El prestigioso historiador francés destaca la importancia de la escuela como herramienta clave para lograr una relación armónica entre la tecnología digital y la cultura del libro impreso. Cuando se trata de analizar el pasado, el presente o el futuro del libro, resulta imprescindible abrevar en el pensamiento de Roger Chartier (Lyon, 1945). De sus numerosos trabajos sobre las prácticas de escritura y de lectura en Occidente pueden citarse el ya clásico El mundo como representación (Gedisa, 1992) y otros más recientes, como Escuchar a los muertos con los ojos (Katz, 2008). A pocas semanas de haber recibido el Doctorado Honoris Causa por la Universidad de San Martín, el historiador francés conversó con adncultura sobre algunos de los temas que lo apasionan: los libros, las disputas con la cultura digital y la educación. -En su lección inaugural en el Collège de France, titulada "Escuchar a los muertos con los ojos", usted formula una pregunta elemental, básica, que me gustaría retomar aquí. La pregunta es qué es un libro. -Hay varias definiciones que podemos tener en cuenta, como aquellas surgidas de las metáforas empleadas en el Siglo de Oro o de las distinciones conceptuales del siglo XVIII, que sostienen que el libro tiene cuerpo y alma. O que el libro, como decía Kant, es, por una parte, un opus mechanicum , un objeto material producido por una técnica, que como objeto pertenece a quien lo compra; y, por otra, un discurso, una obra dirigida a un público que, en ese sentido, pertenece a quien lo compuso. -¿Qué sucede con el sentido de la obra? ¿Es patrimonio del autor o del lector? -La situación es realmente compleja. Porque lo que lee el lector es un libro, pero los autores no escriben libros. Escriben obras, discursos que otros -editores, impresores, tipógrafos- transforman en libros. Esa transformación da una forma al texto que algunas veces desborda o incluso contradice las intenciones del autor. Y de lo que se apropia el lector es del texto en su forma material. Pero, por otro lado, la construcción del sentido que realiza el lector no remite sólo a sus expectativas o categorías, sino también a la experiencia de lectura que cada forma particular del texto produce. De ahí, para mí, la necesidad de vincular tres elementos en el análisis: los procedimientos de composición, las apropiaciones (tanto en una misma sociedad como a lo largo del tiempo) y la forma material de los objetos escritos e impresos. -En varias ocasiones se ha referido usted a un proceso de "desmaterialización de la obra", que se acentúa desde hace varios siglos. ¿Cuáles serían las causas y los alcances de esta desmaterialización? -Hay muchas razones que han borrado el efecto de la materialidad de la inscripción. En primer lugar, la definición de la propiedad literaria impulsada en el siglo XVIII, que establece que el autor es propietario de un texto, independientemente de sus formas materiales sucesivas o contemporáneas. El copyright protege la obra en su esencia inmaterial, en su dimensión de producción estética o intelectual. Y a partir de ese momento el derecho en sí mismo opera la desmaterialización de la obra. Es muy interesante el momento en que surgen las disputas por el copyright . Allí vemos el problema de defender la propiedad literaria de un autor sobre su obra en un momento en que el sueño de la Ilustración indicaba la posibilidad para todos de apropiarse de las ideas que se consideraban útiles para el progreso de la humanidad. Hay autores como Condorcet, en Francia, que rechazaban radicalmente toda idea de propiedad literaria, porque consideraban que nadie podía apropiarse de las ideas fundamentales para el proceso de la Ilustración. -¿Cuáles serían las otras razones de la desmaterialización de la obra? -Otra razón fundamental está vinculada con la recepción. En este sentido, es el lector mismo quien desmaterializa la obra leyéndola. Inconscientemente, crea una relación en la cual el texto pierde toda forma de especificidad particular. Es el discurso del otro con el cual el lector dialoga, en el cual penetra, o es el discurso el que penetra en él. -Ingenuamente, el lector puede experimentar el texto como una especie de voz interior, despegada de toda materialidad. Pero también, desde un lugar para nada ingenuo, buena parte de la crítica literaria ha desestimado la materialidad del texto. -En realidad podríamos decir que esto fue reforzado por toda la crítica literaria, tanto por la más clásica como por la que provino del estructuralismo. La crítica clásica, para la cual el texto está en el corazón o en la mente del autor, no se ocupó de la forma material, sino de la intención del autor. Pero tampoco lo hizo la crítica originada en el estructuralismo francés que, si bien en cierto modo borró al autor, ubicó el sentido en el funcionamiento lingüístico del discurso, sin dejar lugar para el efecto de la materialidad, de la forma de inscripción. -Cuando usted publicó Las revoluciones de la cultura escrita (Gedisa, 2000; edición francesa, 1997), la de-aparición del libro como objeto parecía inminente. Sin embargo, aún son muchos los lectores que se mantienen fieles al libro de papel. -En aquel momento había un discurso encerrado en una postura profética que vaticinaba la desaparición inmediata del libro. Algunos presentaban esto con entusiasmo y otros lo rechazaban. Me parece que ya hemos salido de ese antagonismo, en especial, gracias a la idea de que la construcción del sentido de un texto, sea por su autor, sea por su lector, no es independiente de la forma de su inscripción. Se ve que no hay equivalencia entre un texto sobre la pantalla y un texto en la forma de libro impreso. Inclusive aunque el texto pudiera ser considerado lingüísticamente el mismo, la relación con él es por completo diferente. No sólo en cuanto a la postura del cuerpo, sino que también la práctica de lectura es diferente. -¿Cuáles son esas diferencias? -Un elemento central, clave, de la lectura es la relación que se puede establecer en cada momento e inmediatamente entre el fragmento, la parte y la obra en su totalidad: coherencia e identidad. Tanto en el caso de la novela como en el del ensayo, se ve que el libro impreso permite esa relación con una facilidad que no se encuentra en el electrónico. En el mundo digital, el fragmento se descontextualiza de la totalidad a la cual pertenecía. Ésta es una propiedad que favorece a los textos que son fragmentos de un banco de datos, porque se supone que nadie va a leer un banco de datos en su totalidad. Pero cuando se trata de un libro que tiene una lógica narrativa, demostrativa o argumentativa, se ve que la expectativa del lector (por lo menos, del lector que entró en el mundo de la cultura escrita con los libros impresos) se mantiene fiel al objeto libro, en el cual, si bien no se está obligado a leer todas las páginas, siempre la relación entre fragmento y totalidad se hace posible. -En esta situación, ¿tiene sentido mantener la distinción entre un cuerpo y un alma en el libro? -Actualmente, además del libro como objeto particular, está la computadora, que conlleva todos los textos y que también sirve para lectura y escritura. Ahora, si se torna complejo mantener el libro como cuerpo, ¿qué se mantiene del libro como discurso o del libro como alma? Ésta es toda la discusión a propósito del concepto mismo de libro electrónico. ¿Cómo se puede mantener el criterio de identificación del libro como obra en el mundo digital? -¿Se puede? -El problema es que el mundo digital, en su origen, sostuvo la idea de texto móvil, maleable, abierto, gratuitamente distribuido. Toda una serie de conceptos que se oponen término por término a los criterios que definían el libro como discurso en el siglo XVIII, es decir, una obra que no es móvil en cuanto a su texto -aunque puede serlo en sus formas-; que no es maleable; que está impuesta por la forma de inscripción; que pertenece a un autor que tiene derechos a la vez económicos y morales sobre ella; y, finalmente, que circula mediante la actividad editorial y el mercado de la librería. -¿Esa oposición continúa siendo vigente? -Hay una tensión entre dos posiciones. Por un lado, la de quienes sostienen que el mundo de los textos podría ser un mundo de discursos sin propietarios, producidos de una manera polifónica y que se separan de la originalidad, remitida al pensamiento o al sentimiento de un individuo singular. Por otro, la de quienes buscan introducir en el mundo digital dispositivos que permitan mantener las categorías de singularidad, originalidad y propiedad. Es decir, que los textos sean cerrados, que el lector no pueda intervenir dentro de ellos; que el acceso no sea necesariamente gratuito sino que, como en el caso de un libro impreso, suponga un pago, y que se reconozca la obra como algo móvil, en la medida en que puede ir de una computadora a otra, pero que no esté abierta, que esté identificada como una composición que tiene una originalidad y una singularidad que remiten al nombre propio de su autor. -¿Qué piensa de los casos cada vez más frecuentes de textos pensados y escritos para el mundo electrónico (blogs, páginas de Internet) pero que posteriormente son editados como libros en papel? -Hay una suerte de irónica revancha de la forma clásica del libro. Porque esas prácticas de escritura que tienen su origen y su sentido en el mundo digital -con una forma breve, con una secuencia temporal, con una apertura al diálogo con el lector- hoy en día se encuentran en un formato que es contradictorio con la lógica que ha conducido a esa escritura. Esto se podría interpretar como una prueba de la fuerza que perpetúa al objeto impreso. Pero, al mismo tiempo, se puede interpretar como la fuerza de la propuesta de una nueva manera de escribir, que se inventó porque justamente estaba alejada, distanciada de los criterios clásicos de la escritura para el texto impreso. Esto refuerza la idea de que más que una sustitución radical, lo que vemos