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viernes, 2 de agosto de 2013

Off Tópic: El Papa NO se mancha / por Alfredo Leuco



 
Fue bastante claro lo que pasó ayer en Río de Janeiro. Quedaron en evidencia dos actitudes frente a la vida. La inmensa generosidad del Papa Francisco y el oportunismo especulativo de Cristina Fernández. Le aseguro que a mucha gente le dio vergüenza ajena, la utilización electoralista que hizo la presidenta del sumo pontífice. Agazapada, como preparando una emboscada, tuvo todo el tiempo a su lado a Martín Insaurralde, pegado como un hermano siamés con el único objetivo de arrancarle una foto.
¿Se da cuenta de lo que estamos hablando? ¿Hasta que límites es capaz de llegar la presidenta con su fría máquina de calcular votos? ¿Qué justificaba la presencia de Insaurralde en ese lugar? ¿Es el canciller? No. ¿Es el secretario de culto? No. ¿Es un genio de la ciencia argentina que acaba de descubrir el remedio contra todos los males? No. ¿Es un viejo amigo y compañero de reflexiones del Jorge Bergoglio? No. Solo es el candidato elegido por Cristina para que defienda su camiseta en las elecciones. Tiene varios problemas Martín Insaurralde. El mas grave es que no es demasiado conocido. Pero la presidenta se lo resuelve en dos segundos. Primero lo hace participar de actos de gobierno en los que esta prohibido hacer campaña electoral. Pero la ley no suele ser una regla que la presidenta respete demasiado.
Y segundo se lo lleva a ver al Papa y, al límite del ridículo, fuerza una situación para lograr la foto tan ansiada y que Martín pueda decir: "le pedí que rece por todos los bonaerenses". Fue triste la manera artera con la que malversaron una situación ecuménica, festiva, religiosa para convertirla en un acto de campaña de vuelo bajo. El Papa Francisco que fue castigado por Néstor, Cristina y sus seguidores a mas no poder, se coloca por encima de esas agresiones, pone la otra mejilla, exhibe su grandeza y su capacidad de diálogo y perdón y le regala a la "abuela joven", como la llamó hasta con galantería, un par de zapatitos y medias blancas para su nieto Néstor Ivan. Un gesto luminoso que lo muestra vacío de rencores y sin ánimo de revancha.
Porque quiero recordar que el abuelo de ese bebe, hostigó a Bergoglio al límite de acusarlo de ser jefe de la oposición, o al borde de la herejía cuando dijo que el diablo también podía usar sotana o cuando se llevaron el Tedeum de la Catedral solo porque el cura decía las mismas cosas que dice ahora contra los ladrones y contra la pobreza. Hubo fanáticos kirchneristas que lo acusaron poco menos que de ser un genocida y un entregador de militantes cuando quedó probado que ayudó en todo lo que puso a los perseguidos por la dictadura. Pese a todo eso, el Papa Francisco abre su corazón y sus manos y se entrega casi en forma inocente. ¿Y que recibe? Una zancadilla, una foto buscada como un ejercicio de marketing. Pasaron cosas trascendentes para la iglesia y para la humanidad estos días en Brasil. Estamos asistiendo a una revolución encabezada por un argentino. Y nuestra presidenta solo piensa en el chiquitaje de una urna y su ambición de mantenerse en el poder cueste lo que cueste.
Se nota que no escucha el mensaje profundo del Papa. La justificación para llevar pegado a Insaurralde fue que había padecido cáncer y se curó gracias a Dios y la Virgen. Y este también es un golpe bajo. Igual que el aprovechamiento proselitista del luto. Son situaciones personales que no deberían colocarse en la balanza de los comicios. En una elección se eligen ideas y hombres para ejecutarlas. No es bueno apelar a los golpes bajos para conseguir votos.
O en todo caso, el que apela a esos artilugios, demuestra esa impronta especuladora que no lo abandona nunca en la vida. Todo es dinero y todo es poder parece decir Cristina con sus gestos. Nada es dinero y nada es poder, responde el Papa con su despojo, su humildad y su alma tan limpia como sus manos. La presidenta exhibió con alegría el regalo del Papa para su nieto, pero su candidato protagonizó un triste papel garroneando una foto que hoy está publicada en todos los medios adictos al gobierno.
Para decirlo en el lenguaje coloquial y de barrio de Bergoglio, fue indignante ver a un colado en la foto de los presidentes y el Papa. Son dos formas de luchar por el futuro. El Papa es una bendición para la humanidad que quiere un mundo más justo, solidario y fraterno. Las actitudes oportunistas ensucian todo lo que tocan. Pero el Papa no se mancha.

