miércoles, 24 de abril de 2013

Fernando Báez: símbolo y resistencia de un bibliotecario comprometido con su tiempo. [Reportaje]



Siendo niño, una inundación se llevó su biblioteca, hecho que marcó para siempre su vida y su obra. Incursionó en numerosos espacios de las ciencias sociales, investigó sobre la destrucción de libros. Acaso sin saberlo, ha construido una épica desde el sentido ético de la disciplina. El hombre que un buen día decidió esclarecer con sus investigaciones los patrimonios destruidos de la humanidad, el mismo que ha logrado enfrentar adversidades y obstáculos con coherencia y sacrificio personal.
A la manera de un Rimbaud, el escritor venezolano ha conocido prácticamente todo Oriente Medio, ahora nos dice que está investigando sobre la ruta trashasariana de los libros, visitando pueblos y recogiendo testimonios. Cuesta imaginar el alcance de su obra.
Actualmente su causa es motivo de ejemplo para los bibliotecarios involucrados con el rol social. No deja de aprender y de enseñar, confiesa ser un nómade incurable, difícilmente alguien pueda llegar tan lejos en la profesión. Un concurso de ensayos bibliotecológicos sobre la censura y la destrucción de libros lleva su nombre, aún se recuerda su discurso, celebrado en la Biblioteca Nacional de Argentina en diciembre de 2006.
Feliz paradigma del bibliotecario comprometido con su tiempo.

Palabras clave:
MEMORICIDIO; PATRIMONIO CULTURAL; BIBLIOCLASTIA; ROL SOCIAL BIBLIOTECARIO

Noticia biográfica:
Fernando Báez, venezolano, asesor de la UNESCO para Medio Oriente, está considerado como una autoridad en el campo del patrimonio cultural y tráfico ilícito de bienes culturales. En 2003 visitó Irak como miembro de las dis­tintas comisiones de la UNESCO que investigaban la destrucción de las bibliotecas y museos en esa nación. Doctor en Ciencias de la Información y Bibliotecas, es autor de 17 libros. Actualmente vive en Egipto, acaba de recibir una beca del gobierno de Qatar para investigar la ruta transahariana de los libros en la historia de Europa, África y Medio Oriente. Algunos libros suyos más conocidos: La destrucción cultural de Irak (2005), El saqueo cultural de América Latina (2008), Nueva Historia universal de la des­trucción de libros (Destino, España, 2011). Es Premio Internacional de Ensayo Vintila Horia de Ensayo y Premio Nacional del Ministerio de Cultura de Venezuela, Premio Mejor Libro Extranjero en Brasil. Fue Director de la Biblioteca Nacional de Venezuela en 2008.

Entrevista:

¿Por qué la Bibliotecología?

Me apasionan los libros, su historia, su contenido, su conservación, su significado como patrimonio cultural. Ahora que casi no se habla de bibliotecología, sino de ciencias de la información, el término mantiene su arraigo como disciplina científica para el estudio de las bibliotecas, que contrario a los pronósticos no mueren sino que se transforman. La bibliotecología está hoy en día más viva que nunca precisamente porque en la sociedad de la información es un reto participar en los cambios que provoca la globalización asimétrica que vivimos.

¿Recordás en qué momento o circunstancia pasó por tu mente ser bibliotecario?

Lo supe desde que era joven porque de chico me crié en la biblioteca pública pequeña de mi pueblo, San Félix de Guayana, junto al río Orinoco que elogió Julio Verne en su obra El soberbio Orinoco. Allí me dejaba mi madre para poder ir a trabajar arreglando ropa o vendiendo empanadas y mi padre, como era un abogado honesto, intentaba conseguir trabajo con muy poca suerte. Criarse en una biblioteca popular te hace sentir orgullo cuando ves un anaquel, cuando hablas con un bibliotecario.


¿Qué opinas del rol social del bibliotecario?

Sin un rol social, un bibliotecario es un zombi de una estructura tecnológica formulada para deshumanizar a quien acude a las bibliotecas, que no son museos del libro sino también centros de formación, centros de alfabetización, centros de formación de ciudadanía, centros de debate, centros culturales para el fortalecimiento de un buen plan de lectura popular, centros para apoyar la diversidad cultural.


¿Que lecturas recomendarías para estudiantes de bibliotecología?

A los jóvenes que se inician en este extraordinario destino que es ser bibliotecario les recomiendo Farenheit 451 de Ray Bradbury, La biblioteca de noche de Alberto Manguel, Una soledad demasiado ruidosa de Bohumil Hrabal, La biblioteca de Babel de Borges, 1984 de George Orwell, La biblioteca desaparecida de Luciano Canfora, Un golpe a los libros de Judith Gociol y Hernán Invernizzi, Nadie acabará con los libros de Umberto Eco y Jean-Claude Carrière, Las venas abiertas de América Latina de Eduardo Galeano, y creo que les haría mucho falta estar claros en lo que les viene encima y deberían leer esa maravilla que es Ideas de Peter Watson.


¿Qué estás leyendo actualmente? Y ¿cuál lectura te impactó? (no importa la disciplina, puede incluir literatura)

Leo mucho, leo intensamente, he descubierto que no puedo no leer. Tuve la suerte de descubrir por mi cuenta la literatura árabe, incluso la de la época de Al Ándalus, y eso me ha enriquecido en los tiempos más cercanos como lo hizo en su momento la literatura griega. Leo sin horarios preestablecidos, por gusto, por capricho, porque sí, porque soy feliz al leer, porque en mi enfermedad actual es un alivio. Ahora acabo de culminar la lectura deCivilización de Niall Ferguson, y casi siempre releo mucho. A mi edad, la relectura es una rutina, volver a Aristóteles, a Platón, a Plutarco, a Montaigne, a Alfonso Reyes, a George Orwell, a Stevenson, al Popol Vuh, a los grandes poemas prehispánicos de nuestra grandes culturas ancestrales, a Epicteto, a Hermann Hesse, a Cees Nooteboom, a Elías Canetti, a Paul Bowles, a Paul Auster, a Flann O´Brien y a mi gran favorito Rafael de Nogales Méndez, un escritor olvidado en Venezuela que adoro por encima de todos los autores de mi país.


Un concurso de ensayos bibliotecológicos mereció tu nombre ¿qué representa para vos el concepto biblioclastía?

