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martes, 2 de febrero de 2021

La Biblioteca de libros antiguos de Umberto Eco tiene destino…

 


La Biblioteca de libros antiguos de #UmbertoEco tiene destino…

Se trata del material más preciado del semiólogo y novelista italiano, fallecido en 2016. La serie incluye 1200 volúmenes anteriores al siglo XX, entre ellos 36 incunables.

La #BibliotecaBraidense de Milán será la encargada de conservar los libros antiguos del semiólogo y novelista italiano Umberto Eco, fallecido en 2016, que incluye 1200 volúmenes anteriores al siglo XX, entre ellos 36 incunables. Los procedimientos para la adquisición comenzaron en 2017 y se completaron con la ratificación, en los últimos días.

"La Biblioteca Braidense -explicó James Bradburne, director del complejo de Brera, del que forma parte la instituciones- es entusiasta ante el hecho de que la herencia de Eco sea colocada junto con la colección de libros raros de la biblioteca, y agradece al Estado por su adquisición"

Fue largo el camino que llevó a la adquisición de los libros de Eco, que dividía su vida entre Milán, donde tenía casa, a pocos cientos de metros de la Braidense, y Bolonia, su "casa" universitaria. Entre otras cosas, la familia interpuso un recurso contra la obligación de indivisibilidad dictada por la Superintendencia de archivos y libros sobre el patrimonio libresco.

Ahora, entonces, Bolonia recibirá la parte moderna y el archivo, y la Braidense los 1.200 volúmenes antiguos, de los cuales 36 son incunables y 380 impresos entre el siglo XVI y el XVIII.

Bolonia recibirá la parte moderna y el archivo, y la Braidense de Milán los 1.200 volúmenes antiguos, de los cuales 36 son incunables y 380 impresos entre el siglo XVI y el XVIII.

"Umberto Eco amaba Milán y amaba la Biblioteca Braidense, que consideraba 'su' biblioteca. Él quería que sus libros quedaran en Milán y vinieran a la biblioteca", subrayó Bradburne, recordando que en casa del escritor "los libros raros eran privilegiados y ubicados en forma separada respecto de su biblioteca moderna".

"Vigilará" su colección de libros antiguos, o mejor su "biblioteca semiológica, curiosa, lunática, mágica y pneumática", un comité científico con cinco miembros, dos de ellos indicados por los herederos de Eco y dos por el ministerio de Bienes Culturales. Su tarea será controlar la conservación y uso de la colección, para garantizar también la "unicidad de la consulta digital".

En cuanto a la biblioteca moderna y el archivo de Eco, serán confiados en comodato de uso a la Alma Mater de Bolonia durante 90 años. Hace unos días, la Corte de Cuentas dio el vía libre a la adquisición a los herederos de parte del ministerio de Bienes Culturales.

Fuente: Ansa


lunes, 30 de enero de 2017

Umberto Eco: "Las redes sociales generan una invasión de imbéciles"


---------- Mensaje reenviado ----------




El Club de los Libros Perdidos


Posted: 28 Jan 2017 03:16 PM PST

El pensador y escritor Umberto Eco se despidió de nuestro mundo hace ya casi un año, pero antes de eso, dejó constar su dura opinión sobre el efecto que estaban teniendo las redes sociales en la sociedad. 


  "Las redes sociales han generado una invasión de imbéciles que le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas que antes hablaban sólo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad y ahora tienen el mismo derecho a hablar que un premio Nobel. Es la invasión de los necios", sentenció, y eso a pesar de que no vivió para ver a youtuber dar de comer galletas con dentífrico a personas sin techo.


Fuente: El mostrador
  "El drama de Internet es que ha promovido al tonto del pueblo al nivel de portador de la verdad".
  Si bien la Red supone la democratización de la difusión del conocimiento -de todo tipo de conocimiento- y de la información. En concreto, por Facebook, Twitter, Instagram o Google+ circulan intenciones, deseos, críticas, aplausos, insultos, adhesiones, de ciudadanos corrientes, y también informaciones contrastadas y opiniones de medios de comunicación. No es demasiado difícil distinguir entre unos y otros. Pero interpretando las palabras de Eco ¿cuántos realmente usamos las redes con responsabilidad y con un propósito mejor que el entretenimiento momentáneo?

   Durante una conferencia de prensa en el el Gran Palacio de la Real Escuela de Equitación en Turín, el semiólogo sostuvo que "las redes sociales le dan derecho de palabra a legiones de imbéciles que antes hablaban sólo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la colectividad".

Ve el video aquí


   Mientras que no entendamos que Twitter o Facebook son un reflejo -quizá el mejor que ha habido nunca- de la sociedad no seremos conscientes de hacia dónde caminamos.

