El aporte
de las bibliotecas a la sociedad
¿Por qué son importantes las bibliotecas?
"Las bibliotecas son la libertad.
Libertad para leer, la libertad de ideas, la libertad de comunicación. Tienen
que ver con la educación (que no es un proceso que termina el día que termina
salimos de la escuela o universidad). La biblioteca tiene mucho que ver con el
entretenimiento, con los espacios seguros, y muy especialmente con el libre
acceso a la información” …Una biblioteca es un lugar que es
un repositorio de información y la ofrece a todos los ciudadanos con igualdad
de acceso a la misma. Eso incluye la información sobre la salud. Y la
información de la salud mental. Es un espacio comunitario. Es un lugar seguro,
un refugio del mundo. Es un lugar con los bibliotecarios dentro. Que las
bibliotecas del futuro serán como algo que ya deberíamos estar imaginando ahora”.
Estas
fueron en síntesis las palabras de Neil Gaiman en Por qué nuestro futuro depende de las bibliotecas, la lectura y
el soñar despierto en The Reading
Angency Annual Lecture” el pasado 15
de octubre de 2013.
Inspirada en estas palabras de Gaiman y
encarando uno de mis encargos en la Junta de Gobierno de IFLA y como
Vicepresidenta de EBLIDA he glosado mi primer ThinkEPI.
1. Las bibliotecas garantizan la
libertad de acceso al conocimiento
¿Podemos imaginar acceder sólo a la
información que nos permitan las segmentaciones de los mercados, es decir,
acceder al conocimiento teniendo que comprar cada libro, artículo o base de
datos que necesitamos en nuestro quehacer diario?
Imaginémonos un mundo en el que, a fin
de acceder al conocimiento, cada estudiante, cada alumno, cada autor, cada
hospital, cada gobierno, cada
ciudadano o ciudadana tenga que comprar cada libro, artículo o base de datos
que necesite. Imaginémonos un mundo donde la información esté disponible sólo
para aquellos que pueden permitirse el lujo de pagar por ella, o a aquellos que
están dispuestos a violar la ley.
Casi sin atrevernos demasiado, ya
estamos visualizando ese futuro.
Constatamos que los derechos de autor
siempre han sido el centro de la construcción de una fuerte economía del
conocimiento. Las leyes de copyright aseguran que los creadores y los titulares
de derechos estén debidamente protegidos y recompensados por su trabajo, al
tiempo que proporcionan el acceso permanente a la información para fines de
interés social: educación, innovación y para el desarrollo social. Sin embargo,
observamos que aunque protegidos por las leyes, los derechos de autor están
también en peligro en esta era digital.
1.1. Barreras al conocimiento
Por poner un ejemplo muy gráfico,
¿queremos acaso un futuro en el que todos los alumnos de Brasil tengan que
comprar todos los libros de texto que necesitan?
Un estudio realizado por el grupo más grande de consumidores de
Brasil, el grupo IDEC(Instituto Brasileiro de Defensa do Consumidor)
en 2008, calculó el promedio de los costes de los materiales de lectura necesarios
para los estudiantes de Derecho, Ciencias Económicas y Empresariales para el
primer año en siete instituciones públicas y privadas en Sao Paulo y Río de
Janeiro. De acuerdo con las cifras de IDEC, los costes medios de
lectura obligatoria para un estudiante de primer año fueron de 2.578,46 R$
(reales brasileños), en instituciones públicas y 3.907,89 R$ en instituciones
privadas; teniendo en cuenta que el salario medio en Brasil en marzo de 2008
era de 415.00 R$ mensuales.
Está claro que para la mayoría de los
estudiantes no es factible comprar todos los materiales de lectura requeridos
para sus estudios, presentándose esta inviabilidad como una clara barrera al
conocimiento.
He aquí una muestra de que las
bibliotecas son esenciales y son las verdaderas autopistas al conocimiento. En
este caso concreto de Brasil está claro que son las intermediarias para el
acceso de los estudiantes a la información y al conocimiento.
Las bibliotecas, más allá de su rol
histórico y de su rol más actual en la sociedad de la información, son
esenciales por la función social que cumplen en el desarrollo de una sociedad
democrática. Y porque las bibliotecas y los archivos también benefician a las
personas relacionadas con la propiedad intelectual. No olvidemos que las
bibliotecas también sirven a editores, autores, músicos, artistas, creadores,
abogados de propiedad intelectual y otros titulares de derechos. Y que sin
acceso a la información a través de bibliotecas, ya sea alojadas en un edificio
físico, ya sea a través de un entorno digital, la mayoría no puede crear o
acceder a la información o incluso realizar su trabajo.
