de Bahía Blanca, al lado de un baldío.
¿Cómo fue salir por la Puerta 13 el día de la Puerta 12 (una tragedia en el estadio de River, ocurrida el 23 de junio de 1968, en el que murieron aplastados 71 hinchas que salían por ese lugar)?
Fue increíble. Yo hacía poco que había llegado a Buenos Aires y vivía en un pensionado jesuita en Sarandí 41, en Congreso, junto a otros 60 estudiantes. Pero iba a la cancha solo, fuera la de Boca o la de River. Compraba una popular y listo, se podía. Ese día, de pedo, salí por la puerta de al lado, sin darme cuenta de lo que estaba pasando. Me enteré de lo que pasó después escuchando Radio Rivadavia.
Uno de sus personajes literarios es el "Doctor Pentrelli", nombre que remite a un jugador de Racing, autor de la frase "toco y me voy"...
Frase tan desvirtuada después. Porque hoy el "touch and go" supone falta de compromiso, cuando significaba todo lo contrario. Quería decir toco y me ofrezco de nuevo, ¡esa era la idea Pentrelli, esa era su modernidad! Él surgió como un wing encarador en Gimnasia, pero cuando volvió de Italia se había convertido en un jugador más completo, igual que Ernesto Grillo. Volvieron más solidarios, bajaban, tocaban, y entonces Pentrelli dice en un reportaje con Osvaldo Ardizzone: "Yo toco y me voy", es decir, toco y no me quedo quieto.
Bueno, pero el "Doctor Pentrelli" creado por su Olivetti tenía la misión de mejorar la biblioteca del penal de Batán. Ahora que usted anda en eso, ¿qué libros futboleros no deberían faltar en la Biblioteca Nacional?
Primero que nada, no tendrían que faltar los libros de Ricardo Lorenzo, Borocotó, que como tantos famosos argentinos era uruguayo. Sus relatos futboleros son bárbaros. Vamos a buscarlos, deben estar. Compartió la redacción de El Gráfico con Dante Panzeri y Félix Frascara. Cuando hicimos La Argentina en los mundiales con Daniel Arcucci y reconstruimos míticamente la final del '30, reparamos en lo que significaba el estadio Centenario en la Montevideo de esos años, una construcción monumental en una ciudad chata, es decir una sociedad con el fútbol en medio de ella: un cuento del Negro Fontanarrosa. Los tipos celebraron los 100 años de su independencia levantando un estadio. Y ya habían sido campeones olímpicos dos veces. Los argentinos decíamos "fútbol rioplatense" para afanarles la gloria, pero era de ellos. La construcción del mito del país, asentada en gran parte sobre eso. No es casual que la mitología, el relato y la escritura hayan proliferado allí de esa manera.
¿Cómo recuerda el ida y vuelta con Fontanarrosa en 1985 cuando publicaron El día del arquero?
Estábamos en la dictadura y fueron las primeras veces que escribí sobre fútbol, año 1979. El otro día encontré un textito para un suplemento de humor de Siete Vidas, que duró nada. Después un texto para La Voz y antes para una revista efímera llamada Contraseña, que dirigía José Pablo Feinmann. Me preguntó: "¿De qué querés escribir?". Y yo le dije: "De fútbol", porque no tenía ganas de otra cosa. Y le pedíamos al Negrito Fontanarrosa que hiciera los dibujos. Cuando juntamos más textos e ilustraciones, llevamos todo a Ediciones de la Flor. Fue mi primer libro. El Negro hizo tres o cuatro arqueros preciosos. Hay uno que está volando y la pelota le saca la lengua. El último centrojás también es un dibujazo, se parece al Trinche Carlovic.
A principios de los '90, Juan Carlos Martini nos pidió hacer el Pequeño Diccionario Ilustrado del Fútbol Argentino para Alfaguara, pero arrugué, no me daba para un desafío así. Por suerte quedó Tomacito Sanz, que lo hizo maravillosamente bien.
¿Cómo fueron los diálogos futboleros con Osvaldo Soriano?
De espíritu coincidente y de la época del diario La Opinión, cuando él era redactor y yo colaborador, desde afuera. Hace poco me encargaron de Planeta una antología de cuentos del Gordo. Eduardo Sacheri hizo lo mismo con los de Fontanarrosa y ese libro ya se publicó, pero el de Soriano no, debe haber un tema de derechos de autor. Lo volví a leer a fondo, hice la antología y escribí un prólogo largo, analítico, me puse a laburar bastante sobre los cuentos de Osvaldo, sobre todo en la relación con las distintas experiencias del fútbol: el contacto, la práctica personal, la recepción del fútbol como espectáculo a distancia.
Como teníamos casi la misma edad y somos del interior, compartimos eso. En los dos es importante el relato futbolero, porque el fútbol fue durante mucho tiempo el que jugabas en el potrero y el que escuchabas por radio. Y otra experiencia que teníamos era la del fútbol chacarero, el conocimiento de las ligas del interior, la figura del referí... ¡Protagonizaban películas del Lejano Oeste, viejo! Me acuerdo los que llegaban a Dorrego en micro, desde Bahía Blanca, solos con el bolsito, sin lineman, eran cowboys solitarios, que tenían que pitar un penal entre leones. A uno lo apretaron contra el alambrado y el tipo se metió la mano en el pantalón corto ¡y sacó un cuchillo! Era una figura trágica la del referí. Después tenía que salir del hotel y volverse en colectivo, por cuatro mangos. En Osvaldo eso está. ¡Y cómo! Con una vuelta de tuerca fantástica, con el desarrollo de las figuras del director técnico y del referí. Tengo presente Las memorias del Míster Peregrino Fernández, mamita, una locura.
Segundo tiempo
Recita la voz del estadio: "Sasturain, devoto de las pisadas de Riquelme y de la gallardía de Gallardo, nació en González Chaves en 1945, dos meses y 12 días antes que el primer Día de la Lealtad. Llenó por primera vez un álbum de figuritas en 1956 y lo canjeó por una pelota 'superball'. Se graduó en Letras por la UBA y fue profesor universitario hasta la dictadura. Escribe ficciones, es periodista, guionista de historietas y especialista en novelas policiales. Creó la revista Fierro. Y entusiasmó la lectura hasta por televisión. Durante cinco años fue editor de Deportes de Página/12 y escribió cientos de contratapas futboleras. Es capaz de describir un potrero con los ojos cerrados. Hoy dirige la Biblioteca Nacional, pero en la sesión de fotos con Viva no se ve ni un libro, porque este hombre ¡no suelta la pelota!".
Hay un personaje de Ariel Scher, en su libro El blues de la primera fecha, que propone que el método de enseñanza del cuento Sportivo Virreyes se incorpore oficialmente a los colegios.
Jaja, es lindo eso, porque plantea que si un chico puede aprender la formación de su equipo, bueno, puede usar la misma técnica para aprender el nombre de los virreyes. En nuestra época nos llevaban a repetir las cosas de memoria, como la integración de la Primera Junta, que también tiene forma de equipo de fútbol. Esa historia surgió de una anécdota que me contó alguien que tenía un profesor que le enseñaba las cosas así, ¡extraordinario!
En la Audioteca que tienen acá vi discos con relatos de Fioravanti, de Muñoz...
Sí, es lindísimo. El fútbol sigue siendo un relato. En mi época, los años '50, las alternativas eran Aróstegui, Veiga, Fioravanti y Lalo Pelliciari, uruguayos. A mi papá no le gustaba Aróstegui porque tenía demasiadas muletillas y todos los partidos eran iguales. Repetía: "Saltan varios hombres", "entrega la pelota a un compañero", "se produce un amontonamiento de jugadores", y así, sólo cambiaba los nombres. Bernardino Veiga fue el primer relator partidario y gritaba los goles de Boca como un fanático.
¿Por qué cree que son tan potentes las metáforas de Maradona?
Y, porque Diego encarna el ingenio popular y siempre ha sido muy original. Él, o el Malevo Muñoz, son personajes que tienen el límite más corrido que la mayoría y se permiten la trasgresión con absoluta libertad. Captan lo que circula y a veces lo redondean en una frase magistral.
Queda un párrafo antes del silbato final. Entra un cuento. Había una vez un funcionario que se estremeció cuando vio una pelota que lo transportó a su infancia. La besó, la acarició, la sintió propia. Y la llevó a pasear por los adoquines de la calle Defensa. Luego la tiró hacia arriba y la pelota se hizo Luna. Y llegó tan alto que nunca más volvió. Cabe además el título: "Sebreli, vos andá al arco. Y vos, Sasturain, devolvé la pelota".

