domingo, 23 de octubre de 2016

A 130 años de la muerte de José Hernández, el gaucho Martín Fierro sigue conmoviendo con su vida, su felicidad y su desdicha

Su autor, proscripto y encerrado en un hotel de la Plaza de Mayo, y luego de intentar matar el tedio escribiendo poemas de amor, creó un libro inmortal y conocido en todo el planeta
El hombre que ese ardiente día de verano se refugió en la soledad de un cuarto del Gran Hotel Argentino, en la Plaza de Mayo, casi frente a la Casa de Gobierno, no tenía otro destino.
Proscripto por el presidente Domingo Faustino Sarmiento por su pluma y su espada de inclaudicable federalismo y odio hacia el poder de Buenos Aires, no es poca cosa.
Se llama José Rafael Hernández y Pueyrredón: prosapia de sangre. Se ha batido bravamente en combates y ha destilado su fanatismo político en decenas de diarios y centenares de artículos.
Pero ese día está solo en la penumbra de ese cuarto, y empieza a matar el tiempo –que a él lo matará el 21 de octubre de 1886, hace en estos días 130 años, de un ataque al corazón y apenas a sus 52 años­– intentando unos poemas de amor.
Pero de pronto pega un brusco golpe de timón, y con un lápiz sobre papel de estraza de una libreta de pulpería (el más ordinario, color sepia y de envolver), urde casi de un tirón los siete primeros cantos y medio deEl Gaucho Martín Fierro.
En ese momento ignora que ha empezado el Libro de los Libros de la Historia Argentina. Nuestro Quijote. Nuestra Odisea. Nuestro Ulises. Y por qué no, algo de nuestro Shakespeare, ya que su monumental obra fue escrita en verso…
Pero no ignora quién es su héroe. El gaucho que en un tiempo vivía feliz en su rancho, con su mujer y sus hijos, y al que una leva arroja primero a un fortín de línea contra el indio, después lo convierte en desertor, convive con el enemigo, y al retornar a su hogar, "Mas que iba a hallar al volver | tan solo hallé la tapera".
La tragedia de un hombre bueno que, evocando los horrores y las injusticias del fortín, infierno donde lo han despojado hasta de su caballo y ni siquiera le han pagado su sueldo ("Siempre has de ser animal | la paga ya se acabó", decreta un sargento corrupto, acaso simiente de las mil y una corrupciones que llegarían al siglo XXI…, jura "ser más malo que una fiera".
Iluminado, escribe sin cesar la que sería la Ida, la primera parte del mayor poema argentino (gauchesco o no: supera todo género), y el 28 de noviembre de 1872, el diario La República empieza a publicar, por entregas, como los colosos de Víctor Hugo y Dumas padre e hijo, esos versos que alcanzarían la inmortalidad, hasta que la imprenta La Pampadecide convertirla en libro…
La modesta edición inaugural rompe el fuego. Muy pronto se vende en el campo, en la geografía rural que –entre otras cosas– la inspiró. Se lee en grupo, en fogones y pulperías, y a pesar de que la mayor parte del público es analfabeto, pega fuerte en su carne y sus huesos, marcados por el desprecio y la injusticia.
Es posible, y acaso hasta probable, que al escribir la primera estrofa ("Aquí me pongo a cantar | al compás de la vigüela | que al hombre que lo desvela | una pena estrodinaria | como la ave solitaria | con el cantar se consuela"), Hernández no comprendiera el alcance y mucho menos la eternidad de esa historia.