2. La problemática de la pérdida del equilibrio de los derechos de autor
Los derechos de autor históricamente
están llamados a recompensar a los creadores y titulares de derechos, y al
mismo tiempo, a proporcionar acceso permanente a la información para
fines de interés social: para la educación, la innovación y para el desarrollo
social.
Sin embargo hoy en día constatamos
problemas de relación entre los derechos de autor y las bibliotecas. El
equilibrio entre los derechos de autor que garantiza el acceso equitativo a la
información, está siendo restringido por medidas técnicas, términos y
condiciones de contrato y el aumento de las restricciones o exclusiones legales
a los usuarios, en un afán
de aumento de protección para los titulares de derechos.
En este entorno digital actual vemos
como a la biblioteca se le priva el poder desarrollar sus funciones con
normalidad, se le impide prestar contenido digital, la preservación de sus
contenidos digitales, e incluso adquirir contenido digital para alcanzar los
objetivos marcados en su política de desarrollo de su colección.
2.1. Obstáculos al préstamo de contenidos digitales
Es paradójico que la característica
principal del entorno digital, la de facilitar el acceso por medios
tecnológicos, sea precisamente la que se vea restringida en las bibliotecas por
un incremento de celo de los guardianes de derechos de autor y de las
industrias de contenidos. ¿Qué significa esto para la comunidad bibliotecaria?
¿Significa acaso el principio del fin de las bibliotecas?
Bibliotecas y archivos están encarando
un futuro en el que no se ven capaces de prestar contenidos digitales a
cualquiera que lo necesite. En parte debido a los términos contractuales y las
condiciones o medidas tecnológicas que previenen el préstamo de una obra
realizado por una biblioteca.
El préstamo es uno de los aspectos
fundamentales del papel que debe desarrollar la biblioteca: proporcionar
una fuente segura y legal de libre acceso
a la información.
¡ALERTA! sin este servicio protegido
por las leyes de derechos de autor, nos encontramos ante un futuro en el que la
información a la que podremos acceder será solo aquella que podamos pagar. Y
esto nunca ha sido el propósito de la ley de derechos de autor. Por lo tanto,
más aún a nuestro favor para asegurar un servicio de préstamo protegido por las
leyes de derechos de autor.
2.2. Obstáculos a la preservación digital. Agujero negro digital
Las bibliotecas y archivos también
están haciendo frente a un futuro en el que no se sea capaz de preservar el
contenido digital, bien porque las leyes de derechos de autor se refieren
específicamente a las obras impresas o en términos y condiciones del contrato
impiden el acceso a largo plazo, bien porque la conservación es imposible
debido a las medidas tecnológicas. Esto significa que las bibliotecas y los
archivos no pueden preservar adecuadamente y facilitar el acceso a un registro
de nuestro patrimonio cultural digital: revistas en línea, noticias, libros
electrónicos y periódicos digitales, videos en línea, grabaciones sonoras,
contenido generado por los usuarios, etc.
En consecuencia nos hallamos ante
un agujero negro digital en el acceso a la cultura y al acervo
histórico patrimonial del siglo XXI.
2.3. Obstáculos en el desarrollo de la colección
El circuito del libro establecido
durante siglos entre los autores, editores, distribuidores, libreros y
bibliotecas está sufriendo una transformación radical. La incertidumbre es
general. La fascinación que sentimos ante las nuevas posibilidades tecnológicas
nos impide ver a veces que hay dos factores determinantes para la evolución de
las colecciones de las bibliotecas, uno es el económico y el otro es el legal.
Los libros electrónicos están
pujando la oferta y la demanda de un mercado cada vez más creciente. La
biblioteca, además de la edición impresa, deberá ofrecer el mismo título en
forma digital para responder a la demanda de su diversidad de usuarios,
juntándose todo ello con la disminución de presupuestos generalizada. Pero aún
es más grave la situación jurídica incierta ante el hecho de que algunos
editores se niegan a vender licencias de libros electrónicos a las bibliotecas,
lo que plantea un serio problema ya que estas no pueden adquirir los contenidos
digitales que establecen sus políticas de desarrollo de su colección.
EBLIDA (The European Bureau of Library,
Information and Documentation Associations) ha puesto en marcha la campaña The Right to
e-Read. Legalize it! – ¡Marco
legal ya!, que es la traducción que va a utilizar España a propuesta de FESABID.
Los ciudadanos europeos tienen derecho
a leer en formato electrónico. Por lo tanto, debe ser posible que las
bibliotecas ofrezcan legalmente a sus usuarios el acceso a todos los libros
electrónicos disponibles en el mercado.
El objetivo de EBLIDA es concienciar a
nivel europeo sobre estos obstáculos a los que se enfrentan las bibliotecas en
el entorno digital. Por lo que el objetivo de esta campaña es evidenciar ante
políticos, bibliotecarios y público en general las dificultades a las que se
está afrontando la biblioteca para cumplir con su esencia, de su misión.