hoy son múltiples formas de coexistencia entre escritura digital e inscripción impresa. Las pantallas y los libros impresos pueden cohabitar el mismo mundo: esto es algo que experimentamos todos los días. -¿Hay factores que pueden desestabilizar la armonía de esa convivencia? -En primer lugar, no debemos pensar que todos tienen un acceso inmediato a la tecnología. Inclusive los países desarrollados tienen límites culturales, económicos, técnicos en cuanto a dicho acceso. Esto es algo que no se debe olvidar. Pero a esa división se agrega un problema generacional. Es fundamental la diferencia entre los que entraron en las pantallas a partir de la cultura escrita, manuscrita o impresa, y los más jóvenes que, a la inversa, algunas veces entran en el mundo de la cultura escrita a partir de una experiencia que se ha construido y que se experimenta cada día frente a la pantalla. -Los jóvenes que son muy hábiles para leer y escribir mensajitos de texto pero que tienen dificultades para estudiar textos académicos. -Exacto. Estamos frente a nuevas generaciones de lectores que han construido sus hábitos frente a una inscripción textual que no tiene mucho que ver con la práctica clásica del libro, del diario, etcétera. En esos casos es probable que surjan dificultades en la lectura por una inapropiada aplicación a los textos impresos de la manera de leer que se ha construido frente a la pantalla y que supone la discontinuidad, la segmentación, la fragmentación. Éste es un desafío fundamental, que debe considerar -y que ya considera- la escuela. -¿Cuál es el papel de la escuela? ¿Formar a los niños en las nuevas tecnologías o insistir en presentarles una modalidad de lectura tradicional, que se considera en crisis? -Ambos. Porque por un lado, es absolutamente necesario dar a todos los ciudadanos facilidades para entrar en el mundo digital que se impone a ellos cada día. Es un mundo no sólo de placer, de juegos electrónicos. Es también el mundo del formulario administrativo, el mundo que sirve para construir lo cotidiano. De esta manera, la nueva forma de analfabetismo podría ser la exclusión del mundo digital: gente capaz de leer y escribir, pero incapaz de entrar en este nuevo mundo múltiple, de negocios, de formularios, de juegos, de descubrimientos, de aprendizaje. En esta perspectiva, la escuela debe otorgar un lugar central a la presencia del mundo digital. Pero por otro lado, evidentemente, la escuela debe mantenerse como el lugar en el cual pueda aprenderse la cultura escrita en sus formas más tradicionales. Debe mostrar que hay formas de lectura diferentes de la lectura discontinua y rápida que tiene lugar frente a la pantalla; y que esas formas pueden ser provechosas precisamente porque son diferentes. -¿Es una tarea que la escuela puede llevar adelante? -Me parece que es una tarea enorme, difícil, la que se les pide a los maestros y maestras, pero esta relación dialógica permitiría mantener la doble comprensión necesaria para los ciudadanos de los siglos XXI o XXII. Los niños no pueden estar fuera del mundo digital, que está en todas partes. Es semejante a lo que sucede con la televisión. La escuela no puede apagarla. Lo que puede hacer es enseñar a utilizarla: a discriminar, a elegir, a criticar. De la misma manera, el ingreso en este mundo digital debe acompañarse de una relación sostenida con el pasado que es todavía un presente. Es decir, el pasado presente de la existencia de algunos textos u obras con una forma que permite -más que la digital- una comprensión y una construcción del sentido -y, por ende, del individuo- en su relación crítica con la sociedad o con los otros o con la naturaleza. Por Gustavo Santiago -Para LA NACION Daniel Diaz / Bibliotecario Argentino |
El alma de las bibliotecas y Centros de documentación es el bibliotecario/a. El ha sido y es, el nexo entre el saber aquilatado, conservado y organizado en las nobles arquitecturas y la comunidad. Tiene responsabilidades, objetivos y obligaciones…pero esa alma corpórea es merecedora de los derechos que como Trabajador de la Información le corresponden; Este es nuestro desafió profesional: Construír a partir de nuestra propia identidad una organización genuina para los Bibliotecarios
viernes, 21 de enero de 2011
Pantallas y libros, en el mismo mundo (Entrevista a Roger Chartier)
jueves, 20 de enero de 2011
Nuestra Señora de los Buenos Libros (para jóvenes)
