miércoles, 14 de julio de 2010

Bibliotecarios: Los nervios de la Corporación Política...

Un viejo y muy gastado refrán dice "No hay que dar más por el pito que lo que el pitito vale.." El sr Bertolesi se ha tomado la licencia de convertirse en un exegeta del suscripto a raíz de un comentario publicado en la lista de ABGRA, por el colega Federico K. .
El mismo estaba relacionado con la opinión del colega Federico K, el cual asimismo fuera acusado por el Docente BiblioteKario de defender la Corporación Bibliotecaria.
(su comentario expresa la política corporativa de los profesionales bibliotecarios…/ M. B.)
Paso a copiar lo manifestado por Federico K el 08 de julio
"Mientras en España la Biblioteca Nacional de España será presidida por una profesional de la Bibliotecologí a, en nuestro país dicha función ha sido y es ejercida por personas que no son profesionales de Bibliotecologí a. Esto marca dos estilos o modalidades en las políticas de estado en la cuestión."
A lo expresado por Federico, comente…
"Los Bibliotecarios de nuestro país poseen sobrados méritos para un reconocimiento similar; sin duda alguna; sin embargo es menester hacer oír sus voces no solo en el muy relevante rol académico sino tambien, en la tangible realidad socio-educativa- cultural.
Estimo esta una última una actividad pendiente, lo cual indudablemente incidirá a la hora de conferir un cargo largamente merecido."
 
Aquí el Docente M. Bertolesi, sale con los tapones de punta "Lo manifestado por Daniel Díaz es revelador de una posición política e ideológica antes que un análisis y una perspectiva bibliotecaria"
 
A ver, una simple lectura nos dice que este Bibliotecario con indisimulada militancia Oficialista, aplica un criterio descalificante, muy propio del tipo 6.7.8; el que no piensa como nosotros es poco menos que  nuestro enemigo.
 
Y todo porque creemos seriamente que un Bibliotecario/as algún día podría ser Director de la Biblioteca Nacional.
 
Pero claro este militante nos dice a los bibliotecarios, que por haber ocupado alguno de ellos tal responsabilidad en las dictaduras [eso sí omite la revolución libertadora y la revolución  argentina] no pueden ser Directores  de la BN en democracia; esa parece ser la hipótesis del docente bibliotecario.
 
Hay un segmento en fuga bastante intolerante en la argentina.
 
A fuer de sincero, nadie ha cuestionado al Director de la BN [buena gente por cierto], aunque  estimo que para ser parte de un proyecto político integral se deben compartir en principio la impronta histórica-cultural  del partido-movimiento  del gobierno.
 
No creo que el peronismo sea en este caso el sayo que los identifique.     
 
Finalmente; Frente a la imaginaria corporación bibliotecaria referenciada por M.B.  y la real, tangible e impresentable corporación política;
los bibliotecarios no tenemos demasiadas dudas en cuanto a las alternativas a seguir...
 
Las vuvuzelas de la intolerencia no podrán silenciar  la voluntad de manifestarnos  democraticamente donde sea y como fuere, en un marco de respeto por las ideas y el sistema republicano de gobierno.
 

Daniel Diaz
Bibliotecario Argentino

1 comentario:

  1. Daniel, cuando planteas ... "creemos seriamente que un Bibliotecario/a algún día podría ser Director de la Biblioteca Nacional", no solo tienes razón, sino que debemos ser aún más enfáticos. En muchos países el cargo de Director de Biblioteca Nacional no lo ocupa un bibliotecario, sin embargo en las escuelas de bibliotecología preparamos y capacitamos a nuestros estudiantes como el profesional más idóneo para administrar las bibliotecas. Como docente, nunca les diré a mis alumnos, la escuela los capacita para ser gerentes de todo tipo de bibliotecas, pero olvídense, los cargos son para otros profesionales... Si llega ese día, la profesión del bibliotecario, tan respetada por Ortega y Gasset, dejaría de ser necesaria. También vemos cómo ese “otro profesional” que muchas veces no conoce, muchas veces no respeta nuestra profesión, hace desastres con nuestras bibliotecas… No quiero hablar de oficialismo ni de oposición, pero estoy segura que el buen bibliotecólogo demuestra serlo sin llevar “etiquetas”. Saludos desde Caracas, Venezuela.

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