Pero sus insoslayables ecos lo impulsaron (lo obligaron, seguramente),siete años más tarde, en 1879, a parir La vuelta de Martín Fierro, y completar así la que sería no sólo su obra maestra, sino también el más largo y mítico poema nativo, "que logra la interpretación sociológica de una época y una sociedad, aúna lo lírico, lo descriptivo, lo satírico y lo épico, alcanzando los caracteres de una epopeya": una de sus indiscutibles síntesis críticas.
Porque, quién es Martín Fierro, sino un feliz primero, un sufriente después, pero hombre independiente, solitario, fatalista, que de algún modo sintetiza el carácter del nacido en estas pampas o estas playas…
Y ante ese fenómeno editorial prolongado hasta nuestros días, y hacia el futuro, no podía faltar Jorge Luis Borges, que aun sin admirar a Fierro, le dedicó un largo ensayo, conferencias, entrevistas, y polémicas…
Ante todo, ese genio que jamás fue ornado con el Nobel, decretó que "si el gran libro argentino fuera el Facundo de Sarmiento y no el Martín Fierro de Hernández, este país sería mejor".
Extraña dicotomía. Borges condenaba a Fierro por haber matado, ciego por el alcohol, a un negro en una pulpería, llamándolo "asesino", pero exalta al cuchillero Juan Muraña, un matón de los arrabales porteños, con esta maravilla poética: "No sé porqué en las tardes me acompaña | este asesino que no he visto nunca | Que el tiempo, que los mármoles empaña | salve este firme nombre: Juan Muraña"
Sin embargo, admite que el largo, célebre y traducido a cuarenta idiomas poema de Hernández encierra un instante épico insuperable.
Rodeado Fierro por la partida de soldados que habrá de apresarlo y devolverlo al castigo del fortín, uno de ellos, un sargento, grita: "Cruz no consiente | que se mate así a un valiente", y sigue Borges: "Y se pone a pelear junto al desertor Martín Fierro".
Instante luminoso: uno de los más bellos y más exaltados de ese Borges ambiguo que nunca se decidió a definir si nuestro gaucho esencial era un desertor y un asesino, o una víctima y un justo vengador…
Desde luego, la vida de José Hernández anterior a la construcción de su gaucho feliz, perseguido, desdichado, solitario y estéril no fue muy diferente.
Más allá de que su sepulcro en el cementerio de la Recoleta fue declarado monumento nacional, y que la fecha de su muerte (10 de noviembre) es el Día de la Tradición, lo fue todo, o casi todo: militar, periodista, poeta, político.
Federal por convicción, ideología y pasión, enfrentó con todas sus fuerzas (prosa y acero) el dominio de Buenos Aires ciudad en la organización política y económica del país.
Su lema ("Las provincias no deben permanecer al gobierno central": el gran conflicto nacional hasta hoy…), lo llevó a combatir en una de las últimas rebeliones federales encabezada por Ricardo López Jordán,cuya batalla acabó en 1871 con la derrota de los gauchos, y su exilio en el Brasil…
Más tarde, a su regreso, su combate se libró en papel y tinta: en el periodismo. Escribió en no menos de una decena de periódicos, se enfrentó al radical Leandro N. Alem en un memorable discurso, y también a parte de la gente de su sangre: los Hernández de filiación y convicción unitaria, enfrentados a los otros Hernández furiosamente federales. Uno de sus tíos murió en la batalla de Caseros, derrota de Juan Manuel de Rosas y de su poder omnímodo, defendiendo al hombre que hacía clavar la cabeza de sus enemigos en la punta de una pica, y que extrañamente murió en Inglaterra, el país que presuntamente odiaba…
