El secretario del director de la Biblioteca Nacional sufrió un infarto tras enfrentarse ayer a golpes de puño con uno de los principales líderes de COFE. Todas las partes se acusan de hacer uso de la violencia para arreglar los problemas.
Los dirigentes de los sindicatos de la Administración Central (COFE) pidieron ayer al gobierno que retire del cargo al director de la Biblioteca Nacional, Carlos Liscano. Lo acusan de provocar la violencia que ayer se desencadenó durante la ocupación del edificio.
A las 7.30 de ayer comenzó la ocupación. Según Liscano, a esa hora los sindicalistas llegaron y desalojaron al personal de limpieza. Sobre las 9, Liscano se presentó en la Biblioteca como todos los días. Vestía de negro y lucía una bufanda roja.
Junto a él venía un grupo de funcionarios de su confianza. Entre ellos, su secretario personal, un hombre mayor con una gorra marrón y bufanda a tono. El piquete sindical permitió que ingresara Liscano. Cuando el secretario intentó entrar Luis Bazzano, líder del sindicato y número cuatro de COFE, lo tomó de la bufanda y lo sacó de la puerta a empujones.La situación produjo un intercambio de golpes que terminó con los dos hombres cruzándose insultos y salivazos. Minutos después, el secretario de Liscano caía al suelo y debía que ser asistido por la emergencia médica.
En ese instante los manifestantes coreaban a gritos sus consignas y Liscano les respondía agitando el puño en alto, como si fuera un sindicalista más."Llegó con un piquete rompe huelga conformado por cuatro o cinco personas de su círculo íntimo que le deben favores o cobran compensaciones especiales. Entró diciendo `¿vieron cómo entré, vieron cómo entré?`, parecía un niño chico. Quería mostrar su poder con toda su soberbia", relató Bazzano con indisimulada molestia.
Liscano es un viejo tupamaro que actuó en varios operativos guerrilleros, entre otros en el que terminó con la muerte de cuatro soldados en la calle Abacú. Bazzano es un excomunista que estuvo varios años preso. Ambos se calificaron como "violentos" y los dos recordaron su pasado.
"Es un violento, soberbio, no se puede trabajar con él. Tiene un pasado violento y sigue siendo violento. Hizo cosas de las que se arrepiente", disparó el sindicalista. Bazzano considera que Liscano "mantiene intacta su capacidad para generar enfrentamientos y violencia", según dijo el dirigente a El País.
Liscano replicó que Bazzano y el sindicato de la Biblioteca Nacional actuaron ayer con "violencia" en la ocupación."A las siete de la mañana echaron a las limpiadoras a la calle, todas las mujeres de la empresa de limpieza a la vereda con toda la humedad y el frío que había. Le pegaron a un funcionario de 61 años que sufrió un ataque cardíaco y está internado en observación en el Casmu II. Además, le pegaron un piñazo en la boca a una funcionaria que mide 1,49 ", dijo Liscano a El País.
El jerarca de la Biblioteca Nacional manifestó que el funcionario agredido es su amigo. "Lo único que me preocupa es la salud de mi funcionario, que también es mi amigo y estuvo preso conmigo", aseveró.
Para Bazzano, el secretario es uno de los "rompehuelgas" con los que se presentó el director. Además, agregó que el pasado de Liscano incluye "páginas oscuras".
"No tiene experiencia ni trayectoria en las organizaciones sociales, viene de otro lado, donde la actividad política era diferente. Tiene formación militar, estudió en la Escuela de la Fuerza Aérea. El poco tiempo que actuó en política lo hizo con otras formas de lucha", señaló el dirigente a El País.
Fuente: http://www.elpais.com.uy/120804/pnacio-655829/nacional/un-infartado-tras-golpes-en-ocupacion-de-biblioteca/
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