Pablo Calvo /Revista Viva 12 Marzo 2020.

Libre de virus. www.avast.com

martes, 30 de julio de 2019

La Biblioteca Nacional digitaliza su patrimonio: ya se puede acceder a más de 65 mil piezas de consulta



La directora del organismo, Elsa Barber, presentó RODNA, el Registro Nacional de Objetos Digitales, que, a través de una plataforma virtual conformada por una red de instituciones de todo el país, pone a disposición de investigadores, lectores y público en general miles de de libros, partituras, mapas y fotografías

El año pasado, cuando asumió la dirección de la Biblioteca Nacional#ElsaBarber dijo que estaba empeñada en explotar los procesos de digitalización de los objetos que conforman su patrimonio. Barber es una académica de larga trayectoria. Ha sido directora del departamento de Bibliotecología en la Facultad de Filosofía y Letras (UBA), y, después de ocupar durante 11 años el puesto de subdirectora de la Biblioteca, bajo las administraciones de Horacio González y Alberto Manguel, se convirtió en la primera mujer en ser directora de la institución. En pocos días cumplirá su primer año en funciones.

Aquella afirmación inicial no se quedó en lo discursivo. Hace unas semanas, la Biblioteca Nacional presentó el #RegistroNacionaldeObjetosDigitales, #RODNA. Es este un proyecto de gran envergadura que, a través de una suerte de red federal de recursos culturales, va a permitir a los investigadores de todo el país a entrar en contacto directo con sus materiales de estudio.

Dicho de esta manera puede sonar un poco a universo cerrado, pero es todo lo contrario: RODNA es un desarrollo importantísimo que puede tener repercusiones no sólo a nivel académico, sino que puede hacer que cualquier persona acceda a libros, partituras, manuscritos, mapas, diferentes materiales que forman parte del tesoro y fondo de la Biblioteca —y otras instituciones que participan del Registro— en su formato original pero digitalizados. Eso es, en realidad, el "objeto digital" que contiene RODNA: un material digitalizado en forma completa.