Evidenciar que la provisión de libros electrónicos en las bibliotecas de toda
Europa forma parte importante de esta misión.
3. Falta de mínimos legales globales ¿Qué impacto está teniendo esto en las leyes
nacionales de bibliotecas y archivos?
Como consecuencia de la falta de
mínimos legales globales, las bibliotecas y los archivos de todo el mundo están
trabajando bajo un mosaico de disposiciones que son diferentes de un país a
otro. A veces, estas disposiciones pueden tener un impacto real perjudicando la
transferencia de información a través de las fronteras, como podemos ver en los
siguientes ejemplos:
- Una biblioteca en Canadá que busca
prestar una obra de una biblioteca de los EEUU que no está disponible en Canadá
y mediante el préstamo internacional lo consigue.
- A una biblioteca en Chile su
regulación le impide comprar para sus lectores algunas de las novedades de
fuera de Chile hasta que hayan transcurridos 3 meses, mientras que una
biblioteca en México puede ofrecer la novedad a su colección de inmediato.
En un entorno digital sin fronteras
físicas con un potencial de alcance global, la falta de mínimos legales
globales nos lleva a la falta de mínimos legales locales y así
sucesivamente.
4. IFLA busca un tratado internacional
sobre E&L: TLIB
Uno de los objetivos específicos
de IFLA es
el de restablecer equilibrio entre derechos de autor y las excepciones y
limitaciones para garantizar la función publica de las bibliotecas mediante un
tratado sobre E&L (excepciones y limitaciones) para las bibliotecas y que
reconozca los intereses legítimos de todas las partes.
El Tratado TLIB busca
el equilibrio que dé seguridad jurídica a los autores,
bibliotecas y usuarios, para seguir un círculo virtuoso de creación
difusión y preservación.
Para conseguirlo IFLA está trabajando
en el marco de su Iniciativa Clave 1ª - dedicada al programa de
contenidos digitales: proporcionando acceso a los contenidos y recursos
digitales para los usuarios de la biblioteca – concretamente dentro de su
primera actividad enfocada a las excepciones y limitaciones para las
bibliotecas y archivos. IFLA trabaja en colaboración con otras organizaciones
para construir una base legal, técnica y profesional que permita a las
bibliotecas desempeñar un papel importante en la recopilación y la conservación
de contenidos, y en ofrecer acceso a todo tipo de materiales físicos y también
digitales en este entorno digital que está en continua evolución.
Las excepciones y limitaciones son
fundamentales para garantizar el acceso al conocimiento, y por lo tanto, para
el desarrollo humano y social. Las bibliotecas son unas de las instituciones
culturales y científicas primarias que proporcionan información de interés
público, y se basan en el equilibrio entre las excepciones de derecho de autor
y limitaciones (E&L) para cumplir con sus misiones.
Las excepciones de derechos de autor
garantizan la capacidad de las bibliotecas para llevar a cabo la conservación,
el préstamo, la provisión de documentos y el préstamo ínter bibliotecario,
entre otras actividades básicas de la biblioteca.
Con este fin, una actividad clave para
IFLA es el compromiso con la Organización Mundial de la Propiedad
Intelectual (OMPI) (WIPO, por sus siglas en inglés), en especial con
su Comité Permanente de Derechos de Autor y Derechos Relacionados (SCCR)
y sus 184 estados miembro en la reflexión para lograr el TLIB, un tratado
sobre excepciones y limitaciones para las bibliotecas y archivos.
Además de otras reuniones importantes
en las que ha participado IFLA con algunos de los países miembros de OMPI, hay
que destacar la 26ª reunión del Comité Permanente de Derecho de Autor y
derechos conexos (SCCR26) celebrada en Ginebra 16-20 de diciembre de
2013. Las conclusiones del SCCR 26, tras cinco días de debates sobre la protección que
establece el derecho de autor en la difusión de contenidos, las excepciones y
limitaciones legales para las bibliotecas y archivos, así como para la
educación, levantan otra alerta digna de un llamamiento mundial a archiveros y
bibliotecarios.
4.1. La negativa de la Unión Europea,
los países del Centro y Este de Europa, y de los estados del Báltico a abordar
las E&L
La gran decepción de la reunión del
SCCR26 ha sido la firme oposición de la Unión Europea, los países del
Centro y Este de Europa, y de los estados del Báltico del Comité SCCR, en
analizar en profundidad las excepciones y limitaciones que conciernen a las
bibliotecas y los archivos y menos aún, considerar la posibilidad de contar con
un instrumento que atienda y cubra estos ámbitos. Por otro lado, los principales
partidarios de alcanzar un instrumento jurídico vinculante sobre las
excepciones del derecho de autor a favor de las bibliotecas y los archivos
fueron los estados miembros de América Latina y el Caribe, y África.