Ciertamente, ese concurso fue un homenaje que me llegó al alma, organizado por Tomás Solari, un hombre que se ha comprometido con las grandes causas de la defensa de los bibliotecarios y el generoso y valiente Hugo García. Ningún homenaje de gobierno alguno me ha conmovido como lo que sucedió en Argentina cuando pusieron mi nombre a un concurso sobre la censura y la destrucción de libros. Eso me marcó, me dio claridad sobre lo bueno y lo malo que vendría. Tú eres parte de esa generación maravillosa que participó y dejó su nombre en el volumen final que quedó del concurso y Biblioclastía fue y sigue siendo un volumen mítico organizado por Tomás Solari y Jorge Gómez publicado por Eudeba. Siempre se usó iconoclastia para referirse a fenómenos de destrucción cultural, pero biblioclastía es indispensable para comprender barbaries como la de los nazis en 1933 o la de los militares en el sur en la década de los ochenta.


Se habla frecuentemente de la lenta desaparición del libro, incluso en foros de bibliotecología ¿Qué te provoca esta situación?

Primero debemos preguntarnos qué es un libro. Un libro es ante todo una tecnología de la memoria cuyo contenido cultural puede ser leído, oído o palpado debido a su presentación impresa o electrónica en forma compaginada. El libro es un instrumento perfeccionado por la evolución cognitiva adaptativa como resolución de una profunda necesidad social explícita de plasmar una guía más duradera en la supervivencia en la transmisión de corriente de ideas, datos o narrativas.  El libro reafirma el lazo de identidad que proporciona el lenguaje. Elizabeth Eisenstein ha mencionado tres de los efectos más notables de la imprenta: el empuje de la revolución científica, la Reforma Protestante y el redescubrimiento de los clásicos en la Italia del Renacimiento. Pero hay más: el poder del libro se ha manifestado en la creación de obras que se hicieron sagradas desde sus tiempos manuscritos: entre la Torá y el Talmud (Judaísmo), la Biblia (Cristianismo), El Corán (Islamismo), los Vedas (Hinduísmo) sustentan nada menos que las creencias devotas de 4 mil millones de personas. Esto sin contar la influencia prodigiosa de las Analectas de Confucio o el Tao Te Ching de Lao-Tsé en los países asiáticos. Desde una perspectiva social, no hay duda que cuatro libros han tenido un impacto directo sobre grandes giros en la mentalidad de los pueblos a lo largo de décadas y décadas: la Ilíada de Homero, la Cabaña del tío Tom de Harriet Beecher Stowe, El origen de las especies de Charles Darwin y el Manifiesto Comunista de Karl Marx y Friedrich Engels. Han sido tres revoluciones las que han modificado a la humanidad y cada una tiene que ver con el libro: el paso de lo oral a lo escrito, el paso de lo escrito a lo impreso y el paso de lo impreso a lo digital. En 2012, hay 192 países que son estados miembros de la ONU y otros 10 países no reconocidos, y en todos hay presencia de libros, algo que nunca antes había sucedido en el mundo. Decir que el libro está en sus finales es temerario porque ha llegado la era digital. Nadie cree que pueda cesar el lenguaje, pese al hecho indiscutible de que el hombre procede de especies que nunca supieron lo que era una palabra; nadie se atrevería sin soberbia a anunciar el fin de la escritura, que tiene sólo 5.500 años y el Homo Sapiens tiene 150.000 años. Pero hay un ensañamiento contra el libro desde sus comienzos y eso sigue. Es sorprendente.

Tus reflexiones sobre memoricidio y etnocidio permitieron vincular acciones de Estado con la depredación sistemática de la identidad ¿qué hay detrás del deseo por borrar la memoria y la identidad?.

Creo que el libro no es destruido como objeto físico sino como vínculo de memoria, esto es, como uno de los ejes de la identidad de un hombre o de una comunidad. No hay identidad sin memoria. Si no se recuerda lo que se es, no se sabe lo que se es.
A lo largo de los siglos, hemos visto que cuando un grupo o nación intenta someter a otro grupo o nación, lo primero que intenta es borrar las huellas de su memoria para reconfigurar su identidad. En el fenómeno del Auto de fé contra los libros es manifiesto que quienes lo realizan reconocen que no basta con el asesinato o encarcelamiento de un escritor o con el genocidio del pueblo que se ve retratado en el espíritu de ese texto. Es imprescindible ir a la raíz del problema y entender con suficiente precisión que el memoricidio es la base de la destrucción de obras y sus principales ideólogos están animados por un radicalismo que pretende instaurar verdaderas guerras de naturaleza política o religiosa. Así sucedió cuando quemaron los códices mexicas o mayas o los quipus incas, que fueron los primeros libros tridimensionales de la historia.

Fernando ¿qué fue lo que originó tu interés por investigar sobre la destrucción de los patrimonios?

Como he dicho, me crié en una biblioteca, pero la felicidad en que vivía se interrumpió abruptamente, porque el río Caroní, uno de los afluentes del río Orinoco, creció sin previo aviso e inundó el pueblo, no sin llevarse en sus corrientes los papeles que constituían el motivo de mi curiosidad. Acabó con todos los volúmenes. De esa forma, me quedé sin biblioteca, sin refugio y perdí parte de mi infancia, completamente arrasada por las oscuras aguas. A veces, en las noches siguientes, veía en sueños cómo se hundía La isla del tesoro de Stevenson y flotaba un ejemplar de Rubén Darío, Rómulo Gallegos o Ricardo Güiraldes. Ese terrible recuerdo ha dejado trazos indelebles en mi vida, mi obra.

A tu entender ¿Cual es el rol que debe cumplir una Biblioteca Nacional?