"RODNA es una plataforma virtual para que las bibliotecas, archivos, centros de documentación, que tengan textos y otros materiales digitalizados los puedan subir a un repositorio común", explica Barber en diálogo con Infobae Cultura. "La Biblioteca Nacional es el organismo que tenía que liderar la elaboración y el diseño de esta plataforma, de forma que todos los objetos sean accesibles desde un mismo lugar. Si ese documento no está en la Biblioteca, el catálogo de RODNA lo redirecciona hacia donde está".
Algunas joyas que pueden encontrarse: un incunable del 1500 con textos de Cicerón, el Viaje a las Misiones Argentinas y Brasileras por el alto Uruguay de 1892, el libro Sobre el feminismo, de 1933, etc. Gracias al vínculo con 45 instituciones, RODNA tiene alrededor de 67.000 objetos digitales a disposición para descargar en forma gratuita.
¿Un objeto digital es un e-book?
—¡No! Es importante tu pregunta porque permite aclarar lo que a veces los bibliotecarios decimos en jerga. El objeto digital es el material que está completamente digitalizado. Puede ser un libro, una partitura, un manuscrito.
¿Cuál es la diferencia entre el escaneo de los libros que hace Google y el de un objeto digital que hace la Biblioteca?
—En líneas generales, no estoy de acuerdo con el escaneo de Google. Creo que hay que tener cuidado con eso y hay que tener respeto hacia los autores. La digitalización que hace la Biblioteca tiene el sentido de darle mayor visibilidad a los fondos que tenemos y que sabemos que son únicos. No estamos digitalizando lo que ya tienen otras bibliotecas del mundo; no vamos a repetir el trabajo que ya hizo otra institución. En todo caso, si ya lo han hecho, desde RODNA enlazaremos a esa otra institución. Ese trabajo de "harvesting" es un trabajo muy detallista que hace el área de procesos técnicos, tratando de encontrar dónde pueden estar digitalizada las obras. No existe ningún repositorio que contenga todo lo que está digitalizado, si bien la UNESCO quiso hacerlo con la "World Digital Librar
¿El software de RODNA se desarrolló en la Biblioteca?
—Es un software de la Biblioteca, sí. Y los objetos están alojados en nuestros servidores. Todavía tenemos espacio; seguramente con el proyecto de financiamiento que estamos trabajando con Fonplata, podremos adquirir más equipamiento que nos permita tener continuidad. Es algo fundamental para aquellas instituciones que quieran subir sus materiales.
¿Por qué trabajan solo con instituciones y no con particulares?
—Estoy segura de que RODNA se va a convertir en un repositorio de objetos digitales de muchísima importancia. Cuando lo dimos a conocer, algunas personas nos preguntaban si podían subir sus obras digitales. Por ahora estamos trabajando específicamente con organismos porque nos asegura el compromiso con el objeto y el respeto por el derecho de autor. De ninguna manera podemos subir un texto digital si no está libre de derechos de autor. Pero nosotros no podemos estar revisando uno por uno los 66.000 objetos; le corresponde a cada institución que lo verifique.
Para qué sirve una Biblioteca Nacional
Aún en los años en que se fue territorio de disputa política y cultural, la Biblioteca Nacional nunca dejó de ser percibida con su halo de prestigio. La casa de Borges y Paul Groussacsiempre fue motivo de orgullo. Pero ¿para qué sirve? ¿Cuál es la función de una Biblioteca Nacional?
"Es una biblioteca de guarda de todo el patrimonio nacional, de todo lo que se publica en el país", dice Barber. "Debería brindarle al lector todo lo que se ha publicado en el país y todo lo que se publica en el exterior de autores argentinos. Todos los libros traducidos de Borges, por ejemplo".
¿Cómo se aumenta el acervo?
—A través de la Dirección Nacional de Derecho de Autor, todos los meses nos llegan los libros que pasan por depósito legal. Pero como no todo pasa por depósito legal, tenemos que hacer un trabajo realmente muy intensivo con las editoriales para completar las colecciones. Las editoriales tienen que comprender que, como mínimo, un ejemplar debería venir a la Biblioteca. Pero ni eso sería suficiente porque, según la función de la Biblioteca, ese ejemplar no se podría tocar. Deberían venir tres: uno de guarda, otro que esté en un intermedio y un tercero se pueda leer y usar.
¿Cuál es la política de la Biblioteca con los e-books?
—Es un nuevo soporte que estamos estudiando: cómo se van a tratar, cómo se van a poner a disposición de los usuarios. No hay nada establecido. Por ahora hay muchos borradores, manuales, diferentes estándares. Pero mientras todavía tenemos muchísimo material en papel para incorporar —es impresionante la cantidad de donaciones de bibliotecas personales que hemos tenido en estos años; por ejemplo, las de Burucúa y Juarroz—, estamos estudiando la problemática del e-book. No podemos desconocer cómo se insertó la tecnología en nuestra disciplina.
Pensar el futuro
El 10 de diciembre, la Argentina comenzará un nuevo período presidencial. Puede ser que Mauricio Macri sea reelecto o que otra persona ocupe su despacho en la Casa Rosada. En todo caso, desde hace muchos años, desde la época de Borges, la dirección de la Biblioteca Nacional quedó atada a una administración. Frente al futuro mapa político, la incertidumbre sobre la continuidad de Barber está en el aire.
¿El 9 de diciembre nos volvemos a ver?
—¡¿El 9 de diciembre!?
Sería interesante hacer un balance y ver qué proyectos quedarán en marcha para 2020.
—Por supuesto, es muy importante. Si me voy, ya sea porque lo decida yo o porque lo decidan otros, es muy importante mantener un diálogo con quien venga. Después de 12 años, me gustaría contar todo lo que hemos hecho para que se le dé continuidad y se mejoren los proyectos teniendo en cuenta las nuevas tendencias y tecnologías. Me gustaría transmitir la experiencia que tengo acumulada y lo haría de una manera simple y transparente. Lo que a mí me interesa es la institución Biblioteca Nacional.
Por Patricio Zunini. –Infobae.com

jueves, 13 de septiembre de 2018

La Gazeta de Buenos Aires: 13 Septiembre de 1810





 El Día  del Bibliotecario de la República Argentina, fue establecido por el Congreso de Bibliotecarios reunido en Santiago del Estero en 1942. Doce años después mediante sanción del Decreto Nº17.650/54, fue instituido como "Día del Bibliotecario" a nivel nacional.