Hernández, en un tiempo de iletrados, era todo contrario: tomó clases de lectura y escritura ("Elemental, Watson", diría Sherlock Olmes), historia antigua, aritmética, gramática, dibujo,  castellano, francés, geometría y  geografía.
Su padre, mayordomo de las estancias de Rosas, le enseñó a cabalgar y lo acercó a los gauchos y sus tareas: una educación sentimental que le abrió la oculta puerta de la dura vida de los paisanos, génesis evidente e inevitable de su gaucho tótem: Martín Fierro.
Hernández se casó en Paraná con Carolina González del Solar, que le dio ocho hijos, a los que mantuvo comprando y vendiendo campos.
Pero era tiempo de pólvora, acero y compromiso, de modo que, a espaldas de tan enorme familia, y después de la caída de Rosas en Caseros,  combatió en pro de las fuerzas federales hasta que, acorralado políticamente, se entregó a la otra forma de la guerra: el periodismo, escribiendo casi siempre con el seudónimo de "Vincha".
Enemigo acérrimo de Bartolomé Mitre, de quien se burló en muchas cuartetas, fue acusado de "villano, mazorquero y cobarde".
Es curioso, o no tanto… Su vida periodística fue larga, vasta, casi inagotable. Escribió en diarios, fundó diarios, hizo de la diatriba su forma de vida, cultivó desde el insulto sin filtro hasta la fina sátira…
Sin embargo, como dándole la razón a Borges ("Un solo acto define toda una vida"), José Hernández, cuyos restos yacen en la Recoleta, se acota apenas en dos escenas y siete años: lo que tardó en urdir la ida y la vuelta del gaucho Martín Fierro, a quien no por casualidad narró en primera persona: fue su carne, sangre, alma y religión.
Y por si poco fuera, imaginó una contrafigura que (¡ay!), por desdicha, se parece a lo peor de los argentinos peores (no es redundancia): el viejo Vizcacha.
Amoral, ladrón, ventajero, obsecuente ("Hacete amigo del juez | no le des de qué quejarse | que siempre es bueno tener | palenque  ande ir a rascarse"), cruel: un canalla de tomo y lomo.
Y por fin, para asombro y por si algo le faltara a ese libro que, de alguna manera, somos todos nosotros y nuestro país, esa payada final en la que, lejos de la contingencia (dolor, injusticia, penuria), Hernández vuela hacia los cielos y se arriesga a tocar profundos temas filosóficos: el tiempo, la eternidad, y otras abstracciones que le cortan el aliento al lector que imaginaba un final realista…
Ya no hay balance ni recuento posible de cuantas ediciones ni millones de ejemplares agotó el Martín Fierro, que periódicamente sigue generando presencias rústicas, pocket, de lujo…
Estas últimas, según Borges, "encuadernadas en cuero de vaca o cuero de Rusia, y destinada a las embajadas argentinas en el vasto mundo, donde ningún empleado las lee, y las regala a dignatarios extranjeros que las abandonan en algún rincón".
Sin embargo, desde su publicación, fue traducida a más de treinta idiomas, y sus reediciones, aunque ya no tan masivas, suelen aparecer como estrellas fugaces que alguien atrapa con la cámara: sus ojos, avanzando desde la felicidad hasta la desdicha del protagonista, en un largo poema que "No es para mal de ninguno | sino para el bien de todos".
Fuente: http://www.infobae.com/cultura/2016/10/23/a-130-anos-de-la-muerte-de-jose-hernandez-el-gaucho-martin-fierro-sigue-conmoviendo-con-su-vida-su-felicidad-y-su-desdicha/

