Consuelo Sáizar, presidenta del CONACULTA, presentó el proyecto arquitectónico de 'La Ciudadela: La ciudad de los libros', es decir, la reunión en la Biblioteca de México 'José Vasconcelos' de acervos personales relevantes.
Ya se han comprado los de José Luis Martínez, en 21 millones de pesos, y Antonio Castro Leal, en 12.5 millones, y se han destinado otros 40 millones para acondicionar las salas de cada uno.
Sáizar presentó el proyecto general de intervención del edificio del siglo XVIII, convertido en cárcel, en Ciudadela Militar, declarado monumento histórico en 1931, acondicionado como biblioteca en 1946 y restaurado finalmente en 1987 por Abraham Zabludovsky. Ahora vendrá una nueva intervención, dijo.
De 550 millones, dirigida por los arquitectos Alejandro Sánchez y Bernardo Gómez-Pimienta y que llevará un año de obras a partir de agosto.
El inmueble no cerrará, y para otoño de 2012, tendrá más espacios verdes, nuevas salas de lectura, una área para niños y para personas con discapacidad, una librería grande llamada 'Alejandro Rossi', una galería, un teatro y por lo menos cinco salas nuevas con los acervos adquiridos. Los de Jaime García Terrés y Alí Chumacero y acaso el de Carlos Monsiváis.
'Todo esto se hará de acuerdo con la familia Zabludovsky, respetando la intervención que realizó el arquitecto', dijo Sáizar ayer, cuando un diario publicó la protesta de Moisés Zabludovsky Kuper sobre el remozamiento.
Cuando le preguntaron sobre la protesta, respondió que Gina Zabludovsky y Jaime Zabludovsky, los otros dos hijos, estaban de acuerdo, y luego le reprochó al diario haber publicado esa opinión: 'Lo que me extraña es que le hayan dado el espacio (a Moisés Zabludovsky) sabiendo que no conocía el proyecto', dijo.
Consuelo Sáizar señaló que cada nuevo acervo requerirá una inversión aparte acondicionar las salas.
También mostró una fotografía. 'Ahí está Vasconcelos el día de la entrega. Miren cómo hemos avanzado, chicos', les dijo a los reporteros, 'imagínense que yo entregara la biblioteca así'. Y de inmediato sintió que le caía una gota de agua, una razón más, señaló, para iniciar la recuperación del inmueble.
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