Ese día se corresponde con la edición de la "Gaceta de Buenos Aires" del 13 de septiembre de 1810, en la que apareció un artículo titulado "Educación",  que informaba sobre la creación por la Junta de Mayo de la Biblioteca Pública de Buenos Aires, hoy Biblioteca Nacional y la designación  como bibliotecarios del  Dr. Saturnino Segurola y   Fray Cayetano Rodríguez; asimismo se nombró  protector de de dicha biblioteca al Dr. Mariano Moreno.







sábado, 1 de septiembre de 2018

Elsa Barber, directora de la Biblioteca Nacional…[ reportaje]



Bibliotecóloga de profesión, fue directora de la carrera en la UBA. Es una técnica respetada y elogiada por los conocedores y está en la Biblioteca desde la gestión kirchnerista. Es la primera mujer al frente de la Biblioteca Nacional desde que fue creada, hace más de 200 años. "Espero enconetrar el equilibrio entre la parte bibliotecológica y la cultural", dice.


#ElsaBarber es una rara avis. Llegó a la #bibliotecaNacional en 2007, cuando Horacio Tarcus dejó el puesto de subdirector y José Nun, entonces secretario de Cultura, la convocó para ese cargo: "Todos los caminos nos conducen a usted", le dijo. Barber era una académica con dedicación exclusiva en la carrera de Bibliotecología de la UBA y solía ser muy crítica con la administración de la Biblioteca, que estaba dirigida por #HoracioGonzález. Por eso, el llamado de Nun la sorprendió. Durante algunos días meditó el ofrecimiento y terminó aceptando casi por principios: si cuestionaba desde afuera, tenía que ser coherente y proponer sus desafíos desde adentro.
Durante ocho años acompañó a González, con quien tuvo más de una desavenencia. "Me hizo sufrir mucho Horacio", dirá en algún momento de esta entrevista. Con el cambio de gobierno en 2015 estaba dispuesta a dejar el cargo, pero #AlbertoManguel, el nuevo director la retuvo: "Quiero que esto sea una biblioteca", dice que le dijo. Y dice también que en 47 años en la profesión, nunca nadie le había dicho eso. Barber se convirtió en una rareza: es uno de los pocos funcionarios designados en el kirchnerismo que continuó en su cargo en el macrismo.
Para acentuar el rasgo de su excepción, el destino la puso ahora ante un nuevo desafío. Hace unas semanas, en medio de una tormenta de dichos y trascendidos, Alberto Manguel renunció a la dirección de la Biblioteca Nacional. En sus dos años de gestión tuvo varios reclamos sobre los límites presupuestarios que le imponían desde el Ministerio de Cultura. "No tenemos ni un mango para comprar un grano de café", llegó a decir. Finalmente, su salida quedó sellada por su delicado estado de salud. El ministro Pablo Avelluto actuó con rapidez y le ofreció el puesto a Barber. Así, esta bibliotecaria de 65 años nacida en Villa Cañás, se convirtió en la primera directora de la Biblioteca Nacional en sus dos siglos de historia.
Elsa Barber recibe a Infobae Cultura en su nuevo despacho con una timidez evidente: "Soy más bien de perfil bajo", dice, "como lo es alguien técnico que trabaja en el día a día de una institución".
¿La Biblioteca va a estar más apuntada a la parte técnica que a la política?
—Yo creo que uno siempre hace política. Cuando llegué a la Biblioteca, mis respuestas eran más bien las de alguien que viene del mundo académico. Mi especialización, además, es el área de organización y tratamiento de la información; tengo una tendencia hace eso. Once años después digo que uno siempre hace política, pero es tanto una política bibliotecológica como una política cultural. No quiero separar lo bibliotecológico de lo cultural. Tengo y debo encontrar el equilibrio.
¿Cómo va a ser su gestión al frente de la Biblioteca?
—Vamos a dar continuidad a la gestión de Alberto Manguel, quien me precede, pero con quien compartí dos años. Vamos a dar continuidad tanto en el ámbito bibliotecológico como en el cultural. Obviamente, como todos sabemos, hay muchísima restricción presupuestaria. Estamos en un momento muy complejo del país, de modo que todas las instituciones estamos teniendo ajustes muy serios. Quizás eso haga que tengamos que bajar algunas cosas o que tengamos que pasar al 2019 lo que teníamos planificado para este año. Pero, en principio, vamos a seguir con la planificación que habíamos armado con Alberto, trabajando de manera mucho más austera. No es fácil administrar pobreza, pero hay mucha disposición de parte del personal. He hablado con los directores generales, con los directores, con los coordinadores, con los responsables de los centros que se han creado en este último período, y todos saben cuál es la situación económica por la que está pasando la Biblioteca y todos estamos dispuestos a desarrollar contenido con calidad y con austeridad.
¿Siente una responsabilidad extra por ser la primera mujer al frente de la Biblioteca Nacional?
—Realmente siento que tengo un peso enorme. No sé si es por ser mujer o por ser la primera bibliotecaria graduada a cargo de esta institución, con todo lo que implica históricamente. De cualquier manera, me lo hubiera tomado de esta forma. Soy muy obsesiva. A pesar de que hace once años que estoy en la Biblioteca, esta es una responsabilidad que pesa. Los otros días venía en un taxi, miré el edificio y dije: "Uy, ahora la responsable de todo esto soy yo. De este gran elefante que para algunos se ve como inalcanzable".
EL PASADO Y LA LUNA DE MIEL
La dirección de Alberto Manguel siempre estuvo signada por la controversia. Cuando aceptó el cargo, debido a compromisos previos demoró seis meses en asumir. Durante ese lapso, el Ministerio de Cultura echó de todas sus dependencias a una gran cantidad de trabajadores aduciendo que habían sido incorporados con el único mérito de ser militantes kirchneristas. En ese contexto, una de las instituciones más convulsionadas fue la Biblioteca Nacional.
Eran días de guerra dialéctica. Horacio González apremiaba a Manguel a entrar en funciones y evitar así más despidos. Avelluto le respondía que durante su gestión había sido irresponsable y había aumentado tres veces la plantilla de empleados. Aparecían solicitadas con las firmas de escritores e intelectuales de la talla de Elena Poniatowska, Alan Badiou, John Coetzee (premio Nobel de Literatura) que respaldaban a los cesanteados. Alguien difundía un monto "millonario" que cobraría Manguel; otro decía que al kirchnerismo había convertido a la Biblioteca en un centro cultural partidario donde se reunía Carta Abierta. La espiral parecía no tener fin. Y Manguel, de perfil alto, tampoco se ocupó de aquietar las aguas.
La designación de Elsa Barber se da en un momento totalmente diferente. Ni una sola voz se opuso a su nombramiento.
¿Cuánto dura la luna de miel?
—No lo sé. Tenemos reuniones semanales con los directores generales de cada área y entre todos iremos viendo cómo solucionar los problemas que surjan. Lo que me preocupa es la cuestión presupuestaria. Con eso ya no hay luna de miel: se cortó al segundo día. Por supuesto que yo estaba totalmente al tanto —mucho más que en otras épocas—, porque durante la gestión de Alberto hemos trabajado en equipo y eso ha facilitado que conozca el funcionamiento de las diferentes partes. Pero hoy el país y las circunstancias en las que nos encontramos cambian de un día para el otro.