jueves, 20 de octubre de 2016

La Biblioteca de Nueva York grabó un maravilloso time-lapse.

Su sala más famosa llevaba tiempo vacía y cerrada.

Una de las bibliotecas más famosas del mundo es la de la ciudad de Nueva York, no sólo por su catálogo y tamaño, sino también por haber aparecido en cientos de películas. Quizá su sala más reconocible es la Rose Main Reading Room, donde se han rodado escenas memorables, como la famosa actuación de los cazafantasmas. Pues bien, después de muchos años en funcionamiento hubo que hacer varios arreglos importantes, no solo en la propia sala sino también en la estructura del edificio y el techo. Esta ala de la biblioteca se cerró, pero tras el trabajo correspondiente hubo que volver a colocar los libros que guardaba de manera habitual, es decir, nada más y nada menos que 52.000 libros.

Para celebrar esta ocasión especial, los bibliotecarios decidieron filmar todo el largo y laborioso proceso de recolocar perfectamente cada uno de los libros. El resultado es un time-lapse espectacular que ningún apasionado de los libros debería perderse. Es toda una pasada.

¿Qué os ha parecido? La verdad es que esa sala es un icono para bibliotecas de todo el mundo. Y aunque el trabajo del bibliotecario va mucho más allá que colocar libros en las estanterías la verdad es que el vídeo les ha quedado de lujo.


lunes, 17 de octubre de 2016

Creo que todavía soy peronista / por Rolando Hanglin

Hoy día, con 70 años, veo que aquella grieta terrible ha sido reemplazada por otra, sin la menor maduración
Recuerdo con dolor la vergüenza de ser peronista cuando tenía 7 años. El 17 de octubre, en las calles de Ramos Mejía reinaba un silencio absoluto. Ninguna celebración.
En aquellos tiempos, se nacía peronista como se nace negro, chino o sueco. Estaba en los genes y se robustecía de a poco, mediante gestos o palabras sueltas, porque a los chicos no se nos hablaba de política. Pero, de todos modos, resultábamos fanáticos de las mismas consignas que inflamaban a nuestros padres.
Padres. ¿A ver? Mi papá, Roddy, era hijo de ingleses y peronista desde la juventud. "¿Hijo de ingleses? ¡Qué raro!". Bueno, en realidad también estaban John William Cooke y Guillermo Patricio Kelly. Muchos años después, ya derrocado el General, mi padre —que era empresario de los que invitaron a Vance Packard a la Argentina— simpatizó con Arturo Frondizi. Y hoy día, si viviera, creo que sería partidario de Mauricio Macri. Es lo más parecido a Frondizi que yo haya visto.
Mi madre era profesora de Historia y simpatizaba silenciosamente con la línea San Martín-Rosas-Perón.
Atención: en aquellos tiempos no se hablaba de estas cosas. Nosotros vivíamos en un barrio que era la Perla del Oeste, donde el cien por cien de los vecinos era fervoroso gorila. Cantaban la marcha de los "Muchachos Peronistas" cambiando la letra, de modo que el estribillo resultaba "Viva Balbín, viva Balbín". El club Discobolo, donde me crié jugando al tenis y nadando en la pileta, era también netamente gorila. De modo que un niñito peronista escuchaba todos los días chistes y los rumores ofensivos contra Juan Domingo Perón y Evita.
Porque las simpatías políticas se transmitían mediante bromas y canciones. He escuchado mil veces, por ejemplo, que Perón era novio de Archie Moore, o que se hacía toquetear por las chicas de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES), que la jefa del peronismo femenino trabajaba en el Bajo, y otras mil historias que ya olvidé, como los apellidos de Tessaire, Satanowsky y Borlenghi. Se contaban, entre grandes carcajadas, los chistes de Carlos Aloé, el gobernador de la provincia, a quien se tildaba de bruto impresentable. Años después lo conocí personalmente; era un hombre ilustrado.