Daniel Diaz / Bibliotecario Argentino


"La biblioteca es el lugar del ejercicio público de la razón" Gabriel Naudé

sábado, 20 de julio de 2013

El Papa Francisco vende más libros que Dan Brown



La Encíclica Lumen Fidei recientemente editada por el Vaticano ocupa el primer puesto en el top ten de best sellers en las librerías italianas, superando incluso al nuevo libro del autor del Código Da Vinci

Esta clasificación, que abarca las ventas de la última semana, arroja como resultado que el libro más comprado en los últimos días ha sido la Encíclica redactada mayormente por Josef Ratzinger, el papa emérito Benedicto XVI, y completada y publicada por Francisco. La edición, del Libería Editora Vaticana, tiene 100 páginas y los italianos parecen haberse volcado en masa a adquirirla en las librerías.

En las antípodas, al menos a juzgar por su título, Infierno, de Dan Brown, aparece en el 4º lugar. Y la edición de bolsillo de la más profana Cincuenta sombras de Grey, la novela de erotismo soft de E.L.James, está séptima.


El recuento fue hecho por el servicio de clasificaciones Arianna+, un sitio web para profesionales del sector editorial.

Lumen fidei (La luz de la fe), primera encíclica de la historia escrita por dos Papas, fue presentada el 18 de julio, y es la última de una trilogía publicada por Benedicto XVI durante su pontificado, sobre las tres virtudes teológicas cristianas: la caridad, la esperanza y la fe.

Francisco dijo que él se limitó a agregar "unas cuantas contribuciones propias" para "afinar" el borrador que Benedicto XVI dejó inconcluso cuando decidió renunciar. Las prioridades del Papa argentino se hacen evidentes en el último capítulo, donde se insiste en el papel de la fe como medio para servir al bien común y dar esperanza a aquellos que sufren.

Además, entre otras cosas, el documento defiende "la familia fundada en el matrimonio, entendido como unión estable de un hombre y una mujer".

Fuente: http://www.infobae.com/notas/720785-En-Italia-el-Papa-Francisco-vendio-mas-libros-que-Dan-Brown.html

martes, 19 de marzo de 2013

Asumió el Papa Francisco


Tras recibir el anillo del pescador y el palio de lana, realizó una homilía en la que llamó a no tener "miedo de la bondad" y destacó que "el verdadero poder" del Papa "es el servicio". Al iniciar la ceremonia, saludó desde un papamóvil descapotable a decenas de miles de fieles.

El texto completo de la homilía del papa francisco tras su asunción oficial

"Queridos hermanos y hermanas:

Doy gracias al Señor por poder celebrar esta Santa Misa de comienzo del ministerio petrino en la solemnidad de San José, esposo de la Virgen María y patrono de la Iglesia universal: es una coincidencia muy rica de significado, y es también el onomástico de mi venerado predecesor: le estamos cercanos con la oración, llena de afecto y gratitud.

Saludo con afecto a los hermanos cardenales y obispos, a los presbíteros, diáconos, religiosos y religiosas y a todos los fieles laicos. Agradezco por su presencia a los representantes de las otras iglesias y comunidades eclesiales, así como a los representantes de la comunidad judía y otras comunidades religiosas. Dirijo un cordial saludo a los Jefes de Estado y de Gobierno, a las delegaciones oficiales de tantos países del mundo y al Cuerpo Diplomático.

Hemos escuchado en el Evangelio que "José hizo lo que el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer" (Mt 1,24). En estas palabras se encierra ya la misión que Dios confía a José, la de ser custos, custodio. Custodio ¨de quién? De María y Jesús; pero es una custodia que se alarga luego a la Iglesia, como ha señalado el beato Juan Pablo II: "Al igual que cuidó amorosamente a María y se dedicó con gozoso empeño a la educación de Jesucristo, también custodia y protege su cuerpo místico, la Iglesia, de la que la Virgen Santa es figura y modelo" (Exhort. ap. Redemptoris Custos, 1).

