miércoles, 6 de junio de 2018

“Subway Library” la biblioteca digital gratuita del metro de Nueva York





"Subway Library" la biblioteca digital gratuita del metro de Nueva York

por Julio Alonso Arévalo

 

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La iniciativa, denominada "Subway Library", es una colaboración entre la Biblioteca Pública de Nueva York, la Biblioteca Pública de Brooklyn, la Biblioteca de Queens, la Autoridad Metropolitana de Transporte y Transit Wireless. Sigue al lanzamiento de Wi-Fi gratuito en todo el sistema de metro de la ciudad de Nueva York a finales del año pasado. Antes de esta inicativa, las únicas opciones de lectura para los pasajeros eran las copias impresas o los materiales digitales descargados con antelación. Ahora, cualquier persona con un dispositivo inteligente puede decidir lo que quiere leer después de subir al tren.

El sistema de bibliotecas de la ciudad de Nueva York está pasando a la clandestinidad. Diez vagones de metro rediseñados para que coincidan con el interior de la Sala de Lectura Rose de la Biblioteca Pública de Nueva York saldrán a las vías el 8 de junio. Los lomos de los libros que decoran los asientos, las paredes y las pancartas publicitarias son sólo para la decoración, pero cientos de textos reales están disponibles para los viajeros tan pronto como entran en la estación. Durante las próximas seis semanas, cualquiera puede descargar libros gratuitos de las bibliotecas de la ciudad de Nueva York cuando se conectan a la red Transit Wireless Wi-Fi, informa The New York Times.

 

 

 

 


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lunes, 28 de mayo de 2018

¿Es el fin de Internet? Trump elimina la neutralidad de la red por decreto



Internet es por lejos, la obra de ingeniería más compleja jamás construida por la civilización. Pero una decisión de Donald Trump , que entrará en vigor el 11 de junio, pone en jaque, al menos en Estados Unidos , uno de sus principios básicos: la neutralidad de la Red .

¿Qué es la neutralidad? Que todos los paquetes de datos deben ser tratados igual. Que ni los proveedores de conexión Internet ni los operadores de banda ancha pueden discriminar arbitrariamente ningún paquete.
Para entender este enunciado (y, luego, algunas de sus sutilezas) es necesario mirar dentro del mecanismo sobre el que funciona Internet. Toda la información que circula por la Red lo hace encapsulada en paquetes de datos. No importa si es un mensaje deWhatsApp , una publicación en Facebook , una foto de Instagram o un mail, toda la información circula como paquetes discretos que se mueven de forma autónoma, independiente y adaptable. En el camino, una infraestructura que opera automáticamente les va indicando la mejor ruta para llegar a destino. Al final, en un pestañeo, los paquetes se reensamblan y vemos el mensaje de WhatsApp, el post en Facebook, la foto en Instagram .

Al deconstruir la información en piezas simples, los creadores de esta tecnología -los estadounidenses Bob Kahn y Vinton Cerf- consiguieron lo impensable: conectar redes muy diversas entre sí. Crearon, con la tecnología Internet (también conocida como TCP/IP), el lenguaje universal de las redes.
Al revés de lo que se cree, Internet no conecta computadoras; conecta redes, y este fue precisamente su aporte disruptivo, cuando se la puso en marcha, el 1° de enero de 1983. Si desde la Redacción de LA NACION se puede visitar las páginas de un sitio en Japón, eso es porque la red del diario y la del sitio japonés están conectadas a Internet, saben hablar ese idioma común.
Con el correo postal, las cartas (los paquetes de datos) llegan sin importar cuál sea el idioma que se habla en el país del destinatario o del remitente, si las calles tienen números o nombres, o si son de asfalto, tierra o adoquines.
Vinton Cerf, uno de los creadores de Internet, y Tim Berners-Lee , el inventor de la Web, son férreos defensores de la neutralidad. Pero Bob Kahn, el coautor de los protocolos de Internet, se opone a la neutralidad. ¿Cómo puede ser? ¿No es lógico evitar la discriminación arbitraria? ¿Acaso la neutralidad no nivela la cancha para que cualquier nuevo emprendedor pueda prosperar e innovar sin pedir permiso ni pagar peajes? Por supuesto que sí. El problema es que no existe una única definición de neutralidad. Kahn habla de discriminar paquetes para mejorar la calidad del servicio, algo que Internet hace por diseño. Cerf habla de discriminación arbitraria (por ejemplo, para que el proveedor de conexión gane más dinero o privilegie sus propios servicios). Ambos tienen razón, porque cada uno habla de una neutralidad diferente.