Cuando por fin me tocó —gracias al empuje de mis padres y una tradición familiar— ir al Colegio Nacional Buenos Aires, el cuadro volvió a repetirse. Todos gorilas. En el lenguaje elemental de los chiquilines —el mismo que manejaba yo—, pero con fisuras.
Por eso hablo de vergüenza. Recuerdo también que a media cuadra de casa, entre lindos jardines con rosas, dalias y malvones, había una herrería. Es decir, allí se cambiaban las herraduras de los matungos que arrastraban el carro del lechero, el botellero y otros. Para nosotros, los chicos del barrio, el trabajo del herrero era fascinante. Nos apostábamos en el portón de chapa para ver cómo el hombre calentaba al rojo vivo unas tenazas en el horno de ladrillos, y luego recortaba los vasos de los caballos. Fabuloso. Con un rico olor a cuero quemado. Pero el herrero había pintado en las chapas del techo "Viva Perón", y esto no le fue perdonado. Después de 1955 —nunca antes— circuló entre los vecinos un petitorio para que firmaran todos: se trataba de expulsar del barrio a la herrería de la calle Belgrano, porque despedía malos olores y atraía moscas. Mi padre se negó a firmar. "En realidad, lo quieren sacar porque es peronista", decía mi pobre viejo.
Había llegado, pues, la Revolución Libertadora. Nunca olvidaré que ese gobierno libertador prohibió pronunciar el nombre de Perón. ¿En nombre de la libertad? ¿No es algo raro? Los diarios tradicionales aludían a él como "el tirano prófugo" o el régimen depuesto. Mientras, se ocultaba el cadáver de Evita. ¿Para qué?
Ya no me importaba. En el colegio me había picado el bichito del marxismo, que era todavía peor que ser peronista: era la subversión, la militancia, la rebelión de los pobres heroicos contra los ricos egoístas. ¡No advertíamos que estos últimos éramos justamente nosotros! Y si alguien lo insinuaba, le decían: "Son las contradicciones del sistema".
Hoy día, con 70 años, veo que aquella grieta terrible ha sido reemplazada por otra, sin la menor maduración. Para colmo, veo a mi alrededor que muchas personas que antes hubieran sido gorilas —se nota en su cara y sus modales— se titulan orgullosamente de peronistas. ¡Pero si Perón murió! Está en la historia, como Juan Manuel de Rosas y el Che Guevara. Los últimos peronistas que conocí fueron Carlos Menem y Eduardo Duhalde. ¡Ah, perdón! Y el señor Lorenzo Pepe, que me extendió el carné honorario del Partido Justicialista, que conservo con amor.
Los argentinos tenemos un problema: no permitimos que las personas y los hechos entren en la historia. Simplemente entran en la amnesia. Entonces, Rosas contra Sarmiento, Lavalle contra Dorrego, Perón contra el almirante Rojas, Videla y Firmenich, las pasteras del Uruguay (?), las Malvinas, el 17 de octubre, todo es irrenunciable e imprescriptible. No se negocia.
Estas cosas merecerían una mirada adulta. Por ejemplo, dice Viriato Unía (mi abuelo, socialista pero católico) en sus Memorias, que el 17 de octubre se volcaron a la calle los desharrapados, los hambrientos, los postergados de la tierra. Hojeo los archivos de los diarios y veo en las fotos que los que "se lavaban las patas en la Plaza de Mayo" estaban de saco y corbata, aunque se refrescaban en las fuentes de la vía pública. ¡Los desharrapados somos nosotros!
Por lo menos ya no siento vergüenza. Pero es que los peronistas que veo alrededor son en realidad otra cosa, otra gente. Y es lógico, pertenecen a otra época. Yo seguiré porque ya es tarde. Nací en un hogar peronista. ¿Qué iba a salir? ¿Demoprogresista como Horacio Thedy?
Pertenezco al partido de las personas decentes, que estudian, trabajan y ahorran. Si al lector le parece demasiado simple, le propongo que lo piense un poquito más. Escuchemos lo que dicen "los que saben", pero no nos apuremos a creerles, porque estamos un poco grandes.

