Por regla general solemos dar por supuesto que el Día
Internacional de la
Mujer Trabajadora , o Día
Internacional de la Mujer ,
es un invento del siglo XX. Sin embargo, observando la historia antigua podemos
encontrarnos con la sorpresa de que el pasado siglo no fue el de la invención
de los derechos de la mujer sino, en ocasiones, de la recuperación de los
mismos.
Fuera del marco de la realeza nos topamos con casos como el de Ashag,
esposa de un alto sacerdote del Templo de Ur, que se enriqueció vendiendo
trigo; o el de Ninkhula, esposa de un gobernador
de Umma en la III
Dinastía de Ur, que comerciaba con pieles, grano, oro y
perfume. Incluso, descubrimos curiosos casos de “multinacionales” de la época, como la que compartían la ya
citada Ninkhula y la consorte real Nimkalla,
que tenía delegaciones comerciales en toda la ruta comercial desde la frontera
sur en Lagash hasta la norte en Mari (lo que hoy sería el territorio entre la
frontera de Iraq-Irán, junto al Golfo Pérsico, y la zona limítrofe entre Siria
y el sur de Turquía).
A modo de resumen, se puede señalar que conocemos dos tablillas donde se indica la existencia de 13.000 mujeres trabajadoras en la ciudad de Ur durante
Así pues, cuando celebréis el Día Internacional de