HALLAZGO PROVIDENCIAL Casi todas las imágenes famosas; patronas de regiones españolas, de ciudades, de pueblos... registran en su historia un hallazgo providencial. Autor desconocido, antigüedad discutida. Se las ocultó en tiempos de invasión extranjera, para librarlas de profanaciones. La invasión musulmana, la francesa.... Al cabo de muchos años se encontró casualmente, providencialmente, la venerada imagen en el tronco de un árbol, en el arco de una fuente, en el hueco de una ventana, en la cueva de un monte, en el agujero de una muralla. Dispuso Dios que permaneciera escondida la imagen durante la furia iconoclasta, y cuando ser retiro la marejada, la volvió a presentar a la veneración de los fieles porque deseaba dispensar por medio de ella sus gracias. Algo semejante sucedió con la imagen que lleva por advocación Nuestra Señora de los Buenos Libros. Titulo de la Santísima Virgen desconocido en la Iglesia. No se encuentra en los libros ni en los catálogos mariológicos españoles o extranjeros. Fue en Valencia, a fines del siglo pasado, cuando el Cardenal Sancha creó una Asociación Pontificia y Diocesana de Nuestra Señora de los Buenos Libros y Prensa Católica, domiciliada en el Seminario Conciliar de Valencia. Los fines que perseguía la asociación eran: Recoger libros y revistas católicas para distribuirlos por los centros benéficos: cárceles y hospitales. Con este fin se instalaron grandes buzones en las iglesias. Se creó una biblioteca católica ambulante. La Asociación disponía de un periódico mensual, El Cruzado Valentino, que se distribuya a quien lo solicitaba o gratis mediante una limosna voluntaria. Se facilitaba también la crítica de libros. Esta Asociación necesitaba una patrona y se acogió a la Santísima Virgen. Se encargó una imagen que llevaría la advocación de Nuestra Señora de los Buenos Libros. La primera estatua se atribuye al escultor Valenciano Damián Pastor, y fue tallada en los estudios de Vergara. La que actualmente va despertando el entusiasmo de los estudiosos es obra de otro escultor valenciano Sr. Ponsoda y está inspirado en una Virgen del Rosario de Vergara. Talla hermosa de 1,45 metros. Esbelta, airosa. Los vestidos con movimiento barroco. El rostro encantador, cándido y sencillo. La Virgen está de pie con el Niño Jesús en los brazos; Madre e Hijo tienen en las manos un libro en ademán de ofrecerlo. La Asociación y la imagen fueron enriquecidas con numerosas indulgencias episcopales y pontificias. San Pío X., gran amigo de los libros, que en su niñez andaba todos los días a pie catorce kilómetros para asistir a la escuela, miro con agrado esta nueva advocación de la Santísima Virgen, y el día 13 de febrero de 1910 concedió la bendición apostólica e indulgencia plenaria en la hora de la muerte a todos los socios presentes y futuros; indulgencia que se hacia extensiva a cuantas filiales se fundaran en la Diócesis de Valencia. La fructuosa Asociación languideció hasta desaparecer; y la Virgen de los Buenos Libros fue a parar a una hornacina retirada y oscura de la iglesia del Salvador de Valencia. Providencia de Dios, sin duda. El turbión comunista inundaría el suelo español y muchas imágenes veneradas quedarían convertidas en ceniza o en astillas. La Virgen de los Buenos Libros, en el rincón oscuro de su hornacina valenciana, pasó desapercibida y se libró de la destrucción. Hasta que sonó la hora providencial. En el verano de 1961, un profesor de la universidad de Murcia, Congregante Mariano fervoroso, se hallaba en Valencia por razón de estudios. En la noche del uno al dos de julio, a eso de las doce, unos turistas alemanes ser presentaron en la residencia del profesor murciano y demostraron interés por conocer el famoso Cristo que se venera en la iglesia del Salvador. El profesor se prestó gustoso a enseñarlo. La Iglesia estaba a oscuras. Buscando las llaves de la luz eléctrica, el profesor casualmente iluminó la hornacina de la Santísima Virgen. Descubrimiento providencial… El profesor se intereso por la belleza artística de la estatua. Y el congregante se intereso mas por el significado que pudiera tener aquella imagen en actitud original. Muchos turistas habían desfilado por el templo para admirar la gigantesca y artística talla del Santo Cristo. Nadie había reparado en la imagen arrinconada de la Virgen, que los años iban cubriendo de polvo y de telarañas. Había sonado la hora providencial. Se descerrajó la puerta de la hornacina, porque esa llave no se encontraba. Algo así como los providenciales hallazgos de las Vírgenes famosas, destinadas a despertar el amor y el entusiasmo de un pueblo, de una región, de una nación entera en circunstancias especiales. ¿No habría parecida providencia en el casual descubrimiento de aquella imagen? así pensó el profesor y el congregante murciano; y se propuso fomentar la devoción a Nuestra Señora de los Buenos Libros, sobre todo en el ambiente estudiantil que el respiraba. Necesitaba la juventud este patrocinio de la Santísima Virgen. Vivimos en la era de los libros. Un aluvión de prensa arrastra a la juventud. Predominan los libros perniciosos; saturados de ateísmo, de ideas disolventes, de pornografía. La guerra fría o caliente, que sostiene sin tregua la humanidad, es una lucha de ideas; y el principal órgano difusor de las ideas es la prensa: el periódico, la revista, los libros. En estas circunstancias ¿no será providencial la aparición de la Virgen con la advocación de los Buenos Libros? Desde muy antiguo existen imágenes de la Virgen con algún libro a su lado. El pincel de Murillo sorprendió la encantadora escena familiar de Santa Ana, que deja las labores y abre el libro para enseñar a su hija, la Niña María. Muchos cuadros de la Anunciación presentan a la Santísima Virgen con un libro abierto delante. Algunas Madonas italianas reproducen la imagen de María con el libro abierto a su lado. En todos esos cuadros la Madre de Dios tiene el libro para utilizarlo Ella; en la imagen valenciana la Madre y el Hijo no utilizan ellos el libro; tienden la mano para ofrecerlo a los que se acercan. Esto es lo original de la imagen, la razón por la que merece el titulo de Nuestra Señora de los Buenos Libros. ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DE LOS BUENOS LIBROS "Virgen de los BUENOS LIBROS, Madre de Dios, Trono perfecto de la sabiduría, sed Vos la armadura y el escudo de mi fe, en defensa de mi mente contra el ateísmo infiltrado en las obras científicas y contra las ideas disolventes inoculadas en revistas y novelas. Concede a mi alma el equilibrio espiritual y a mi cuerpo el sosiego de todas las pasiones, que tu rostro refleja. Haz que ame a Jesucristo sobre todos los placeres y a mis hermanos los hombres con caridad universal, cimentada en el sacrificio. Sed Vos, Señora, norte y guía de mi vida, para que en los vaivenes de mi destino, a Vos solamente busque, para caminar juntos por los inciertos senderos de este mundo. Haced que mi corazón tenga siempre sed de Vos, que sois manantial de Verdad y de sana alegría. Llevadme a Jesucristo por quien espero, Señora, alcanzar la vida eterna. Así sea." El Colegio Mayor Universitario "Sagrado Corazón" de Murcia, que fue el iniciador de la campaña para propagar entre los estudiantes la advocación de Nuestra Señora de los Buenos Libros, ha publicado también un hermoso libro con el mismo título, obra de Don Francisco Rico. Juan Rey (S.J.) Nuestra Señora de los Buenos Libros (Para Jóvenes) Col. Folletos ID. 170-J - Santander; Editorial Sal Terrae; (1963) |
lunes, 17 de enero de 2011
POBREZA EN ARGENTINA: Es de un 12 % (Indec) o del 23.3 % (Fiel)
Es porque hace su cálculo sobre una canasta cuyo precio es menor que el real.
Para el INDEC en el país hay 4,8 millones de pobres. Pero otras mediciones cuentan 9,3 millones. La diferencia no es menor: son 4,5 millones en más o en menos , según cómo se miren las estadísticas.
Tamaña diferencia se explica porque el INDEC calcula la línea de pobreza en base a los precios "oficiales" de una canasta básica. Arroja para un matrimonio con 2 hijos $ 1.165,47 a junio de 2010 . Comparando esta suma con los ingresos de las personas y las familias, concluye que en la primera mitad de 2010 el 12% de la población tenía ingresos que no cubrían ese valor y por lo tanto era pobre.
Otro dato es que, al igual de lo que sucede en el resto de Latinoamérica la tasa de pobreza se mantiene sin grandes cambios en los últimos tres años . Y esto se debe a que "en 2008 la inflación de alimentos y en 2009 la crisis internacional impidieron nuevas mejoras, mientras que en 2010 los avances habrían sido marginales".
En el caso argentino, la pobreza bajó -en parte por la asignación por hijo- del 27% en 2006 al 23,3% a mediados de 2010 porque los precios de los alimentos subieron una vez y medio más que el promedio de los bienes y servicios.
Por
Para el INDEC en el país hay 4,8 millones de pobres. Pero otras mediciones cuentan 9,3 millones. La diferencia no es menor: son 4,5 millones en más o en menos , según cómo se miren las estadísticas.
Tamaña diferencia se explica porque el INDEC calcula la línea de pobreza en base a los precios "oficiales" de una canasta básica. Arroja para un matrimonio con 2 hijos $ 1.165,47 a junio de 2010 . Comparando esta suma con los ingresos de las personas y las familias, concluye que en la primera mitad de 2010 el 12% de la población tenía ingresos que no cubrían ese valor y por lo tanto era pobre.
Las mediciones alternativas toman esa misma canasta pero le imputan los precios reales que pagan los consumidores. Esto da -según FIEL- $ 1.902,70 mensuales, también a junio pasado. Comparando este importe contra los mismos ingresos informados por el INDEC, concluyen que la pobreza alcanza al 23,3% de la población, casi el doble .
Más amplia es la diferencia en la medición de indigencia .
Para el ente oficial sería del 3,1% (es decir 1, 2 millones);
y para los privados es del 8,2% (3,3 millones).
"Ambos indicadores muestran una resistencia a la baja desde fines de 2006, cuando comienza la aceleración inflacionaria", dice al respecto el último informe del Departamento de Investigaciones Económicas del Banco Ciudad.
No obstante, "la tasa de pobreza del 23,3% a nivel nacional esconde grandes disparidades regionales . El norte argentino es la zona más castigada por el flagelo de la pobreza, con tasas superiores al 40% en el noreste y cercanas al 34% en el noroeste. Eso marca que tras ocho años de fuerte crecimiento, importantes zonas del país continúan socialmente relegadas", añade.