viernes, 14 de octubre de 2016

El LAPIDARIO informe de la SIGEN sobre el CENTRO CULTURAL Néstor Kirchner


Revela 21 “severas irregularidades”, sugiere establecer “el eventual perjuicio fiscal” y realizar una denuncia penal.
El kirchnerismo quiso convertirlo en un ícono del Bicentenario y en una de las obras más emblemáticas que pueda imponerse como sede musical y de otras expresiones artísticas. Con un costo final de $ 2.541 millones y un plazo de obra de 78 meses (por encima de los 40 meses pautados en el pliego licitatorio), el Centro Cultural Néstor Kirchner quedó rodeado de denuncias y sospechas de corrupción. Un informe de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) a la que accedió Clarín revela 21 “severas irregularidades” por las que sugirió iniciar las actuaciones tendientes “al deslinde de responsabilidades” y llevar adelante las acciones necesarias para establecer “el eventual perjuicio fiscal”. Además recomendaron realizar la denuncia penal pertinente.
En 48 páginas, la SIGEN plasmó el análisis iniciado el 31 de diciembre hasta el 21 de enero del año en curso, sobre 29 expedientes del extinguido ministerio de Planificación, dos convenios con universidades, y varios marcos regulatorios que dieron origen a la refacción de la antigua sede del Correo Nacional -edificio con carácter patrimonial-.
Cristina Kirchner dijo el día de su inauguración que "refuncionalizar el edificio es mucho más difícil que construir algo de cero". El CCK salió mucho más caro de lo previsto y llevó más tiempo del esperado. Debía terminarse el 12 de octubre de 2012 con un plazo de obra de 40 meses. La fecha no se cumplió y se amplió a 78 meses algo que en la auditoría se marcó como un “excesivo plazo de obra” y añadió que la obra terminó “con un retraso de 38 meses". Incluso a febrero de 2011 cuando la obra debía tener un avance del 43,24%, "sólo registró trabajos por el 22,8 %".
El costo final del imponente edificio sufrió también modificaciones: la auditoría remarca que el valor inicial de obra fue $ 925.799.107,96 cuando fue adjudicada a la UTE de Esuco SA - Riva SA en 2008. El valor fue variando: se aprobaron desde 2011 cuatro variantes de precios que elevaron su valor a $ 1.127 millones.
"Con lo que costó el CCK podríamos haber construido una usina del arte en cada capital de provincia", dijo a Clarín Hernán Lombardi. ​De los resultados del informe de la SIGEN, el funcionario resaltó que además "es indignante que dejaron 2.000 artistas sin pagar y sin papeles respaldatorios lo que representó una deuda de $ 18 millones". 
La SIGEN señaló que al 31 de diciembre de 2015 el monto total certificado asciende a $ 2541.296.190.  El informe señala que muchas de las variantes “deberían haberse incluido en el proyecto básico” y que algunos ítems que no afectaban la integridad del proyecto generaron “mayores costos” en algunos casos por $ 20.718.089. Estos números también los expuso el programa A Dos Voces (TN). 
El CCK no cumplió al momento de su inauguración, según el segundo ítem del lapidario informe, “con la habilitación otorgada para su funcionamiento”. Se adeudaba la solicitud de la Dirección General de Habilitaciones y Permisos del GCBA, la presentación ante el área de Protección Histórica para informar la intervención y ampliación del edificio histórico. No se habían presentado los planos de arquitectura y planos contra incendio ante la Dirección General de Registro del GCBA.
Entre otros aspectos, se indicó en la auditoría que no se licitó la obra del estacionamiento de vehículos, colocando a la empresa contratista “en una situación de privilegio frente a otros eventuales interesados en presentar una propuesta”. La SIGEN consideró que esta obra ameritaba un contrato nuevo e independiente de la obra básica. Al no realizarse “no se resguardó el interés público”, asegura el informe.
Además se consignó que algunos espacios se les dio un uso distinto “al concebido originalmente”, generando un impacto “negativo” en el Centro Cultural, incluso deteriorando su arquitectura. Tal es el caso de la "Sala Sinfónica usada como espacio de recitales de Rock y algunas salas para exposición como depósitos".
Hay bienes muebles del CCK que no están identificados en el registro inventario, “esto imposibilita una correcta identificación y ubicación de los mismos”, expresa el documento oficial. Peor aún, no se pudo constatar la existencia de “bienes adquiridos” como el sistema de sobretítulo LED en la sala sinfónica y el sistema de cartelería digital con pantallas de 50 y 60 pulgadas.
Respecto a la universidad Tres de Febrero, la SIGEN constató que se emitieron facturas por $ 721.500 en concepto de honorarios artísticos y servicios por duplicado, “entendiendo que no son factibles de ser nuevamente abonados y pese a la duplicidad la Comisión de Planificación del Plan Igualdad Cultural ordenó dar curso al pago de $ 56.821.830” a dicha universidad y después otro pago por $ 24.825.477. Las rendiciones presentadas por la Universidad ascienden así a $ 198.126.027.
Hay más de $ 3,2 millones en facturas que "no permiten identificar cuál fue el servicio prestado, indica la auditoría: La factura de Lavecchia Sonido SRL sólo coloca “servicios de sonorización CCK” por $ 1,7 millones, algo similar ocurre con Kaz Sonido que indicó “servicio de sonido” por $ 1,9 millones y Traslada Mailcar SRL que facturó “viajes realizados por cuenta y orden de terceros” por $ 238.516.
 Lombardi indicó a Clarín que a la fecha funcionan con 350 personas en el CCK "nos habían dejado un planta más que inflada de 700 empleados", señaló y que buscan convertir el Centro en una "casa de contenido público de programación para los servicios de los ciudadano".
© Lucía Salinas