Es una pregunta difícil, mucha gente quiere saber por qué siendo el primer bibliotecólogo en ser Director de la Biblioteca Nacional de Venezuela apenas duré ocho meses. Voy a explicar qué sucedió porque me permitirá responder tu pregunta.
Mi experiencia personal en la Biblioteca Nacional de Venezuela fue una muestra de los duelos que tiene cualquier bibliotecario que quiera introducir cambios verdaderos. Llegue con todas las mejores expectativas, pero no me imaginaba que iba a encontrar un Instituto Autónomo escindido y resultó depender en la práctica del Ministerio de Cultura (sic), una Biblioteca con un reglamento anacrónico, un presupuesto enorme destinado en su 90% al pago de salarios, sin partidas suficientes de investigación y mantenimiento, con colecciones en peligro y con una visión pesimista del futuro entre los trabajadores y trabajadoras. Todo el mundo tenía grandes expectativas, algo complejo en un país hiperpolarizado políticamente entre los seguidores de Chávez y sus detractores, y la verdad es que no funcionó porque mi desconocimiento de la realidad venezolana era enorme debido a que había pasado mucho tiempo lejos.
Según el profesor Colin Higgins de Cambridge, en su ensayo "Library of Congress Classification: Teddy Roosevelt's World in Numbers?" (editado en la revista Cataloging & Classification Quarterly, Volumen 50, Nro. 4, 2012), yo he sido la primera persona en declarar una guerra cultural a la Biblioteca del Congreso de EEUU acusándola de imperialismo cultural, y eso los obligó a revisar sus catálogos y desacreditó su plan expansivo de participar en talleres de formación en América Latina, coordinados como instrumentos para transculturizar a nuestros pueblos por medio del sistema de información público. Yo rompí relaciones nada menos que con la IBM, que cobraba millones por manejar la base de datos desactualizada del catálogo principal de la propia Biblioteca en las instalaciones de una zona llamada Parque Central sin medidas de seguridad apropiadas; rompí relaciones con IFLA, que se ha convertido en una trinchera que sigue las pautas de EEUU en materia de información; rompí relaciones con trasnacionales que pretendían que se hiciera una licitación para un nuevo programa de catalogación con software privado.   
Para darte una idea de esa utopía que quise postular como plan de gestión, propuse una Biblioteca Nacional abierta las 24 horas, con una estructura multidimensional en lo tecnológico y cultural, propuse usar software libre en toda la Biblioteca, propuse integrar a los Colectivos Populares de los Barrios más pobres y a los Consejos Comunales. Propuse un Centro de Estudios de los Pueblos Indígenas y otro Centro de Estudios del Medio Oriente con Irán incluída, lo que causó un escándalo. Propuse y preparé los planos para construir la Gran Biblioteca Popular de Caracas en el Parque del Oeste, cerca de las instalaciones de un sitio que fue derrumbado y había sido una cárcel infame llamado Retén de Catia: quería que fuera un símbolo. Gané enemigos por todas partes, en todos los bandos, porque me resistí a ceder ante las fuerzas de un sistema de complicidades: duré ocho meses intensos que a muchos parecieron similares a un huracán. Irónicamente, la primera vez que se editó una Historia de la Biblioteca Nacional fue en mi gestión y ya tenía listos los diez primeros títulos de una colección de bibliotecología social. Se culminó el Primer Atlas de las Bibliotecas Públicas en Venezuela, que quedó inédito; se lanzó el Proyecto de Biblioteca Digital que buscaba integrarse a iniciativas de América Latina sin ayuda del monopolio de Google. Se implantó un Plan de Seguridad y se trajo a la Brigada Patrimonial del Ejército para proteger las instalaciones; se firmó un convenio con la UNESCO que quedó interrumpido para cursos y fortalecer el Centro de Conservación. Se firmó un convenio con Instituto de la Defensa Nacional para preparar un plan de protección del patrimonio bibliográfico. Durante la celebración de los 175 años de la Biblioteca logré que su imagen estuviera hasta en las tarjetas de teléfonos y la presencia mediática fue mundial porque diseñé una estrategia de choque frontal en todos los escenarios. Tuve la fortuna de tener un equipo de gestión de primera, sin esfuerzo colectivo hubiera sido imposible.
La Biblioteca Nacional de Venezuela, dicho sea de paso, era la hija mimada de EEUU, según la investigación que logré hacer:  fue hecha a imagen y semejanza de asesores de la biblioteca del Congreso desde 1953. Debo confesar que combatí el elitismo  intelectual, sin importar las consecuencias, no me interesaba jubilarme sino dar todo de mí en un momento clave del país y del mundo. Me las jugué todas contra el imperialismo cultural, y obviamente esta utopía provocó que me pidieran la renuncia, toqué intereses delicados y esto no iba a quedar impune. Me insultaron, me calumniaron con las barbaridades más injuriosas e inútiles, pagaron y estimularon una campaña de cagatintas irrelevantes para difamarme en portales de Internet, el propio Ministro de ese entonces (hoy destituido) usó todos los recursos que tuvo a su alcance para obligarme a renunciar, nunca me rendí porque nunca me rindo y el Ministro se vio obligado a solicitar un decreto desde la Vicepresidencia, de modo que se nombró un nuevo director (hoy también destituido ya) sin ejecutar legalmente mi salida. Alguien dijo que me querían preso y me alegré porque desde la cárcel podría producir un terremoto mediático internacional para alertar sobre lo que ocurría, tomando en cuenta que yo denuncié la destrucción cultural de Irak, se acobardaron y luego el tiempo me dio la razón para resistir toda infamia. Te confieso que no fueron ocho meses de tranquilidad sino de combate contra décadas de inercia, y todavía mi nombre es sinónimo de horror para los burócratas de izquierda o derecha, pero también es sinónimo de esperanza para los bibliotecarios jóvenes que quieren transformaciones que dejen atrás siglos de servidumbre cultural a EUUU en el manejo de la información. Y un día esto sucederá, quise dejar un antecedente.


Fuiste Director de la Biblioteca Nacional, escribiste libros, vivís dentro de la cultura de Oriente, estuviste en situaciones conflictivas, en Buenos Aires aún se recuerda tu encendido discurso sobre la destrucción de libros, defendiste un modo de entender el mundo ¿Como te ves dentro de unos años? ¿qué sigue? ¿te imaginás ligado a la docencia, a seguir publicando, tomar otros rumbos?

Me gusta el azar, soy un nómada incurable, Daniel. Hoy quiero conocer los sistemas de bibliotecas móviles de Medio Oriente y África y he visitado las bibliotecas de Camellos de Mauritania, Marruecos, Egipto y Malí, he recorrido parte de África ayudando a llevar libros a los niños, acabo de concluir dos libros de 600 páginas (en noviembre de 2012 sale el primero y es una sorpresa), estoy justo investigando la ruta transahariana de los libros, no hay un país del Medio Oriente que no haya recorrido, voy lo más lejos que puedo porque quiero dedicar mi vida a despertar la pasión por los libros, y me veo a mí mismo en marcha, en un rol social de apoyar a los más humildes y necesitados porque tenemos que vencer las barreras de un mundo que fomenta la competencia y no la solidaridad, un mundo que premia el egoísmo en lugar de reconocer que la cooperación es lo que hace humanos. Defiendo día tras día el patrimonio cultural porque es nuestra herencia, la que nos recuerda que nuestra supervivencia se debe a la revolución que pasó de la dependencia estrictamente biológica a la cultura.


Hace poco escribiste algo muy sentido sobre Hugo García, compartieron un encuentro memorable en la Biblioteca Nacional, recientemente se creó una Cátedra Abierta en su homenaje ¿qué recordás de aquel día?

Me entristece hablar de Hugo García porque ya está muerto y toda esa energía, toda esa ética, toda esa curiosidad, se ha perdido. Hugo era el mejor ejemplo de un bibliotecario con compromiso social. Pero por otra parte me siento orgulloso de haberlo conocido y compartido porque hoy puedo decirle a las nuevas generaciones que son hombres como Hugo García los modelos a seguir: todavía me viene a la memoria un escrito suyo sobre la censura, sus ideas sobre la formación, y la dirigencia sindical con conciencia crítica que necesitan las instituciones bibliotecarias. Para mí, Hugo García era uno de esos grandes seres que a su paso dejan una semilla para que sepamos que debemos insistir en el amor por lo que hacemos.