 

Polarización

Aparte de que es un asunto extremadamente técnico, también está fuertemente polarizado. En Estados Unidos, el demócrata está a favor de la neutralidad, mientras que el republicano, no. El problema de esta polarización es que, como se vio arriba, la neutralidad no tiene una sola definición. Tiene al menos dos. De hecho, la escala de Internet es tan fabulosa que conduce a paradojas desconcertantes. Una de ellas podría resumirse así: Internet no podría funcionar si fuera 100% neutral, pero tampoco podría hacerlo sin un alto grado de neutralidad.
El retruécano se esconde en cuestiones de ingeniería, donde la política no hace pie. Hagai Bar-El, un ingeniero en seguridad informática israelí, definió así la neutralidad: "Es la adhesión al paradigma de que la operación en una cierta capa de un componente de la Red (o un proveedor) que ha sido constituido para operar en esa capa no sufre la influencia de la interpretación de los datos procesados en las capas superiores".
Clarísimo, ¿no? En este abismo entre el debate político, el eslogan para la tribuna, los intereses económicos y las sutilezas técnicas de la Internet real se ancla la polémica que viene subiendo de volumen desde hace tres años en Estados Unidos. Es decir, la polémica sobre si Internet debe ser neutral por decreto o debe dejar de serlo por decreto.

Obama versus Trump

Durante la mayor parte de su historia, Internet fue lo bastante neutral como para garantizar la innovación y la competencia equitativa. Pero, como suele ocurrir en esta industria, a principios de siglo se inició un fuerte proceso de concentración. Google y Facebook se quedaron con el negocio de la publicidad online. Netflix , con el cine y las series por streaming. Amazon y Alibaba, con el comercio electrónico. Y también se concentró el negocio de las telecomunicaciones, esto es, los proveedores de conexión y de infraestructura.
A los primeros les convenía la neutralidad. A los otros, desde luego, no. La tensión se puso al rojo vivo cuando Comcast (un proveedor de conexión) estranguló el tráfico de datos de Netflix para forzar un acuerdo comercial, violando la neutralidad.
Para evitar tales abusos, en 2015, la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC, por sus siglas en inglés) estableció que los operadores de banda ancha quedaran clasificados bajo el Título II de la ley de telecomunicaciones de ese país. Pasaron así a ser common carriers y quedaron sujetos a reglas de interconexión y de no discriminación. Barack Obama había decretado la neutralidad de la Red.
Donald Trump , previsiblemente, hizo lo opuesto. Puso al frente de la FCC a Ajit Pai -exabogado de Verizon, uno de los principales operadores de banda ancha-, y la neutralidad quedó otra vez en entredicho. En diciembre de 2017, por tres votos contra dos, la FCC de Trump revirtió el decreto de Obama y cuando la nueva regulación entre en vigor, el 11 de junio, dará carta blanca a los proveedores de conexión para discriminar arbitrariamente el tráfico de datos.
"El efecto de esta medida será un acceso a Internet más barato, rápido y de mejor calidad, así como la Internet libre y abierta que hemos tenido durante muchos, muchos años", les dijo Pai a los periodistas.
Su colega en la FCC, la demócrata Jessica Rosenworcel, fue categórica al criticar el decreto. "La agencia no escuchó al pueblo estadounidense y le dio poca importancia a su profunda convicción de que una Internet abierta debe convertirse en una ley nacional -declaró-. La FCC está del lado equivocado de la historia, del lado equivocado de la ley y del lado equivocado respecto del ciudadano estadounidense".
Nótese, sin embargo, que ambos enfatizan el concepto de una Internet abierta. Otra paradoja. Pero más fácil de entender. Internet nació como un experimento académico, entre pares (ver aparte). Esta apertura dio origen a la neutralidad. No al revés. La neutralidad fue un resultado de aquel estado de cosas.
Luego, la descomunal concentración de la industria de Internet creó silos cada vez más estancos y opacos, pero de los que dependía cada vez más la economía global. Antes de liquidar la neutralidad, la industria misma había terminado con la Internet abierta de los primeros años.

