Fue un ícono de la cultura local y de
los intelectuales exiliados en nuestro país luego de la Guerra Civil española.
Su catálogo reúne a muchos de los mayores escritores del siglo XX.
Sólo
quienes logran equilibrar sus ideales con el sentido común alcanzan su
realización y consiguen proyectarse en el mundo cultural. Así lo define el
libro La editorial Losada, una historia abierta desde 1938, de
Gonzalo José Bernardo Juan Losada Benítez, o Gonzalo Losada a secas. Su
recuerdo será omnipresente la próxima semana cuando el sello argentino que fue,
por antonomasia, el de los exiliados españoles, celebre sus 75 años de
existencia con una fiesta.
Es el
festejo de una sobreviviente, que aguantó los vientos del cambio radical a
nivel editorial en las últimas décadas. Paidós, que dio a conocer la
psicología, ya no es argentina. Emecé, la marca de la obra de Borges, Bioy
Casares, Silvina Ocampo, tampoco lo es. Y Kapelusz, con cuyos libros estudió
más de media América latina, también está en manos extranjeras.
En
diálogo con Clarín, el actual presidente de Losada, Juan José
Fernández Reguera, se mostró orgulloso de “presumir de un prestigio
internacional luego de haber vivido algunas etapas caóticas, como la de 1989
cuando me hice cargo. La empresa cotizaba en Bolsa y tenía una gran deuda con
una imprenta chilena. Me decían que Losada era insalvable. Pero soy asturiano.
El catálogo era tan importante que no teníamos que salir a buscar nuevos
autores, y decidimos reeditar”.
Losada
nació como consecuencia de una prohibición de publicar en España y de la
convicción de Gonzalo Losada de no admitir ninguna censura a las ideas. Había
llegado a la Argentina en 1928. Aquí fundó una sucursal de Espasa Calpe, que
después de la Guerra Civil en España sufrió el cepo franquista. No dispuesto a
aceptar las condiciones que se le imponían desde la península, como la
proscripción de autores argentinos y latinoamericanos, Losada equilibró sus
ideales con el sentido común y creó en 1938 la editorial que lleva su apellido,
con Atilio Rossi y Guillermo de Torre.
“Cuando
me hice cargo”, continúa Fernández Reguera, “me encontré con un armario repleto
de traducciones sin editar. Allí estaban los seis primeros tomos de Proust,
traducidos por Estela Canto. Expertos norteamericanos la consideraron una de
las mejores traducciones del autor francés. Estaba también toda la obra de
Sartre, títulos que llevaban 25 años sin estar en el mercado, y aún nos quedan
libros de Stendhal sin publicar”. El catálogo de Editorial Losada no compite
con los bestsellers de los grandes sellos: “PUBLICAMOS LIBROS QUE COMPITEN CON
EL TIEMPO”. Autores como Carl G. Jung, Kafka, William Faulkner, Federico García
Lorca, Antonio Machado, Albert Camus, Pablo Neruda, Miguel Angel Asturias,
Kenzaburo Oé y Harold Pinter, entre muchos otros, conformaron el rico acervo
cultural de Losada, que cuenta con 25 ganadores del Premio Nobel de Literatura
o de Física. Por caso, Albert Einstein. Son 1.300 títulos, con un promedio de
150 reediciones al año.
Losada,
según su presidente, es una editorial totalmente independiente, sin subsidios
ni novedades comerciales. “Hicimos un gran esfuerzo para publicar la obra
completa de Shakespeare, luego de 25 años de ausencia en el mercado. La
librería nos apoya muchísimo”. Hoy Losada, además del sello editorial y la
librería, tiene un teatro.
Dos
novedades se suman para los festejos: El gato de Copenhague y Finn’s
Hotel, de James Joyce, cuyos derechos compró Losada para toda América
latina. El cepo a las importaciones impide al primer libro, impreso en tapa
dura, llegar a tiempo a la Argentina, por lo que saldrá primero en México. El
otro ya está listo.
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