¿Cómo definirías a un bibliotecario?

Dado que han cambiado las condiciones en estos inicios del siglo XXI, un bibliotecario debe ser un activista del conocimiento al servicio de las transformaciones populares basadas en la transparencia de la información, en la defensa integral del patrimonio bibliográfico y un agente comunitario con una visión democrática que facilite la formación popular de un espíritu crítico y a la vez creativo, participativo, en las bibliotecas. Creo que el bibliotecario debe ser ante todo un luchador con responsabilidad social, partidario ante todo de la pluralidad cultural, defensor del libro como signo de identidad y con la capacidad de fomentar la lectura y la ciudadanía local y global. La crisis económica mundial ha puesto en evidencia que hay una corriente a favor de privatizar el conocimiento, recortar reivindicaciones laborales, constituir grandes latifundios informativos, y eso hay que enfrentarlo con principios cooperativos, con unidad sincera y consciencia popular.


¿Recordás la primera vez que entraste a una biblioteca? ¿como fue?

Borges dijo una vez que para él una biblioteca era el paraíso, uno de los mitos religiosos más potentes de las religiones conocidas. Para mí, que conocí la pobreza más ruda en mi infancia, una biblioteca siempre fue un refugio contra la desesperanza, contra la exclusión, contra la ignorancia, contra la soberbia, contra el dogmatismo. La primera vez que entré en una biblioteca de aldea era muy niño y mi madre me dijo: "Aquí te dejo junto a los que serán tus mejores amigos, los libros". Fue una iniciación, una forma extraordinaria de comprender que no sólo estaba en un lugar físico sino en una dimensión espiritual. Sin saberlo, la biblioteca se convirtió repentinamente en mi escuela para asumir con plenitud la importancia de la justicia, la vida y la memoria.

Nota: la entrevista fue publicada en la Revista Fuentes del Congreso de Bolivia en
Rev. Fuent. Cong., Diciembre 2012, vol.6, no.23. ISSN 1997-4485



lunes, 22 de abril de 2013

23 de abril: Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor


El día 23 de abril fue elegido como Día del Libro y del Derecho de Autor, pues corresponde al fallecimiento de los escritores Miguel de Cervantes, William Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega en la misma fecha en el año 1616 (aunque realmente no es así: Cervantes falleció el 22 y fue enterrado el 23, mientras que Shakespeare murió el 23 de abril... del calendario juliano, que corresponde al 3 de mayo del calendario gregoriano).
En esta fecha también fallecieron William Wordsworth (en 1850) y Josep Pla (en 1981). La Unión Internacional de Editores propuso esta fecha a la Unesco, con el objetivo de fomentar la cultura y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor. La Conferencia General de la Unesco la aprobó en París el 15 de noviembre de 1995, por lo que a partir de dicha fecha el 23 de abril es el "Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor". El Día Internacional del Libro es una conmemoración celebrada a nivel mundial con el objetivo de fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor. A nivel internacional es promulgado por la UNESCO la cual lo hizo por primera vez en 1995. Se celebra cada 23 de abril desde 1996 en varios países, siendo en 2008 más de un centenar.1
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/D%C3%ADa_Internacional_del_Libro

viernes, 19 de abril de 2013

sábado, 13 de abril de 2013

Links para encontrar ebooks de dominio público en internet


Los siguientes links permiten encontrar ebooks y eAudiobooks en internet, de dominio público, en varios idiomas y para distintos formatos:


1. Biblioteca Digital Mundial
URL: http://www.wdl.org
Descripción: biblioteca y mediateca multilingüe que "pone a disposición en Internet, de manera gratuita y en formato multilingüe, importantes materiales fundamentales de culturas de todo el mundo". Los documentos pueden ser visualizados en línea y descargados en formato pdf.

2. Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes
URL: http://www.cervantesvirtual.com
Descripción: una de las bibliotecas digitales más importantes de la lengua y española y la cultura iberoamericana. Además de textos, contiene documentos multimediales y una hemeroteca virtual. Permite la visualización en línea y también la descarga de archivos en formato pdf.

3. Digital Book Index
URL: http://digitalbookindex.org
Descripción: índice que provee acceso a más de 165.000 ebooks en texto completo de más de 1800 editores comerciales y no comerciales, universidades y sitios particulares. Más de 140.000 de esos libros y textos están disponibles gratuitamente.

4. Inkmesh
URL: http://inkmesh.com
Descripción: motor de búsqueda (buscador) que facilita la localización de ebooks gratuitos para distintos dispositivos que pueden leer ebooks (Kindle, iPhone, Sony Reader, Nook, entre otros).

5. Internet Archive
URL: http://archive.org
Descripción: biblioteca digital dirigida a investigadores, historiadores, académicos, personas con capacidades diferentes y público en general. Incluye texto, audio, imágenes, software y un archivo de páginas web. Los documentos pueden ser visualizados en línea o descargados en distintos formatos.
  
6. LibriVox
URL: http://librivox.org
Descripción: biblioteca digital de audiolibros (eAudiobooks), grabados por una comunidad de voluntarios, que brinda acceso gratuito a una colección de poesía, cuentos, novelas y obras de teatro en varios idiomas, los cuales pueden ser descargados en formato mp3.

7. Project Gutenberg
URL: http://www.gutenberg.org
Descripción: una de las primeras bibliotecas digitales de eBooks y eAudiobooks de dominio público en la web, en varios idiomas, tanto para leer en línea como para descargar textos en distintos formatos (html, epub, mobi).



Fuente:
 http://bibliobina.blogspot.com.ar/2012/03/links-para-encontrar-ebooks-de-dominio.html





"La biblioteca es el lugar del ejercicio público de la razón" Gabriel Naudé

jueves, 11 de abril de 2013

"Borges, la Biblioteca y los Libros" - Acto de apertura de la 45 RNB

 Buenos Aires, 08/04/2013
Circular Nro. 016/2013

"Borges, la Biblioteca y los Libros" - Acto de apertura de la 45 RNB
Estimado socio:

Lo invitamos a participar en forma libre y gratuita al Acto de Apertura de la 45 RNB que se realizará el lunes 22 de abril de 18 a 21hs en la Biblioteca Nacional.

La primera Reunión Nacional de Bibliotecarios se llevó a cabo entre el 6 y el 13 de setiembre de 1962, en el antiguo edificio de la Biblioteca Nacional, coincidiendo su cierre con el Día Nacional del Bibliotecario. En dicha ocasión, Jorge Luis Borges, entonces Director de la Biblioteca Nacional, brindó el discurso de cierre.
Al cumplirse 50 años de este hecho que marcó a nuestra Asociación, tenemos la intención de rendir homenaje a aquellos pioneros que tuvieron la visión de realizar una reunión profesional de carácter nacional y a Jorge Luis Borges en particular por el apoyo que significó para ABGRA contar con su presencia.
Recordaremos los momentos más significativos de las primera reuniones nacionales en general y nos centraremos especialmente en el compromiso de Jorge Luis Borges con la profesión y las bibliotecas.

