viernes, 25 de diciembre de 2009

No nadamos, pero evitamos que otros se ahoguen en el camino

La responsabilidad social del bibliotecario..!

“El bibliotecario ama los libros como un marino ama la mar. No es necesariamente buen nadador pero sabe navegar. El océano del conocimiento que hace perder la cabeza a todos los sabios hace, por el contrario, más modesto al bibliotecario… ¡Mirad cómo ese océano embravecido se calma en la biblioteca!… El bibliotecario puede leer los libros sin necesidad de abrirlos. Su mirada es capaz de atravesar las tapas…”


A la imagen del sabio loco se opone la del sensato bibliotecario.

A punto de tomarnos las vacaciones (si se puede llamar así a lidiar más horas con mis dos niños colgados del cuello) quería dejar aquí esta cita que abre la obra La sabiduría del bibliotecario, de Michel Melot (Vitoria, 2005, ISBN 84 457 2222 0).
Nuestro trabajo no es llevar un barco a un lugar lejano, en el que nunca nadie estuvo antes, sino ayudar al capitán de esa nave a elegir el mar por el que navegar, a encontrar los mejores vientos y elegir las velas más fuertes; a evitar las corrientes peligrosas y las traicioneras tormentas…. Llevamos a los barcos perdidos a la seguridad de su hogar. Indicamos a los pesqueros el lugar donde encontrarán el mayor banco de peces…

Al llegar a puerto el capitán raramente recuerda quién le enseñó cómo llegar, como tampoco el investigador suele acordarse del bibliotecario que le puso en el buen camino. Es el sino de nuestra profesión y el de muchas otras, no lo vamos a cambiar…
Pero lo importante es que los capitanes lleguen a puerto, los pescadores pesquen y los investigadores acaben sus investigaciones mientras nosotros ya estamos ayudando al siguiente a elegir la mejor ruta.

http://bibliotecas2ypico.wordpress.com/2008/07/30/no-nadamos-pero-evitamos-que-otros-se-ahoguen-en-el-camino/

Fuente: http://mirtasal.wordpress.com/about/

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