Pero por la alta concentración poblacional en el GBA, el 41,4% de los pobres (casi 4 millones) reside en el conurbano bonaerense.
Según el informe, los actuales niveles de pobreza se explican por la informalidad laboral -que impacta sobre el 35% de los asalariados que ganan menos que los que están en blanco- y la inflación , que ya se sitúa en el 25% anual. Y en menor medida, el desempleo.Otro dato es que, al igual de lo que sucede en el resto de Latinoamérica la tasa de pobreza se mantiene sin grandes cambios en los últimos tres años . Y esto se debe a que "en 2008 la inflación de alimentos y en 2009 la crisis internacional impidieron nuevas mejoras, mientras que en 2010 los avances habrían sido marginales".
En el caso argentino, la pobreza bajó -en parte por la asignación por hijo- del 27% en 2006 al 23,3% a mediados de 2010 porque los precios de los alimentos subieron una vez y medio más que el promedio de los bienes y servicios.
A noviembre, la línea de pobreza del INDEC para una familia tipo fue de $ 1.244,11,
mientras las mediciones alternativas la valorizaron en $ 2.055 mensuales.
Ismael Bermúdez -14/01/11 Fuente:
Por
Tras las estadísticas del INDEC se ocultan 4,5 millones de pobres..???
domingo, 16 de enero de 2011
Ciencia 2.0: la aportación de las bibliotecas universitarias / Por José-Antonio Merlo-Vega
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sábado, 15 de enero de 2011
Biblioteca John F. Kennedy publica en internet archivo del ex presidente
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La Biblioteca de Salomón
La Humanidad tenemos que conocer qué información se guarda desde hace miles de años en la Cueva de Salomón, también llamada la Cueva de Hércules; una información mucho más importante que los restos hallados en la ciudad de Troya o en la tumba de Tutankhamon. Porque ésta sí es una información muy valiosa, que nos desvelará nuestro pasado y nuestro futuro.
Innumerables tienen que ser las maravillas que reposan dentro de la Cueva de Hércules desde hace miles de años, y de un valor incalculable, tanto a nivel cultural, como histórico, artístico, y económico.
Por ejemplo, uno de sus objetos, es una de las reliquias principales más buscada por toda clase de aventureros e historiadores de todas las épocas, la legendaria Mesa de Salomón, construída por el propio Rey hebreo Salomón. Esta Mesa de Salomón es un ordenador superavanzado, que tiene en su superficie un espejo o pantalla digital tecnológica, que dista mucho de la primitiva tecnología electrónica actual, y en la cual se pueden ver escenas de cualquier tiempo, pasado, presente y futuro.
La Mesa de Salomón sería el definitivo Cronovisor, capaz de ver, por ejemplo, las escenas reales del propio Jesús de Nazareth durante su vida en la Tierra; e igualmente se podría ver cualquier otro acontecimiento histórico en general; es decir, que se trata de un objeto sumamente codiciado por siempre, que sin duda el Vaticano desearía guardar a buen recaudo y lo clasificaría rápidamente como "secretum omega" para no compartirlo con nadie en absoluto.
El Vaticano no está interesado en que la Mesa de Salomón salga a la luz por la sencilla razón de que no está interesado en que se sepa la verdad de lo ocurrido en toda la Historia. Exactamente igual que todas las sectas ocultistas Illuminati, masones, templarios, etc.. Que siempre han vivido ocultos, conspirando desde las sombras...
Aparte de la Mesa de Salomón, dentro de la Cueva de Hércules hay otros objetos de un valor inmenso para los seres humanos. Por ejemplo, hay Oro puro de Ofir, que es el oro más puro que ha existido nunca, libre de escorias, en cantidades todavía desconocidas, que fabricaba el propio Rey Salomón, y que era llevado a Israel.
La gente ignora que el ejército imperial hebreo del Rey Salomón trasladaba toda clase de objetos valiosos, oro de ofir, piedras preciosas, mármol, maderas ibéricas, etc... desde Toledo hasta Jerusalén, a bordo de las llamadas naves de Tarsis, que hacían la expedición cada 3 años, unas naves que podían navegar tanto por el mar como por el aire. Si Salomón podía construir ordenadores sofisticados también podía construir naves voladoras.
Innumerables tienen que ser las maravillas que reposan dentro de la Cueva de Hércules desde hace miles de años, y de un valor incalculable, tanto a nivel cultural, como histórico, artístico, y económico.
Por ejemplo, uno de sus objetos, es una de las reliquias principales más buscada por toda clase de aventureros e historiadores de todas las épocas, la legendaria Mesa de Salomón, construída por el propio Rey hebreo Salomón. Esta Mesa de Salomón es un ordenador superavanzado, que tiene en su superficie un espejo o pantalla digital tecnológica, que dista mucho de la primitiva tecnología electrónica actual, y en la cual se pueden ver escenas de cualquier tiempo, pasado, presente y futuro.
