El reclamo por
los autores excluidos llega a Francia
El Gobierno privilegió a los intelectuales
afines al oficialismo
“La fiesta de la literatura argentina
se tornó amarga”. Así comienza la nota que ayer le dedicó el diario francés Le Nouvel Observateur a la polémica levantada tras conocerse
la lista de autores que acudirán, a partir del 21 de marzo, a la edición número
34 del Salón del Libro de
París, en el que este año, y con motivo de la celebración del centenario
del nacimiento del escritor Julio Cortázar, la Argentina es invitada de
honor. La nota se titula “Salón
del Libro: los autores opositores no van a París”, y explica que “los
escritores excluidos de la lista denuncian que la elección se hizo bajo
políticas sectarias”.
La nota del diario francés cuenta
que, a la lista de 30 autores traducidos en Francia, que fue confeccionada por
el Centro Nacional del Libro y el Instituto Francés se incluyó a otros 18
escritores no publicados en Francia, por elección unilateral del Gobierno
argentino.
No es la primera vez que el gobierno
K privilegia el discurso político local en una feria literaria, en lugar de
ofrecer un panorama más diverso, confundiendo, según algunos, difusión con
propaganda. En 2010, Argentina fue el país invitado a la Feria del Libro de Frankfurt
y la administración kirchnerista decidió que los personajes que representarían
a nuestro país en el mayor certamen literario del mundo serían Maradona, Evita,
Gardel y el “Che” Guevara. La decisión fue criticada y finalmente se añadió a
dos escritores: Julio Cortázar y Jorge Luis Borges. Se trataba de literatura,
al fin y al cabo. Pero los que llegaron a la ciudad alemana en el momento de la
verdad, comprobaron que en el pabellón en que la Feria alberga cada año al
país invitado, el afiche que más se repetía era la foto de Cristina Fernández
de Kirchner.
No se trata de que la lista
confeccionada por Argentina incluya sólo a intelectuales afines al oficialismo,
pero la realidad es que deja afuera a autores marcadamente opositores como
Tomás Abraham, que estudió en la
Sorbona de París, Edgardo Cozarinsky, que también vivió
durante años en la capital francesa, Beatriz Sarlo, Martín Caparrós y Jorge
Asís, entre otros. Entre los elegidos por razones de afinidad política, cabe
citar al escritor Ernesto Laclau, al periodista y escritor Hernán Brienza, y a
todos los miembros de la agrupación K Carta Abierta, entre ellos José Pablo
Feinmann, Ricardo Forster y Horacio González, director de la Biblioteca Nacional.
En declaraciones al diario francés,
la escritora Pola Olaixarac, otra autora opositora que tampoco fue invitada,
afirmó que “suponer la ausencia de razones políticas en la composición de una
delegación cultural argentina es naif”. Y recordó cómo el Gobierno utilizó para
la promoción de las ideas oficialistas su participación en la Bienal de Arte de Venecia
de 2013, cuando convocó a la artista plástica Nicola Constantino para llevar a
cabo una obra sobre Eva Perón que se vio obligada a modificar por no ser lo
suficientemente “nacional y popular”.
Entre los que opinaron, el escritor
Marcelo Cohen relativizó la discusión y la tachó de “bodrio”.
“El homenaje a Cortázar –señaló
Olaixarac–, es la oportunidad perfecta para organizar versiones pobres del
‘intelectual comprometido’, con figuras que contribuyen a la idiotizada
glorificación de los años 70. Yo estoy en la lista de los que no han sido
invitados y me parece bien –sostiene–; es un club muy elegante y contemporáneo.
Estoy encantada de formar parte de esa lista”.
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