ENTREVISTA a Martín CAPARRÓS, A propósito de su Novela “Echeverría”

Jueves 20 de octubre | 19 hs. | Auditorio Jorge L. Borges


ENTRADA LIBRE Y GRATUITA

En un diálogo entre escritores, Federico Jeanmaire conversará con el novelista acerca de la figura que inspiró su nuevo libro: Esteban Echeverría, autor de La cautiva, El matadero y uno de los principales representantes del Romanticismo en el Río de la Plata.

jueves, 13 de octubre de 2016

El premio Nobel de Literatura 2016 fue otorgado a Bob Dylan

El cantante y compositor estadounidense recibió el esperado galardón, cuyo anuncio había sido demorado una semana

El premio Nobel de Literatura 2016 fue otorgado al cantante y compositor estadounidense Bob Dylan, por "crear nuevas expresiones poéticas dentro de la gran tradición de la música norteamericana", informó la secretaria general de la Academia Sueca, Sara Danius.

El anuncio fue recibido con aplausos por el público congregado en la sala de la Bolsa en Estocolmo.El premiado -nacido Robert Allen Zimmerman el 24 de mayo de 1941, en la localidad de Duluth, Minnesota-, es considerado como una de las figuras más influyentes de su generación.

"Si miramos miles de años hacia atrás, descubrimos a Homero y a Safo. Escribieron textos poéticos hechos para ser escuchados e interpretados con instrumentos. Sucede lo mismo con Bob Dylan. Puede y debe ser leído", declaró Danius a la televisión pública SVT.

Bob Dylan "se inscribe en una larga tradición que remonta a William Blake", dijo Danius, en referencia al célebre poeta inglés muerto en 1827.  La secretaria general de la Academia Sueca agregó que el premiado es "un gran poeta en la tradición en lengua inglesa", "muy original" y que "ha logrado reinventarse a sí mismo, creando una nueva identidad".

El premio de Literatura suele ser, junto con el de Paz -otorgado la semana pasada a Juan Manuel Santos-, el Nobel más esperado.

Entre los nombres que más sonaban en vísperas de la entrega del premio, figuraban el escritor japonés Haruki Murakami, el poeta Ali Ahmad Said Esber, y el escritor estadounidense Philip Roth, entre otros autores.

El anuncio de este jueves fue el último del año de la Academia Sueca, ya que los demás premios se fueron revelando a lo largo de la semana pasada.

miércoles, 12 de octubre de 2016

IDENTIDAD BIBLIOTECARIA....

Estimados Colegas y Amigos-as
Los invitamos a divulgar y compartir las actividades Bibliotecológicas  en el Grupo IDENTIDAD BIBLIOTECARIA de Buenos Aires – Argentina, que se desarrollan en sus respectivas comunidades profesionales [Ponencias-articulos-opiniones-notas-reportajes-fotos-extensión cultural-denuncias-conferencias]  Allí convivimos más de 3000 colegas de la América Hispana, Brasil y España!


El  email para publicar es:  identidadbibliotecaria@gruposyahoo.com.ar

Cordialmente!

martes, 11 de octubre de 2016

Generación NI-NI…

Generación "Ni-Ni": en el país hay más de un millón de jóvenes que no estudia ni trabaja. La cifra es preocupante y suma un dato inquietante: la mayoría no busca insertarse en el mercado laboral

 

En Argentina, según un estudio realizado para Adecco Argentina, hay más de un millón de jóvenes que no estudia ni trabaja, los denominados "NI-NI". De ese número hay más de 700 mil que ni siquiera están intentando insertarse en el mercado laboral, cifra que se desdoblan en 589 mil mujeres y 179 mil hombres.

El estudio fue presentado por Alain Dehaze, CEO del Grupo Adecco, en el marco del simposio "El Talento Joven y las Perspectivas Sobre el Futuro del Trabajo".