Resistencia

Tal vez el único aspecto positivo de la medida antineutralidad de la FCC es que los operadores están obligados (en Estados Unidos) a hacer públicos sus acuerdos comerciales; es decir, la forma en que administran el tráfico. El problema es que estas tecnologías son cajas negras y, por lo tanto, detectar y fiscalizar abusos es extremadamente difícil.
"El fin de la neutralidad afectará el tráfico igualitario de contenidos en Internet, ya que en la práctica podrá derivar en una mayor velocidad para la circulación de ciertos paquetes de datos en detrimento de otros -observa Fernando Tomeo, abogado especialista en nuevas tecnologías-. Si bien los proveedores de conexión tendrán la llave para discriminar paquetes, también es cierto que conductas de este tipo los exponen a demandas y sanciones".
Por su parte, Martín Elizalde, de Foresenics Argentina, sostiene que: "En Estados Unidos la resistencia al cambio ya se manifiesta en el ámbito estatal; varios estados federales se oponen a la derogación de la norma con leyes que restaurarán -en su ámbito territorial- la antigua neutralidad. En la Argentina la ley 27.078 establece en su artículo 57 que los prestadores de servicios no podrán bloquear, interferir, discriminar, entorpecer, degradar o restringir la utilización, envío, recepción, ofrecimiento o acceso a cualquier contenido, aplicación, servicio o protocolo salvo orden judicial o expresa solicitud del usuario. Y tampoco fijar el precio de acceso a Internet en virtud de los contenidos, servicios, protocolos o aplicaciones que vayan a ser utilizados u ofrecidos a través de los respectivos contratos".
Sin embargo, para Enrique Chaparro, matemático, especialista en redes y secretario del Consejo de Administración de la Fundación Vía Libre, "la ley se incumple abiertamente ante la inacción del ente encargado de regular las comunicaciones."

Lucha de titanes

Para Chaparro, aunque la idea núcleo de la neutralidad está bien, "la discusión está un tanto fuera de foco, es incluso un poco anacrónica. Internet se ha vuelto más chata y los grandes jugadores montan sus propias redes privadas por fuera de la Internet pública, para prescindir de los servicios de los operadores de banda ancha globales." A su juicio, esta batalla es más bien entre colosos. De un lado, los operadores de banda ancha. Del otro, compañías como Google o Netflix. "El problema parece ser menos de neutralidad que de concentración," observa.
De hecho, la concentración ha sido históricamente el talón de Aquiles de la revolución digital. AT&T, IBM, Microsoft, Google, Facebook, donde se mire, la innovación y el efecto democratizador de las computadoras e Internet se han visto bajo la amenaza del abuso de los monopolios. La neutralidad no es sino una nueva víctima. Pero todo indica que, dadas las paradojas antedichas, será un hueso duro de roer.

LA MAYOR OBRA DE INGENIERÍA DE LA HISTORIA

·                  3900 Millones
Son las personas conectadas a Internet. Ya son más de la mitad de todos los habitantes del planeta
·                  35 Billones (sí, doce ceros)
Son los mails enviados en lo que va del año
·                  10.400 Millones
Son las fotos subidas a Instagram en lo que va de 2018
·                  2200 Millones
Son los usuarios de Facebook
·                  50.000 Millones
Es el número de dispositivos de Internet de las Cosas que se estima que habrá en 2020. Hoy hay más de 5000 millones de smartphones
·                  100.000 Millones
Son los tuits enviados en lo que va de 2018
Por: Ariel Torres 7 La Nación

Las bibliotecas públicas como plataformas para la participación ciudadana






Las bibliotecas públicas como plataformas para la participación ciudadana

por Julio Alonso Arévalo

 

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Coward, C., C. Maclay, et al.  [e-Book]  Public Libraries as Platforms For Civic Engagement. University of Washington, University of Washington Information School's Technology & Social Change Group (TASCHA), 2018.