¿Cómo ejerce José esta custodia? Con discreción, con humildad, en silencio, pero con una presencia constante y una fidelidad y total, aun cuando no comprende. Desde su matrimonio con María hasta el episodio de Jesús en el Templo de Jerusalén a los doce años, acompaña en todo momento con esmero y amor. Está junto a María, su esposa, tanto en los momentos serenos de la vida como los difíciles, en el viaje a Belén para el censo y en las horas temblorosas y gozosas del parto; en el momento dramático de la huida a Egipto y en la afanosa búsqueda de su hijo en el Templo; y después en la vida cotidiana en la casa de Nazaret, en el taller donde enseñó el oficio a Jesús.
¿Cómo vive José su vocación como custodio de María, de Jesús, de la Iglesia? Con la atención constante a Dios, abierto a sus signos, disponible a su proyecto, y no tanto al propio; y eso es lo que Dios le pidió a David, como hemos escuchado en la primera lectura: Dios no quiere una casa construida por el hombre, sino la fidelidad a su palabra, a su designio; y es Dios mismo quien construye la casa, pero de piedras vivas marcadas por su Espíritu. Y José es "custodio" porque sabe escuchar a Dios, se deja guiar por su voluntad, y precisamente por eso es más sensible aún a las personas que se le han confiado, sabe cómo leer con realismo los acontecimientos, está atento a lo que le rodea, y sabe tomar las decisiones más sensatas.

En él, queridos amigos, vemos cómo se responde a la llamada de Dios, con disponibilidad, con prontitud; pero vemos también cuál es el centro de la vocación cristiana: Cristo. Guardemos a Cristo en nuestra vida, para guardar a los demás, salvaguardar la creación.

Pero la vocación de custodiar no sólo nos atañe a nosotros, los cristianos, sino que tiene una dimensión que antecede y que es simplemente humana, corresponde a todos. Es custodiar toda la creación, la belleza de la creación, como se nos dice en el libro del Génesis y como nos muestra San Francisco de Asís: es tener respeto por todas las criaturas de Dios y por el entorno en el que vivimos. Es custodiar a la gente, el preocuparse por todos, por cada uno, con amor, especialmente por los niños, los ancianos, quienes son más frágiles y que a menudo se quedan en la periferia de nuestro corazón. Es preocuparse uno del otro en la familia: los cónyuges se guardan recíprocamente y luego, como padres, cuidan de los hijos, y con el tiempo, también los hijos se convertirán en cuidadores de sus padres. Es vivir con sinceridad las amistades, que son un recíproco protegerse en la confianza, en el respeto y en el bien. En el fondo, todo está confiado a la custodia del hombre, y es una responsabilidad que nos afecta a todos. Sed custodios de los dones de Dios.

Y cuando el hombre falla en esta responsabilidad, cuando no nos preocupamos por la creación y por los hermanos, entonces gana terreno la destrucción y el corazón se queda árido. Por desgracia, en todas las épocas de la historia existen "Herodes" que traman planes de muerte, destruyen y desfiguran el rostro del hombre y de la mujer.

Quisiera pedir, por favor, a todos los que ocupan puestos de responsabilidad en el ámbito económico, político o social, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad: seamos "custodios" de la creación, del designio de Dios inscrito en la naturaleza, guardianes del otro, del medio ambiente; no dejemos que los signos de destrucción y de muerte acompañen el camino de este mundo nuestro. Pero, para "custodiar", también tenemos que cuidar de nosotros mismos. Recordemos que el odio, la envidia, la soberbia ensucian la vida. Custodiar quiere decir entonces vigilar sobre nuestros sentimientos, nuestro corazón, porque ahí es de donde salen las intenciones buenas y malas: las que construyen y las que destruyen. No debemos tener miedo de la bondad, más aún, ni siquiera de la ternura.