Adecco detectó que en Argentina hay 4,4 millones de jóvenes de los cuales un 34,2% trabaja, un 26,7% dedica su tiempo a estudiar, un 10,3% trabaja y estudia, y un 3,3% estudia y busca trabajo. Además hay un 24,6% (1,08 millón) que no estudia ni trabaja, y sobre ese porcentaje hay un 17,3% que no estudia, no trabaja y además no busca empleo.


Alain Dehaze detalló que la probabilidad de inserción laboral en un empleo formal aumenta entre 20% (mujeres) y 30% (varones) cuando finalizan los estudios formales, acceden a una experiencia formal y participan en un curso de formación profesional.


Por otra parte, la falta de calificación de los jóvenes que buscan inserción en el mercado laboral argentino genera en las empresas un incremento de las posiciones sin cubrir, aún cuando éstas tienen intención de contratar nuevos empleados. Ejemplo de ello es que el sector de Software tiene 5.000 puestos sin cubrir cada año.

De 879 empresas relevadas en todo el país por Adecco, el 69% buscó incorporar personal técnico en los últimos 12 meses y la mitad, un 51%, tuvo inconvenientes para cubrir el puesto por falta de competencias técnicas de los postulantes o ausencia de candidatos.


Por otra parte, Adecco Argentina sondeó la experiencia laboral de los jóvenes que buscan trabajo. Casi 7 de cada 10 no encuentra un puesto por carecer de experiencia laboral y el 52% de los consultados admite no trabajar de lo que estudió. Dichos resultados surgieron de un relevamiento sobre el desempleo juvenil entre 6.700 casos. Mientras un 87% afirma haber tenido alguna experiencia laboral, el 76% reconoce haber trabajado de manera informal alguna vez.

"El mayor problema de los jóvenes es no contar con experiencia. Pero además, un 14% no posee el título secundario o universitario solicitado, otro 10% no está en el rango de edad, el 5% cuenta que le piden idiomas y otros tienen complicaciones con el lugar de trabajo y la cercanía a sus hogares (3%). En tanto,el 87% afirma haber tenido alguna experiencia laboral mientras que el 13% nunca trabajó", describe el estudio.


Entre otros puntos salientes, Adecco advirtió que más de la mitad admite no estar trabajando de lo que estudió (52%), mientras que para un 54%, la mayor dificultad que encuentra al buscar empleo de lo que estudiaron es no contar con la experiencia requerida.


"Uno de cada tres jóvenes que se contratan en el país proviene del mercado informal. La Argentina tiene las mejores universidades de América latina, pero tiene las menores tasas de empleo joven en la región. Ese es un tema muy extraño y sobre el que hay mucho trabajo por hacer", remarcó David Herranz, CEO regional para Latinoamérica y director General de Adecco Argentina.


Respecto de la formación profesional, un 39% indicó que está cursando actualmente una carrera universitaria, el 35% cuenta con un secundario completo, el 10% ya tiene un título universitario y un 9% una tecnicatura completa.


Fuente: http://www.infobae.com/economia/2016/10/11/en-argentina-ya-hay-mas-de-un-millon-de-jovenes-que-no-estudia-ni-trabaja/

[Circular ABGRA] 2016/039: Nuevo número del Boletín Electrónico de ABGRA

sábado, 8 de octubre de 2016

Tesauros, diseño y desarrollo / Biblioteca en Ciencias de la Información





BIBLIOTECA PARA BIBLIOTECARIOS, ARCHIVISTAS Y MUSEÓLOGOS

Biblioteca en Ciencias de la Información


Posted: 07 Oct 2016 08:59 PM PDT

Etiquetas y símbolos usados en el tesauro  

1. La organización del conocimiento 
2. Sistemas y procesos de organización del conocimiento 
3. Distintos enfoques para estudiar los SOC 
4. El tesauro 
5. La historia del tesauro
6. Diseño y desarrollo del tesauro
7. El vocabulario del tesauro
8. Las relaciones jerárquicas y asociativas 
9. El orden sistemático del tesauro 
10. Evaluación, publicación y actualización del tesauro 
11. El tesauro y la interoperabilidad
12. Software de gestión, modelo de datos y formatos de intercambio


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