"Si la televisión había aprobado al tonto del pueblo, ante el cual el espectador se sentía superior, el drama de Internet es que ha aprobado al tonto del pueblo como el portador de la verdad", pensaba Eco.

Umberto Eco, aseguraba que las redes sociales, asegurando que su el "drama" de internet es que "ha promovido al tonto del pueblo al nivel de portador de la verdad".

¿Ustedes qué opinan?




Posted: 28 Jan 2017 06:48 AM PST


  Tauba Auerbach se asoció con Printed Matter para publicar el proyecto [2,3], un libro de gran escala que existe entre las tarjetas emergentes y los objetos escultóricos. El proyecto se pliega fácilmente en su propio estuche, y contiene seis esculturas de papel separadas que vienen a la vida cuando se los abre. El director Sam Fleischner filmo el desempaquetado del proyecto, capturado los sonidos chirriantes de los libros al abrir, y los objetos dentro cayendo lentamente en su lugar. Puedes ver más de los diseños de Auerbach en Instagram.









Posted: 28 Jan 2017 06:39 AM PST

Bombardeo de Dresde, la "Florencia de Alemania". Esta es la historia de un holocausto silenciado, prohibido, olvidado, perpetrado por las fuerzas aliadas sobre una población civil, y este horror de la guerra no debe ser olvidado, porque es la evidencia de que son siempre los inocentes los que sufren cuando unos pocos deciden que es buena idea enfrentarnos entre nosotros.

 Esta es la prueba de que el pueblo alemán también sufrió un genocidio, y que en las guerras no existen los buenos y los malos, sólo los criminales.





  Tres días de locura, horror y muerte. El bombardeo de Dresde no tuvo otro nombre. Un crimen de guerra que desgraciadamente no fue declarado como tal porque los que lo realizaron fueron los supuestos "salvadores del mundo", los que derrotaron y sacaron a la luz todo el maldito holocausto nazi. Pero para ingleses y norteamericanos, Alemania necesitaba un escarmiento. 

  Poco importaba que la guerra estuviera en sus últimos suspiros; que los rusos prácticamente perfeccionaban el asalto a Berlín después de haber cruzado el Oder, o que incluso los occidentales ya hubieran traspasado el Rhin. Poco importó que Dresde estuviera llena de heridos y refugiados de guerra que huían del horror producido en otras ciudades, y que intentaban llegar como podían a Berlín buscando un último lugar donde esconderse. Poco importó que aquel no fuera un punto estratégico importante en aquellos momentos, ni un obstáculo importante en el avance de las tropas.
   



  Era un escarmiento, y una promesa hecha a Stalin durante la Conferencia de Yalta del 11 de febrero que habían de cumplir ingleses y norteamericanos.

  Aquel 13 de Febrero de 1945 se ha quedado para la Historia como el del mayor bombardeo registrado sobre una población civil. La ciudad de Dresde fue practicamente aniquilada. Monumentos, puentes, edificios, casas, calles, nada quedó en pie, sólo ruinas y muerte. 35.000 según los ingleses, 450.000 según los alemanes…

   Eran las 22,09 h. del 13 de Febrero cuando las emisoras de radio alemanas cortaron su emisión para transmitir los sonidos de alerta de que se acercaban aviones aliados. Nadie pudo pensar que los 9 "mosquitos" (cazas ingleses) de reconocimiento iban a marcar a Dresde como el gran objetivo. Pero lo hicieron delimitándola con bengalas rojas, e iluminando con otras tantas toda la ciudad para evitar errores de los bombarderos.

ADVERTENCIA: las imágenes de este video pueden herir sensibilidades.




   245 bombarderos sobrevolaron minutos después la ciudad. La lluvia de bombas fue tal, que el único bombardero derribado lo fue porque le cayó encima una bomba lanzada por otro bombardero que volaba por encima suya. Eran las 22,15 h. y bastaron 15 minutos de intenso bombardeo para dejar la ciudad en ruinas. 524 bombas blockbusters, con capacidad de destrucción cada una de una manzana de calles completa, más 1800 bombas explosivas fueron lanzadas en aquel primer ataque. No intentaron esquivar ningún edificio: lo bombardearon todo, incluido hospitales, asilos y escuelas. La ciudad era un desesperanzador lamento de gritos y sollozos. Pero aún, no quedaron conformes.

   Ya no hicieron falta los aviones mosquitos que les marcaran el objetivo en la segunda oleada de aviones. Eran las 1,30 h. de la mañana. La ciudad estaba en llamas. Socorristas, y ayuda médica habían llegado de ciudades cercanas, pero cuando oyeron los ruidos nuevamente de los bombarderos acercándose ya los tenían encima. Esta vez nadie pudo avisarles porque la ciudad estaba sin electricidad.

