El alma de las bibliotecas y Centros de documentación es el bibliotecario/a. El ha sido y es, el nexo entre el saber aquilatado, conservado y organizado en las nobles arquitecturas y la comunidad. Tiene responsabilidades, objetivos y obligaciones…pero esa alma corpórea es merecedora de los derechos que como Trabajador de la Información le corresponden; Este es nuestro desafió profesional: Construír a partir de nuestra propia identidad una organización genuina para los Bibliotecarios
lunes, 26 de julio de 2010
La amada de los malqueridos / por Eduardo Galeano
¡Viva el cáncer!, escribió alguna mano enemiga en un muro de Buenos Aires. La odiaban, la odian los biencomidos: por pobre, por mujer, por insolente. Ella los desafía hablando y los ofendía viviendo. Nacida para sirvienta, o a lo sumo para actriz de melodramas baratos. Evita se había salido de su lugar. La querían, la quieren los malqueridos; por su boca ellos decían y maldecían. Además Evita era el hada rubia que abrazaba al leproso y al haraposo y daba paz al desesperado, el incesante manantial que prodigaba empleos y colchones, zapatos y máquinas de coser, dentaduras postizas, ajuares de novia. Los míseros recibían estas caridades desde al lado, no desde arriba, aunque Evita luciera joyas despampanantes y en pleno verano ostentara abrigos de visón. No es que le perdonaran el lujo: se lo celebraban. No se sentía el pueblo humillado sino vengado por sus atavíos de reina. Ante el cuerpo de Evita, rodeado de claveles blancos desfila el pueblo llorando. Día tras día, noche tras noche, la hilera de antorchas: una caravana de dos semanas de largo. Suspiran aliviados los usureros, los mercaderes, los señores de la tierra.
Muy interesante tu blog, te felicito por tu labor y te doy las gracias por tu visita y palabras en el mío.
ResponderEliminarSaludos