¿Y el trato con los gremios? Aquellos seis meses en los que Manguel todavía no asumía, usted fue la directora interina.
—Fueron los seis meses más duros y más terribles y más espantosos de mi vida. Pensaba que no llegaba a julio. Llegué por el gran apoyo que en ese momento tuve del ministro de Cultura, Pablo Avelluto, de Alberto Manguel, como director que iba a venir, y de mi marido. Fueron los tres hombres que me sostuvieron en ese momento. Fue la peor etapa de mi vida y difícilmente pueda recuperarme. Hubo un antes y un después respecto de ese período. Muy duro, muy difícil.
¿Cómo es la relación con los gremios? Después de esos seis meses, tal vez ATE esté en pie de alerta.
—Supongo que no sólo ATE sino también UPCN. Tuvimos una reunión con todos los gremios. ATE, por una coyuntura de ellos, no pudo venir. Fue una reunión protocolar donde la junta directiva de cada uno de los gremios se presentaba. Con UPCN conversamos una hora. Fue una reunión amable, cordial. Pero insisto: más allá de lo que yo pueda decir o de lo que el mismo ministro pueda decir, van a seguir con sus dudas. Hasta que no vean qué es lo que pase en el día a día van a continuar con esas dudas.
¿Cómo es su relación con Horacio González?
—Después de que Horacio se fue de la Biblioteca ya no tuvimos ningún tipo de contacto. Pero no lo tuvo con toda la Biblioteca, salvo, quizá, con las personas más allegadas a él durante su gestión. Yo nunca tuve una relación muy allegada con Horacio.
Pero estuvieron ocho años trabajando juntos.
—Ocho años, con mucha discusión y mucho planteo. Sobre todo, cuando se licitó el sistema que tenía que gestionar el catálogo. Me hizo sufrir mucho Horacio González.
¿En qué sentido?
—Para tratar de implementar lo que la Biblioteca necesitaba como biblioteca. Yo tenía un objetivo muy claro de qué era lo que quería y me mantuve en ese objetivo y finalmente lo logré. Pero no fue un camino lleno de rosas, fue un camino con muchas espinas. Eso es lo que valoro de esa etapa. Muchas veces, a mis conocidos les decía: "Este sufrimiento y todo por un catálogo". Parecía ridículo. Valoro muchísimo que pudimos hacerlo, que pudimos capacitar a todo el personal. Fue una etapa de muchísimo trabajo y en cuatro años logramos implementar el sistema. En alguna oportunidad, Alberto me preguntó por qué seguí en la Biblioteca. Y fue por eso: porque pude hacer, a pesar de.
PROYECTOS Y EDIFICIOS
Además de estar abocada al estudio del RDA, un nuevo estándar en la catalogación de los materiales de bibliotecas, en el que coordina una colaboración en conjunto con las bibliotecas nacionales de Chile, Colombia y España, Barber está ocupada en impulsar la puesta en valor de los edificios que dependen de la Biblioteca: el Museo del Libro y de la Lengua y la sede histórica de la calle México.
—Vamos a reabrir el Museo muy pronto —dice—. La idea es que sea a mediados de septiembre. Hablé con Ezequiel Martínez [director general de Cultura de la Biblioteca] mientras todavía estaba Alberto Manguel. El Museo es un edificio con tremendas dificultades de mantenimiento y fallas de construcción. A veces me sorprendo, como bibliotecaria, hablando de la impermeabilización del techo, pero es algo que hay que hablar. Es un edificio con una construcción tan deficiente que cerrado va a estar cada vez peor. Pero, además: hay que abrirlo. Vamos a abrir con una muestra sobre libros de bibliófilos, que va a contener libros del fondo documental de la Biblioteca —porque queremos revalorizar el propio fondo y mostrarlo— junto con unos libros espectaculares que nos va a prestar un señor que se llama Lampolla.
En la agenda del Museo del Libro, las muestras continúan con homenajes a Ernesto Sábato y a Sara Gallardo, más las acciones del Centro de Lectura Infantil y Juvenil Dailan Kifki, que está a cargo de Sebastián Noejovich.
¿Y la sede de México?
—Nosotros quisiéramos tener todo el edificio de la calle México, pero lo que fue cedido en 2015 durante el ministerio de Teresa Parodi, fue el primer piso. Nuestra idea fue siempre insistirle al ministro Avelluto que queremos todo el edificio. Por ahora, la intención es avanzar con el Centro de Estudios y Documentación Jorge Luis Borges. Nos dijeron que iban a comenzar algunas obras; teníamos un calendario a partir del 15 de agosto. Con esta revolución económica que aconteció, Pablo [Avelluto] me ha dicho que la cifra destinada a esa obra sigue y que se va a iniciar en el transcurso de lo que queda del año. Es una obra sumamente importante, básica, para que el edificio no se caiga.
TERRENO DE BATALLA
La Biblioteca Nacional siempre anuda una batalla cultural. A usted le tocó estar en la época de Horacio González, le tocó el período de Alberto Manguel, que, de alguna manera, limpió la imagen partidaria que tenía cuando estaba González, y ahora le va a tocar la campaña presidencial de 2019. ¿Cómo va a vivir la Biblioteca Nacional este período?
—Lo vamos a vivir como lo estamos transitando en este momento. Ya tenemos la programación del 2019, que habrá que acomodarla en base al presupuesto. Pero la Biblioteca tiene que ser un espacio abierto para todo. No me imagino que conmigo se vuelva a hacer una Biblioteca como en la época de Horacio González. Más bien, me la imagino dando continuidad a la gestión de Alberto Manguel, separada de una cuestión política partidaria en particular.
Alberto Manguel se quejaba mucho del nivel presupuestario, tema que salió varias veces en sus respuestas. ¿De qué manera Pablo Avelluto va a acompañar un reclamo?
—En realidad, esa situación es dura, porque la vivimos en el día a día. Avelluto me ha dicho en reiteradas oportunidades que va a ayudar a la Biblioteca, de modo que, en esta instancia, quiero creer y, en principio, creo. Y si no, siempre voy a decir lo mismo que digo desde el 2007: el día que vea que no puedo, llamaré a los periodistas y les diré públicamente que no tengo lo que necesito para llevar la gestión adelante y me tendré que ir. Pero hace once años que estoy y espero no tener que decirlo nunca.
¿Cómo se imagina el día que deje la biblioteca?
—Fundamentalmente espero dejar el equilibrio entre la parte bibliotecológica y lo cultural. Que se me distinga por alguien que no hizo una división entre una y otra. Diría que la Biblioteca Nacional, desde lo específicamente técnico, ha dado un salto enorme producto de la continuidad, y lo que más me gustaría es que todo eso aumente día a día, que tengamos más participación en lo digital, que el personal se quede con el equipamiento necesario. Y, con respecto a lo cultural, siempre pienso, en que tenemos que utilizar mucho los fondos que la Biblioteca tiene y posee y darlos a conocer a toda la comunidad en la Argentina, en la región y en el mundo.
Fuente: infobae. Patricio Zunini

