¿Por
qué los chicos no comprenden cuando leen?
Esta pregunta refleja la angustia de docentes y padres por las
dificultades que tienen los chicos para comprender textos y, por ende, para
aprender contenidos curriculares.
Aun cuando la respuesta es sencilla –los chicos no comprenden porque no
les enseñan a leer–, parece un desafío titánico revertir esta situación y
recuperar la excelencia que alguna vez tuvo la escuela pública argentina.
Durante los últimos 25 años, desde el Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), hemos realizado estudios
sobre la enseñanza y el aprendizaje de la lectura y de la escritura en español
que dan cuenta del papel fundamental de una enseñanza adecuada para evitar el
fracaso, que afecta mayoritariamente a los niños que provienen de sectores
vulnerables.
¿Qué nos dicen nuestras investigaciones y las que se vienen realizando
en otros países en los que los estudiantes tienen un mejor desempeño en
comprensión?
Que es necesario atender en la enseñanza a los dos subprocesos
principales del proceso de lectura: el reconocimiento de palabras y la
comprensión. Si los chicos no aprenden a reconocer palabras en forma precisa y
rápida, no pueden comprender lo que leen. De la misma manera que, si no
reconocen las palabras cuando les hablan, no pueden comprender lo que oyen.
El primer paso para aprender a reconocer palabras escritas es darse
cuenta de que las palabras están formadas por sonidos y que las letras
representan esos sonidos. Esta habilidad, conocida como conciencia fonológica,
es el eje central de la enseñanza temprana en países como Cuba y Finlandia.
Cuba incorporó este eje porque el científico que descubrió la importancia de la
conciencia fonológica, Elkonin, era soviético.
En la Argentina, desde la década del 90, y a pesar de que fue el país en
el que realizamos las primeras investigaciones sobre esta habilidad en español,
se desestimó, y aún más, se prohibió el desarrollo de la conciencia fonológica,
dificultando y entorpeciendo el aprendizaje de la lectura. También se desestimó
la enseñanza sistemática del vocabulario, de estrategias de comprensión como
activar conocimiento, realizar inferencias, relacionar la información y
jerarquizarla, así como la práctica de estas estrategias.
Las experiencias que realizamos en comunidades rurales, bilingües tobas
y urbanas marginadas nos indican que todos los chicos pueden aprender a leer en
primer grado, si cuentan con una enseñanza fundamentada en la evidencia
empírica.
La decisión de cambio es política; los
instrumentos, técnicos.
** Investigadora del Conicet. (21/09/2016)
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