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sábado, 23 de febrero de 2019

La Biblioteca Británica sube a internet sus libros prohibidos: un millón de páginas de sexo


Se trata de una colección de dos mil quinientos títulos considerados obscenos y guardados bajo llave hace más de un siglo, que finalmente serán compartidos con un público más amplio.                   

La contribución de Roger Pheuquewell, burlón pseudónimo, a la serie de novelas eróticas del siglo XVIII, que imaginaban el cuerpo femenino como una tierra que debía "ser arada", se encuentra entre la colección de libros de la "Private Case" (Caja Privada) de la Biblioteca Británica (British Library), una colección de alrededor de títulos obscenos guardados bajo llave por más de un siglo, que finalmente serán compartidos con un público más amplio.
Publicados por primera vez en la década de 1740, los libros de Merryland eran escritos por distintos autores y casi todos ellos describen la anatomía femenina con la metáfora de una tierra madura para la explotación
Thomas Stretzer, que murió en 1738, era el autor, entonces anónimo, de Una nueva descripción del país de la alegría (A New Descritpion of Merryland), que en una edición de 1741 se atribuyó a un tal Roger Pheuquewell. En el libro, el autor describe su "instrumento" como "de un radio considerable… segundo de nadie", y escribe sobre cómo "a decir verdad, la naturaleza de suelo es muy extraña, de modo que si un hombre toma un poco en su mano, causará (por así decir) un delirium inmediato, y hará que se caiga de boca al suelo, por lo cual, si no tiene cuidado, podría perder un miembro, atrapado en semejante confusión".

Junto a un directorio del siglo XVIII en que figuran trabajadoras sexuales del área de Covent Garden, en Londres, y la obra violentamente erótica del Marqués de Sade, los libros de Merryland se encuentran entre los 2.500 volúmenes (más otra cantidad similar de documentos) de la colección "Caja Privada" de la Biblioteca Británica. Esos títulos fueron digitalizados y publicados online por el editor Gale: ahora forman parte de un archivo para la investigación académica sobre sexualidad y género.
"Básicamente, en la oficina del bibliotecario había una serie de armarios que databan de la década de 1850, en los que estaba guardado bajo llave el material que se consideraba inapropiado en plena época victoriana, habitualmente debido a su carácter obsceno, es decir casi todo lo que tuviera que ver con el sexo", dice Maddy Smith, curadora de las colecciones impresas. "Esto siguió ocurriendo durante todo el siglo XIX, y en el siglo XX, hasta la década del sesenta, cuando las actitudes hacia la sexualidad empezaron a cambiar".
La colección empieza en 1658, con el libro Raras verdades: el gabinete de Venus abierto, y sus secretos revelados. El doble sentido era deliberado, según Smith. Además, la colección incluye 40 copias de la novela del siglo XVIII Fanny Hill o de una mujer de placer, de John Cleland, considerada la primera novela pornográfica escrita en inglés; un relato de las aventuras sexuales de un caballero llamado Walter en la Inglaterra victoriana, Mi vida secreta, y Memorias de Dolly Morton, novela de 1899 sobre las aventuras eróticas de una mujer cuákera en el sur de Estados Unidos, antes de la guerra civil. 
Tenely o El otro lado de la medalla, que es parte de la colección, cuenta la trágica relación entre un joven francés y una pianista húngara. La autoría del libro ha sido atribuida a Oscar Wilde y a miembros de su círculo a fines del siglo XIX. "Hoy en día estamos más acostumbrados a la erótica, y a la ficción, en general, incluyendo personajes y tramas homosexuales, pero en el pasado esto era escandaloso", dice Smith. "Teleny es una de las primeras obras de ficción erótica gay en inglés, y fue particularmente escandalosa en su momento".

La lista de Harris de las Damas de Covent-Garden, por otra parte, es un directorio de bolsillo del siglo XVIII en que figuran las trabajadoras sexuales de Londres con nombre y dirección: "Señorita Sp-nc-r, No 35, Newman Street"— y además incluye información sobre los atributos físicos de las mujeres: La señorita Sp-nc-r "nunca es tan buena compañera como cuando se la anima con un poco del jugo de uva".  
De una Señorita Fr-m, de Berwick Street, advierte que "tiene más o menos 19 años, tez clara, ojos azules… alta y de contextura elegante, con senos bien formados y erguidos, que mantendrán su lugar sin la ayuda de ningún soporte". Sus "partes de abajo", agrega, "se adaptan convenientemente a cualquier tamaño".
"Prácticamente todas estas obras han sido escritas por hombres, y para hombres. Es lo que uno podía esperar, pero en retrospectiva, eso es lo que escandaliza, hasta qué punto todo está dominado por hombres, la falta de una presencia femenina", dice Smith. 
La colección Private Case ha estado disponible al público en la colección de libros raros de la Biblioteca Británica desde los años sesenta, pero el proyecto de digitalización con Gale implica que los títulos ahora están disponibles para un público mucho más amplio, por medio de la suscripción a bibliotecas e instituciones de educación superior, o en las salas de lectura gratuita de la biblioteca en Londres y Yorkshire. "Es el impulso final para volverlos completamente accesibles", dice Smith.
Adrian Edwars, director de patrimonio impreso en la biblioteca, ha dicho que la colección "ofrece una perspectiva extraordinaria en muchas facetas de la sexualidad humana durante un período de al menos tres siglos. Al digitalizar esta colección, esperamos que esto haga adquiera mayor visibilidad y disponibilidad que antes". 
Fuente: The Guardian / V.A.

