Se presenta un marco referencial de la complejidad exponiendo directamente que la Bibliotecología cumple con todos los elementos que la hace un verdadero sistema complejo trabajando tanto la teoría como la práctica en su desarrollo.
Introducción
En la década de los ochenta se empezó a hablar de la cibernética como un segundo orden, entendiendo por eso no sólo un sistema en el que se integraba, sino como el objeto de estudio como el sujeto investigador; sin embargo, pronto tal denominación pasó a segundo plano debido al auge que tomaron las que se reconocían como teorías de complejidad, o de los sistemas complejos, que asimismo introducían dentro del objeto de estudio la presencia del estudioso. Si bien tradicionalmente las ciencias se ocupaban de universales y las humanidades de acontecimientos, tomando como interpretaciones humanísticas de la naturaleza los términos de acontecimientos que se difundían como ciencia. Sin embargo para establecer la relación teoría-práctica en nuestra ciencia bibliotecológica, la teoría revierte sobre la realidad haciendo posible la práctica y configurándola, de suerte que, según para Aristóteles, las teorías las asumía como el principio del que procede toda práctica. Por lo que en este trabajo se presenta una situación controversial en donde en la mayoría de las ocasiones provoca un contexto complejo al determinar hacia donde se inclina la Bibliotecología a la "teoría o a la práctica" ó en su caso práctica vs. Teoría, circunstancias que han sido discutidas por los expertos, ya por varios años.
Ahora bien no podemos dejar de lado y se deben ver a los elementos que la conforman y se interrelacionan desarrollando una cohesión y un propósito que reúne las condiciones necesarias y suficientes para que se despliegue un sistema plural de objetos y jerarquía con la finalidad de establecer una comunión de nuestra disciplina.
Biblios: Revista de Bibliotecología y Ciencias de la Información, Vol 2, No 1 (2010)
Fuente: http://www.revistabiblios.com/ojs/index.php/biblios/article/viewArticle/239/105
El alma de las bibliotecas y Centros de documentación es el bibliotecario/a. El ha sido y es, el nexo entre el saber aquilatado, conservado y organizado en las nobles arquitecturas y la comunidad. Tiene responsabilidades, objetivos y obligaciones…pero esa alma corpórea es merecedora de los derechos que como Trabajador de la Información le corresponden; Este es nuestro desafió profesional: Construír a partir de nuestra propia identidad una organización genuina para los Bibliotecarios
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