domingo, 28 de julio de 2019

Estrategia de la Red Nacional de Bibliotecas Públicas, o como vulnerar más a las bibliotecas públicas del país




uvejota: Blog de Bibliotecas y algo más


Posted: 25 Jul 2019 05:23 PM PDT
Fuente: Uvejota: Blog de Bibliotecas
Estrategia de la red nacional de bibliotecas
En los tiempos que corren vemos muchos sin sentidos en lo referente al libro, la lectura y las bibliotecas en el país. Del nombramiento de un director Nacional de Bibliotecas, (ya no sin formación, sin conocimiento y mucho menos experiencia en bibliotecas públicas), a una Estrategia Nacional de Lectura "en borrador" y sin presupuesto. Del nombramiento de un director de la Biblioteca Vasconcelos que sólo atinó a visualizarla como "la universidad de la lectura", a su renuncia a los tres meses de asumir el cargo, repitiendo con ello la maldición de ver desfilar por la Vasconcelos a un director tras otro (maldición que sólo Daniel Goldin pudo conjurar y con ello hacer crecer de una forma insospechada a la Vasconcelos). Y, para seguir sin rumbo y sin sentido, ayer se presentó (sin diagnóstico, lineamientos, ni presupuesto) la Estrategia de la Red Nacional de Bibliotecas Públicas con la que la Biblioteca de México y la Biblioteca Vasconcelos se fusionan y quedan bajo la dirección de José Mariano Leyva. En el comunicado de prensa se lee:
La Secretaría de Cultura, a través de la Dirección General de Bibliotecas (DGB), informó que las bibliotecas de México y José Vasconcelos se unificarán para complementar los programas y servicios que ofrecen y desde ahí, coordinar a las bibliotecas estatales, municipales y comunitarias, como una sola biblioteca central, informó Marx Arriaga Navarro, titular de la DGB.
Habrá quien argumente que con ese objetivo nació la Vasconcelos. Pues sí, pero no (hay incluso quien considera que buscar la centralización es una buena e incluso necesaria idea, aunque mal ejecutada. No y no). Muy pronto fue evidente la inoperabilidad de miles de bibliotecas públicas, cada una con sus particularidades, desde una biblioteca en el centro del país. 
Con esta fusión, se vulneran las ya de por sí vulneradas bibliotecas públicas en el país. Lo anterior, sin contar con la vulneración a un recinto que venía funcionando bien en los últimos 6 años, al dejarla no sólo sin recursos, sino sin un rumbo en función de sus usuarios y sin una dirección real que esté al frente todos los días, sirviendo a la comunidad que tanto trabajo costó formar. Porque claro, lo que importa no es la comunidad, sino un catálogo colectivo.
Pero además de cometer el error de fusionar ambas bibliotecas, se comenten otros errores de conceptualización que sólo demuestran la ignoracia que los directivos tienen sobre el quehacer de las bibliotecas públicas y que dejan en peligro tanto a las bibliotecas públicas del país, como a la misma Vasconcelos. Menciona Arriaga, director de DGB:
Generalmente esas instituciones cuentan con una biblioteca principal, cuyo acervo es general, y con otras que se encuentran en cada facultad o escuela, cuyo acervo es específico. Las bibliotecas de las facultades replican la forma de trabajo de la central, y esta les proporciona los libros e información que necesitan.
De acuerdo con esto, se pretende hacer una especie de Frankestein copiando el trabajo de las bibliotecas universitarias, cuyo propósito es muy distinto al de las públicas. Pero, más grave que la centralización con un director que obedece a dos amos sin entender la complejidad y particularidad de estos (además de las particularidades de las más de 7 mil bibliotecas públicas), está el tufillo a "almacén de libros" que emana esta Estrategia de la Red Nacional de Bibliotecas y que se está manejando desde diciembre de 2018, pues se pretende que la Biblioteca de México José Vasconcelos se especialice en acervos más antiguos y descatalogados, y deja a la Biblioteca Vasconcelos la responsabilidad de ocuparse de los libros más modernos.
Con lo anterior, se da a la Vasconcelos y la de México una responsabilidad que de toda la vida ha recaído en la Biblioteca Nacional con el Depósito Legal. Eso es un básico que cualquiera al frente de una dirección de bibliotecas debería saber. Y en este punto me pregunto, ¿alguien en la Biblioteca Nacional piensa decir algo al respecto, defender una de sus razones de ser, sseñalar el absurdo que representa duplicar labores en lugar de que cada una se dedique a lo suyo?
Además de los errores de conceptualización de la labor de las bibliotecas públicas, por no mencionar la de las bibliotecas universitarias y nacional, vemos lo peligroso de esta especie de visión vertical en la que sólo los directivos saben cuáles deben ser los libros buenos para el pueblo, sin entender que el desarrollo de colecciones es complejo y debe estar cimentado en las necesidades reales de sus comunidades. Y esto lo vemos en la declaración sobre la dotación de acervos que se hizo en 2012:
 …muchas veces con cierta carga ideológica, porque había textos de Héctor Aguilar Camín y Enrique Krauze. 
Y podemos ver más errores de conceptualización, de conocimiento de lo que se ha hecho y declaraciones convenientemente incompletas, por ejemplo, el ahora director de ambas instituciones señaló:
La Vasconcelos nunca terminó por convertirse en el proyecto original con el cual nació y de esta manera fue bautizado como un elefante blanco; parecía una biblioteca sin mayor sentido, costosa, justo porque no estaba articulada con un programa de Red de Bibliotecas. Quizá por eso la Vasconcelos ha tenido seis directores en seis años.
De forma muy conveniente, omite decir que fueron seis directores, no en seis, sino en trece años; porque precisamente el sexto director (#DanielGoldin) llegó a la Vasconcelos en el sexto año de funcionamiento y duró ahí casi seis años logrando sacarla de este imaginario colectivo de "elefante blanco" para enarbolarla como una biblioteca públia referente a nivel mundial. Además insistir en que era una biblioteca costosa y sin mayor sentido es ignorar el trabajo que se hacía en función de la comunidad, la que por cierto, iba más allá de la zona de la Colonia Guerrero y se extendía a municipios como Ecatepec, Nezahualcóyotl y Naucalpan, además del resto de alcaldías de la CDMX. 
Que es necesario que las más de 7 mil bibliotecas de la red, incluidas la Vasconcelos y la de México se complementen y se apoyen, nadie lo duda, que es necesario y obligatorio rescatar y dar de nuevo sentido a las bibliotecas públicas mexicanas, tampoco nadie lo pondrá en duda. Sin embargo, la fusión y centralización no es la respuesta, mandar acervos sin un diagnóstico y sin un plan de trabajo, tampoco es la solución. 
Insisto, si no se entienden las particularidades y necesidades de cada biblioteca, si no se entiende la función de la biblioteca pública, si no se conoce a la comunidad y se trabaja con ella en un diálogo horizontal dando valor a su voz, si no se trabaja con un diagnóstico y presupuesto (hoy más que nunca, tiene sentido la frase de "las bibliotecas no son un gasto, son una inversión"), si nada de eso se hace, no habrá Estrategia de la Red Nacional de Bibliotecas que funcione, por rimbombante que suene.
Infortunadamente, pareciera que lo único que importa es tener una bibliografía nacional, un OPAC desabrido que te diga qué libro hay en qué biblioteca; no importa la #bibliotecapública, no importan las comunidades, no importan los usuarios, no importan los #bibliotecarios. Sólo importa hacer lo que ellos dicen porque ellos lo dicen. 
Fuente: Uvejota: Blog de Bibliotecas
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