 

Texto completo

 

¿Qué papel deberían desempeñar las bibliotecas públicas del mundo en la participación ciudadana? En los últimos años, los medios de comunicación tradicionales se han debilitado, y el espacio social se encuentra cada vez más dividido, sin embargo, las bibliotecas públicas se han mantenido fuertes. Durante mucho tiempo han satisfecho una necesidad vital de espacios comunitarios en los que la gente pueda participar e intercambiar ideas, y han servido como un "patrimonio común ciudadano" en el que las personas pueden trabajar juntas hacia lo que perciben como un bien público. Con la democracia en crisis en muchas partes del mundo, las bibliotecas públicas y los bibliotecarios se preguntan cómo pueden volver a concebir y alimentar el papel de las bibliotecas en la promoción de la participación cívica.

Con este fin, el Grupo de Tecnología y Cambio Social de la Universidad de Washington (TASCHA) y el Laboratorio de Innovación Annenberg de la Universidad del Sur de California invitaron a un selecto grupo de líderes de pensamiento a una conversación dirigida a generar nuevas ideas y soluciones para la acción global. Esta convocatoria reunió a una muestra representativa de destacados pensadores de bibliotecas públicas, medios de comunicación, grupos de acción ciudadana, alfabetización mediática y de datos, tecnología cívica, y otros campos, para explorar ideas y prácticas que promuevan la participación cívica. Este informe documenta las discusiones de este evento.

Conclusión: el camino hacia una mayor participación cívica

Para que las bibliotecas públicas desempeñen un papel más activo en la participación ciudadana, es fundamental definir los contextos, las circunstancias y las condiciones en las que definen a las bibliotecas como los lugares adecuados para esta actividad. Para una acción eficaz que promueva la participación cívica en las bibliotecas públicas, se apuntan algunas acción posibles:

  • Definir los resultados deseados. Si estipulamos que hay una necesidad urgente de actuar en nombre de instituciones democráticas, algunos posibles resultados mensurables de la participación ciudadana en bibliotecas incluyen: mayor conocimiento de la web y de los medios de comunicación; mayor conocimiento sobre la educación cívica. y una mayor participación en el proceso democrático.
  • Llevar a cabo actividades de divulgación, a fin de implicar a las comunidades. A través de estas actividades, los bibliotecarios pueden medir la participación y evaluar si existe realmente un interés por su participación continua. Las bibliotecas públicas pueden iniciar la conversación y proporcionar espacios físicos, pero el impulso para la participación cívica continua debe provenir de las propias comunidades.
  • Atraer la diversidad mediante el establecimiento de recompensas para aquellos bibliotecarios que lleven a cabo esfuerzos de participación cívica para llegar a a las partes menos atendidas de la comunidad.
  • Colaborar con organizaciones cívicas. No es necesario que los bibliotecarios empiecen desde cero; pueden involucrarse con cualquier organización políticamente neutral y de mentalidad cívica para llevar la instrucción cívica básica a las bibliotecas públicas.
  • Invitar al uso de herramientas de tecnología cívica para la participación cívica. La programación innovadora, como los laboratorios tecnológicos y los espacios de creación, ilustran cómo las bibliotecas pueden promover la participación cívica aprovechando tanto las herramientas digitales como la presencia física, una poderosa combinación.
  • Cambio en el papel de los bibliotecarios. Al igual que Internet interrumpió la formación profesional tradicional de los bibliotecarios en los años 1990 y 2000, las amenazas a la democracia están cambiando el mundo a su alrededor en la década de 2010. Los bibliotecarios deben esperar que sus roles cambien en respuesta a ello. Para que el compromiso cívico se convierta en una cuestión fundamental, debe formar parte de su desarrollo formativo y profesional. Las instituciones tendrían que elaborar planes de estudios dirigidos tanto a los futuros bibliotecarios como a los ya existentes.
  • Programación compartida. El compromiso cívico es una cuestión mundial. Las bibliotecas públicas que participan activamente en el compromiso ciudadano podrían compartir sus éxitos y sentar las bases para una iniciativa común en las bibliotecas de todo el mundo. Una iniciativa de este tipo compartiría la forma en que los enfoques exitosos se modifican para adaptarse a las necesidades de las diferentes comunidades o culturas.
  • Empezar por arriba: Asegurar que el liderazgo de las bibliotecas, incluidos la administración y los órganos rectores, esté visiblemente comprometido con el papel fundamental de las bibliotecas en la participación cívica. Si las bibliotecas aumentan el perfil de sus esfuerzos de participación cívica, es más probable que las comunidades las adopten como líderes de tales actividades.

