El fiscal Di Lello, el director de la Biblioteca Nacional Alberto Manguel y la procuradora Gils Carbó encabezaron el acto. El proyecto pasará a control de los vecinos
Fabio Sanabria, de 34 años, alias "El Tuerto", había hecho lo que ningún otro presunto traficante de la Villa 31 bis: invertir en calidad de vida. Cuando la PFA allanó su casa en abril pasado, ubicada en la manzana 105 del asentamiento de Retiro a metros de la Plaza de los Lápices, los efectivos se sorprendieron al ver un aire acondicionado, un piso nuevo de cerámica y un baño con azulejos, todo con olor a cemento fresco. Sanabria fue detenido mientras intentaba escapar; se sospechó que era parte de la cúpula de "Los Sanpedranos", una banda de dealers y sicarios paraguayos que se disputaba el dominio del asentamiento.
La caída de Sanabria fue parte de un plan: su casa fue allanada junto a otros 41 puntos en la Villa, en una causa del fiscal Jorge di Lello y el juez Ariel Lijo. Di Lello había tenido una idea inusual para un funcionario de Comodoro Py y que tuvo el apoyo del Ministerio Público Fiscal: tomar los puntos narcos y convertirlos en espacios para la comunidad. Hoy, la casa que perteneció al "Tuerto" Sanabria se convirtió en una biblioteca pública.
Esta mañana ocurrió el corte de cinta en la manzana 105 para lanzar la "Biblioteca Popular de Derechos Padre Mugica", en honor al cura insignia de la Villa 31. Educar precisamente sobre derechos y nociones jurídicas a los vecinos a través de libros, folletos y manuales es uno de sus principales focos. El fiscal Di Lello fue parte de la ceremonia, junto con la procuradora Alejandra Gils Carbó. En su discurso, afirmó que crear la biblioteca "es otra forma de combatir al narcotráfico", ya no con inteligencia, allanamiento y secuestro de elementos, sino con prevención y pacificación. Alberto Manguel, director de la Biblioteca Nacional, realizó el corte de cinta.
Para el fiscal Julián Axat, titular de la Dirección de Acceso a la Justicia, el organismo de la Procuración que gestionará el proyecto en su primera fase, la presencia de Manguel fue al menos positiva: "Fue importante para nosotros que la Biblioteca Nacional reconozca al lugar propiamente como un espacio de biblioteca".
Axat continuó: "Los vecinos de la cuadra y la delegada de la manzana 105 nos acompañaron. Esto se hace con los vecinos de la manzana. Vivían en tensión por los narcos que ocuparon la cuadra; hoy van a ser los protagonistas de esa biblioteca, nosotros simplemente vamos a ser el mecanismo para que se apropien de ese lugar. Con la presencia estatal entendieron que tenían otra opción además de los narcos. La Procuración no tiene como fin hacer bibliotecas públicas en los barrios. Nosotros recuperamos ese espacio y se lo damos a los vecinos,eventualmente ellos lo van a gestionar".
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