viernes, 16 de mayo de 2014

Biblioteca Británica publica en Internet más de mil manuscritos originales de clásicos literarios


Entre los documentos expuestos a la audiencia se hay textos originales de Charles Dickens, Oscar Wilde y Jane Eyre.

 Más de mil manuscritos, ilustraciones y cartas de numerosos autores, están disponibles desde hoy en un nuevo sitio online de la Biblioteca Británica. Entre ellos se encuentran textos de Charles Dickens y Oscar Wilde.

Los archivos del nuevo portal, llamado 
Discovering literature ("Descubriendo la literatura"), pretende inspirar a los más jóvenes con curiosidades de la literatura británica, ya que disponen ahora de materiales originales, añadió la biblioteca.

"Queremos alumnos que descubran el amor por la literatura y que lo mantengan el resto de sus vidas", afirmó hoy la secretaria de Estado británica de Educación, Elisabeth Truss.

En la nueva web de la biblioteca se puede encontrar, por ejemplo, la versión original de manuscritos de Jane Eyre, de Charlotte Brontë; el prólogo de la obra "Oliver Twist", de Dickens, y una primera versión de "La importancia de llamarse Ernesto", de Wilde.

Se espera que esta web ayude a los profesores a conseguir que sus alumnos se puedan interesar más en la literatura clásica. Bethan Marshal, presidente de la Asociación Nacional de Profesores de Lengua (NATE), cree que "es un reto que los jóvenes se entusiasmen con la literatura".


El nuevo portal reúne obras que abarcan desde poemas antiguos hasta otros del siglo XX.

El proyecto incluye también una de las libretas en las que William Blake (1757-1827) hacía sus bocetos así como pequeños cuadernos en los que Charlotte Brontë (1816-1855) escribía sus cuentos.


lunes, 29 de julio de 2013

El almacén de la Biblioteca Británica es sencillamente ¡impresionante!

No os descubro nada nuevo si os digo que Internet es un agujero negro. Un lugar en el que, como por arte de magia, el tiempo vuela y de repente, te encuentras con cosas que nunca te habías imaginado y que te dejan un poco alucinado. Eso es precisamente lo que me ha ocurrido hoy, que no sé cómo (en serio, no lo sé) me he tropezado con este vídeo sobre el sistema de almacenamiento de la Biblioteca Británica.
Impresionante, de verdad. Con más de ciento quince millones de libros, mapas y otros objetos está claro que deben tener un buen sistema montado o se volverían locos. Pienso en mi casa, con una cantidad de libros bastante inferior, y a veces no sé dónde los he puesto… Un almacén con una atmósfera baja en oxígeno, robots que leen los códigos de barras y un viaje de más de trescientos kilómetros, son cosas que podremos ver en el siguiente vídeo que, de verdad, no tiene desperdicio
Como habréis visto, el vídeo pertenece al programa Cómo lo hacen, un programa que si os soy sincera sabía que existía pero nunca había visto. Yo soy fácilmente impresionable, de eso no hay duda, pero tenéis que estar de acuerdo conmigo en que es algo que no se ve todos los días. Está claro que tengo que vivir una temporada en Londres, este tipo de cosas me pueden…

lunes, 24 de mayo de 2010

Biblioteca digital, 300 años de periodismo británico en la red

La Biblioteca Británica anunció un macro proyecto donde se pasará a digitalizar en los próximos 10 años más de 300 años de periodismo en las islas. La historia del gremio será un proceso titánico en el que abarcará gran parte del pasado reciente. Un proceso imprescindible para que perdure en el tiempo la labor del periodismo en los grandes acontecimientos de nuestra época.
En la presentación del proyecto los números mostrados han sido abrumadores. Al finalizar dentro de 10 años el trabajo de digitalización, la Biblioteca Británica se convertirá en la mayor fuente existente en Internet. Una hemeroteca profunda donde bucear por las 750 millones de páginas, que incluyen los 52 mil periódicos que han habido desde entonces.
La consulta una vez terminado el proyecto será gratuita desde la intranet de la biblioteca St Pancras (Londres) y de pago desde el exterior. Uno de los principales problemas que se le suelen presentar a este tipo de procesos es la problemática con los derechos de autor a la hora de digitalizar las escrituras. Google se ha visto en más de un problema cuando comenzó su proceso de digitalización de libros a través de 'Book'. En cualquier caso se trata de un camino que todos lo países deben seguir para mantener a salvo la narración de los grandes acontecimientos de los últimos siglos contada de la mano de profesionales.