Reconociendo la importancia de atender
las excepciones y limitaciones del derecho de autor para bibliotecas y
archivos, los grupos de América Latina y Caribe y de África apoyaron reunirse
para discutir E&L entre las sesiones 27ª y 28ª durante este año 2014. Y los
representantes de Argelia, Brasil, Ecuador, Egipto, India, Trinidad y Tobago y
Venezuela trabajaron firmemente para asegurar que las excepciones en beneficio
de bibliotecas y archivos, y con fines educativos, se mantuvieran firmes dentro
de la agenda para su discusión en las reuniones de SCCR en 2014. Propuesta que
fue también apoyada por Sudáfrica, India y Brasil a fin de continuar trabajando
para presentar recomendaciones sobre L&E en favor de bibliotecas y archivos
en el marco de la Asamblea General de la 28ª sesión del SCCR en julio de 2014.
Incluso los representantes de Estados Unidos de América también expresaron su
apoyo de incluir el tema de concesión de licencias en futuras reuniones de
SCCR.
5. 2014, año decisivo
Aunque la Comisión Europea convocó a
presentar opiniones de índole regional sobre adecuaciones para las excepciones
del derecho de autor en el entorno digital, la Unión Europea ya fijó su
postura: únicamente se admitirán soluciones que consideren la concesión de
licencias.
IFLA ya ha manifestado su decepción
ante el resultado del SCCR26 y estamos trabajando con las comunidades
regionales para producir información específica y eficaz que ayude a las
negociaciones y defiendan la causa a niveles nacionales.
Las bibliotecas y los archivos en
Europa debemos trabajar para impulsar una decisión más flexible de la UE ante
la OMPI.
La llamada de IFLA a los países
miembros de OMPI para alcanzar un tratado de excepciones y limitaciones para
bibliotecas y archivos es el marco de nuestras necesidades. Debemos trabajar a
nivel nacional para sensibilizar a nuestros representantes estatales de
derechos a la propiedad intelectual sobre la necesidad de E&L para
bibliotecas y archivos.
La Declaración de IFLA sobre
excepciones y limitaciones de Derecho de Autor para Bibliotecas y Archivos, elaborada
durante la reunión SCCR26 y la Declaración
conjunta de IFLA con EIFL, Innovarte, Fundación Karisma,
SAA, ICA y CLA: ¿Por qué la Sociedad Contemporánea necesita un instrumento de
OMPI dirigido a Bibliotecas y Archivos? amplían la información sobre
esta llamada a un diálogo profundo y honesto entre todos los que debemos forjar
el futuro de las bibliotecas.
Y, desde mi punto de vista, si es esta
la postura de la Unión Europea en este ámbito tan sensible al acceso
democrático a los contenidos digitales en las bibliotecas y archivos, la
necesidad de una nueva directiva sobre la ley de propiedad intelectual en la
Comisión Europea no parece que vaya a abrir nuevos horizontes para las
instituciones de interés público como lo son las bibliotecas que necesitan
protección en el ámbito de derechos de autor.
Bibliotecarios y especialistas de la
información, hemos constatado y pedido una reforma de derechos de autor en el
ámbito europeo. Ya que no podemos continuar trabajando con reglas creadas antes
de la era de Internet, basadas en el Convenio de Berna. Aunque 500 millones de habitantes
podrían participar en la revisión de la ley de copyright de la UE, seguramente
únicamente las organizaciones del sector de contenidos son las que dedicaran su
tiempo a realizar observaciones. A los bibliotecarios nos atañe directamente.
La consulta sobre la revisión de la
normativa de derecho de autor de la UE está abierta en la Comisión Europea
hasta el 5 de febrero de 2014. Para participar, tanto IFLA como EBLIDA, así
como también LIBER,
recomiendan utilizar la plataforma colaborativa YOU CAN creada por una amplia
muestra representativa de los grupos de interés de toda Europa, de titulares de
derechos, organizaciones no gubernamentales de interés público y grandes
representantes de los consumidores.
La misión esencial de las bibliotecas
del mundo debe verse fortalecida en la sociedad de la información y de la
comunicación. Los bibliotecarios tenemos que saber asegurar la sociedad
digital, debemos llamar a la reflexión para reaccionar estando a la altura de
este gran momento de la historia de la humanidad, un momento apasionante pero
no exento de complejidad.
GLÒRIA PÉREZ-SALMERÓN
Vicepresidenta de EBLIDA y miembro de
la Junta de Gobierno de IFLA
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