Conferencistas
Horacio González. Director de la Biblioteca Nacional
Ana María Cabrera. Profesora y Master en Literatura, conocedora de Borges y activa participante en conferencias y mesas redondas sobre la especialidad.
Graciela Ayos. Lic. en Bibliotecología y Documentación. Actual Presidente de ABGRA

Saludos cordiales,
Comisión Directiva.

Asociación de Bibliotecarios Graduados de la República Argentina
Paraná 918, 2° piso | C1017AAT | Buenos Aires, Argentina
TEL. 4811-0043 - TEL/ FAX 4816-3422
www.abgra.org.ar |
secretaria@abgra.org.ar

Copyright (c) 2007-2013 | ABGRA

lunes, 8 de abril de 2013

Acto de apertura de la 45 RNB



"BORGES, La BIBLIOTECA y los  LIBROS" - Acto de apertura de la 45 RNB


Lo invitamos a participar en forma libre y gratuita al Acto de Apertura de la 45 RNB que se realizará el lunes 22 de abril de 18 a 21hs en la Biblioteca Nacional.[Argentina]



Asociación de Bibliotecarios Graduados de la República Argentina
Paraná 918, 2° piso | C1017AAT | Buenos Aires, Argentina
TEL. 4811-0043 - TEL/ FAX 4816-3422
www.abgra.org.ar | secretaria@abgra.org.ar
Buenos Aires, 08/04/2013--Circular Nro. 016/2013

El teléfono celular cumple 40 años: cómo mutó la vida de toda la población


Pasaron cuatro décadas desde la primera llamada hecha con un teléfono móvil. En esos años, pasó de ser un instrumento para hablar a una herramienta multifunción que permite realizar un sinfín de tareas cotidianas

Una de las primeras imágenes que quizás evoquen las cuatro décadas del celular es la de un teléfono voluminoso con muchos botones y una antena prominente: el recuerdo de un dispositivo arcaico que junta polvo en la mente al lado de una videograbadora y un reproductor de cassettes.

Los celulares debieron atravesar una metamorfosis de 40 años hasta convertirse en los equipos con los que estamos familiarizados hoy. Fueron perdiendo centímetros, gramos, botones y antenas para convertirse en equipos delgados y livianos, en muchos casos consistentes únicamente de una pantalla. Más aún, de la mano de la metamorfosis formal vino un cambio mayor: cambiaron radicalmente también a nivel funcional, al incluir más y más funcionalidades, y en esa transformación modificaron profundamente nuestros hábitos y costumbres.

"No ocupes el teléfono que estoy esperando un llamado"
El mandato era un clásico hasta hace poco más de una década, en un momento en que el teléfono de línea centralizaba las comunicaciones. La solicitud, más o menos amable de parte de hermanos, padres o parejas, era una sentencia al silencio.
Entonces, no quedaba más que esperar pacientemente a que ese llamado entrara para poder retomar la posesión del aparato y así poder hablar con la mejor amiga sobre el posible atuendo para la fiesta del sábado o discutir con el novio la salida el próximo fin de semana.

El celular abrió una nueva vía de comunicación, al principio secundaria y cada vez más central, en la vida de los usuarios que fue desplazando al teléfono fijo como medio fundamental para ponerse en contacto con los demás. A la vez, liberó a los usuarios de la obligación de permanecer atados a un lugar fijo para hacer o recibir un llamado y les dio la posibilidad de comunicarse en todo momento y lugar, sin cables de por medio.
Más aún, terminó con una serie de problemas que ahora resultan arcaicos: atrás quedaron los días de permanecer en casa esperando un llamado importante o el preguntarse a dónde estará esa persona con la que debíamos encontrarnos hace más de media hora: basta meter la mano en el bolsillo o la cartera para sacarse la duda.
La palabra escrita vs. la palabra oral

La llegada del celular encarnó la apertura de una nueva vía comunicativa; sin embargo, el teléfono móvil no inauguró uno sino dos canales de comunicación, ya que abrió las puertas a la revolución del SMS o mensaje de texto a partir de los años 90.
"Llego en 20'", "Comprá pan", "¡Aprobé!": aquellas informaciones cortas, de carácter sobre todo operativo, abandonaron la voz para trasladarse al texto. Con el correr del tiempo, el SMS fue cobrando protagonismo y muchas de las llamadas se fueron reemplazando por el más conciso y barato mensaje de texto.
El SMS se convirtió pronto en un auge y fue el canal privilegiado de comunicación especialmente entre los adolescentes. Sin embargo, del mismo modo en que el teléfono fijo fue perdiendo relevancia, el SMS comenzó su inevitable declive con la llegada del 3G y los servicios de mensajería instantánea.

Internet desembarca en el celular

Ya entrado el siglo XXI, internet comenzó a expandirse de forma imparable y fue cuestión de tiempo para que llegara a los celulares, que iniciaron su evolución hacia los smartphones. Así, se extendieron una vez más las posibilidades de comunicación: la casilla de mail también llegó al celular, despegando a los usuarios de la necesidad de correr a una PC en caso de caer en la cuenta de que no mandaron ese mail laboral crucial que deberían haber enviado hace horas.
Pero el correo electrónico no fue el único canal que se abrió con la llegada de internet al teléfono. Lejos de eso, fueron apareciendo varios servicios de mensajería instantánea, como WhatsApp o Viber, entre muchos otros, que recortaron terreno a los llamados y SMS.

Facebook y Twitter, junto con otras plataformas sociales como Foursquare o Instagram, también encontraron su lugar en los dispositivos y conectaron al usuario con millones de otras personas en cuestión de segundos al darle la posibilidad de comentar, tuitear o hacer check-in a gusto mientras hace la cola del súper o el colectivo intenta atravesar un embotellamiento de tránsito.

Una app para cada cosa

La tecnología siguió avanzando e hizo de los teléfonos dispositivos cada vez más inteligentes. La función más básica del teléfono, la de realizar llamados, comenzó a verse opacada por la infinidad de tareas que en la actualidad pueden hacerse desde el smartphone y que exceden lo meramente comunicativo.
El teléfono rápidamente se convirtió en una central de tareas: levantarse a determinada hora, hacer la lista del supermercado y no olvidar el cumpleaños del pariente al que no vemos muy seguido, todo con su propio ringtone, fue convirtiéndose en dominio del celular. Inclusive, ya no fue necesario recordar decenas de números telefónicos, ya que todos los contactos pasaron a formar parte de la agenda del celular.

