lunes, 23 de mayo de 2016

Hay 10 millones de personas con problemas de empleo

La situación social. Los asalariados perciben que hubo baja creación de puestos de trabajo. Y eso se traduce en temor a perder la ocupación.


"Más de 10 millones de personas sufren problemas de empleo". Es una de las conclusiones que figuran en los avances del documento del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) sobre la evolución del mercado de trabajo desde 2010. Y sostiene además que en lo que va de 2016 hubo un avance de la pobreza sobre los trabajadores informales y sectores medios, como informó ayer Clarín.


La difusión del estudio coincidió con la reunión que la Comisión de Pastoral Social de la Iglesia hizo ayer en Mar del Plata donde se analizó la situación social, con participación de la cúpula de las centrales sindicales, y se emitió un documento crítico.


Con relación al período 2010-15, el informe precisa que en ese periodo "el empleo total se expandió un 8% pero se incrementó solo un 3% la cantidad de puestos de trabajo con empleo pleno de derechos, mientras disminuyó un 5% el número de empleos precarios y aumentaron un 80% los ocupados en subempleos inestables". Y destaca que "la persistencia de un amplio sector micro-informal, compuesto de dueños y asalariados de pequeñas empresas, cuentapropistas no profesionales, trabajadores domésticos o familiares, en la estructura productiva constituye uno de los mayores inconvenientes en el mercado de trabajo por sus características de reducido nivel de productividad y retribuciones. En los últimos años este sector incrementó su incidencia. A fines de 2015, representaba el 53,9% de los trabajadores ocupados: 9,4 millones de personas".


En este contexto de estancamiento de la creación de puestos de trabajo de calidad, el documento destaca que "la escasa creación de empleo genuino fue percibida por los trabajadores y se convirtió en preocupación ante la posible pérdida del empleo. Desde el año 2010, ocho de cada diez trabajadores ocupados consideran que si dejan o pierden su trabajo no conseguirán fácilmente uno mejor o similar al que poseen. Este porcentaje se incrementó, entre 2010 y 2015, de 81,2% a 84,5%".

Del informe se desprende que en el último quinquenio la creación de empleo fue casi nulo y estuvo acompañado de un incremento de la subocupación (empleos de pocas horas), de la precariedad y la inseguridad laboral. Y en lo que va de 2016, esta situación no solo no se revirtió sino que se agregaron "nuevos pobres" por la caída del poder adquisitivo de los ingresos de la mayoría de la población.


En cambio, el documento de la UCA dice que "algunos actores sociales, en particular los empresarios empoderados pudieron, una vez más, protegerse frente a la incertidumbre. Entre otros abusos, aumentaron precios antes, durante y después de la devaluación, así como incluso después del ajuste de tarifas, aun a pesar de la caída del consumo y la creciente recesión".


Frente a esta situación, el Estudio afirma que "los actores sindicales, sabiendo del riesgo estratégico que corren, han negociado salarios reales a la baja buscando cubrirse del espanto en materia de desempleo", para concluir que hay "demanda legítima de mayor protección al empleo

 

(C) Ismael Bermúdez

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