La Mesa de Salomón sería el definitivo Cronovisor, capaz de ver, por ejemplo, las escenas reales del propio Jesús de Nazareth durante su vida en la Tierra; e igualmente se podría ver cualquier otro acontecimiento histórico en general; es decir, que se trata de un objeto sumamente codiciado por siempre, que sin duda el Vaticano desearía guardar a buen recaudo y lo clasificaría rápidamente como "secretum omega" para no compartirlo con nadie en absoluto.
El Vaticano no está interesado en que la Mesa de Salomón salga a la luz por la sencilla razón de que no está interesado en que se sepa la verdad de lo ocurrido en toda la Historia. Exactamente igual que todas las sectas ocultistas Illuminati, masones, templarios, etc.. Que siempre han vivido ocultos, conspirando desde las sombras...
Aparte de la Mesa de Salomón, dentro de la Cueva de Hércules hay otros objetos de un valor inmenso para los seres humanos. Por ejemplo, hay Oro puro de Ofir, que es el oro más puro que ha existido nunca, libre de escorias, en cantidades todavía desconocidas, que fabricaba el propio Rey Salomón, y que era llevado a Israel.
La gente ignora que el ejército imperial hebreo del Rey Salomón trasladaba toda clase de objetos valiosos, oro de ofir, piedras preciosas, mármol, maderas ibéricas, etc... desde Toledo hasta Jerusalén, a bordo de las llamadas naves de Tarsis, que hacían la expedición cada 3 años, unas naves que podían navegar tanto por el mar como por el aire. Si Salomón podía construir ordenadores sofisticados también podía construir naves voladoras.
Y una de las maravillas que nos esperan en la Cueva de Hércules de Toledo es la Biblioteca de Salomón, un tesoro grandioso para toda la humanidad, por la información que posee.
La Biblioteca antigua más grande, famosa, e importante de la Historia ha sido la antigua Biblioteca de Alejandría, fundada en el siglo III a.C, que desapareció víctima del desastre.
Pero la Biblioteca de Salomón es muy anterior en el tiempo, ya que data aproximadamente del año 3.000 a.C. y esta biblioteca ancestral no ha sufrido ningún incendio ni desastre alguno, sino que se conserva perfectamente intacta.
Era costumbre y ley hebrea que el Rey de Israel tenía que escribir personalmente una copia de las Escrituras, según relata la Biblia en el libro de Deuteronomio cap 17 vers 18. La sinagoga judía era el lugar dedicado a guardar los Escritos Sagrados y a leerlos.
El Rey Salomón escribió algunos Proverbios de la Biblia en Toledo, ciudad colonial hebrea en Iberia, mientras estuvo allí con los hebreos, y en la Sinagoga principal de Toledoth, que estaba ubicada sobre la Cueva de Salomón, se guardaba una copia de las Escrituras, escrita por su padre, el Rey David.
Después, a lo largo del tiempo, en los siguientes siglos, los 12 hombres sabios de Toledo, que custodiaban los aposentos de Salomón, bajaron todos los documentos y objetos importantes de la Sinagoga de Toledoth a la Cámara secreta de Salomón, para protegerlos de los avatares de la Historia, tal como les había encargado el Rey Salomón.
La Biblioteca antigua más grande, famosa, e importante de la Historia ha sido la antigua Biblioteca de Alejandría, fundada en el siglo III a.C, que desapareció víctima del desastre.
Pero la Biblioteca de Salomón es muy anterior en el tiempo, ya que data aproximadamente del año 3.000 a.C. y esta biblioteca ancestral no ha sufrido ningún incendio ni desastre alguno, sino que se conserva perfectamente intacta.
Era costumbre y ley hebrea que el Rey de Israel tenía que escribir personalmente una copia de las Escrituras, según relata la Biblia en el libro de Deuteronomio cap 17 vers 18. La sinagoga judía era el lugar dedicado a guardar los Escritos Sagrados y a leerlos.
El Rey Salomón escribió algunos Proverbios de la Biblia en Toledo, ciudad colonial hebrea en Iberia, mientras estuvo allí con los hebreos, y en la Sinagoga principal de Toledoth, que estaba ubicada sobre la Cueva de Salomón, se guardaba una copia de las Escrituras, escrita por su padre, el Rey David.
Después, a lo largo del tiempo, en los siguientes siglos, los 12 hombres sabios de Toledo, que custodiaban los aposentos de Salomón, bajaron todos los documentos y objetos importantes de la Sinagoga de Toledoth a la Cámara secreta de Salomón, para protegerlos de los avatares de la Historia, tal como les había encargado el Rey Salomón.
Cuando la Cueva de Hércules salga a la luz, expertos, científicos, historiadores e investigadores tendrán mucho trabajo para analizar todo el legado de documentos.