Y aquí añado entonces una ulterior anotación: el preocuparse, el custodiar, requiere bondad, pide ser vivido con ternura. En los Evangelios, san José aparece como un hombre fuerte y valiente, trabajador, pero en su alma se percibe una gran ternura, que no es la virtud de los débiles, sino más bien todo lo contrario: denota fortaleza de ánimo y capacidad de atención, de compasión, de verdadera apertura al otro, de amor. No debemos tener miedo de la bondad, de la ternura.

Hoy, junto a la fiesta de San José, celebramos el inicio del ministerio del nuevo Obispo de Roma, Sucesor de Pedro, que comporta también un poder. Ciertamente, Jesucristo ha dado un poder a Pedro, pero ¨de qué poder se trata? A las tres preguntas de Jesús a Pedro sobre el amor, sigue la triple invitación: Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas. Nunca olvidemos que el verdadero poder es el servicio, y que también el Papa, para ejercer el poder, debe entrar cada vez más en ese servicio que tiene su culmen luminoso en la cruz; debe poner sus ojos en el servicio humilde, concreto, rico de fe, de san José y, como él, abrir los brazos para custodiar a todo el Pueblo de Dios y acoger con afecto y ternura a toda la humanidad, especialmente los más pobres, los más débiles, los más pequeños; eso que Mateo describe en el juicio final sobre la caridad: al hambriento, al sediento, al forastero, al desnudo, al enfermo, al encarcelado (cf. Mt 25,31-46). Sólo el que sirve con amor sabe custodiar.

En la segunda lectura, San Pablo habla de Abraham, que "apoyado en la esperanza, creyó, contra toda esperanza" (Rm 4,18). Apoyado en la esperanza, contra toda esperanza. También hoy, ante tantos cúmulos de cielo gris, hemos de ver la luz de la esperanza y dar nosotros mismos esperanza. Custodiar la creación, cada hombre y cada mujer, con una mirada de ternura y de amor; es abrir un resquicio de luz en medio de tantas nubes; es llevar el calor de la esperanza. Y, para el creyente, para nosotros los cristianos, como Abraham, como san José, la esperanza que llevamos tiene el horizonte de Dios, que se nos ha abierto en Cristo, está fundada sobre la roca que es Dios.

Custodiar a Jesús con María, custodiar toda la creación, custodiar a todos, especialmente a los más pobres, custodiarnos a nosotros mismos; he aquí un servicio que el Obispo de Roma está llamado a desempeñar, pero al que todos estamos llamados, para hacer brillar la estrella de la esperanza: protejamos con amor lo que Dios nos ha dado.

Imploro la intercesión de la Virgen María, de San José, de los Apóstoles San Pedro y San Pablo, de San Francisco, para que el Espíritu Santo acompañe mi ministerio, y a todos vosotros os digo: Recen por mí. Amén".

Fuente: DyN

sábado, 16 de marzo de 2013

El nombre FRANCISCO del nuevo Papa : un homenaje a San Francisco de Asís


El Papa dijo que el santo en el que se inspiró era "el hombre de la pobreza, el hombre de la paz

El papa Francisco expresó el sábado su deseo de "una Iglesia pobre y para los pobres" , al explicar la elección del inédito nombre bajo el que ejercerá su pontificado cuando recibía en audiencia a la prensa del mundo en la sala Pablo VI del Vaticano.
El pontífice argentino, que fue profusamente ovacionado por los miles de periodistas presentes, explicó que San Francisco de Asís, el santo en el que se inspiró, era "el hombre de la pobreza, el hombre de la paz".
"El hombre pobre, como yo querría una iglesia pobre y para los pobres", agregó el Papa, que en estos cuatro días ha sorprendido al mundo por su mensaje en favor de volver a la esencia del cristianismo.
Francisco explicó que el nombre le fue inspirado por un comentario del cardenal brasileño Claudio Hummes, arzobispo emérito de San Pablo, que se sentó junto a él durante el cónclave.
"Cuando la cosa se estaba poniendo un poco peligrosa, él me reconfortaba, y cuando los votos alcanzaron los dos tercios y llegó el aplauso me abrazó, me besó y me dijo: 'No te olvides de los pobres'", agregó el nuevo pontífice.
El primer Papa latinoamericano de la Iglesia católica también recordó que la institución, desacreditada por varios escándalos, no tenía "una naturaleza política, sino espiritual"