Esas funcionalidades hoy consideradas más o menos básicas se fueron ampliando a partir del desarrollo de las aplicaciones para cada plataforma de smartphone. Las apps hicieron que el teléfono pudiera asumir nuevas identidades según las necesidades de sus usuarios: una herramienta para aprender idiomas, un libro de recetas de cocina, una isla de edición de foto y video, un anotador, un instrumento para bajar de peso o dejar de fumar, una linterna, entre muchísimas otras.

Así, por ejemplo, con Google Maps ya fue cada vez más difícil doblar en la esquina equivocada y perderse y gracias a los a veces imposibles niveles del Candy Crush Saga fue posible matar esos largos minutos perdidos esperando el turno en el dentista.
Usuario, fotógrafo y reportero

Otra de las novedades que incorporaron los teléfonos móviles fue la cámara. A medida que los avances tecnológicos fueron permitiendo mejor resolución y calidad, los dueños de smartphones se convirtieron en fotógrafos minuciosos de su propia vida, al tener la posibilidad de documentar los instantes fugaces de la realidad que quisieran y compartirlos de forma instantánea mediante redes sociales, mensaje o mail.

El momento en que el mejor amigo da el "sí, quiero", un gato haciendo monerías o el sol que se esconde detrás de los edificios de la ciudad: todos esos instantes de la vida diaria pueden ser almacenados en el teléfono, para que este guarde lo que quizás la mente del usuario condenaría al olvido de otra forma.
Más aún, la era de la fotografía (y video) móvil que se inauguró con los smartphones hizo a los usuarios testigos de acontecimientos de una realidad de la que es parte al tiempo que lo excede y les dio un lugar como corresponsales casuales de hechos. Inundaciones, asunciones de Papas y presidentes, revueltas, manifestaciones: el ojo del celular todo lo puede captar y retener.

El DynaTac 8000x, el primer celular que Motorola anunció en 1973 y salió a la venta diez años después, pesaba 800 gramos y sus medidas eran 330 x 45 x 89 milímetros. Hoy, en alrededor de 130 gramos y un grosor que oscila entre 7 y 9 milímetros, los smartphones centralizan, y facilitan, decenas de tareas que los usuarios realizan a diario. Solo resta por descubrir en qué formas los próximos teléfonos móviles impactarán en la vida de los usuarios durante los próximos cuarenta años.



"La biblioteca es el lugar del ejercicio público de la razón" Gabriel Naudé

domingo, 7 de abril de 2013

'El Principito' cumple 70 años…

L
a historia del príncipe dueño de una rosa y tres volcanes fue traducida a más de 110 idiomas y hay hasta quien colecciona sus diferentes ediciones


Se trata de uno de los libros más vendidos y su pequeño protagonista es conocido en el mundo entero. En 6 de abril de 1943, se publicó por primera vez El Principito, en Nueva York, donde vivía entonces su autor, el escritor y piloto de guerra francés Antoine Saint-Exupéry (1900-1944). Saint-Ex, como lo llamaban sus amigos, murió un año después de la publicación, a los 44 años. Siete décadas después, el libro de apenas 100 páginas es una de las obras no religiosas más vendidas de todos los tiempos. 


Su aniversario se celebrará con ediciones especiales en Estados Unidos, donde vio la luz por primera vez en la editorial Reynal & Hitchcock de Nueva York, en la Francia natal del autor –nacido en Lyon en 1900– o en Montréal, donde Saint-Exupéry solía reunirse con su editor, Bernard Valiquette.  Convertido en libro de cultoEl Principito es capaz de entusiasmar a todo tipo de lectores. Pensado como un texto infantil, grandes y pequeños de distitas culturas, entornos y religiones lo leen desde hace décadas. 


El éxito de la historia radica en su universalidad. Con una lengua atemporal, enseña a los adultos a ver el mundo con los ojos de un niño y a los pequeños a entender en mundo de los mayores. Además, es crítico con la falta de valores de la sociedad moderna y dibuja un entorno ideal en el que los hombres ven y actúan con el corazón. 

En su viaje, el rubio príncipe se encuentra con un comerciante que vende pastillas contra la sed con el reclamo de ahorrar 53 minutos a la semana al renunciar a beber. Y las preguntas que le plantea siguen siendo actuales a día de hoy. 


El Principito es un alegato en favor de una mayor humanidad y sensibilidad. Su autor, que había visto en varias ocasiones el rostro de la muerte, era un humanista. Y la idea para el famoso libro la habría tenido precisamente en una de esas experiencias extremas.  Saint-Exupéry tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en el desierto del Sahara en 1935, y tuvo que esperar varios días hasta que fue rescatado por un beduino. Se sintió "más alejado que un náufrago dentro de una balsa en medio del océano", como relata en el libro, hasta que de repente escuchó una vocecilla que le pedía: "¡Por favor... dibújame un cordero!".


En los años 20 y 30, Saint-Exupéry ya se había dado a conocer por libros como Correo del SurVuelo nocturno o Tierra de hombres. De hecho, a principios de los 40, en lugar del famoso cuento muchos esperaban una declaración de principios del escritor respecto a la guerra. 

A muchos les decepcionó la obra de Saint-Exupéry, pero lo cierto es que cuando relató el viaje del Principito, el autor sufría desde Nueva York por la situación política de Europa... y soñaba con un mundo mejor. 

Fuente: http://america.infobae.com/notas/69322-El-Principito-

sábado, 6 de abril de 2013

Novedades en E-LIS

Estimados colegas:

El repositorio temático E-LIS está cumpliendo este año sus primeros diez de vida y una de las novedades es que ha renovado su sitio web en conjunto con el software que utiliza.  La plataforma se ha migrado a fin del año pasado de Dspace a Eprints. Aún quedan algunas cuestiones técnicas por resolver, como por ejemplo, el acceso a las estadísticas de uso, que sabemos son muy valoradas por los autores ya que permiten medir el impacto de sus publicaciones. Pronto tendremos novedades al respecto.




Mientras tanto, difundimos los documentos que se han subido en estos primeros meses del año, e invitamos a todos aquellos que tengan alguna publicación y que la quieran depositar en el repositorio, se comuniquen con nosotras.



Saludos!



