jueves, 20 de febrero de 2014

SALÓN du LIVRE: Les OPPOSANTS ARGENTINS n’iront PAS á PARIS


El reclamo por los autores excluidos llega a Francia

El Gobierno privilegió a los intelectuales afines al oficialismo
“La fiesta de la literatura argentina se tornó amarga”. Así comienza la nota que ayer le dedicó el diario francés Le Nouvel Observateur a la polémica levantada tras conocerse la lista de autores que acudirán, a partir del 21 de marzo, a la edición número 34 del Salón del Libro de París, en el que este año, y con motivo de la celebración del centenario del nacimiento del escritor Julio Cortázar, la Argentina es invitada de honor. La nota se titula “Salón del Libro: los autores opositores no van a París”, y explica que “los escritores excluidos de la lista denuncian que la elección se hizo bajo políticas sectarias”.
La nota del diario francés cuenta que, a la lista de 30 autores traducidos en Francia, que fue confeccionada por el Centro Nacional del Libro y el Instituto Francés se incluyó a otros 18 escritores no publicados en Francia, por elección unilateral del Gobierno argentino.
No es la primera vez que el gobierno K privilegia el discurso político local en una feria literaria, en lugar de ofrecer un panorama más diverso, confundiendo, según algunos, difusión con propaganda. En 2010, Argentina fue el país invitado a la Feria del Libro de Frankfurt y la administración kirchnerista decidió que los personajes que representarían a nuestro país en el mayor certamen literario del mundo serían Maradona, Evita, Gardel y el “Che” Guevara. La decisión fue criticada y finalmente se añadió a dos escritores: Julio Cortázar y Jorge Luis Borges. Se trataba de literatura, al fin y al cabo. Pero los que llegaron a la ciudad alemana en el momento de la verdad, comprobaron que en el pabellón en que la Feria alberga cada año al país invitado, el afiche que más se repetía era la foto de Cristina Fernández de Kirchner.
No se trata de que la lista confeccionada por Argentina incluya sólo a intelectuales afines al oficialismo, pero la realidad es que deja afuera a autores marcadamente opositores como Tomás Abraham, que estudió en la Sorbona de París, Edgardo Cozarinsky, que también vivió durante años en la capital francesa, Beatriz Sarlo, Martín Caparrós y Jorge Asís, entre otros. Entre los elegidos por razones de afinidad política, cabe citar al escritor Ernesto Laclau, al periodista y escritor Hernán Brienza, y a todos los miembros de la agrupación K Carta Abierta, entre ellos José Pablo Feinmann, Ricardo Forster y Horacio González, director de la Biblioteca Nacional.
En declaraciones al diario francés, la escritora Pola Olaixarac, otra autora opositora que tampoco fue invitada, afirmó que “suponer la ausencia de razones políticas en la composición de una delegación cultural argentina es naif”. Y recordó cómo el Gobierno utilizó para la promoción de las ideas oficialistas su participación en la Bienal de Arte de Venecia de 2013, cuando convocó a la artista plástica Nicola Constantino para llevar a cabo una obra sobre Eva Perón que se vio obligada a modificar por no ser lo suficientemente “nacional y popular”.
Entre los que opinaron, el escritor Marcelo Cohen relativizó la discusión y la tachó de “bodrio”.
“El homenaje a Cortázar –señaló Olaixarac–, es la oportunidad perfecta para organizar versiones pobres del ‘intelectual comprometido’, con figuras que contribuyen a la idiotizada glorificación de los años 70. Yo estoy en la lista de los que no han sido invitados y me parece bien –sostiene–; es un club muy elegante y contemporáneo. Estoy encantada de formar parte de esa lista”.


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