"No intentaron esquivar ningún edificio: lo bombardearon todo, incluido hospitales, asilos y escuelas."
  El número de bombarderos se había doblado. En esta ocasión 550 bombarderos británicos Lancaster sobrevolaron Dresde. Y las bombas que llevaron en esta ocasión eran bombas incendiarias destinadas a hacer el mayor daño posible en los edificios. Se lanzaron nada más y nada menos que 650.000 bombas y 15 kilómetros cuadrados de territorios fueron bombardeados. Con este segundo bombardeo, Dresde, una ciudad que históricamente se había hecho famosa por el arte y la cultura que encerraba quedó reducida a cenizas. De este segundo bombardeo, curiosamente, se guarda una proyección en el Imperial War Museum de Londres.

   El caos era total. No había agua, ni alimentos, ni medicinas, ni medios suficientes para apagar las llamas de la ciudad, ni atender a los cientos de miles de heridos. Y sin embargo, el horror no había acabado.



  A las 12,12 h. del 14 de febrero llegó la tercera oleada de bombarderos que dejó caer otro diluvio de muerte sobre la ciudad. Esta vez fueron 311 bombarderos B-17 de las fuerzas norteamericanas acompañados de cinco cazas. esta vez cayeron sobre la ciudad 1800 bombas explosivas y más de 126.000 bombas incendiarias. Los cazas que los acompañaban se dedicaron a ametrallar a los grupos de supervivientes que como buenamente podían, escapaban de la ciudad.

UN HOMENAJE A ESTE DOLOR ESCONDIDO, Y VERGONZOSO.


   En la conferencia de Potsdam realizada en agosto de 1945, poco  después de la rendición alemana el 8 de mayo de 1945, los aliados dividieron Alemania en cuatro zonas de ocupación militar -Francia al suroeste, Gran Bretaña al noroeste, Estados Unidos al sur, y la Unión Soviética al este-. Las antiguas (1919-1937) provincias de Alemania al este de la Línea Oder-Neisse (Prusia oriental, el este de Pomerania y Silesia) fueron transferidas a Polonia, mudando el país hacia el oeste. Aproximadamente 15 millones de alemanes étnicos sufrieron terribles penalidades de 1944 a 1947 durante su huida y expulsión de los territorios de Alemania del este y de Sudeste.

  De los cerca de 12.4 millones de alemanes que en 1944 vivían en territorio que después del desmembramiento de Alemania se convertiría en parte de la Polonia de la posguerra, un aproximado de 6 millones huyeron o fueron evacuados antes del avance del Ejército Rojo. Del resto, más de un millón fueron asesinados y 3.6 millones fueron expulsados por los polacos, un millón fue nacionalizado polaco y 300.000 permanecieron allí. Miles murieron de inanición y de congelamiento durante su expulsión en lentos y contaminados trenes. De este holocausto nadie se acuerda. 



  Muchos de los alemanes que se quedaron, la mayoría mujeres y niños, fueron objeto de fuertes actos de ultraje, hasta que finalmente fueron deportados a Alemania en la década de 1950. Fueron forzados a usar brazaletes identificadores y miles murieron en campos de concentración como en Lambinowice, Zgoda, Potulice, Jaworzno, Glaz, Milecin, Gronowo, y Sikawa.

Fuente: Nina Salinas


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La biblioteca es el lugar del ejercicio público de la razón / Gabriel Naude

domingo, 2 de junio de 2013

El libro llegó antes que usted y yo; y nos sobrevivirá / Por Umberto Eco



Contra todo pronóstico apocalíptico, la palabra impresa se hará cada vez más vital.

El mundo del coleccionismo abarca todo tipo de objetos dispares. Políticos romanos coleccionaban antigüedades griegas (incluso falsas). Los catálogos de casas de subastas de tiempos modernos exponen de todo, desde pinturas de artistas renombrados mundialmente hasta medias que pertenecieron alguna vez al duque de Windsor. Mercados de pulgas rebosan de entusiastas a la caza de tarjetas telefónicas, postales, calcomanías, llaves, botellas de Coca-Cola, navajas de afeitar, diplomas... Y así sin parar. 

Es obvio que este tipo de coleccionismo raya en manía. Coleccionar libros viejos, sin embargo, es una búsqueda totalmente defendible, ya sea porque los codiciados objetos sean obras raras y costosas del siglo XV o primeras ediciones del siglo XX. Además, hay un género en la edición conocido como “libros sobre libros”, que, en efecto, es otra forma de coleccionar libros: compilarlos, compararlos y darles sentido. 