Equipo E-LIS Argentina

Carolina De Volder / Evangelina Maciel - Editoras / Lilian Re - Colaboradora








Boeris, Claudia E. Aplicación de técnicas de análisis de redes sociales y de co-ocurrencia de palabras en la determinación de frentes de investigación., 2013 [Preprint] http://eprints.rclis.org/18661/




Boeris, Claudia E. La biblioteca del IAR., 2013 [Preprint] http://hdl.handle.net/10760/18758



Chávez Aguilar , Brenda Edith and Sánchez García , Claudia Rocío. Repositorio digital de trabajos recepcionales de las licenciaturas de la Escuela Nacional de Biblioteconomía y Archivonomía: propuesta con uso de software libre., 2013 Licenciatura thesis, Escuela Nacional de Biblioteconomía y Archivonomía. [Thesis] http://hdl.handle.net/10760/18841



De-Volder, Carolina and López, Fernando Ariel. La información en Internet. Segunda parte: Guardar, comunicar y compartir información., 2013 [Guide/Manual] http://hdl.handle.net/10760/18910






Gutiérrez, Fernando-Gabriel, Cabrera, Carla, and Ugalde, Susana, Ugalde, Susana. Imagen social del bibliotecario : Indagación de la imagen social del bibliotecario que construye el usuario de bibliotecas., 2005 [Preprint] http://eprints.rclis.org/18596/

López, Fernando-Ariel, Acceso abierto por las rutas argentinas., 2013 UNSPECIFIED. (Unpublished) [Other] http://hdl.handle.net/10760/18938



López, Fernando-Ariel, Acceso abierto por las rutas argentinas., 2013 UNSPECIFIED. (Unpublished) [Other]






Miguel, Sandra. La UNLP en el Ranking de Instituciones de Investigación de SCImago, 2006-2010., 2012 [Technical Report] http://hdl.handle.net/10760/18691



Miguel, Sandra. Visibilidad de la producción científica de la UNLP publicada en revistas, 2006-2010., 2012 [Technical Report] http://hdl.handle.net/10760/18692



Miguel, Sandra. Tendencias en la visibilidad internacional de la producción científica de la UNLP , 2006-2010., 2012 [Technical Report] http://hdl.handle.net/10760/18693



Miguel, Sandra. Producción científica de la UNLP en revistas indizadas en Web of Science (WoS) y SCOPUS, 2006-2010., 2012 [Technical Report] http://hdl.handle.net/10760/18694



Miguel, Sandra. Producción científica de la UNLP en revistas del Núcleo Básico de Revistas Científicas Argentinas del CAICYT-CONICET y del Catálogo de LATINDEX, 2006-2010., 2012 [Technical Report] http://hdl.handle.net/10760/18718



Miguel, Sandra. Acceso Abierto a la producción científica de la UNLP publicada en revistas, 2006-2010., 2012 [Technical Report] http://hdl.handle.net/10760/18719



Miguel, Sandra and Arias, Romina. La colaboración científica en la UNLP., 2012 [Technical Report] http://hdl.handle.net/10760/18720



Nardi, Alejandra and Yrusta, Lucas. Oficina de Conocimiento Abierto: un modelo para institucionalizar el acceso abierto en las universidades. El profesional de la información, 2013, vol. 21, n. 6, pp. 633-637. [Journal Article (Print/Paginated)] http://hdl.handle.net/10760/18153



Rozemblum, Cecilia ¿Que vemos de lo que editamos? Visibilidad de la producción editorial científica argentina en Historia. Anuario Americanista Europeo, 2012, n. 10. [Journal Article (On-line/Unpaginated)] http://hdl.handle.net/10760/18916



Rubí, Eduardo. Índice del Boletín de la Sociedad de Estudios Bibliográficos Argentinos., 2009 (Unpublished) [Bibliography] http://hdl.handle.net/10760/18917



Rubí, Eduardo. Índice de Literal., 2012 (Unpublished) [Bibliography]



Rubí, Eduardo. Índice de Polibiblon., 2011 (Unpublished) [Bibliography]


Salvai, María Eugenia. La invisibilización de la investigación científica sobre los Estudios de Mujer, Género y Feminismo. Universidad Nacional de Córdoba entre 2000 Y 2009., 2012 Trabajo Final de Licenciatura thesis, Universidad Nacional de Córdoba. [Thesis] http://hdl.handle.net/10760/18899



Tomaino, Valeria Biblioterapia : una propuesta innovadora en Mar del Plata para niños y adolescentes con cáncer., 2008 Licenciatura thesis, Facultad de Humanidades, Universidad Nacional de Mar del Plata. [Thesis] http://eprints.rclis.org/18945/



Vecchi Pomphile, Analia. Análisis Estadístico Preeliminar de los Préstamos de un Sistema de Circulación de Bibliotecas. Caso Especial: Ingeniería., 2002 UNSPECIFIED. (Unpublished) [Other] http://hdl.handle.net/10760/18865


miércoles, 3 de abril de 2013

La Piedra de Rosetta

La Piedra de Rosetta es una losa de basalto negro que fue hallada en 1799 cerca de la aldea de Rosetta, durante la ocupación de Egipto por las tropas de Napoleón Bonaparte.


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Es un fragmento d estela, fechada en el 196 a.C. cuyas medidas son 114 x 72 x 28 cm., en la que aparecen tres inscripciones diferentes: los primeros catorce renglones en caracteres jeroglíficos (utilizados en Egipto en los monumentos), los treinta y dos centrales en escritura demótica (una escritura simplificada y popular empleada en Egipto desde alrededor del año 1000 a.C.) y los cincuenta y cuatro restantes en griego. La Piedra Rosetta se convirtió en una "clave" esencial para poder descifrar los jeroglíficos, y hoy se suele usar la Piedra Rosetta como referencia cuando se logra descifrar algo que,  de lo contrario, hubiera sido imposible comprender.

Gracias a ella, en 1822, el investigador Jean François Champollion (1790-1832) descifró, después de más de diez años de enormes esfuerzos, el misterio, hasta aquel momento "científicamente insoluble", de los jeroglíficos egipcios


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Desde el siglo XVII muchos investigadores habían tratado de interpretar los signos que se hallaban a la vista de todos, pero que guardaban celosamente su secreto; tanto que entre los mismos egipcios estaba extendida la superstición de que encerraban eternas maldiciones para quien intentara descifrarlos. A lo largo de los siglos, alguno de estos signos, como la serpiente, habían sido incluso mutilados para evitar su supuesto efecto maléfico.

Los jeroglíficos se usaron en Egipto entre el cuarto milenio a.C. y el siglo IV a.C. Según Champollion, "es un sistema complejo, una escritura a la vez enteramente figurada, simbólica y fonética, en un mismo texto, en una misma frase, en la misma palabra". Inicialmente habia signos que representaban un objeto material y también una idea relacionada con él (un disco representaba al sol y al día). Enseguida estos ideogramas o signos-palabra sirvieron para transcribir además el vaflor fonético de la palabra original y poder representar así otra homófona (la palabra escarabajo tiene las mismas consonantes que el verbo convertirse "kh-p-r"). Las vocales no se escribían: el sistema jeroglífico reproduce el esqueleto consonántico de las palabras. Un mismo signo

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puede representar ideas distintas y palabras diferentes pueden pronunciarse de la misma manera, por lo que las confusiones no son difíciles.

