Como todos sabemos del bibliotecario siempre se ha dicho que su misión era ser el guardián de los libros. Su tarea era saber donde estaba cada libro para poder indicárselo a los usuarios cuando se lo preguntasen o enseñar a estos a usar el catálogo para que pudieran encontrar la ubicación del libro en la biblioteca.
Ahora con todos los avances tecnológicos que han aparecido la situación cambia. Ahora los bibliotecarios ya no han de ser sólo guardianes de los libros también han de hacer el papel de asesores para los usuarios.
Los bibliotecarios ahora serán formadores, pero no formador como antes que solo se enseñaba a los usuarios a buscar en el catálogo y encontrar el libro que buscaban. Ahora formarán a los usuarios en alfabetización informacional, es decir les enseñarán a desarrollar habilidades informacionales para que se creen una autonomía a la hora de buscar información. Después se les ayudará y enseñará a saber evaluar la información encontrada y las fuentes de información utilizadas para que en una próxima búsqueda sean ellos los que evalúen la información que hayan encontrado.
Con este nuevo rol el bibliotecario adquiere también un papel participativo en el aprendizaje de los usuarios. El bibliotecario también habrá de adquirir competencias en el uso de redes sociales, porque estas van a ser la vía de comunicación más usada por los usuarios, y también se les habrá de formar en esta materia.
En conclusión, el bibliotecario debe abandonar más el mostrador y ayudar a los usuarios en la búsqueda de información y su posterior evaluación.
Fuentes:
http://www.biblogtecarios.es/rafaelibanez/el-papel-formador-del-bibliotecario
http://www.alfared.org/blog/informaci-n-general/1350
© Francisco González Llopis
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