  • Aumentar la conciencia. Si sus esfuerzos tienen éxito, las bibliotecas deben asegurarse de que la gente sea consciente de su papel en la participación cívica. A pesar de todos sus esfuerzos de modernización, las bibliotecas públicas siguen enfrentándose a un problema de imagen. Necesitan contar sus historias, quizás a través de una campaña coordinada.

  • Llevar a cabo investigaciones y medir el éxito en términos de aumento de la participación, mejora de la alfabetización mediática y mejora de los indicadores generales de salud de las democracias.

     

 

 


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viernes, 25 de mayo de 2018

Cámpora al gobierno, ¿Montoneros al poder? **

A 45 años del hecho político que marcó una década, una crónica de los convulsionados días previos al regreso del peronismo al poder tras 18 años de proscripción.

 

En enero de 1973, el gobierno de facto encabezado por el general Alejandro Agustín Lanusse dictó las últimas medidas laborales: el Ministerio de Trabajo dispuso la conciliación obligatoria para más de 500 comisiones paritarias que no habían llegado a acuerdo alguno. A ello le sucedieron algunos paros, pero la firma del convenio de la Unión Obrera Metalúrgica con los empresarios, con un 35% de aumento salarial, definió la vía del acuerdo en la casi totalidad de los pleitos. Solo en Córdoba algunos gremios mantuvieron una posición combativa, pero no lograron mejores resultados. Así transcurría el final de una dictadura, con más penas y sin glorias, que cerraba el ciclo de gobiernos militares y civiles interrumpidos por golpes de Estado iniciado en 1955 con el derrocamiento de Perón.

 

El 25 de mayo de ese año 1973, cargado de euforia e incógnitas, el peronismo vuelve al poder después de casi 18 años de proscripciones. Con el líder preparando su regreso al país tras su largo exilio en Madrid, había triunfado por amplio margen en las elecciones nacionales del 11 de marzo: el Frente Justicialista de Liberación (Frejuli) con Héctor J. Cámpora y Vicente Solano Lima obtuvo el 49,50% de los votos; la Unión Cívica Radical (UCR), con la fórmula Ricardo Balbín-Eduardo Gammond logró el 21,30%; la coalición de centroderecha Alianza Popular Federalista que llevó como candidatos a Francisco Manrique y Rafael Martínez Raymonda ocupó el tercer lugar, con 14,90% y la Alianza Popular Revolucionaria, de centroizquierda, encabezada por Oscar Alende y Horacio Sueldo, sumó el 7,43% de los votos.

 

JTP. La primera visita del presidente electo Héctor J. Cámpora, ese mismo 11 de marzo, había sido a la sede de la CGT, que había postergado su congreso ordinario para junio, cuando bajo el título "Argentina liberada", sería inaugurado por el ministro de Bienestar Social, José López Rega. Entretanto tenían partida de nacimiento dos organizaciones político-sindicales que activarán como competidoras y antagonistas.

 

La Juventud Trabajadora Peronista (JTP), en un acto realizado en abril del 73, proclama el "trasvasamiento sindical para el socialismo nacional" con un programa que, entre otros puntos, sostiene: "Participar e impulsar las luchas por la defensa de las reivindicaciones inmediatas de la clase trabajadora; propiciar la democracia sindical; crear comités de defensa y control del próximo gobierno popular". 