miércoles, 15 de marzo de 2017

Apruébase la Estructura de la Biblioteca Nacional.



Decisión Administrativa 1522/2016
Buenos Aires, 23/12/2016
VISTO el Expediente Nº S01-0474329/2016 del Registro de la BIBLIOTECA NACIONAL, organismo descentralizado en la órbita del MINISTERIO DE CULTURA, el Decreto Nº 2098 de fecha 3 de diciembre de 2008 y modificatorios, mediante el cual se homologó el Convenio Colectivo de Trabajo Sectorial del Personal del SISTEMA NACIONAL DE EMPLEO PÚBLICO (SINEP), el Decreto Nº 1386 de fecha 29 de noviembre de 1996, el Decreto Nº 272 de fecha 26 de marzo de 2007, el Decreto Nº 2011 de fecha 23 de octubre de 2012, y

CONSIDERANDO:

Que, mediante el Decreto N° 1386/96 y modificatorios, se estableció que la BIBLIOTECA NACIONAL desarrollará su acción como organismo descentralizado y autárquico en Jurisdicción de la entonces SECRETARÍA DE CULTURA de la PRESIDENCIA DE LA NACIÓN.

Que por el Decreto N° 272/07 y modificatorio, se aprobó la estructura organizativa de la BIBLIOTECA NACIONAL, organismo autárquico dependiente entonces de la SECRETARÍA DE CULTURA de la PRESIDENCIA DE LA NACIÓN.

Que por el Decreto Nº 35/16 se aprobó la conformación organizativa del MINISTERIO DE CULTURA, estableciéndose entre sus organismos descentralizados en la órbita del mismo a la BIBLIOTECA NACIONAL.