Según Champollion, la escritura jeroglífica había utilizado también, desde tiempos muy lejanos, un alfabeto fonético en el que los signos correspondían al sonido inicial de la palabra que representaban; esto era necesario para transcribir nombres extranjeros a la lengua egipcia. Champollion afirma incluso que este alfabeto fonético fue el modelo sobre el que se basaron los alfabetos de las naciones asiáticas occidentales, especialmente el hebreo, caldeo y sirio.

En el texto griego de la piedra aparecían numerosos nombres propios de personajes griegos. Champollion dedujo que para transcribirlos a la escritura demótica egipcia se empleaban signos que correspondían a los sonidos de estos nombres extranjeros. Lo mismo ocurría en el fragmento de escritura jeroglífica, pero, al ser éste incompleto, el único nombre propio que aparecía traducido del griego era el de Ptolomeo. Champollion estudió otras inscripciones: en el obelisco de Philae aparecía el nombre de Ptolomeo IX con idénticos símbolos y además el de una Cleopatra. La comparación de caracteres

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coincidentes le facilitó el significado de doce signos o fonogramas. Las crónicas se contradicen al explicar cómo se encontró la piedra de Rosetta. Se cuenta que el hombre que la descubrió de modo casual, quedó fascinado y su reacción inmediata fue la de echarse a correr dando alaridos, como si temiese sucumbir a un mágico hechizo.
Otros dicen que no le concedió ninguna importancia. Tampoco se sabe con certeza quién fue este hombre: tal vez el jefe de las fuerzas de zapadores de Napoleón, Dhautpoul o quizá el capitán Bouchard, encargado de dirigir los trabajos de consolidación de la antigua fortaleza de San Julián, a siete kilómetros de la aldea de Rosetta; pero parece más probable que fuera un soldado a sus órdenes.

(Fuente. Revista Cejillas y Tejuelos. Artículo escrito por Verónica Navarro Davó)



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Fuente:

lunes, 1 de abril de 2013

2 de abril: Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas


1982 - 2 de Abril – 2013


 Recordamos a nuestros caídos en suelo patrio y anhelamos la pronta restitución del territorio argentino usurpado





Daniel Diaz  / Bibliotecario Argentino

HAY 11 MILLONES de POBRES en ARGENTINA ..? (El 26.9 % de la población)




Lo dice un informe de la Universidad Católica que contradice las cifras oficiales. Para el INDEC hay 2,2 millones de personas pobres. Según el relevamiento de la UCA  la pobreza alcanza al 26.9% de la población. Las Causas: La inflación y el menor empleo

Las estadísticas ofíciales ocultan a casi nueve millones de pobres

Según un relevamiento de la Universidad Católica, a finales de 2012 la pobreza alcanzaba a unos 11 millones de personas, el 26,9% de la población. Para el INDEC llega apenas a 2,2 millones, el 5,5%
¿Las estadísticas del INDEC ocultan casi 9 millones de pobres y que hay más pobres que un año atrás? Es lo que se desprende de la última Encuesta del Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina (UCA). Según el estudio, a fines de 2012 la pobreza golpeaba al 26,9% de la población. Proyectado a todo el país arroja casi 11 millones de pobres.
En cambio, según los datos del INDEC de la segunda mitad de 2012, adelantados días atrás por la Presidenta Cristina Kirchner, la pobreza se redujo al 5,4% de las personas. Eso equivale a 2,2 millones de pobres.
La diferencia, en más o menos, es enorme: las cifras de la  UCA quintuplican las del INDEC. Pero hay más.
Mientras para la UCA el año pasado creció la pobreza, para el INDEC se redujo.
Con relación a 2011, para la UCA la pobreza pasó del 21,9 al 26,9%.
SON 2 MILLONES de POBRES MÁS.
Para el INDEC disminuyó del 6,5 al 5,4% (unos 400.000 pobres menos).
Con la indigencia pasó algo parecido porque para el INDEC la indigencia golpearía al 1,5% de la población –unos 600.000 indigentes y para la UCA es del 5,5% (2,2 millones). Y mientras para el INDEC, en un año, se redujo del 1,7 al 1,5%, para la UCA subió del 5,4 al 5,5%.
Las diferencias no son, por cierto, menores y en relación, nada más ni nada menos, que con indicadores socioeconómicos clave.Así de estas cifras se desprenden diagnósticos más que divergentes sobre la realidad social.
Las cifras difieren no por razones metodológicas. Tanto el INDEC como la UCA calculan la indigencia y la pobreza comparando los ingresos de las personas y las familias con relación a los valores de las canastas alimentaria y total. ¿Entonces donde está el problema?
En el cálculo de los precios de los alimentos y demás bienes que componen las canastas.
Es más que sabido que desde hace 6 años los índices de precios del INDEC están cuestionados a nivel nacional e internacional porque están “manipulados” y no reflejarían los valores que pagan los consumidores.
Para el INDEC, a fines de 2012, con ingresos de $ 714 o más una familia tipo (matrimonio y 2 chicos) dejaba de ser indigente. Son los “famosos” $ 6 por día por persona para acceder a las 4 comidas.
Para la UCA, con los precios promedio de las estadísticas provinciales y centros académicos, la misma canasta de alimentos costaba más del doble: $ 1.449. En consecuencia, todas las familias que para el INDEC no eran indigentes porque ganaban más de 714 pesos, para la UCA sí lo eran si percibían ingresos inferiores a $ 1.449. Lo mismo pasa con la pobreza. Para el INDEC, una familia tipo no era pobre si disponía de 1.588 pesos mensuales. Para la UCA, bien valorizada, la canasta de pobreza ascendía a $ 3.226 por mes, más del doble.
En la vasta franja de pobres no indigentes hay jubilados y pensiones pero también un gran sector que trabaja. La última Encuesta Permanente de Hogares del INDEC de fines de 2012 admite que la mitad de las personas que trabaja – 8 millones gana menos de $ 3.500 mensuales, en tanto hay 1.114.000 desocupados que no tienen ningún ingreso. En el conurbano y en provincias del Norte la pirámide de ingresos es más dramática ya que la mitad de la gente percibe menos de $ 2.500 por mes.
Buena parte de esa gente está al frente de su hogar o familia.
Según el informe de la UCA, “a pesar de los enormes esfuerzos en materia de gasto social, incluyendo los programas de transferencia de ingresos -20% de los hogares reciben algún programa social-, la marginalidad estructural continúa presente en nuestro sistema social y esto se refleja tanto en la existencia de un núcleo duro que permanece en la indigencia, como a través del incremento evidenciado en las tasas de hogares y de población en situación de pobreza”.

©  ISMAEL BERMUDEZ