lunes, 23 de noviembre de 2009

Bibliotecas escolares, a capa y espada

Son el verdadero corazón de las escuelas. Ojalá todas estuvieran nutridas y bien equipadas. Para la mayoría de los chicos son la vía privilegiada de apropiarse de las posibles lecturas del mundo. Se impone por eso defender su existencia y calidad.

Muchas veces me he preguntado por una definición posible de biblioteca escolar. Una definición que, como nos enseñó el filósofo Gastón Bachelard, pudiéramos abordar desde una poética del espacio. Cuáles serían las notas para esa definición si la pensáramos como signo; cuál es la intervención de su "cuerpo" en la vida de las escuelas, su articulación con los edificios dentro de los cuales funciona.

Sabemos que Borges se figuraba el paraíso bajo la especie de una biblioteca, pero ¿qué imagen construimos de las bibliotecas escolares los alumnos, los docentes, los padres, los escritores, los directores? Cómo observamos a ese organismo que algunos definen como el verdadero corazón de una escuela.

En varios de sus trabajos, el escritor y profesor George Steiner ensaya una hipótesis que resignifica el mito de Babel. Dice Steiner que, lejos de lo que siempre se afirma, la multiplicidad mil veces mayor de lenguas recíprocamente incomprensibles que antaño se hablaron en esta tierra no es una maldición. Steiner afirma que Babel es, por el contrario, una bendición. Y un júbilo. Y que todas y cada una de las lenguas son ventanas abiertas al ser y a la creación.


Por: Angela Pradelli ESCRITORA Y DOCENTE, PREMIO CLARIN DE NOVELA


Fuente:

http://www.clarin.com/diario/2009/11/23/opinion/o-02046606.htm

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