Miles de argentinos siguen leyendo a Osvaldo Soriano en silencio. Vende 20.000 ejemplares cada año y su figura continúa provocando antagonismos en el mundo intelectual. Su viuda, Catherine Brucher, recuerda la vida en común. Publicamos además cartas desconocidas, donde el autor expone dudas acerca de su propio estilo literario
Se apareció en la redacción de Primera Plana una noche de abril de 1969. Llegaba de Tandil sin aviso y Francisco Juárez, el Negro, entonces redactor de la histórica revista que conducía Tomás Eloy Martínez, lo vio tan solo que se sintió conmovido. De algún modo, él era el responsable de que ese hombre de 26 años con cara de bebé y bolsito al hombro estuviera allí pidiendo auxilio. Unas semanas antes, a Juárez le habían encargado una nota sobre las devociones de la Semana Santa. Pensó que alguien debía cubrir el famoso Vía Crucis de Tandil mientras él viajaba a San Juan, tras el culto a la Difunta Correa. "¿Tenemos a alguien en Tandil?", preguntó. Osiris Troiani recordó que en una charla que había dado allí un fanático de Primera Plana lo había vuelto loco a preguntas. Tenían sus datos y lo llamaron
Por Héctor M. Guyot De la Redacción de LA NACION
Fuente
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1164269
El alma de las bibliotecas y Centros de documentación es el bibliotecario/a. El ha sido y es, el nexo entre el saber aquilatado, conservado y organizado en las nobles arquitecturas y la comunidad. Tiene responsabilidades, objetivos y obligaciones…pero esa alma corpórea es merecedora de los derechos que como Trabajador de la Información le corresponden; Este es nuestro desafió profesional: Construír a partir de nuestra propia identidad una organización genuina para los Bibliotecarios
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