Los
bibliotecarios tenemos un denominador común en nuestro ADN; la emotiva vocación
de servicio como profesionales de la
información a la comunidad.
Esa
misión nos convierte en un factor irreemplazable
para tales fines, por cuanto de tales habilidades
depende el acceso a las fuentes de información para tal cometido.
Su eficacia
estará en relación directa con la cotidiana y silente labor para lo cual debe –el
profesional bibliotecario/a -desarrollar la organización sistémica y ordenada de ese herramental invalorable, a los
fines de iluminar el camino de las verdades y razones sustentables para la
satisfacción del usuario, como suele decirse sin solución de continuidad.
El
bibliotecario/a es quien dispone, ordena, cuida, preserva y nos ofrece
generosamente esos tesoros de sabiduría que laten en los anaqueles de nuestras
bibliotecas….sin los cuales la vida no seria sino un páramo, sin ansias, ni sueños ni esperanzas…
Ser bibliotecario
es una vocación generosa entrega, redundancia no vana, una profesión que nos honra y a la que debemos
honrar de por vida.
La
bibliotecología es también acercar los medios necesarios para la lucha por la
libertad y la justicia en aquellos lugares sitiados por los más perversos de
los obscurantismos.
Ser
bibliotecario asimismo, es trabajar incansablemente por la democratización del
conocimiento, comprometiéndose activamente con la comunidad, proveyendo los
medios necesarios para superar las desigualdades sociales y bregando por una
cultura activa de participación ciudadana.
Ser
bibliotecario es también dar vida a esta identidad latente en nuestra actividad;
porque asi como damos todo por esta vocación afectiva, como personas y trabajadores, porque en
definitiva eso también somos, trabajadores de la información, muy merecidamente tenemos que hacer valer
nuestros derechos históricamente postergados.
Hoy
septiembre 13 es momento de festejo y reconocimientos…desde mañana pongámonos a
trabajar para tener el reconocimiento que nuestra actividad amerita.
Sabemos que
esto no se lograra solo con una declaración de buenas intenciones, sino con la
mancomunada voluntad, compromiso y solidaridad de cada uno de los colegas
bibliotecarios argentinos
Feliz día
colegas-compañeros bibliotecarios/as!!!
Daniel Diaz / Bibliotecario Argentino
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