Que por el Decreto Nº 2011/12, se incorporó a la estructura organizativa de primer nivel operativo de la BIBLIOTECA NACIONAL, organismo descentralizado en el ámbito de la SECRETARIA DE CULTURA de la PRESIDENCIA DE LA NACIÓN, la DIRECCIÓN DEL MUSEO DEL LIBRO Y DE LA LENGUA de la BIBLIOTECA NACIONAL.

Que en esta instancia resulta necesario aprobar la estructura organizativa de primer nivel operativo de la BIBLIOTECA NACIONAL, y asimismo, homologar, reasignar y derogar diversos cargos pertenecientes al Nomenclador de Funciones Ejecutivas del citado organismo.

Que el Servicio Jurídico Permanente de la Jurisdicción ha tomado la intervención de su competencia.

Que la SUBSECRETARÍA DE PLANIFICACIÓN DE EMPLEO PÚBLICO de la SECRETARÍA DE EMPLEO PÚBLICO del MINISTERIO DE MODERNIZACIÓN y la SECRETARÍA DE HACIENDA del MINISTERIO DE HACIENDA Y FINANZAS PÚBLICAS han tomado intervención en razón de sus competencias en la materia.

Que la presente medida se dicta en ejercicio de las facultades conferidas por el artículo 100, inciso 1 de la CONSTITUCIÓN NACIONAL y el artículo 16, inciso 29, de la Ley de Ministerios (texto ordenado por Decreto Nº 438/92) y sus modificatorias.

Por ello,

EL JEFE DE GABINETE DE MINISTROS

DECIDE:
ARTÍCULO 1° — Apruébase la estructura organizativa de primer nivel operativo de la BIBLIOTECA NACIONAL, organismo descentralizado y autárquico en la órbita del MINISTERIO DE CULTURA, de conformidad con el Organigrama y Responsabilidad Primaria y Acciones que, como Anexos I (IF-2016-04497963-APN-MC) y II (IF-2016-04497925-APN-MC), forman parte integrante de la presente medida.
ARTÍCULO 2° — Homológanse, reasígnanse y derógase en el Nomenclador de Funciones Ejecutivas, los cargos pertenecientes a la BIBLIOTECA NACIONAL, organismo descentralizado y autárquico en la órbita del MINISTERIO DE CULTURA, según el detalle obrante en las Planillas Anexas al presente artículo (IF-2016-04497954-APN-MC), que forma parte integrante de la presente medida.
ARTÍCULO 3° — Facúltase al Director de la BIBLIOTECA NACIONAL, organismo descentralizado en la órbita del MINISTERIO DE CULTURA, previa intervención de la SUBSECRETARÍA DE PLANIFICACIÓN DE EMPLEO PÚBLICO de la SECRETARÍA DE EMPLEO PÚBLICO del MINISTERIO DE MODERNIZACIÓN, a aprobar y/o modificar el Anexo de Dotación de la estructura que se aprueba por el presente acto, el cual deberá adecuarse a los cargos financiados de conformidad con la Ley de Presupuesto vigente al momento de su aprobación.
ARTÍCULO 4° — Facúltase al titular de la BIBLIOTECA NACIONAL, organismo descentralizado y autárquico en la órbita del MINISTERIO DE CULTURA a aprobar, previa intervención de la SUBSECRETARÍA DE PLANIFICACIÓN DE EMPLEO PÚBLICO de la SECRETARÍA DE EMPLEO PÚBLICO del MINISTERIO DE MODERNIZACIÓN, la estructura organizativa de nivel inferior a la aprobada por la presente Decisión Administrativa, la que deberá prever un máximo de ONCE (11) Direcciones y CINCO (5) Coordinaciones del SISTEMA NACIONAL DE EMPLEO PÚBLICO (SINEP), aprobado por el Convenio Colectivo de Trabajo Sectorial del Personal homologado por el Decreto N° 2098/08, y modificatorios, las que a través de dicho acto serán incorporadas, homologadas, ratificadas y derogadas, según corresponda, en el Nomenclador de Funciones Ejecutivas del Organismo, con Nivel III (Dirección) y IV (Coordinación).
ARTÍCULO 5° — El gasto que demande el cumplimiento de la presente medida se atenderá con los créditos específicos asignados a la ENTIDAD 116 - BIBLIOTECA NACIONAL.
ARTÍCULO 6° — Comuníquese, publíquese, dése a la DIRECCIÓN NACIONAL DEL REGISTRO OFICIAL y archívese. — Marcos Peña. — Alejandro P. Avelluto.
ANEXO I
ANEXO II

MINISTERIO DE CULTURA
BIBLIOTECA NACIONAL
UNIDAD DE AUDITORIA INTERNA  RESPONSABILIDAD PRIMARIA

Entender en el Sistema de Control Interno de la BIBLIOTECA NACIONAL de acuerdo a lo establecido por el Artículo 100 de la Ley N° 24.156 de Administración Financiera y de los Sistemas de Control del Sector Público Nacional; realizando los exámenes y evaluaciones de las actividades del organismo y empleando el enfoque de control integral e integrado tendiente a la continua optimización de los niveles de eficiencia, economía y eficacia de la gestión.

ACCIONES:
1. Elaborar el planeamiento general de Auditoría Interna de acuerdo con las Normas Generales de Control Interno y de Auditoría Interna, aplicando el modelo de control integrado y elaborar el Plan Anual de Auditoría Interna.
2. Asesorar en la definición de normas y procedimientos a efectos de establecer de acuerdo con la autoridad Superior de la Jurisdicción el Sistema de Control Interno y efectuar su seguimiento.