En la vereda opuesta, a fines de mayo, la Juventud Sindical Peronista (JSP) proclama el apoyo total al gobierno, porque "… él restablecerá la liberación nacional lograda por el General Perón de 1946 a 1955; que rechaza todos los intentos sectarios, porque ellos buscan la división de los argentinos y responden a intereses ajenos a nuestro sentir, ya que pretenden imponer ideas y sistemas que repugnan a nuestro ser nacional y cristiano" y reafirma lo que se define como "la verticalidad": pleno acatamiento a las decisiones del Líder.

 

 El 11 de mayo, la CGT denunciaba a los "intereses antinacionales que tratan de mantenernos separados y enfrentarnos artificialmente"; daba su apoyo incondicional al mensaje "Bases para lograr el acuerdo de la Reconstrucción Nacional" expresado por el presidente electo y definía la ideología del movimiento obrero como "profundamente nacional, popular y cristiana". El 22 de mayo, en un encuentro de partidos políticos realizado en el restaurante Nino de Vicente López, el secretario general de la CGT, José Ignacio Rucci expresaba que "el movimiento obrero organizado es consciente de su responsabilidad. Sabe que la poderosa fuerza que aglutina, representada y orientada, debe ser sumada con generosidad al proceso que mancomuna a todos los argentinos sin distinción, que comparten la aspiración de lograr una patria soberana, una economía independiente, un pueblo feliz, liberado de las especulaciones del liberalismo cómplice de los imperialismos". Ese mismo día era abatido por un comando guerrillero el secretario general del sindicato de mecánicos, Smata, Dirck Kloosterman, en la puerta de su domicilio particular. El atentado se lo autoadjudicaron las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP).

 

Asume Cámpora.  El 25 de mayo de 1973, el presidente electo pronunció un extenso discurso ante la Asamblea Legislativa. Al terminar se abrazó con su compañero de fórmula, Vicente Solano Lima, dirigente del Partido Conservador Popular. El acto de asunción se realiza en el Salón Blanco de la Casa Rosada, ante 82 delegaciones extranjeras, entre quienes se destacaban los presidentes de Cuba, Osvaldo Dorticós, y Chile, Salvador Allende. En horas previas, la multitud con carteles entre los que predominaban los de Montoneros y la Juventud Peronista, colmaba toda la Plaza de Mayo, y saludaban al nuevo presidente con su seudónimo de "el Tío".  Coreaban en forma insistente el nombre de Perón y el estribillo contra los militares: "Se van, se van, y nunca volverán" resonaba con el acompañamiento de bombos y petardos. En la plaza hubo algunos incidentes  entre la policía y grupos de manifestantes, mientras que en el recinto se podía ver, ente otros, al sacerdote Carlos Mujica, a la actriz Chunchuna Villafañe, al futbolista "Nene" Sanfilipo, dirigentes de todo el espectro peronista como Antonio Cafiero, Alfredo Gómez Morales, Andrés Framini y José Rucci, junto a Arturo Jauretche y el cantante Piero.

 

El acta de asunción de Cámpora fue firmada por el presidente saliente, el general Lanusse y quienes lo acompañaban como miembros de la junta militar, el brigadier Carlos Alberto Rey y el almirante Carlos Guido Natal Coda, junto a los mandatarios extranjeros presentes en la ceremonia, los presidentes Dorticós y Allende. Finalizada la ceremonia Cámpora acompañó a los comandantes hasta la salida. Mientras tanto, Coda y Rey se excusaron para retirarse en helicóptero, Lanusse lo hizo a pie y dijo "yo no me ando escapando de nadie, me iré por donde vine", según relata Miguel Bonasso en su libro El presidente que no fue. Este autor señala que "la multitud se apiñó alrededor de su vehículo, pero no hubo ninguna violencia para facilitar su desplazamiento".

 

Ortodoxos vs. La Tendencia. Sectores de la izquierda peronista identificados como Tendencia Revolucionaria trataban de ocupar algunas sedes sindicales al grito de: "Se va a acabar, se va a acabar, la burocracia sindical". En ciertos lugares, donde había comisiones combativas, también se aglutinaban a ese grito. Bajo la consigna "el Tío presidente, libertad a los combatientes" en la tarde del 25 de mayo  pugnaban desde dos núcleos enfrentados por lograr la liberación de los detenidos. De un lado, los grupos del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) y por el otro, los de la Juventud Peronista, junto a Montoneros.

