Está financiada por una ONG y suscripciones. Dicen que "es una receta para la crisis que la gente siga leyendo".
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Libros Libres: así se llama la librería que abrió el 14 de septiembre en el barrio madrileño de Chamberí, y se llama así porque sintetiza la filosofía que impera en el lugar, donde quien quiera puede llevarse uno, dos, diez o cien libros gratis.
La iniciativa fue de la ONG española Grupo 2013 por la confluencia de dos hechos: los ejemplares que la organización acumulaba para enviar bibliotecas a Latinoamérica devinieron en un remanente importante, y un amigo estadounidense les contó sobre la existencia de The Book Thing of Baltimore, en Estados Unidos, una gran librería gratuita.
Todo esto lo cuenta Elisa Ortega, miembro de Grupo 2013 y una de las encargadas de atender la librería, en conversación telefónica con Clarín desde Madrid. Lo cuenta entusiasmada: hasta ahora la respuesta es muy positiva.La librería recibe, en promedio, entre 20 y 30 visitantes por día, en su mayoría jóvenes universitarios. Y recibe, también en promedio, 50 libros donados por día, en general por particulares, aunque algunas grandes editoriales respondieron a la convocatoria que Libros Libres hizo antes de abrir sus puertas y enviaron ejemplares de novedades, sin usar. Al momento, estima Ortega, hay entre 5 y 10 mil libros disponibles en el local, mientras varias cajas esperan ser clasificadas en el depósito.
Para que el proyecto sea autosustentable, cuenta Ortega, la ONG carga con parte de los costos e invita a que quienes quieran y puedan se conviertan en suscriptores. Ser suscriptor de la librería cuesta 12 euros al año; alquilar una película del videoclub –que también recibe donaciones– cuesta 1 euro, y comprarla cuesta 2.
"Pero lo hace el que puede, cuando puede, y pagando no tiene ningún beneficio extra por sobre el que no paga, el acceso está siempre abierto para todo el que lo necesite", explica Ortega.
Con ese dinero la ONG cubre los 400 euros de diferencia entre el alquiler de una oficina que se rescindió y el del local en Chamberí, donde funciona también esa oficina, y el salario de la persona que trabaja allí los fines de semana –abre de lunes a lunes–. El salario de los otros tres libreros lo cubre Grupo 2013, y hay además voluntarios que se ofrecieron a atender al público.
El inicio es auspicioso: para sostenerse durante todo 2013, la ONG estimó que necesitaba 365 suscriptores hasta fin de 2012, y en veinte días ya lleva 155. "Mucha gente nos agradece por llevar a cabo esta tarea y algunos donan más dinero que los 12 euros pautados", sostiene Ortega. Ayer, luego de que el diario El País difundiera la existencia de Libros Libres, llegaron correos electrónicos desde todo el país "agradeciendo que existiera algo así en España", dice Ortega, y agrega que desde varias ciudades, incluso sin acceso cotidiano al servicio, enviaron donaciones de dinero.
El momento en el que la librería abre, con novelas, poesía, teatro, literatura infantil y juvenil, catálogos de arte y fotografía y textos filosóficos, políticos y jurídicos, es "perfecto", según Ortega. España atraviesa una crisis social y económica durísima: más del 50 por ciento de los jóvenes están desempleados y los recortes presupuestarios se hacen sentir. "Se trata de una receta para la crisis el hecho de que la gente siga leyendo y que se forme un pueblo intelectual". Una receta a largo plazo y lejos de la ortodoxia que insiste en fallar.
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