domingo, 13 de diciembre de 2009

El futuro de la Biblioteconomía..

El futuro de la Biblioteconomía
Hace unas semanas la Biblioteca del Instituto Internacional en colaboración con la Embajada de los Estados Unidos en España organizaron una jornada para discutir sobre el futuro de la profesión en donde intervinieron  Eric Lease Morgan, encargado del Departamento de Acceso Digital y Arquitectura de la Información de la Biblioteca de la Universidad de Notre Dame, Indiana (EE.UU.), y de Virginia Ortíz-Repiso, directora del Departamento de Biblioteconomía y Documentación de la Universidad Carlos III y que gracias al post de Ruth Lopez Zazo http://www.ucm.es/BUCM/blogs/boletinbibliotecario/1084.php publicado en uno de los blogs de la Biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid podemos enterarnos de lo que allí se contó.
Os recomiendo el artículo, a texto completo de la conferencia de Eric Lease Morgan A few possibilities for librarianship by 2015, http://infomotions.com/musings/future-2015/ donde nos da algunos consejos para que el futuro de la Biblioteconomía sea prometedor y que resumo fundamentalmente en uno: poner el contenido en su contexto o lo que es lo mismo, que la información, el contenido de nuestros fondos (sean estos de la naturaleza que sean: impresos, electrónicos, en línea…) sean de más fácil acceso lo que quiere decir que debemos reflexionar sobre el funcionamiento y la utilidad de nuestros catálogos, ofrecerles la información que realmente puede ser de utilidad más allá de la típica ficha catalográfica:
annotate, compare & contrast, create flip book, do concordance against, find opposite, find similar, highlight, incorporate into syllabus, plot on a map, print, rate, review, save, share, summarize, tag, trace citation, translate, etc.


Además de la excelente conferencia de Lease Morgan, que ya es un dato a tener en cuenta para pensar en el futuro de la biblioteconomía, el hecho de que Lease Morgan ostente el cargo de "encargado del Departamento de Acceso Digital y Arquitectura de la Información de la Biblioteca de la Universidad de Notre Dame", eso no implica que no sea, de formación bibliotecaria, sino que en algunas organizaciones, por fin,  se han dado cuenta de que:
1) La profesión ha evolucionado, las necesidades de información y los modos de búsqueda no son las mismas de antaño
2) El nombre IMPORTA, si queremos hacernos visibles, respetados y valorados, no es lo mismo que en tu tarjeta de visita ponga que eres bibliotecario (con el desprestigio que lleva asociada esa etiqueta: cualquiera vale para bibliotecario, el bibliotecario está todo el día leyendo, el trabajo del bibliotecario consiste en pasar libros por un codigo de barras…) a que diga que eres Gestor de información,  y para muestra el post de Marcos Ros "No me llames bibliotecario, llámame …" donde nos cuenta  que  Nancy Friedberg escribía en el diario The New York Times, en octubre de 2001 que el nombre que pudiese definir un puesto de trabajo podía hacer cambiar significativamente la retribución que se podía obtener por él: para un puesto denominado Bibliotecario (Librarian) una persona podía ganar hasta 27.000 $ al año, pero si se cambiaba esa designación por Especialista en la gestión de la información (Information – management specialist), el puesto podría aumentar hasta 100.000 $.
Quizás ahora que la carrera ha cambiado de nombre y los futuros bibliotecarios y documentalistas están estudiando el grado en Información y Documentación, la profesión empiece a revalorizarse, o quizás debemos cambiarnos también de nombre y convertirnos en brokers de información, o invertir más en campañas de reconocimiento profesional como la del Index Murcia http://www.indexmurcia.org/documentos/promocion/folleto_index_final.pdf y dar a conocer a la Sociedad, qué podemos hacer por ellos.
 

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