El comicio de septiembre pasado en la impoluta Central de Trabajadores Argentinos (CTA) dejó al descubierto las prácticas inveteradas del sindicalismo vernáculo, donde las más diversas "habilidades" (usos y costumbres) no eran patrimonio exclusivo de la decana organización sindical argentina. Ayer nomás, el sainete quedo expuesto en una CTA bifronte, donde las partes tienen sus irreductibles considerandos y nadie reculara así porque si. A Pablo Micheli la junta electoral lo declaró vencedor, nada menos con lo cual si en una contienda electoral en un gremio eso acontece huelgan las palabras y la Justicia así lo consideró también. Hugo Yasky denunció irregularidades y su mandato fue prorrogado-políticamente- por sus adláteres y mentores del gobierno Nacional, mediante una resolucion del ministro de Trabajo Tomada. Todavía resuena el estruendo que marcó una tendencia en el sindicalismo "CTA de los trabajadores, al que no le gusta…" estribillo distintivo y prometedor.. Hoy tiene dos cabezas enfrentadas y la fractura latente en esa organización suena como una posibilidad, sino priva la grandeza de sus dirigentes, quienes más allá de sus diferencias políticas representan un conjunto significativo de afiliados a esa Central sindical. |
El alma de las bibliotecas y Centros de documentación es el bibliotecario/a. El ha sido y es, el nexo entre el saber aquilatado, conservado y organizado en las nobles arquitecturas y la comunidad. Tiene responsabilidades, objetivos y obligaciones…pero esa alma corpórea es merecedora de los derechos que como Trabajador de la Información le corresponden; Este es nuestro desafió profesional: Construír a partir de nuestra propia identidad una organización genuina para los Bibliotecarios
martes, 4 de enero de 2011
C.T.A. (Como doña flor y sus dos Sec.Generales)
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