El Rey hebreo Salomón utilizó la Cámara secreta de Toledo como escondite para proteger algunos objetos valiosos, como la Mesa de Salomón. También hay objetos auténticos procedentes del antiguo Templo de Jerusalén, puesto que Salomón sabía que el Templo de Jerusalén sería destruido y saqueado en 2 ocasiones, una en el año 586 a.C. por el Rey Nabucodonosor de Babilonia, y otra en el año 70 d.C. por el ejército romano del Emperador Tito.
Se puede decir que dentro de la Cueva de Hércules en Toledo se encuentra la Biblioteca más antigua del mundo y de la historia, con legajos, pergaminos, y tablillas de tiempos ancestrales. Algunos textos escritos por los propios reyes David y Salomón. Seguramente se encontrará también el rollo original del libro escrito por el antiguo profeta Enoc, así como también otros rollos originales de otros personajes antiquísimos. Un gran tesoro cultural.
El Rey hebreo Salomón utilizó la Cámara secreta de Toledo como escondite para proteger algunos objetos valiosos, como la Mesa de Salomón. También hay objetos auténticos procedentes del antiguo Templo de Jerusalén, puesto que Salomón sabía que el Templo de Jerusalén sería destruido y saqueado en 2 ocasiones, una en el año 586 a.C. por el Rey Nabucodonosor de Babilonia, y otra en el año 70 d.C. por el ejército romano del Emperador Tito.
Se puede decir que dentro de la Cueva de Hércules en Toledo se encuentra la Biblioteca más antigua del mundo y de la historia, con legajos, pergaminos, y tablillas de tiempos ancestrales. Algunos textos escritos por los propios reyes David y Salomón. Seguramente se encontrará también el rollo original del libro escrito por el antiguo profeta Enoc, así como también otros rollos originales de otros personajes antiquísimos. Un gran tesoro cultural.
viernes, 14 de enero de 2011
Paulo Coelho denuncia que Irán prohíbe su obra
El escritor brasileño Paulo Coelho ha denunciado que todos sus libros han sido prohibidos en Irán, y ha expresado su confianza en que el gobierno de su país no callará ante el tema.
En un mensaje publicado en su blog, Coelho reproduce una carta que recibió este domingo de su editor en Irán, Arash Hejazi, quien informa que recibió la información de que el Ministerio de Cultura y la 'Guía Islámica' de Irán "prohibieron todos tus libros, incluso las versiones no autorizadas publicadas por otros editores".
"Mis amigos fueron informados de que ningún libro que tenga el nombre de Paulo Coelho podrá ser publicado en Irán", agrega Hejazi, quien sugiere que el brasileño libere el acceso gratuito por Internet a sus libros en idioma persa.
Al comentar el tema, el autor de 'El alquimista' recuerda que sus libros se han publicado en Irán desde 1998 y que se estima que se vendieron en el país más de seis millones de ejemplares. Coelho apunta además que su obra se ha publicado bajo diferentes gobiernos y considera que "una decisión arbitraria, después de 12 años de publicación en el país, solo puede ser un malentendido".
"Espero que este malentendido se resuelva esta semana. Cuento firmemente con el gobierno de Brasil para apoyarme a mí y a mis libros en defensa de todos los valores que apreciamos", concluye el mensaje.
La ministra de Cultura, Ana de Hollanda, ha sido la primera integrante del flamante gobierno brasileño de Dilma Rousseff en manifestarse sobre el tema y ha considerado "lamentable" la prohibición de los libros de Coelho.
Fuente:http://www.elmundo.es/elmundo/2011/01/10/cultura/1294684294.html
En un mensaje publicado en su blog, Coelho reproduce una carta que recibió este domingo de su editor en Irán, Arash Hejazi, quien informa que recibió la información de que el Ministerio de Cultura y la 'Guía Islámica' de Irán "prohibieron todos tus libros, incluso las versiones no autorizadas publicadas por otros editores".
"Mis amigos fueron informados de que ningún libro que tenga el nombre de Paulo Coelho podrá ser publicado en Irán", agrega Hejazi, quien sugiere que el brasileño libere el acceso gratuito por Internet a sus libros en idioma persa.
Al comentar el tema, el autor de 'El alquimista' recuerda que sus libros se han publicado en Irán desde 1998 y que se estima que se vendieron en el país más de seis millones de ejemplares. Coelho apunta además que su obra se ha publicado bajo diferentes gobiernos y considera que "una decisión arbitraria, después de 12 años de publicación en el país, solo puede ser un malentendido".
"Espero que este malentendido se resuelva esta semana. Cuento firmemente con el gobierno de Brasil para apoyarme a mí y a mis libros en defensa de todos los valores que apreciamos", concluye el mensaje.
La ministra de Cultura, Ana de Hollanda, ha sido la primera integrante del flamante gobierno brasileño de Dilma Rousseff en manifestarse sobre el tema y ha considerado "lamentable" la prohibición de los libros de Coelho.
Fuente:http://www.elmundo.es/elmundo/2011/01/10/cultura/1294684294.html
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