Las Asociaciones de
Bibliotecarios deben asumir la responsabilidad de representar convencionalmente
a sus asociados; para ello deben coordinar acciones con las organizaciones hermanas
para hacer lo que Abgra debió realizar desde
la obtención de la personería gremial el 28 de marzo de 1960 a través de
la resolución ministerial 136/60
El alma de las bibliotecas y Centros de documentación es el bibliotecario/a. El ha sido y es, el nexo entre el saber aquilatado, conservado y organizado en las nobles arquitecturas y la comunidad. Tiene responsabilidades, objetivos y obligaciones…pero esa alma corpórea es merecedora de los derechos que como Trabajador de la Información le corresponden; Este es nuestro desafió profesional: Construír a partir de nuestra propia identidad una organización genuina para los Bibliotecarios
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