Esta emblemática institución, con dos millones de documentos en sus fondos, reabrirá, modernizada, el próximo 20 de septiembre después de tres años cerrada por obras Los investigadores y estudiosos de medio mundo tienen una fecha marcada en sus agendas: 20 de septiembre de 2010. Ese día reabre sus puertas A buen seguro el 20 de septiembre se repetirán las colas del 14 de julio de 2007, cuando la biblioteca fue cerrada, aunque la alegría sustituirá las caras de angustia e incertidumbre que aquella jornada lucía el ejército de estudiosos que consideran su casa las salas, pasillos y anaqueles donde reposan los más de dos millones de documentos que han acumulado los Papas desde los albores de la cristiandad. El valor incalculable de los bienes custodiados explica el malestar que la comunidad científica internacional sintió cuando Consciente de la angustia que el cierre había provocado entre los usuarios de la biblioteca, monseñor Pasini decidió implicarlos en las reformas. «Puse en marcha un boletín por correo electrónico en el que contaba periódicamente cómo iban las obras». La idea ha sido un éxito: los comunicados llegan a más de 6.000 expertos de todo el mundo que han podido ver cómo se cumplían los plazos de renovación del edificio. Monseñor Pasini asegura que la espera ha valido la pena. Está convencido de que, cuando franqueen el zaguán de la biblioteca, los estudiosos se alegrarán de los cambios. Además de reorganizar sus fondos, la institución vaticana ha modernizado buena parte del edificio, haciendo más agradable y fácil el trabajo de los investigadores. «Podrán moverse entre las salas de una manera más cómoda y trabajar con sus ordenadores en cualquier lugar gracias a la nueva conexión inalámbrica», cuenta. Otra de las novedades se ha producido en el campo de la seguridad y coloca a El GPS hace casi imposible el robo de las grandes joyas de «Son los Evangelios más antiguos conservados. Hace además pensar que, si contiene a Lucas y a Juan, también existía un ejemplar con Marcos y Mateo. Habría un tomo para cada dos. Se trataría, pues, de un testimonio físico del Evangelio cuadriforme ya en el siglo II». Fuente: http://www.larazon.es/noticia/5610-la-nueva-biblioteca-vaticana
Daniel Diaz Bibliotecario Argentino |
El alma de las bibliotecas y Centros de documentación es el bibliotecario/a. El ha sido y es, el nexo entre el saber aquilatado, conservado y organizado en las nobles arquitecturas y la comunidad. Tiene responsabilidades, objetivos y obligaciones…pero esa alma corpórea es merecedora de los derechos que como Trabajador de la Información le corresponden; Este es nuestro desafió profesional: Construír a partir de nuestra propia identidad una organización genuina para los Bibliotecarios
sábado, 3 de julio de 2010
La nueva Biblioteca Vaticana...
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