lunes, 16 de noviembre de 2009

La Biblioteca Británica muestra el siglo XIX a través de la fotografía

 Ante la mirada curiosa del público, que le observa desde detrás de una reja protectora, un hipopótamo parece dormir plácidamente junto a un estanque, en el que se refleja su enorme masa.

El autor de esa imagen captada en 1852 en el zoo londinense es un aristócrata de origen español, Juan Carlos María Isidro de Borbón (1822-1887), duque de Montizón, pretendiente carlista al trono español y también durante algunos años aspirante legitimista al de Francia.

Es una de las fotografías que se exhiben hasta el 7 de marzo del próximo año en la sala de exposiciones del moderno edificio de la Biblioteca Británica bajo el título de "Puntos de Vista: el Siglo XIX capturado en fotografías".

La conocida institución cultural echó mano de sus riquísimo archivo fotográfico -se calcula que tiene más de 300.000 imágenes, desde daguerrotipos (el invento del francés Daguerre) o calotipos (el del británico Talbot) hasta las fotografías científicas con ayuda de rayos X- para montar una exposición de fuerte contenido didáctico.

En ella se examina el desarrollo y la influencia del nuevo medio desde su invención, en 1839, a ambos lados del canal de la Mancha por William Henry Fox Talbot y Louis-Jacques- Mandé Daguerre, hasta su conversión en una industria capaz de responder a un creciente mercado.

La fotografía se estableció rápidamente en Europa y América como el medio visual dominante y una herramienta de gran utilidad para las artes y las ciencias aunque también como simple "hobby".


El desarrollo tecnológico puso la fotografía al alcance de los menos duchos tecnológicamente y la convirtió en un medio cada vez más democrático.

El Museo Británico, del que forma parte la Biblioteca Nacional, comenzó muy pronto a adquirir fotografías, aunque no como actividad principal sino como acompañamiento de su coleccionismo general de distintos tipos de artefactos.



El grupo más importante de su colección institucional lo constituyen las imágenes de la India y de otros países asiáticos, lo cual refleja el patrocinio de ese medio como herramienta administrativa y documental de la East India Company a partir de mediados del siglo XIX.
La expansión imperial y mercantil europea contribuyó de modo poderoso a la difusión de la fotografía, como muestran las imágenes de esos países, así como de Egipto y Oriente Medio, adonde viajó, entre otros, el fotógrafo francés Maxime du Camp acompañando a su compatriota, el novelista Gustave Flaubert.



El nuevo medio sirvió también para la celebración del progreso industrial al documentar las exposiciones universales de París o Londres, para claros fines de propaganda nacional o para la expresión artística, por ejemplo en la corriente llamada "pictorialista".



Fue también una importante herramienta de documentación antropológica, etnográfica, arqueológica o astronómica, pero también histórica como atestiguan, entre otras, las dramáticas imágenes de guerras como la de Crimea (1853-56) o la Guerra Civil de EEUU de la década siguiente.



Es asimismo destacable el hecho de que el turismo se desarrollase como industria casi de forma paralela a la fotografía: el tour-operador británico Thomas Cook organizó su primera excursión en 1841.



El retrato fotográfico como género alcanzó también rápidamente gran popularidad, sobre todo a partir de que la reina Victoria de Inglaterra aprobase en 1860 la venta de retratos de su familia.



La aparición de las primeras revistas ilustradas fomentó la fotografía de personajes famosos -entre ellos escritores como Charles Dickens, Oscar Wilde o Charles Baudelaire-, y los escaparates de los estudios se llenaron de fotos de personajes de la realeza, políticos, deportistas, héroes militares y actores o actrices.



Un capítulo curioso es el de la fotografía espiritualista de la época victoriana: algunos médiums utilizaron la fotografía para documentar la presencia de los espíritus de los desaparecidos.



Y pese a las burdas manipulaciones que presentan esas imágenes, personas tan inteligentes como Sir Arthur Connan Doyle, el creador de Sherlock Holmes, llegaron a creérselas. EFE jr/ibr (foto)



Fuente:



http://www.elconfid encial.com/ ultima-hora/ biblioteca- britanica- muestra-siglo- traves-fotografi a-20091116. html