3. Verificar el cumplimiento de las políticas, planes y procedimientos establecidos por la autoridad superior y evaluar la aplicación de los controles operativos, contables, de legalidad y financieros.

4. Verificar si las erogaciones se efectúan de acuerdo con la normativa legal y en los niveles presupuestarios establecidos por la legislación vigente.

5. Constatar la confiabilidad de los datos que se utilicen en la elaboración de la información, determinar la precisión de la registración de los activos y las medidas de resguardo tomadas para su protección y producir informes periódicos sobre las actividades desarrolladas y, de corresponder, formular recomendaciones y observaciones.

6. Comunicar a las autoridades superiores y a la SINDICATURA GENERAL DE LA NACIÓN las recomendaciones y observaciones que se formulen y efectuar su seguimiento.

7. Informar sobre los temas que requiere la SINDICATURA GENERAL DE LA NACIÓN, en lo atinente al desarrollo de sus actividades.

DIRECCIÓN GENERAL DE COORDINACIÓN ADMINISTRATIVA
RESPONSABILIDAD PRIMARIA

Coordinar las actividades de apoyo legal, técnicas, administrativas y financieras de la BIBLIOTECA NACIONAL.

ACCIONES:
1. Asistir al titular de la BIBLIOTECA NACIONAL en el diseño de la política presupuestaria del organismo, y en la evaluación de su cumplimiento.

2. Coordinar el diseño y aplicación de políticas administrativas y financieras de la Jurisdicción.

3. Asistir a las unidades ejecutoras efectuando los trámites administrativos necesarios para el reclutamiento de los recursos humanos y la obtención de los recursos materiales, equipamientos tecnológicos y de todo otro insumo necesario para el cumplimiento de los objetivos y metas del Organismo.

4. Coordinar las acciones que hacen al desarrollo de las tareas relacionadas con los aspectos económicos, financieros, contables, patrimoniales, de infraestructura, de mantenimiento edilicio y control de gestión.

5. Coordinar la información administrativo-financiera de la BIBLIOTECA NACIONAL.

6. Coordinar y planificar la aplicación de la política de recursos humanos en la BIBLIOTECA NACIONAL.

7. Coordinar el despacho, seguimiento y archivo de la documentación administrativa, como así de las notificaciones producidas.

8. Coordinar el servicio jurídico e intervenir en todos los proyectos de normas vinculadas con las actividades sustantivas de la BIBLIOTECA NACIONAL.
DIRECCIÓN GENERAL DE ACCIÓN CULTURAL Y DISEÑO
RESPONSABILIDAD PRIMARIA

Diseñar, articular y desarrollar las acciones culturales de la BIBLIOTECA NACIONAL, y establecer los mecanismos de su implementación y su acceso a la población.

ACCIONES:
1. Asistir en la gestión de las políticas culturales de la BIBLIOTECA NACIONAL y entender en su desarrollo.

2. Organizar la producción de bienes y servicios culturales, en el ámbito de su competencia.

3. Establecer canales de comunicación para difundir la historia, el patrimonio y el quehacer de la institución.

4. Implementar actividades culturales en las Salas, Espacios Públicos y Centros permanentes de la BIBLIOTECA NACIONAL.

5. Dirigir, coordinar y elaborar el diseño y diagramación de los distintos soportes institucionales de la BIBLIOTECA NACIONAL.

6. Gestionar la programación de conferencias, jornadas, ciclos de cine y de música, relacionadas con las muestras y exposiciones del Organismo, coordinando las acciones técnicas pertinentes.

7. Entender en las relaciones institucionales con otros organismos estatales y privados, a nivel nacional e internacional.

DIRECCIÓN GENERAL DE COORDINACIÓN BIBLIOTECOLÓGICA
RESPONSABILIDAD PRIMARIA

Desarrollar, organizar, preservar y promover el patrimonio bibliográfico y documental de la BIBLIOTECA NACIONAL, proporcionando a los lectores el acceso en sala y en línea a dicho patrimonio.

ACCIONES:
1. Entender en el inventario, control y resguardo del material bibliográfico de la BIBLIOTECA NACIONAL.

2. Establecer los criterios de selección de los materiales bibliográficos y conducir el desarrollo de la colección de la BIBLIOTECA NACIONAL.

3. Dirigir la organización, tratamiento y almacenamiento del fondo documental del organismo.

4. Organizar la prestación de servicios de referencia, consulta y formación de usuarios en las salas de lectura de la BIBLIOTECA NACIONAL.

5. Entender en el desarrollo de los servicios de referencia convencionales, electrónicos y en línea de las distintas salas de lectura.

6. Gestionar, investigar y efectuar la búsqueda de información para el ingreso de publicaciones seriadas, almacenamiento y asignación topográfica de las colecciones hemerográficas.

7. Establecer los procesos de conversión digital y de microfilmación de materiales que constituyen el fondo documental de la BIBLIOTECA NACIONAL.

8. Supervisar los procesos de conservación preventiva, restauración y mantenimiento de las colecciones bibliográficas.

9. Brindar servicios de orientación, asesoramiento y capacitación a bibliotecas del país y propiciar acuerdos de cooperación con distintos organismos y unidades de información nacionales e internacionales.

10. Determinar y aplicar las metodologías de evaluación de los niveles de calidad del procesamiento de los materiales bibliográficos y de la prestación de los servicios a los lectores.

IF-2016-04497925-APN-MC
PLANILLA ANEXA AL ARTÍCULO 2º
MINISTERIO DE CULTURA -BIBLIOTECA NACIONAL
HOMOLOGACIÓN CON REASIGNACIÓN