Pablo Lecuona tiene 34 años, es estudiante avanzado de Ciencias de la Comunicación , en la UBA. Durante muchos años trabajó en la Biblioteca Argentina para
Ciegos
Se formó en la gestión de proyectos y en el campo de
la edición de materiales para disminuidos visuales.
Casi con el inicio del siglo XXI, el
surgimiento y el auge de nuevas herramientas tecnológicas, en 1999, se le
ocurrió la idea de crear una biblioteca digital para ciegos: Tiflolibros, la
primera biblioteca digital para ciegos de habla hispana; una verdadera
“biblioteca sin muros”, dado que representa una valiosa opción para la
formación y educación continua de muchas personas dispuestas a quebrar barreras
con la ayuda de las nuevas tecnologías.
¿Cuándo, cómo y por qué nació
Tiflolibros?
Tiflolibros
es una biblioteca para ciegos en Internet, a la que se accede de forma gratuita
y desde cualquier parte del mundo.
Ofrece más
de 24.000 libros en archivos de computadora, que consultan más de 3000 usuarios
con discapacidad visual de América, Europa y Asia, y 120 instituciones que a su
vez distribuyen los libros a sus usuarios.
El
proyecto surgió en 1999, cuando un grupo de personas ciegas de Buenos Aires
estábamos comenzando a utilizar herramientas tecnológicas que nos permitían un
acceso ágil y sencillo a los libros.
Habían ido
apareciendo diferentes herramientas, como los programas lectores de pantalla
que leen en voz alta la información de la computadora y que permiten que una
persona ciega pueda utilizar una computadora común y corriente adaptada con
este software.
A esto se
le sumó el aporte del uso del escáner, los programas de OCR (Reconocimiento
Óptico de Caracteres), etc. Comenzó el auge del uso de Internet y las listas de
correos donde se intercambiaban experiencias e información. Entonces, casi de
manera natural, apareció la idea de construir una biblioteca de libros en
archivos de computadora empleando el potencial de Internet.
Los libros
que cada usuario digitalizaba para su lectura, los ponía a disposición de otras
personas ciegas. Al principio nuestra biblioteca era la más virtual de todas
las bibliotecas. Consistía en un catálogo que informaba que tal libro lo tenía
tal persona, y se indicaba su dirección de mail. Uno tenía que pedirle al
usuario que tuviera determinada obra que se la enviara.
Luego fuimos
aprovechando algunos recursos gratuitos de Internet y desarrollando
herramientas propias, hasta que la biblioteca tomó la forma actual: un sitio
Web donde se reúnen los textos aportados, al que se puede acceder desde
cualquier parte del mundo y en cualquier momento, para solicitar el libro
deseado.
¿Cómo surgió el nombre del
proyecto?
Se dice
que la isla de Tiflos era una isla de la mitología griega a la que se
desterraba a los ciegos. Por ello se utiliza el prefijo tiflo para diferentes
cuestiones que tienen que ver con las personas con discapacidad visual. Así la
tiflología sería la ciencia que estudia la educación y rehabilitación de los
ciegos, y la tiflotecnología es la tecnología adaptada para ciegos. Cuando
comenzamos a utilizar Internet y explorar lo que aportaba para estos temas,
existían dos listas de correos españolas relacionadas con tecnología para
ciegos, que se llamaban Tifloclub y Tiflonet. Entonces, cuando pensamos la idea
de la biblioteca en Internet para ciegos, el nombre natural fue el de
Tiflolibros.
¿Qué tipo de libros incluye
esta biblioteca digital?
Como la
biblioteca se construye con los aportes de los mismos usuarios, de voluntarios,
autores y editores, se cuenta con un amplio abanico de temas y materiales.
Incluye textos literarios, best seller, textos para diversos niveles de la
educación, textos científicos, ensayos, libros religiosos. Permanentemente se
van incorporando nuevas obras. No tenemos una política de selección de
materiales, porque el objetivo es que los libros y la información lleguen de la
manera más amplia a atender las necesidades bien variadas de un gran número de
usuarios. Todo libro que se pueda incorporar será útil o interesante para algún
usuario.
¿Cómo trabajan para incorporar
nuevos libros? ¿Con qué recursos cuentan?
Los libros
se incorporan a través de diversas fuentes. Hay usuarios que escanean un libro
para su lectura personal, y luego aportan ese libro a la biblioteca para que
quede a disposición de todos.
También
contamos en la sede de Tiflolibros con un escáner de alimentación automática de
documentos, con el que digitalizamos libros de forma rápida y casi sin
intervención de recurso humano. Estamos avanzando en el desarrollo y concreción
de un proyecto por el cual se trabajará con la Universidad de Buenos
Aires para producir los materiales que requieran los estudiantes con
discapacidad.
A la vez
este proyecto de producción de libros digitales se está impulsando en Córdoba y
en Montevideo para trabajar conjuntamente entre los tres servicios de
producción.
Otros
libros son aportados por sus autores y sus editores, que nos facilitan los
archivos digitales de los libros, ahorrándonos todo el trabajo de escaneo y
corrección, permitiéndonos poner el libro a disposición de los usuarios ciegos
al mismo tiempo que este aparece en las librerías. También hay libros aportados
por un plantel de 120 voluntarios que trabajan desde sus computadoras y en sus
casas escaneando, tipeando o corrigiendo libros ya escaneados.