En el siglo XIX, los expertos más prominentes en el género de libros sobre libros eran franceses: uno piensa, por ejemplo, en el bibliófilo Charles Nodier, quien, como director de la Biblioteca Nacional de Francia, influyó enormemente sobre algunos de los escritores más notables de su tiempo. Pero, desde el siglo XX, el género de libros sobre libros floreció en mayor medida en países de habla inglesa. Por supuesto, muchísimos libros hablan de otros libros, como ocurre con historias de literatura, pero el género de libros sobre libros se dedica sobre todo a la historia y la colección de libros. Incluye también algunos ejemplos mucho más específicos, como estudios sobre las dedicatorias y prefacios en libros antiguos. 

¿Por qué todo este interés en coleccionar libros, en una época en que todo parece indicar que los medios de comunicación muestran una impaciencia insaciable por citar a cualquiera que argumente que el libro impreso está en extinción, próximo a ser desplazado completamente por libros electrónicos?

Una respuesta es: porque tan pronto como un objeto empieza a desaparecer del mercado, la gente se obsesiona por coleccionar los ejemplares sobrevivientes. 

Sin embargo, esto no puede ser toda la explicación, ya que los coleccionistas de libros florecieron mucho antes de que llegaran los libros electrónicos y la gente empezara a pronosticar la desaparición de la palabra impresa. Quizá la respuesta simplemente es que, ante un pronóstico de la extinción del libro impreso –aunque sea un pronóstico absurdamente apocalíptico–, hemos experimentado un nuevo despertar, una revitalización de nuestro amor por este mágico objeto que ha existido incluso antes que la misma imprenta. El temblor que corre por nuestra columna vertebral ante el solo pensamiento de que los libros pudieran desaparecer algún día: esto –y no otra cosa– es lo que nos impulsa a escribir sobre ellos, a obsesionarnos con ellos, a coleccionarlos. Ellos estaban aquí mucho antes que usted o yo; ojalá vivan más que todos nosotros.

Copyright Umberto Eco y L’Espresso, 2013

Fuente: http://www.clarin.com/opinion/libro-llego-usted-sobrevivira_0_930507050.html

Daniel Diaz / Bibliotecario Argentino

jueves, 4 de marzo de 2010

Antorchas en la biblioteca / Umberto Eco

En este ocaso somos aún antorchas, luz que sobresale en el horizonte. Y, mientras esta muralla resista, seremos custodios de la Palabra divina.

- Así sea –dijo Guillermo con tono devoto–. Pero, ¿qué tiene que ver eso con la prohibición de visitar la biblioteca?

- Mirad, fray Guillermo –dijo el Abad–, para poder realizar la inmensa y santa obra que atesoran aquellos muros –y señaló hacia la mole del Edificio, que en parte se divisaba por la ventana de la celda, más alta incluso que la iglesia abacial– hombres devotos han trabajado durante siglos, observando unas reglas de hierro. La biblioteca se construyó según un plano que ha permanecido oculto durante siglos, y que ninguno de los monjes está llamado a conocer. Sólo posee ese secreto el bibliotecario, que lo ha recibido del bibliotecario anterior, y que, a su vez, lo transmitirá a su ayudante, con suficiente antelación como para que la muerte no lo sorprenda y la comunidad no se vea privada de ese saber. Y los labios de ambos están sellados por el juramento de no divulgarlo. Sólo el bibliotecario, además de saber, está autorizado a moverse por el laberinto de los libros, sólo él sabe dónde encontrarlos y dónde guardarlos, sólo él es responsable de su conservación. Los otros monjes trabajan en el scriptorium y pueden conocer la lista de los volúmenes que contiene la biblioteca. Pero una lista de títulos no suele decir demasiado: sólo el bibliotecario sabe, por la colocación del volumen, por su grado de inaccesibilidad, qué tipo de secretos, de verdades o de mentiras encierra cada libro. Sólo él decide cómo, cuándo, y si conviene, suministrarlo al monje que lo solicita, a veces no sin antes haber consultado conmigo. Porque no todas las verdades son para todos los oídos, ni todas las mentiras pueden ser reconocidas como tales por cualquier alma piadosa, y, por último, los monjes están en el scriptorium para realizar una tarea determinada, que requiere la lectura de ciertos libros y no de otros, y no para satisfacer la necia curiosidad que puedan sentir, ya sea por flaqueza de sus mentes, por soberbia o por sugestión diabólica.


Extracto del libro "El nombre de la rosa" /Umberto Eco

Fuente: http://www.kriptopolis.org/