jueves, 14 de noviembre de 2013

El relato de la historia ; Versión intelectuales K


Hay que dejar de leer a Shakespeare  / por Ricardo ROA **

La historia tiene mil usos pero manipularla y convertirla en una caricatura a la medida de necesidades políticas es el peor de todos los usos.
Un grupo de intelectuales oficialistas acaba de concluir un congreso para acomodar la historia al relato K. No es que lo hayan dicho de ese modo pero hay cosas que no hacen falta decirlas. Caen de maduras, como comparar el abrazo de San Martín con Bolívar al de Kirchner con Chávez. Eso hicieron.
Algunos son historiadores, ninguno de primera línea y casi todos, funcionarios: no podía salir algo muy distinto de lo que salió. El método fue el de siempre: dividir la historia entre buenos y malos y después relacionar en un relato tramposo sucesos del pasado con los de hoy.
Salen de una historia para ellos amañada y se meten en otra más amañada aún, pero por ellos, como atribuir el origen de todos nuestros males al empréstito que Rivadavia tomó de la Baring Brothers. Una síntesis: los cipayos y el Imperio Británico. Y muchas palabras más sobre quiénes son los Rivadavia de hoy pero ni una sola sobre el negocio entre un fondo amigo de Boudou y los fondos buitre.
¿Quién es el líder del nuevo grupo revisionista? Un escritor que fue secretario de Cultura de la Nación, senador y embajador. Todo, con Menem. El mismo que había dicho: “Desde el primer momento que conocí a Menem quedé impresionado por su inteligencia...
Menem ha sido, en muchos sentidos, un visionario”. Y el mismo que ahora dice: “Se es revisionista cuando se cuestiona la historia liberal”. Todo eso entra en una misma cabeza, la de Pacho O’ Donnell. Ya que anda hoy con el revisionismo, no le vendría mal practicarlo un poco con él mismo.
Por si no queda claro de qué revisionismo estamos hablando, unas palabras memorables de Jorge Coscia: “Hay que ser muy idiota, muy imbécil y retardado mental para no darse cuenta de que Argentina está mejor”. Lo que se dice una mirada amplia. Coscia, actual secretario de Cultura, fue el ladero en este congreso del ex secretario de Cultura de Menen.
Otras palabras no menos memorables, esta vez de O’ Donnell: “Somos nosotros los que estamos enfermos del sistema de colonización cultural de los imperios. Hacemos nuestros los emblemas del dominador”. Habló en plural pero en realidad hablaba de él mismo: a continuación pidió disculpas por haber comprado entradas para ver al cantante Cat Stevens. No porque cante mal sino porque es británico. Un delirio.
Mientras O’ Donnell asumía el timón del revisionismo K, el gobernador riojano Beder recordaba los 150 años de la muerte del Chacho Peñaloza, un castigado por la historia liberal, con una actitud opuesta.
Lo presentó como un luchador por la libertad de imprenta. Algo poco conocido, que propone integrarlo y convertirlo en una figura de todos. Porque la historia no es propiedad de nadie sino de todos.

**Editor del diario Clarín.


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