¿Qué tiene que hacer una
persona o una institución que quiere usar la biblioteca digital Tiflolibros?
Para
inscribirse en la biblioteca se requiere un proceso bien sencillo. Una persona
tiene que enviar sus datos, y un comprobante de que el interesado tiene una
discapacidad que no le permite el acceso a la lectura.
El
comprobante puede ser de diferentes tipos, depende del país y de lo que tenga a
disposición. Podrían ser certificados médicos, certificados de asociaciones de
ciegos, pases de transporte, etc. Este comprobante puede enviarse vía fax,
correo postal, o escaneado como archivo de imagen.
El acceso
a la biblioteca es gratuito, así que una vez verificados sus datos, el usuario
recibirá un nombre y una contraseña con los que podrá acceder a la biblioteca y
descargar los libros que desee.
Si se
trata de una institución ésta debe presentar los datos de la institución y de
la persona responsable del servicio que dará acceso a Tiflolibros, y debe
presentar una nota en la que se hace responsable de que los libros serán
utilizados solamente por personas que por su discapacidad no puedan acceder a
la lectura convencional.
En cualquier biblioteca o
archivo con un volumen tan importante de información el cuello de botella es
contar con herramientas y usuarios con habilidades para poder encontrar rápido
la información pertinente. ¿Qué opciones de búsqueda presenta Tiflolibros? ¿Qué
lo diferencia de otros buscadores de la
Web ?
Desde los
inicios de Tiflolibros, algo muy importante fue hacer que los procesos de búsqueda,
descarga y lectura de libros fueran lo más sencillos posibles para los
usuarios. Para que sea más amplio el acceso hay que trabajar con los mínimos
requerimientos técnicos y de habilidades posibles.
Hoy
existen dos maneras de buscar y solicitar libros. Una opción es a través de la Web : la persona ingresa en la
página de la biblioteca utilizando su nombre de usuario y contraseña. Allí
puede buscar por título y por autor, navegar entre las diferentes categorías y
géneros, ver los libros en uno u otro idioma, o simplemente verlos en orden
alfabético de autores o de títulos.
Cuando el
usuario elige un libro para descargar, pulsa sobre el título y se le envía
automáticamente a su casilla de correo electrónico el libro como archivo de
texto adjunto. En la descripción del libro incluimos el texto de la contratapa
o una sinopsis; además, los mismos usuarios pueden escribir comentarios sobre
la obra. Para quienes no manejan la navegación por la Web , tienen menor conectividad
o simplemente prefieren realizar la selección de títulos off line, tenemos un
sistema de pedido de catálogos y de libros a través de correo electrónico:
pedidos@tiflolibros. com.ar.
Estos
catálogos se actualizan automáticamente de forma diaria. Luego, si se desea
pedir un título en particular, se envía un e-mail a la misma dirección.
¿Qué pasa cuando los libros
tienen una fuerte apoyatura en la imagen? ¿Qué propuestas editoriales, tanto de
libros digitales, como impresos, conoce, sobre todo destinadas a los lectores
más pequeños con problemas visuales?
El asunto
de los libros para los más chicos es uno de los temas más complejos, porque
hoy, tanto los textos educativos de nivel primario como los libros literarios
para niños tienen un fuerte basamento en la imagen, y no basta con hacer una
trascripción directa al formato digital, al audio o al Braille, sino que debe
hacerse un trabajo de adaptación, buscando con los medios disponibles trabajar
los mismos contenidos.
En este
tipo de materiales, entonces, muchas veces se combina el soporte electrónico,
como el Braille, con material tangible y con gráficos en relieve. Pero producir
libros de esta forma resulta caro y por lo general se hacen de forma artesanal.
No existen
en la Argentina
proyectos editoriales que hoy trabajen este tipo de materiales, salvo las
adaptaciones de materiales para los alumnos que de forma aislada se realizan en
diferentes escuelas especiales. Hoy se está buscando a nivel latinoamericano
sistematizar y poner lo más en común posible los recursos aprovechables, para
lograr generar mejores y mayores materiales para niños.
¿Qué aspiraciones tienen a
futuro con el proyecto Tiflolibros?
Hoy
apuntamos a fortalecer nuestra tarea en tres aspectos. Primeramente, el
proyecto permanentemente crece y requiere de mayor dedicación y estructura, y
muchas veces no llegamos a poder crecer en estructura al mismo ritmo. Por eso
aspiramos a la construcción de una estructura de administración y desarrollo
del proyecto que nos permita soportar el crecimiento, para llegar así a muchas
más personas.
En segundo
término, si bien el número actual de usuarios de Tiflolibros es muy grande, es
ínfimo en relación con la cantidad de personas con discapacidad visual que
habitan en América Latina. Se calcula que el número asciende aproximadamente a
seis millones de personas.
Por otra
parte, en el último año hemos estado orientando gran parte del trabajo de la
biblioteca a la atención de las necesidades de estudiantes con discapacidad
visual. En América Latina existe un gran déficit en cuanto al acceso a
materiales de lectura para los niveles medios y superiores de la educación.
Con el uso
de la tecnología adaptada y la puesta en común de recursos a través de
Tiflolibros se pueden atender de forma eficiente las necesidades de los
estudiantes, colaborando así para que muchas personas con discapacidad visual
puedan mejorar sus niveles educativos y a través de ello contar con mejores
opciones de acceso al empleo calificado.
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