La Real Academia de la Historia entregó los pasados días a Juan Carlos I y a su esposa los primeros veinticinco tomos (de un total de cincuenta) del Diccionario Biográfico Español, una magna obra que pretende recopilar más de 40.000 biografías de españoles relevantes de todas las épocas históricas. La obra ha tardado diez años en elaborarse y dos en editarse, y ahora se pone a la venta por un precio global de 3.500 euros, comprometiéndose la Real Academia de la Historia en entregar los veinticinco volúmenes restantes en el plazo de un año.
Ya hace dos años, cuando se finalizó la redacción del texto, se realizó un acto conmemorativo en la sede de la Academia, en donde los reyes de España recibieron el primer tomo. Los plazos se han cumplido y dentro de un año la obra ya estará impresa al completo. Los parabienes durante el acto de presentación de esta primera mitad de la obra fueron muchos, destacando los del hispanista Stanley Payne, que declaro que es una de las dos obras máximas de esta clase en el mundo, igualada solamente por el diccionario de Oxford. El rey, por su parte, afirmó lo siguiente en su discurso:
El Diccionario muestra cómo nuestro país ha contribuido a la configuración de Europa, de Iberoamérica, del Mediterráneo y del mundo. Recoge también el papel de tantos otros estados y pueblos que enriquecieron nuestro recorrido con su propio acervo.
La primera edición del Diccionario constará de 1000 ejemplares, y se espera que después sea colgada en Internet. También se está buscando financiación para traducirla al inglés y subirla a la red sin necesidad de editarla primero en papel.
Sin embargo, la polémica ha llegado pronto. Algunos medios de comunicación se han hecho eco de las protestas de varios historiadores al respecto de la biografía de Francisco Franco. Andreu Mayayo, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Barcelona, ha declarado al diario Público:
Es una vergüenza y un insulto, una ofensa total en lo que pone y en lo que no pone. En ningún momento se habla (…) de la represión física del régimen. (…) Por no hablar de otorgarle la calidad de genio militar, lo que es un insulto para los militares profesionales de este país, o de pasar por alto el genocidio cultural contra Cataluña, suprimiendo la Generalitat y prohibiendo el catalán.
Otras entradas han causado también estupefacción. Por ejemplo, al hablar de José María Aznar, se habla de su salida del gobierno en 2004 por un aprovechamiento de la oposición socialista del hundimiento del petrolero Prestige.
Algunos historiadores piden ya la retirada del Diccionario, al tiempo que advierten que la Real Academia de la Historia está dirigida por personas que siguen tendencias historiográficas obsoletas que siguen viendo el pasado como una sucesión de fechas y batallas.
Fuente: http://www.lecturalia.com/blog/
No hay comentarios:
Publicar un comentario