 

Mientras se aguardaba una Ley de Amnistía en el Congreso,  el ministro del Interior, Esteban Righi, habría autorizado a buscar una salida y evitar un enfrentamiento con la multitud. Por ello, diputados nacionales consiguieron que se abrieran las puertas de la cárcel para concretar su liberación. El acuerdo social. El 30 de mayo, con los auspicios del presidente Cámpora y del ministro de Trabajo, el dirigente metalúrgico  Ricardo Otero, se firma entre la CGT y la CGE el "Acta de Compromiso nacional  para la reconstrucción, la liberación nacional y la justicia social". Suscribe el documento el ministro de Hacienda y Finanzas, José Ber Gelbard. Entre sus objetivos figuran: "implantar como sistema de polìtica salarial todas las medidas destinadas a una justa distribución del ingreso, cuya finalidad superior determine la conformación de salarios con creciente poder adquisitivo". Agrega, además, la necesidad de eliminar "la marginalidad social mediante la acción efectiva del Estado, en materia de vivienda, educación, salud y asistencia social". Como también, "absorber en forma total y absoluta la de-socupación y el desempleo de los trabajadores argentinos".

 

 La Argentina retornaba a la democracia envuelta en un torbellino nacional y regional de alta movilización popular, pero también inficionada de aprestos autoritarios y altos componentes de violencia.

 

Lanusse y Allende, respeto mutuo Causó sorpresa la actitud de Allende cuando vió a Lanusse momentos antes del juramento de Cámpora. El presidente chileno, con voz firme, le dijo a su par argentino: "Muchas gracias, general, por su actitud de no colaborar con la caída de nuestro gobierno constitucional". Se refería a una reunión que había tenido el presidente de facto en septiembre de 1970 con un alto funcionario norteamericano. La misma está reproducida en un libro sobre la historia de la CIA de Tim Weiner, donde cuenta que Lanusse miró fijamente al jefe de inteligencia estadounidense y le dijo: "Señor Helms, usted ya tiene su Vietnam; no me haga a mí tener el mío".

 

En julio de 1971, casi un año después de la oferta de la CIA, Lanusse, ya presidente de facto, y Allende, presidente de Chile en ejercicio, se encontraron en Salta. En un momento de la ceremonia de recepción, Lanusse murmuró una queja: "Ya tenemos una falla en el protocolo". Allende miró a uno y otro lado y murmuró: "Yo no veo falla alguna, general". "Bueno –contestó Lanusse– me han puesto a mí a la izquierda y a usted a la derecha". Allende no pudo evitar la carcajada.

 

Castiñeira de Dios y Sajón En ocasión de asumir el cargo el 25 de mayo como secretario de Prensa y Difusión de la Presidencia, José María Castiñeira de Dios fue recibido por uno o dos periodistas que trabajaban con Eduardo Sajón en esa dependencia. El reconocido poeta y escritor los había tratado a ellos como al antiguo ocupante de ese cargo durante su larga trayectoria periodística y académica, por lo que no extrañó el saludo del ausente firmado a través de ellos. En horas de la noche posterior, el domicilio de Edgardo Sajón, ubicado en San Isidro, sufrió un intento de ataque por desconocidos. Se presumía que podía tener alguna vinculación política. Cuando trascendió el episodio, Castiñeira de Dios inmediatamente se puso en contacto con la Jefatura de Policía de la Provincia de Buenos Aires y se ordenó una custodia permanente en el domicilio de Sajón, periodista que trabajaría poco después como directivo del diario La Opinión y sería secuestrado y desaparecido por un grupo de tareas militar durante la última dictadura.

 

**Santiago Senen Gonzalez-Fabián Bosoer : Periodistas, autores de varios libros sobre historia del sindicalismo y del peronismo. Entre ellos, La lucha continúa. Doscientos años de historia sindical en la Argentina (Vergara).